Meteorología y Radioafición

Meteorología y Radioafición
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Estación de radioaficionado móvil CM2ARY operada por Yariel Rodríguez, realizando un contacto con la estación CO2TB operada por Eduardo León Arencibia en una Observación Meteorológica.[1]
Título originalA Mal tiempo, buena Radio
Autor(a)(es)(as)Idael Sanabria Gálvez
GéneroInvestigación
PaísBandera de Cuba Cuba
PremiosRelevante (Simposio de Historia Local y Fórum de Ciencia y Técnica 2015)

Meteorología y Radioafición: Es una investigación titulada originalmente "A Mal tiempo, buena Radio" que realiza un pequeño bosquejo de los orígenes de las primeras Observaciones Meteorológicas y Estación de Radio que trabajó en función de comunicar el estado del Tiempo en Cuba. Relata como a partir del Triunfo Revolucionario en 1959 las estaciones de radioaficionados pasan a integrar el Sistema de la Defensa Civil (DC) en situaciones de contingencias. Así como el trabajo que realiza el Municipio de Boyeros, en La Habana, para hacer frente a eventos Meteorológicos.

”Más poderoso que los huracanes es el sentimiento de solidaridad del hombre."
Fidel Castro Ruz

Introducción

La situación geográfica de Cuba, que es un archipiélago ubicado en el mar caribe y que goza de ser la más grande de las denominadas Antillas Mayores, la hace propensa al embate de eventos meteorológicos conocidos como ciclones tropicales.

Los ciclones tropicales son eventos meteorológicos, que como lo indica su nombre, son vientos intensos que además pueden estar acompañados de tormentas y se desarrollan en el trópico. También pueden ser conocidos como huracanes y tifones, teniendo por característica áreas de bajas presiones en la superficie y altas presiones en las zonas más altas de la atmosfera. La rotación de sus vientos en la zona del hemisferio norte es en el sentido contrario al de las agujas del reloj y similar a las manecillas del reloj en el hemisferio sur.

Según las categorías que alcancen estos eventos, sus vientos pueden oscilar desde los 120 km/h pudiendo sobrepasar los 300 km/h. Según las características particulares, cada uno de estos fenómenos meteorológicos propicia inundaciones en las zonas más bajas de la costa, olas de considerable altura y tornados.

Por lo anteriormente descrito, los ciclones tropicales se convierten, en la mayoría de las veces, en un peligro potencial para el país ocasionado cuantiosos daños económicos y - si no se anda a la ligera- la pérdida de vidas humanas.

Esta es la razón por la que la máxima dirección del país y diferentes instituciones y organismos afines, toman medidas encaminadas a minimizar los daños que puedan ocasionar los ciclones tropicales al paso por nuestra zona geográfica. Siendo un eslabón fundamental e imprescindible garantizar de forma general las comunicaciones entre las diferentes instituciones y organismos del estado y de cara a la sociedad.

Gracias a la experiencia acumulada durante años de convivencia con estos fenómenos, la existencia del Instituto de Meteorología, y las actuales tecnologías de las comunicaciones con solidas estructuras y organizaciones particulares en materia de recursos humanos, se ha logrado desarrollar todo un sistema de comunicaciones mediante la telefonía, radio, televisión y redes informáticas, que permiten mantener informados tanto a las distintas instituciones y organismos del estado como a la población en general. Todo ello como estrategia del estado para minimizar los daños de estos fenómenos y bajo la supervisión y coordinación de la Defensa Civil (DC).

Pero cuando los vientos arrecian y se vienen abajo las líneas y torres telefónicas, por algún motivo las estaciones de radio y TV deja de transmitir y es necesario algún tipo de comunicación, entonces llegan los radioaficionados.

(…) Un hecho de particular trascendencia en la transmisión, son los contactos que se tienden con los radioaficionados, quienes “entran” a la programación para reportar situaciones de las cuales son testigos excepcionales.(…)”[2]

Los radioaficionados son personas que con la debida autorización, utilizan la radio de forma privada según las frecuencias y bandas establecidas por las autoridades competentes en cada país. Internacionalmente la radioafición se desarrolló más rápidamente a partir de la 1era guerra mundial. En el caso específico de Cuba, tanto fue el auge de la Radioafición que en La Habana llego a fundarse el Radio Club de Cuba (RCC) el 24 de mayo de 1928, y que desde el 15 de julio de 1966, por medio de la Ley 1198 que se constituye la Federación de Radioaficionados de Cuba (FRC).

