Monasterio de Horezu
| Monasterio de Horezu | |
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  Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad. | |
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| Coordenadas | 45°10′07″N 24°00′25″E |
| País | Rumania  |
| Tipo | Cultural |
| Criterios | ii |
| N.° identificación | 597 |
| Región | Europa y América del Norte |
| Año de inscripción | 1993 (XVII sesión) |
Monasterio de Horezu, se considera a esta obra de significativa importancia del estilo “Brâncovenesc”, conocido para su pureza y su equilibrio arquitectónico, la riqueza de sus detalles tallados, sus composiciones religiosas, sus retratos votivos, y sus pinturas decorativas.
Sumario
Historia
El monasterio de Horezu (en rumano Mănăstirea Horezu), de culto ortodoxo, fue construido entre los años 1690 y 1693 por el príncipe valaco Constantin Brâncoveanu en la población de Horezu (Vâlcea, Rumania). Está considerado una obra maestra del "estilo Brâncovenesc".
Destaca por el equilibrio y pureza de sus líneas arquitectónicas, la riqueza de los detalles esculpidos, el tratamiento de las composiciones religiosas y sus pinturas, tanto los retratos votivos como la profusa decoración.
En el siglo XVIII hubo en el monasterio una escuela de pintores de murales e iconos que tuvo gran fama en el sudeste europeo. La biblioteca conserva destacadas ediciones del siglo XVI de autores clásicos. En 1993 la UNESCO declararó al monasterio Patrimonio de la Humanidad.
Valaquia fue un principado rumano reconocido como estado independiente desde siglo XIV. Jamás perteneció al imperio Otomano, lo que le permitió seguir una evolución cultural postbizantina. El monosterio de Horezu fue fundado en 1690 y enriquecido por el príncipe Constantino Brancovan. los otros edificios son: la residencia del príncipe, las celdas de los monjes, las cocinas y otras dependencias monásticas. En el siglo XVIII hubo en el monasterio una escuela de pintores de murales e iconos que tuvo gran fama en el sudeste europeo.
Descricpción
Fundado en 1690 por el príncipe Constantino Brancovan, este monasterio de Valaquia es una obra maestra del estilo “brancoviano”. El monasterio es célebre por la pureza y el equilibrio de su arquitectura, la riqueza de sus elementos esculpidos, el tratamiento de sus composiciones religiosas, sus retratos votivos y sus ornamentaciones pintadas. La escuela de pintura mural e iconos de Horezu gozó de una gran fama en toda la región de los Balcanes durante el siglo XVIII.
