Monumento Truncado (Perico)
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Descripcion
El inicio de la obra de Construcción (13 de agosto de 1900) del monumento truncado el cual constituye un símbolo para todos los periqueños. Fue una expresión de agradecimiento del pueblo hacia los caídos por la independencia de Cuba: nuestros mambises. El termino Monumento (del latín monumentm, “recuerdo”, “ofrenda votiva”) es toda obra con suficiente valor para el grupo humano que le erigió. Ha de ser “publica y patente” y requiere de atención y conservación.
Los miembros del Ejercito Liberador Cubano eran conocidos como mambises. Mambí es un vocablo, de forma sustantivas y adjetivas, aplicado al cubano separatista contra España, especialmente al que luchaba en armas por la secesión del coloniaje y el advenimiento de la independencia nacional. Mambí es una palabra africanoide, concretamente bantú, construida sobre una raíz, ambí, que tiene numerosas acepciones despectivas. Los españoles comenzaron a usarla en Santo Domingo, contra los dominicanos que no se sometieron a su gobierno a mediados del siglo XIX. Mambí quería decir insurrecto, bandido, criminal, revoltoso, infame, malo, lo mismo que allá por el Congo y tierras africanas. Los militares españoles que evacuaron a Santo Domingo y llegaron a Cuba al bregar contra el insurgente cubano lo llamaron también mambí. Esta denominación despectiva paso a ser apelativo honroso.
Localización
La obra monumental es conocida como: “Monumento Truncado”, está ubicado en un área de situada al frente de la iglesia católica San Miguel de Arcángel sita en la calle Martí entre calle 8 y ramón Lila en el pueblo de Perico. Los materiales utilizados en su construcción son piezas de cantería, arena, arcilla, cemento y mármol. Dispone de un perímetro circular de mampostería de 40 cm de alto y 20 cm de ancho, el centro una pirámide escalonada rematada por una estrella de cinco puntas que sirve de base a una columna pentagonal truncada, recubierta con mármol. En el lado frontal aparecen, gravados el escudo de Armas y un texto ene l cual se lee la siguiente frase: “A LOS MARTIRES DE LA PATRIA, EL PUEBLO.” En cada uno del resto de los lados aparecen grabados también los nombres de los allí reposan.
Uso Inicial
Al conducir la contienda emancipadora sobreviene un periodo de ocupación militar por parte del Ejercito de los Estados Unidos, etapa en la que son designados por los interventores los alcaides José G Domínguez y Pedro Arrieta en Perico. En Máximo Gómez, Francisco Díaz Arguelles. En esos momentos el Secretario de Ayuntamiento de Perico era Everardo A Ponjuán, el Tesorero, Marcelino Sánchez y el Juez Municipal Arturo Muro. Bajo el gobierno de Pedro Arrieta, se aprueba un presupuesto para la ejecución de una de las obras que mayor importancia y sentido patriótico reviste durante su gobierno; la construcción de monumento a los veteranos de la Guerra de independencia.
En agosto de 1900 se reúnen en el Ayuntamiento el alcalde, los concejales y el presidente de la Comunicación de Exhumación, a fin de comenzar los trabajos preparativos para levantar el monumento en la plaza de la Iglesia, en virtud de la licencia concebida por el Sr. Obispó de La Habana. El objetivo era localizar, identificar y luego de rendirle los merecidos honores militares sepultar, de manera digna, a todos aquellos miembros del Ejercito Libertador, naturales de Perico, que habían caídos en el cumplimiento del sagrado del deber de lucha por la independencia de Cuba y sepultados en la manigua redentora. De esta forma comienza los preparativos para dicha obra. Es aprobado por el Ayuntamiento un presupuesto que luego resultó insuficiente para concluir la obra, sin embargo, por cuestión popular se consigue para dar continuidad y concluir los trabajos.
Inicio y Inaguración
El 26 de noviembre de 1900 a las 3:00 pm comienzan las actividades relacionadas con la inauguración que se extiende hasta el 27 de ese mes, día en que devela el monumento erigido a los veteranos de las guerras de Independencia de Cuba.
Fuente
- Museo Municipal de Perico Constantino Barredo Guerra.
- Investigador: MSc. Fidel Castro Fernández.