Los Radioaficionados ponen a su disposición esta tecnología, según sus intereses particulares. Internacionalmente muchos son aficionados a la meteorología y esto también sucede en Cuba. Por tanto, la doble condición de afición a la meteorología y la radio hace que se conviertan en importantes eslabones a la hora de enfrentar diversos fenómenos meteorológicos como son los ciclones tropicales, bajo la coordinación de acciones dirigidas por la (DC).

Antecedentes Históricos

Son muchas crónicas existentes acerca de ciclones tropicales que abatieran diversos territorios en siglos pasados, así como embarcaciones que navegaran por aguas cercanas a las costas de Cuba. Estas informaciones muy bien reflejadas en la obra de los periodistas Iramis Alonso Porro, Bárbara Avendaño Pérez y Toni Pradas Bermelloque bajo el titulo: “A mal tiempo, periodismo”, refleja historias en las que el mismísimo Cristóbal Colón tuvo desafortunado encuentro con alguno de estos eventos meteorológicos:

“(…) Sin que se lo esperara, el mismísimo Almirante fue el primer europeo que vio ante sus narices el “corazón del cielo”. En 1494 durante su segundo viaje a América, cuando su flota pasaba a la altura de la Isla de Pinos, fue sorprendida por una de estas tormentas (…)””[3]

En la obra mencionada anteriormente también se refleja que el descubridor del nuevo mundo y/o precursor del proceso de transculturación entre el nuevo y viejo mundo, fue también quien daría el primer aviso de tormenta tropical:

“(…) La providencia, sin embargo, le reservaba a Cristóbal Colon otra primicia en la historia relacionada con el Dios del Mal. Curtido de experiencia, en 1502, durante su cuarta travesía americana, advirtió al gobernador de Santo Domingo acerca del peligro que asechaba a esa isla, pues un huracán se acercaba sigilosamente con muy malas intenciones. De manera que el marino realizo, así, el primer aviso de tormenta tropical (…)”.[4]

Definitivamente las autoridades de Santo Domingo hicieron caso omiso de la información brindada y las consecuencias económicas fueron bien caras. Una flota compuesta por 20 barcos con una dotación de 500 hombres, además del tesoro que se transportaba a España, se fueron a pique.

La experiencia acumulada durante siglos por diversas personas y trasmitidas en diarios, crónicas o simplemente por tradición oral y que siempre terminaban con cuantiosas pérdidas económicas y sobre todo humanas, dieron por resultado que se tomara más en serio a estos monstruos atlánticos y se comenzaran a realizar estudios científicos sobre la temática para lograr reducir el impacto negativo de estos.

“(…) El hijo mayor del gran naturalista Felipe Poey, Andrés Poey Aguirre (1825- 1919), estableció con medios propios, desde 1850, aproximadamente, un pequeño observatorio meteorológico en la azotea de su casa y comenzó a informar de sus investigaciones a instituciones de Francia y Estados Unidos (…)”.

En 1857, el gobierno de la Isla decidió crear, con carácter oficial, el Observatorio Físico - Meteorológico de la Habana, bajo la dirección de Andrés Poey. (…). Pero en 1869 fue cesanteado por las autoridades coloniales (…)”.

“(…) El padre jesuita Faura fundó en 1865 el Observatorio de Manila y su red para recoger datos, comenzando así el estudio de los tifones. Por su parte, en 1870, el gobierno de los Estados Unidos fundo el Servicio Nacional del Tiempo, Subordinado al Servicio Señal de Ejercito, que dio su primer aviso de huracán 3 años después. En 1879, Faura emitió su primera advertencia de tifón en esa región, también castigada por rezongos de la naturaleza (…)”.

”.[5]

La Emisora Radial Charley Oscar Lima Bravo (COLB).

Luego de cerrado en 1869 el Observatorio Físico - Meteorológico de la Habana, su lugar fue ocupado por el Observatorio del Convento de Belén. El mismo fue dirigido por el padre Carlos Benito Viñes Martorell (18371893) quien logró establecer una red de observatorios en toda Cuba:

“(…) El padre Viñes logró establecer una red de observación por toda Cuba y redacto el 11 de septiembre de 1875 el primer aviso de ciclón tropical documentado en la historia de la Meteorología, publicado un día después por los periódicos de La Habana (…)”. .[6]

Debido a la experiencia acumulada en el tema meteorológico y comprendida la importancia de poder comunicar a tiempo la proximidad de eventos meteorológicos, los miembros del Observatorio del Convento de Belén aprovecharían las modernas tecnologías de la época para poder comunicar, informar y orientar a la población de La Habana, y así lograr minimizar los daños que ocasionan estos meteoros.

