Milagros de San Ignacio de Loyola
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Milagros de San Ignacio de Loyola . Óleo sobre lienzo en el estilo impresionista.
Sumario
Ubicación
Se encuentra en el Kunsthistorisches Museum.
La obra
Los temas elegidos para el altar mayor están directamente relacionados con dos santos vinculados a la orden jesuita que en aquellos momentos no habían sido aun canonizados, suponiendo una tremenda propaganda de sus vidas milagrosas; se trata de san Francisco Javier y san Ignacio, protagonista del lienzo que aquí se puede contemplar.
De las vidas de ambos santos se elegirán sus milagros para demostrar su eficacia como intermediarios entre Dios y los fieles, temática constantemente reiterada por la Iglesia desde la Contrarreforma.
En este encargo, Rubens incorpora una importante novedad como son los grandes cuadros de altar para decorar las iglesias flamencas, dejando de lado el tradicional tríptico. De esta manera introduce en la composición una magistral referencia arquitectónica para crear la sensación de continuidad en la nave central del templo.
Ante esa nave central se presenta el santo acompañado de un buen número de monjes que visten el hábito de la Orden, invocando a Dios para realizar sus milagros curativos, elevando sus ojos hacia el cielo y colocando una mano sobre el altar y la otra extendida hacia los desafortunados que imploran su ayuda. En ese momento los ángeles penetran en el templo y expulsan a los demonios. De esta manera se quiere dar un claro mensaje doctrinal, a pesar del numeroso grupo de figuras que presenta en el lienzo.
Precisamente son los infortunados los protagonistas absolutos por sus gestos y movimientos, especialmente los dos de la zona izquierda: una mujer que grita alocadamente y un hombre desmayado en el suelo, creando un escorzo de gran belleza.
Transmite
El color, la luz y la perspectiva empleada -"de sotto in su" como denominan los italianos- tiene evidentes referencias a la escuela veneciana, por la que Rubens sentía declarada admiración.