Miriam Mejía

Miriam Mejía
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Escritora dominicana
NacimientoMao, Valverde, Bandera de la República Dominicana República Dominicana
Ocupaciónescritora
Nacionalidaddominicana

Miriam Mejía. Escritora dominicana residente en Nueva York, Estados Unidos.

Síntesis biográfica

Nació en Mao, Valverde, República Dominicana. Pasó su infancia en la calle “San Antonio” esquina “Duarte” y en lo que llamaban “El Puente”. Hija de Aníbal Mejía Díaz y Elesia Campos, cursó bachillerato en el liceo secundario “Eugenio Deschamps”, después “Juan de Jesús Reyes”. Estudió Estadísticas y luego Sociología en la Universidad Autónoma de Santo Domingo en la República Dominicana.

Trayectoria

Se casó con Luis Álvarez de Las Matas de Farfán, que trabaja en USA para la Autoridad Metropolitana de Tránsito en el área eléctrica. Al ir a acompañarlo junto a los tres hijos del matrimonio, vivió en Washington Heighs durante siete años y luego se mudó al Bronx. Cuando encaminó a sus pequeños, una amiga la conectó con una biblioteca especializada en impuestos, lo que le ayudó sobremanera con el inglés, que posteriormente reforzó en cursos para nuevos inmigrantes de la Universidad de Columbia.

En 1990 entró a “Alianza Dominicana”, siendo esta empresa un proyecto que arrancaba, pequeño, con apenas unos 30 empleados. Fue consejera en escuelas, coordinadora y supervisora de programas de salud hasta ser promovida a subdirectora de la agencia donde sirvió por 22 años a la comunidad dominicana.

Junto a Hortensia González organizó la “Feria de Escritoras Dominicanas en Nueva York”, que lleva ocho años, centrada en la mujer, patrocinada por “Alianza Dominicana” y el “Centro de Desarrollo de la Mujer Dominicana”. Ambas están ahora embarcadas en un proyecto personal que han llamado “Casa Verde Camila”, para promover todo lo que implica creatividad femenina, explica.

Desde 1990 trabaja en Alianza Dominicana donde por los últimos cinco años se ha desempeñado como subdirectora. Sus obras: Crisálida en 1997 y De Fantasmas interiores y otras complejidades en el 2004. Por un mango, un cuento que aparece en ese su último libro fue traducido al italiano y testimonios de mujeres inmigrantes Dominicanas (2007). Aristas ancestrales es su segundo libro de poesías.

A pesar de estar lejos de su pueblo natal Mao, nunca ha perdido contacto con sus gentes y siempre lleva a Mao en su corazón.

No solo se ha involucrado en ayudar adolescentes embarazadas, muchachos atrapados por las drogas, atender niños abandonados sino que ha realizado una encomiable labor como promotora cultural...

Conoció el miedo atroz de los dominicanos indocumentados en Estados Unidos trabajando en factorías de New Jersey cuando iba en las vacaciones a visitar a su esposo, que se había marchado pese a ser ingeniero eléctrico porque sentía que en el país no se había realizado como profesional.

Quitándole un plástico a vestidos y trajes de baño para damas pasaba el día completo, en vez de disfrutar del “merecido descanso”. Pero fue ahí donde descubrió las necesidades de una comunidad a la que ha servido sin condición ni tiempo desde que entró a “Alianza Dominicana”, la agencia más grande en ofrecer atención a los criollos residentes en Nueva York. Fue desde consejera en escuelas con la mayor tasa de deserción escolar hasta subdirectora, posición en la que estaba cuando renunció hace unos meses.

Es una líder, apoyo, refugio de compatriotas que la abordan en calles, plazas, trenes y llegan hasta su casa para confiarle y consultarle problemas que embargan a jóvenes, ancianos, hombres, mujeres desorientados en aquella urbe excluyente, a veces traumática.

En 1988 abandonó en Santo Domingo posiciones importantes en el Consejo Nacional de Población y Familia (Conapofa), Pro-Familia, Cipaf, Universidad Autónoma de Santo Domingo, para reunificar a la familia, y llegó allá con todas las limitantes de un emigrante común que no conoce el idioma, tratando de encontrarse en la metrópoli, intentando integrar al sistema a tres hijos pequeños que llevaban el concepto de “tía” para los maestros de “Escuela Nueva” y ahora se enfrentaban al “frío” salón de clases norteamericano. Su batallar permitió que Patricia, Luis Ernesto y Luis Eduardo se hicieran profesionales exitosos que hoy trabajan como diseñadora gráfica, ingeniero de sistemas y chef.

Organiza ferias de escritores nacionales domiciliados en Nueva York, talleres para estudiantes de secundaria, concursos literarios, edición y exposiciones de libros, y aún le quedan horas para dar a la luz su propia producción, que ya va por ocho obras.

Ha realizado una encomiable labor como promotora cultural.

Los que quieren hacerse ciudadanos le consultan tanto como aquellos que se sienten perseguidos por falta de documentos migratorios o quienes todavía pasan por la pena de haber perdido un pariente en el trágico vuelo 587.

Pero para mantener su mente saludable allá, dice que tiene que venir a República Dominicana todos los años porque la condición de emigrante la pone en situación de nostalgia, añorando continuamente de donde viene y “buscando eso que no está en otro lado: el ser dominicano, la playa, la gente, mi familia”, expresa.

En ese viaje anual fue posible conocerla y saber de su obra desinteresada, altruista, y de su continuo bregar para que ni ella ni los suyos, ausentes de la patria, se desarraiguen.

Publicaciones

  • “Crisálida” cuento 1997
  • “De fantasmas interiores y otras complejidades” cuento2004
  • “Garabatos en púrpura” 2007
  • “Piel de agua, aristas ancestrales” 2008
  • “Mujeres en clave” (compilación de obras de mujeres comunes y corrientes de Nueva York) y otra compilación sobre ocho escritoras nacionales en colaboración con Marianela Medrano).
  • “La palabra revelada/rebelada: el poder de contarnos”, entre otras.

Sencilla, práctica, activa, con la maleta dispuesta para el invariable trayecto a Mao, es la discípula nostálgica de Rubén Silié, Frank Moya Pons, Isis Duarte, Irma Nicasio, Nelson Ramírez, que a su trabajo filantrópico y a sus triunfos profesionales ha agregado un gran logro personal, manifiesta: “Ya no lloro cuando me voy”.

Fuente

  • Acerca de Miriam Mejía [1]. Consultado: 9 de marzo de 2017