“(…) los padres jesuitas de Belén comprendieron la importancia social de difundir información meteorológica en forma rápida, y para eso instalaron una planta de radio dirigida principalmente a la Ciudad de La Habana. Su identificador era “COLB”, aludiendo al nombre del colegio, y transmitía por la frecuencia de 7 695 kilociclos, en la banda de 39 metros (onda corta).

(…) La planta fue inaugurada de manera formal el 27 de octubre de 1940 y su programación consistía en ofrecer un boletín del estado del tiempo, radiado a la 1:00 p.m., seguido de una breve charla de contenido científico, entendible para un ciudadano de mediana instrucción. Estas charlas fueron presentándose de forma seriada, y constituyeron, al decir del continuador de Viñes, Gutiérrez Lanza: “un cursillo de meteorología popular.

(…) De tal suerte, la ciencia meteorológica y la comunicación social tendieron lazos en pleno siglo XIX, lazos que se han mantenido machihembrados hasta nuestros días. (…)”.

. .[7]

La organización para casos de contingencias

Estación CL2PV operada por el Radioaficionado Richar Pellan de Armas realizando pruebas para operar en condiciones de contingencias.

Muchos son los eventos que pueden clasificarse y podrían ser mencionados como contingencias y en las que podrían participar los radioaficionados. Entre ellas se encuentra, garantizar las comunicaciones durante la amenaza o paso de un ciclón tropical y esto actualmente se encuentra organizado de forma general por la DC.

Actualmente es común que al ocurrir la probabilidad de eventos meteorológicos que puedan provocar daños tanto a la sociedad civil como a la economía de cuba, se pongan en marcha una serie de planes para momentos de contingencias elaborados y supervisados por la DC.

- ¡Pero esto no siempre fue así!

Al triunfo de la revolución cubana en 1959, se carecía de un sistema funcional para realizar las tareas concernientes a preservar las vidas humanas y minimizar de forma general el impacto negativo de los eventos meteorológicos en el país. La tarea recaía en fuerzas combinadas del ejecito rebelde y las milicias.

El primero de los eventos meteorológico de significativo peligro para la joven revolución cubana fue el huracán Donna.

El 2 de septiembre de 1960, mientras más de un millón de cubanos se reunía en la Asamblea General Nacional en la Plaza de la Revolución, y aprobaban jubilosos la Primera Declaración de la Habana, el peligroso huracán Donna avanzaba por el Atlántico hacia el arco de las Antillas Menores. Este ciclón tropical se había formado cerca de la costa de Cabo Verde el 30 de agosto, intensificándose con rapidez para alcanzar tres días después la categoría 4 en la escala de vientos Saffir-Simpsom

“(…) Se le concedió gran importancia a la información que se le transmitió al pueblo. Los medios de prensa y las emisoras de radio repetían las medidas para la protección de la población orientadas por el departamento de Seguridad Pública Revolucionaria y el Observatorio Nacional (…).

Por otra parte, se emplearon todos los medios de comunicación disponibles, se creó una red nacional de emergencia con los radioaficionados (…)”.[8]

El huracán Donna pasó cerca de la costa norte de Cuba y afortunadamente no existieron pérdidas de vidas humanas o afectaciones económicas importantes y significó el primer evento meteorológico de peligro a nuestro país luego del triunfo de la revolución, en el que los radioaficionados se incorporan al sistema de comunicación nacional.

La ubicación geográfica de nuestro país asediado por diversos organismos meteorológicos y la inminente necesidad de proteger la sociedad civil y la economía de la nación, propició que el 31 de julio de 1962, en una reunión presidida por el entonces ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), general Raúl Castro Ruz para tratar temas concernientes a la defensa del país, le asignara a la Defensa Popular la misión de proteger la población y la economía.

El 11 de julio de 1966 se promulgó la Ley no. 1194 con la que se crea el Sistema de Defensa Civil del país y con esta ley se crearon los primeros planes para hacer frente a los ciclones tropicales con una amplia participación de la sociedad civil. El máximo nivel organizativo se alcanza con la aprobación el 27 de noviembre de 1976 de la ley 1316 sobre el perfeccionamiento de la estructura organizativa de la Defensa Civil.

