Misterios de eleusis

Misterios de Eleusis
Información sobre la plantilla
Deméter, Perséfone y Triptólemo, relieve votive, ca. 440-430 a. C., Museo Arqueológico de Atenas.jpg
LugarAntigua Grecia

Misterios de Eleusis

Misterios de Eleusis, rituales sagrados de las fiestas religiosas celebrados en la antigua Grecia. Al igual que las Eleusinias, una fiesta bienal en honor de las divinidades griegas Deméter y Perséfone, su nombre procede de la ciudad de Eleusis, en Ática, cerca de Atenas. Mucho antes de que Atenas alcanzara su esplendor, el pueblo de Eleusis celebraba los misterios, que más tarde adoptó Atenas como fiesta oficial. Se conservó el sacerdocio original. De todos los ritos celebrados en la antigüedad, estos eran considerados los de mayor importancia Los misterios estaban basados en un mito protagonizado por Deméter. Su hija, Perséfone, fue secuestrada por Hades, el dios de la muerte y el inframundo. Deméter era la diosa de la vida, la agricultura y la fertilidad. Descuidó sus deberes mientras buscaba a su hija, por lo que la Tierra se heló y la gente pasó hambre: el primer invierno. Durante este tiempo Deméter enseñó los secretos de la agricultura a Triptólemo. Finalmente Deméter se reunió con su hija y la tierra volvió a la vida: la primera primavera. Desafortunadamente, Perséfone no podía permanecer indefinidamente en la tierra de los vivos, pues había comido unas pocas semillas de una granada que Hades le había dado, y aquellos que prueban la comida de los muertos ya no pueden regresar. Se llegó a un acuerdo por el que Perséfone permanecería con Hades durante un tercio del año (el invierno, puesto que los griegos sólo tenían tres estaciones, omitiendo el otoño) y con su madre los restantes ocho meses. Los misterios eleusinos celebraban el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra. Perséfone había comido semillas (símbolos de la vida) mientras estuvo en el inframundo (el subsuelo, como las semillas en invierno) y su renacimiento es, por tanto, un símbolo del renacimiento de toda la vida vegetal durante la primavera y, por extensión, de toda la vida sobre la tierra.

La parte más importante de la fiesta, la iniciación de los participantes, tenía lugar todos los años, durante siglos, en el Telesterion, en Eleusis. Esta iniciación era el momento culminante de una serie de rituales que comenzaban en los primeros días de la primavera, con la celebración de los misterios menores, en Āgra, cerca de Atenas. En esa época, los mystoe, participantes en las cuatro primeras etapas en la revelación de los misterios, contaban la leyenda de Deméter y Perséfone, llamada Coré (en griego ‘la Virgen’). Los ritos de purificación también formaban parte de la ceremonia de los misterios menores. Las ceremonias del otoño, llamadas los grandes misterios, comenzaban con el traslado de los objetos sagrados desde Eleusis a Atenas por los jóvenes conocidos como efebi. Las ceremonias incluían un discurso del sacerdote a los candidatos, la purificación en el mar, un rito de sacrificio, y una gran procesión desde Atenas hasta Eleusis, donde la iniciación tenía lugar en ceremonias secretas. Este culto pasó de Grecia a Roma y duró el periodo que engloba los reinados transcurridos desde Adriano hasta Teodosio, quien lo abolió en el 381 d.C., ordenando la clausura del santuario de Eleusis. Es probable que se celebraran hasta finales del siglo IV d.C., cuando Alarico I, rey de los visigodos, destruyó Eleusis. En el emplazamiento de Eleusis, los arqueólogos actuales han encontrado los restos del Telesterion y otros edificios sagrados.

Había cuatro categorías de gente que participaba en los misterios eleusinos:

•Los sacerdotes, sacerdotisas e hierofantes.

•Los iniciados, que se sometían a la ceremonia por primera vez.

•Los otros que ya habían participado al menos una vez y eran aptos para la última categoría.

•Aquellos que habían alcanzado la epopteia ('revelación'), que habían aprendido los secretos de los mayores misterios de Deméter.

Una gran parte de los misterios eleusinos nunca se pusieron por escrito. Por ejemplo, kiste y kalathos eran, respectivamente, un cofre y una cesta con tapa sagrados, cuyos contenidos sólo conocían los iniciados. Aún hoy se desconocen cuáles eran, y probablemente nunca se sabrá.

Fuente