Marcelino Herrera Amechazurra
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Marcelino Herrera Amechazurra. Joven revolucionario nacido en Cárdenas. Fue el primero en integrar las filas de las Milicias Revolucionarias cuando fueron organizadas.
Sumario
Síntesis biográfica
Infancia y Juventud
Era el más pequeño de Juancito y de Edelmira. Nació el 26 de abril de 1945 en Cárdenas.
Era muy dura la lucha del pobre para poder mantener a su familia, a pesar de que era trabajador de la poderosa industria Arrechabala, la mayor de importancia en la ciudad en aquellos tiempos.
Hoy combinado Industria José Echeverría, donde la administración y los trabajadores se unen en pos del avance de la economía de la Patria Socialista.
Vida laboral
Cuando solo contaba con 14 años Marcelino se ve precisado a abandonar sus estudios para trabajar en un pequeño comercio de la Plaza de Mercado de Cárdenas y también en un molino de arrocera ayudando así al sustento de su familia.
Labor revolucionaria
Durante la etapa en su insurreccionar tomando las precauciones necesarias escuchando por las noches la emisora Radio Rebelde, así se fue entusiasmando por la Revolución, cuando esta triunfó se incorporaba a las primeras actividades que se organizan en defensa del poder popular triunfante.
Carácter
Al organizar las Milicias Revolucionarias de la ciudad de Cárdenas, Marcelino es el primero de su familia en integrar las filas de los defensores de la Patria.
Por su extrema juventud y carácter hace titubear a los compañeros organizadores, pero es aceptado por la firmeza de sus convicciones le corresponde el batallón 207 y arrastró a su primo y a otros amigos a incorporarse a la defensa de la Patria.
Pertenece a ese batallón hasta el año 1961 en que se incorporal ejército, formando parte de la unidad militar 2058 radicada en cantel donde surgen las bandas de alzados, organizadas y financiadas por el imperialismo norteamericano, lo que es necesario que miles de cubanos dejen sus puestos en la producción y tome el fusil en mano para exterminar los enemigos del pueblo.
Muerte
Llevaban 2 meses de lucha sin tregua con los traidores a la Patria a sueltos del imperialismo yanqui que se había alzado contra la Revolución, visitando a su familia solo por unos minutos, cuando un domingo al regresar a su hogar a la unidad Militar sus compañeros salían en camiones a realizar una operación de búsqueda y captura del enemigo.”Quédate si quieres Marcelino”: le dijo uno de los oficiales, “Yo no me quedé”, fue su respuesta. Marcelino buscó su fusil y ya con el camión casi en marcha se subió y en pocas horas ya estaba en combate. Así el 13 de noviembre de 1963, mientras avanzaba rezuelos en un peine que se le extendía para limpiar los bandidos contra las siembras del Escambray.
Marcelino cae abatido por las mortíferas balas de un bandido oculto en un hueco regando cónsul generosa sangre a suelo Patria en la zona de la Sierrita, quedando para siempre su ejemplo imborrable para toda la juventud cubana que hoy disfruta de una vida feliz, gracias al sacrificio de muchos combatientes que como Marcelino cayeron por la defensa en las conquistas de la revolución.
Fuente
- Archivo histórico de la ciudad de Cárdenas