“(…) Durante años, el buen desempeño de las acciones de comunicación ha estado dado a la buena integración de una serie de factores institucionales particulares de cada territorio y que por lo general funcionan adecuadamente en todos los caso. Los radioaficionados pueden participar en una situación de emergencia de dos formas diferentes. Una primera, de forma individual al estar presente en el momento en que se produce un accidente o catástrofe y a través de él se conoce lo sucedido y se toman las primeras medidas. La otra forma, que es la más usual, es a partir de su integración al sistema nacional de comunicaciones establecido para situaciones de emergencia, la cual dependerá de la situación específica en cada lugar o territorio y del estado de las vías de comunicación con que se cuente, por lo que las tareas pueden ir, desde ser la única forma de comunicación existente con un lugar y en un momento determinado, hasta constituir la reserva de los sistemas en funcionamiento. Estas tareas estarán determinadas también por el nivel de integración que haya alcanzado su radio club municipal o de base con los Consejos de defensa, la Defensa Civil y los organismos políticos en el territorio (…)”. .[9]

De esta forma, en aras de garantizar las comunicaciones se establece una red de emergencias que garantiza las comunicaciones en tres regiones, la Occidental, Central y Oriental, a lo largo de Cuba. El funcionamiento de esta red en las tres regiones del país es de forma piramidal. Todas las acciones estarán coordinadas de forma general por la defensa civil a nivel nacional. Con el paso del huracán Lili el 18 de octubre de 1996 y salir del servicio nacional las Tecnologías de la Informática y las Comunicaciones (TIC), los radioaficionados han tenido una mayor participación en la preparación y participación del estado cubano para hacer frente a los eventos meteorológicos

Con el objetivo de garantizar el mecanismo descrito anteriormente, existe una serie de procedimientos y reglas de operación que acompañados de los medios a utilizar adecuadamente, permiten el correcto funcionamiento de todo el sistema descrito anteriormente. Desde mayo del año 1986 que se efectuara el primer ejercicio práctico que se llamó “Meteoro”, hasta la actualidad, todo este sistema es puesto en marcha para garantizar su eficacia en momentos de contingencias.

Entre estos procedimientos se encuentra que las frecuencias que se utilizan en cada municipio para las comunicaciones entre radioaficionados -denominadas frecuencias internas- son las que se utilizan en la base de la descrita pirámide a nivel de zonas de defensa, consejos populares y consejos municipales. Siendo de suma importancia la disciplina radial que asumen los operadores de las estaciones que se encuentren al aire en esos momentos.

Los aficionados a la radio y meteorología

Es bueno señalar que los radioaficionados generalmente son buenos observadores meteorológicos. Esta condición se encuentra dada a que los radioaficionados siempre se encuentran mirando al cielo, no para ver que cae de él, sino para estar atentos al desarrollo de tormentas con descargas eléctricas y/o aire que perjudique las antenas. En muchas ocasiones mirando el cielo nocturno para prever buenas condiciones de propagación, o cuando llega un frente frio para aprovechar un posible ducto troposférico que facilite las comunicaciones a largas distancias (DX). Todo ello, permite ganar experiencia mediante la observación.

“Mis inquietudes por la meteorología son desde mi niñez, cuando estaba en quinto o sexto grado seguía los partes meteorológicos televisivos y radiales dados por Rubiera, realizaba las anotaciones correspondiente a latitud y longitud y lo ploteaba en mapa. (…).

Me hice radioaficionado en noviembre del 2009, sentía necesidad de estar vinculado de una forma directa con las comunicaciones. La influencia de mi hermano Yaniel Rodríguez Rodríguez, operador de la estación CM2ROD y de Manuel Magariño Ricardo CO2MB (…)”.

Yo conocí a Eddy quien era amigo de mi familia, sabia la gran cantidad de conocimientos meteorológicos que el poseía y al hacerme radioaficionado descubro que el también era radioaficionado. Que los dos tuviéramos intereses en común con la radio y la meteorología produjo que tuviéramos un mayor contacto. (…)

En el mes de marzo del 2011, Radamés Pérez, observador del Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET) en la estación de Casablanca, le comenta a Eddy (CO2TB) de un curso de Observador Meteorológico. Información que se me transmitió y me permitió pasar este curso (…)”.

[10]

Un elemento de importancia crucial es que los radioaficionados siempre están a la búsqueda de alternativas tecnológicas, que les permitan a las estaciones estar en el aire la mayor parte del tiempo posible en las peores condiciones climatológicas. Por ello siempre están construyendo antenas resistentes a fuertes vientos y engendrando pequeños Frankenstein que permitan, entre otras cosas, una mayor autonomía energética.

El trabajo de los aficionados a la radio y la meteorología, o viceversa, se encuentra sobre todo en la base. Generalmente los radio clubes efectúan ruedas informativas radiales con una periodicidad semanal. Estas tienen como fin brindar una serie de informaciones útiles a los que en ellas participan y permite realizar intercambios de criterios y conocimientos acerca de los temas que se tratan. Entre los temas que generalmente se abordan están los meteorológicos.

““(…) A principios del año 2011 comienza a realizarse de forma regular la rueda informativa del Radio club Municipal de Boyeros. Los temas científicos comenzaron desde un primer momento y entre ellos los temas meteorológicos.

Las disertaciones meteorológicas de la rueda informativa tienen por objeto divulgar información y dar enseñanzas meteorológicas a los colegas en frecuencia, hablando un lenguaje sencillo, claro, lejos de la terminología técnica de los medios de difusión masivo, siendo de fácil comprensión para todos los que están a la escucha. Entonces estas ruedas informativas son espacios propicios para que los aficionados a temas meteorológicos informen la situación actual y perspectivas climatológicas durante la semana. La rueda informativa de Boyeros tiene la particularidad de tratar temas científicos y específicamente de meteorología. Algo que caracteriza a ésta de las demás existentes en La Habana.(…)”.[11]

Cuando existe la amenaza de ciclones tropicales y las circunstancias lo requieren, estas ruedas informativas cambian su periodicidad, pudiendo llegar a ser diarias en intervalos de 3 horas. En muchas ocasiones y manteniendo la disciplina radial requerida de forma permanente, se llega a establecer un sistema informativo casi constante en el que el radioaficionado se actualiza mediante los distintos medios de comunicación.

“(…) Cuando existe amenaza de algún meteoro montamos un puesto de mando para dar seguimiento a este evento meteorológico. Debatimos vía radial la situación meteorológica creando conciencia de la situación actual y posible desarrollo de este evento así como su impacto. (…)”.[12]

Ya que cada estación de radio puede ser partícipe de un momento particular meteorológico, también puede informar la situación específica y así aportar información a los distintos puestos de mando de la DC y/o de observación meteorológicos existentes a lo largo del país.

Cuando existe amenazas de impacto de un meteoro se montan estaciones de radioaficionados en los diferentes órganos y puestos de mando municipal, provincial y nacional. Transmitiéndose la información de todo lo que ocurre localmente y que viaja mediante el sistema hasta el órgano superior de la DC.

“El instituto de meteorología tiene una red de estaciones a lo largo del país, pero no cubre de forma particular todas las localidades. Mediante los radioaficionados que son aficionados a la meteorología se cubre informativamente estas áreas y la información se pasa a los correspondientes órganos de dirección.

“(…) Aunque es bueno señalar que el instituto de meteorología es quien rige la actividad y a los efectos es la entidad facultada para emitir criterios oficiales meteorológicos (…)”.

[13]

Un ejemplo son los sucesos ocurridos durante el huracán “Isidore” que azotara la provincia de Pinar del Rio entre el 20 y 23 de septiembre de 2002:

“(…) El Comandante en Jefe resaltó la labor de los radioaficionados para mantener las comunicaciones con los lugares más apartados, casi desde el mismo centro del huracán. Uno de ellos se mantuvo transmitiendo con el agua al pecho desde La Fe, mientras el mar inundaba más de 600 viviendas en la comunidad (…)”.[14]

El Radio club Municipal de Boyeros se caracteriza por tener una amplia membresía que para el 2014 era ya de 120 radioaficionados. Esto constituye una tranquilidad para las autoridades locales y de la Provincia de La Habana, dado que en contingencias las comunicaciones por la DC se efectúan mediante estas estaciones fijas y/o móviles.

“(…) El municipio Boyeros tiene una gran fortaleza actualmente en materia de comunicaciones para trabajar, en caso de ser requerido, al existir un evento meteorológico. Cuenta con 120 radioaficionados que es la mayor fortaleza para garantizar comunicaciones a los diferentes niveles y coordinar las acciones a ejecutar la DC (…)”[15]

La Estación de Radioaficionado CO2TB

Eduardo León Arencibia "Eddy" (CO2TB) en una conferencia impartida en el Teatro del Gobierno Municipal de Boyeros para el Ejercicio Meteoro 2014

La existencia de varias estaciones de radioaficionados en el municipio de Boyeros y que sus operadores sean también aficionados a la meteorología es una gran fortaleza.

Pero indiscutiblemente la estación que más resalta en estas labores es la CO2TB operada por Eduardo León Arancibia a quien todos conocen por Eddy.

Eddy, nacido en el año 1957 en la localidad de Santiago de las Vegas, La Habana, siempre fue amante a la meteorología, afición que se dedicó a cultivar desde muy joven como observador de los diferentes eventos meteorológicos ocurridos en el territorio. Se considera aficionado de forma efectiva desde el año 1972. Es considerado miembro fundador de la Sociedad Meteorológica de Cuba en 1992.

La popularidad de Eddy surgió con su participación en el gustado programa participativo de la televisión cubana, “La gran pregunta”, cuando haciendo uso de sus conocimientos meteorológicos ganó el programa televisivo en el año 1999.

Pero mientras participaba en este programa, producto de su interés por las comunicaciones y la convicción de los aportes que meteorológicamente podría dar a la sociedad, en el propio año pasó a integrar la membresía de la Federación de Radioaficionados de Cuba, integrándose al radio club Municipal de Boyeros.

Desde entonces y en diferentes fases de su vida como aficionado a la meteorología y la radio, la señal de la CO2TB operada por Eddy siempre ha estado presente en la frecuencia 145.730 MHz.

También ha influido en la preparación de las nuevas y menos nuevas generaciones de radioaficionados que en el territorio cada año se preparan para enfrentar diversos eventos meteorológicos.

“No existe un mejor observador meteorológico que un radioaficionado. La existencia de las obligatorias antenas de nuestros equipos de radio, nos llevan a estar mirando el cielo para estar atento a los vientos y descargas eléctricas que tanto nos afectan”.[16]

Las disertaciones de Eddy han llevado a aumentar los niveles de seguridad de todos los operadores de radio dentro y fuera del territorio de Boyeros y que sintonizan cada lunes la frecuencia de Boyeros para escucharle hablar de Meteorología.

La actividad meteorológica de Eddy no se limita a la vía radial. Siempre que ha sido oportuno y su presencia impartiendo conferencias sobre temas meteorológicos a los radioaficionados es bien acogida. Muestra de ello son las conferencias que imparte muy profesionalmente y con la ética adecuada y constante al respecto de las informaciones que brinda el Instituto de Meteorología de Cuba.

Ejemplo de ellos es la impartida en el gobierno municipal de Boyeros el 25 de mayo y el 2 de junio de 2014 titulada: “Qué debemos saber para enfrentar la temporada de huracanes 2014”, la cual impartió con una gran asistencia de radioaficionados y que tenía por objeto profundizar en todo aquello que puede suceder al ocurrir el paso de un evento meteorológico extremo por el territorio y precauciones extremas a tomar de ser requerido.

“(…) Prepararnos, estar informados y tener la alerta temprana para realizar la acción temprana y ante todo ser ecuánimes, para con inteligencia vencer al enemigo natural (…)”.[17]

Algunos Aficionados a la Radio y la Meteorología

Indicativo Nombre Desempeño profesional Preparación Meteorológica
CL2ODR Osvaldo Díaz Ramos Profesor Universitario
CL5HY Henry Delgado Manzor Observador Meteorológico de la Estación de Varadero Técnico Medio en Meteorología
CM2ARY Yariel Rodríguez Rodríguez Trabaja en el Joven Club de Computación y Electrónica de Santiago de las Vegas Curso de Observador Meteorológico
CM2ISS Redames Pérez Guerrero Trabaja en el INSMET Operador Meteorológico
CM2LAL Luis Alcántara Lien Técnico en equipos de laboratorio
CM2ROD Yaniel Rodríguez Rodríguez
CM3CME Carlos Manuel González Ramírez Trabaja en el INSMET Licenciado en Meteorología
CO2BG Jorge Delgado Rojas
CO2HQ Reynaldo A. Marrero Rodríguez Piloto (Jubilado)
CO2JC Carlos A. Santamaría González Especialista en Medicina General Integral Técnico en Meteorología
CO2MB Manuel Magariño Ricardo Trabajador de comunicaciones del Aeropuerto Internacional José Martí, con equipos meteorológicos y de comunicaciones. (Jubilado).
CO2PB Pedro L. Acosta Castañón Trabaja en el Aeropuerto Internacional José Martí

Galería de Fotos

Enlaces externos

  1. Publicación realizada por la edición digital del periódico Juventud Rebelde
  2. Así fue como conocí la radioafición
  3. Sesquicentenario del Padre Gutiérrez Lanza centinela de huracanes

Referencias

Bibliografía