Morgoth

Morgoth
Información sobre la plantilla
Personaje de Ficción
MORGOTH1.jpeg
CreadorJRR Tolkien
Nacimiento del personajeEn el Principio.
Fallecimiento del personajeDagor Dagorath.
Obra a la que perteneceEl Silmarillion
Otros nombresMelkor, Morgoth, Bauglir y Señor Oscuro.

Morgoth. Es el nombre del antagonista principal del legendario de la Tierra Media, creado por JRR Tolkien.

Origen

Según Tolkien, Morgoth es un Vala, un Dios principal del panteón del legendario. Es hermano de Manwë en el pensamiento de Ilúvatar. El más poderoso de todos los Ainur de Arda y del que emana todo mal. En principio era uno de los Nueve Aratar, pero su nombre quedó eliminado y desde entonces sólo se habla de los Ocho Aratar.

Nombres y Epítetos

A pesar de que su nombre es Melkor es normalmente conocido como Morgoth (Sindarin, "El Enemigo Negro"), sin embargo la forma sindarin de Melkor es "Belegûr" que luego fue alterada intencionalmente por "Belegurth", (Sindarin, "Inmensa Muerte"). Tambien recibió más nombres como "Bauglir" (Sindarin, "Opresor").


Historia

Cuenta la Ainulindalë que cuando la Música de los Ainur estaba siendo interpretada Melkor entretejió temas propios en la Canción. Su discordancia se alzaba en medio de la armonía de sus hermanos y cada vez que hacía esto Ilúvatar detenía la Música y comenzaba un nuevo tema, pues ninguno podía prosperar si no partía de El. A Melkor le fueron dados los más grandes dones de poder y conocimiento, y aparte de ser el más poderoso de los Ainur tenía parte de los dones de todos sus compañeros (y de hecho dicen los Sabios que este espíritu era coevo de Manwë y hermano suyo en el pensamiento de Ilúvatar)

Tras el tercer tema Ilúvatar se puso en pie y la Música cesó. Advirtió al Vala rebelde que ningún tema podía ser alterado sin su consentimiento y por ello Melkor se sintió avergonzado, y nació en él un rencor secreto y un deseo cada vez más fuerte de dominio y poder.

Cuando Ilúvatar mostró a los Ainur la visión de lo que se había cantado en la Música Melkor fingió tener deseos de ir al Mundo para ordenarlo en pos de los Hijos de Ilúvatar pero tal y como luego se vio lo que en realidad deseaba era convertirse en el Rey del Mundo, sometiendo a Elfos y Hombres para así ordenarlo todo a su antojo sin tener en cuenta los designios del Unico.

Al igual que los otros Valar también tomó forma visible pero ésta era de aspecto oscuro y terrible pues mucho era el odio que acumulaba, y durante esta guerra dedicó todo su empeño en destruir lo que sus hermanos hacían, derribando montañas y secando mares. Realmente poco se sabe de esta larga guerra pues se produjo antes de la llegada de los Primeros Nacidos, aunque lo que sí sabemos es que de este modo la faz de la Tierra comenzó a tomar forma.

Durante mucho tiempo se dedicó a pervertir a muchos espíritus que habitaban en Eä, siendo el principal de todos ellos, y el más poderoso, ese espíritu de naturaleza Maia al que los Eldar llamaron Sauron, y que se convirtió en edades posteriores en el heredero natural de toda la corrupción y de las criaturas malignas que moraban en el mundo que fueron fruto del poder disperso de Melkor.

En el año 1900 de la conocida como Edad de las Lámparas Aulë creó los dos grandes pilares, Illuin y Ormal, y con ellos una luz inmutable cubrió toda Arda produciéndose una eclosión de vida y color ante cuya belleza Melkor sintió una gran envidia, maquinando su venganza por haber sido expulsado de Arda. Comenzó entonces a horadar la tierra y en el año 3400 de esta Edad finalizó la construcción de su fortaleza llamada Utumno, y se dice que de ella brotaba la esencia de su mal que consiguió marchitar la Primavera de Arda (que comenzó con la construcción de las Dos Lámparas). Los Valar se dieron cuenta de que el Corruptor había regresado, pero antes de que pudieran enfrentarle, en el año 3450, Melkor atacó por sorpresa derribando los dos pilares de las Lámparas provocando de nuevo graves daños en la simetría de Arda que fueron apaciguados a duras penas por los Valar.

Este ataque se conoció luego como Segunda Batalla de los Poderes, pero en esta ocasión los Valar no pudieron someter a Melkor ya que se refugió en su fortaleza de Utumno y la prioridad en aquel momento era la de salvar todo lo que pudieran de la ruina. Tras este ataque finalizó la Primavera de Arda y la morada de los Valar en Almaren fue destruida por lo que éstos buscaron refugio en la Tierra de Aman, porque pensaron que allí podrían defenderse mejor de los ataques del Enemigo.

Poco después Yavanna creó los Dos Arboles y con su luz comenzó la llamada Edad de los Arboles. En esta edad sólo había luz en Valinor y el resto de la Tierra Media permanecía a oscuras quedando durante mucho tiempo bajo el dominio de Melkor, que expandía cada vez más y más su poder, corrompiendo animales y plantas y todo aquello que le pudiera ser de utilidad para sus negros propósitos. A principios de esta edad construyó una nueva fortaleza en el oeste conocida como Angband y que fue mandada por Sauron. También corrompió a numerosos espíritus Maiar, los Balrogs, convocados y pervertidos en Utumno, y para ese entonces ya tenía a su servicio a muchas criaturas malignas que acechaban en los bosques de la Tierra Media.

Los años pasaron y en el 1080 de esta edad los espías de Melkor descubren a los Elfos, que despertaron en Cuiviénen en el año 1050. Se dijo entonces que Melkor había capturado a muchos Elfos y que con sus oscuras artes los pervirtió y convirtió en los terribles Orcos, creados como mofa de los Primeros Nacidos, y que se convirtieron en los más fieros enemigos de los Quendi. Las leyendas nos hablaron del Jinete Oscuro, que perseguía y capturaba a los Elfos que se perdían, pero los Sabios no saben si se trataba de algún servidor del Enemigo o si bien era un engaño para que los Elfos se apartaran de Oromë cuando éste los encontrara (ya que este Vala acudía con frecuencia a la Tierra Media para dar caza a los siervos de Melkor y en busca de los Primeros Nacidos)

Cinco años valianos más tarde, Oromë encontró a los Elfos e informó a los Valar del acontecimiento. En el consejo celebrado se decidió hacerle la guerra para recuperar el dominio de Arda de nuevo y fue así que entre los años 1090 y 1092 se produjo la Gran Guerra de los Dioses, o Tercera Batalla de los Poderes, en la cual los servidores de Melkor huyeron ante la ira de los Dioses. La tierra crujió y la forma del Mundo cambió de nuevo, y en el año 1092 comenzó el sitio de Utumno durante el cual Melkor envió a sus Balrogs que fueron derrotados por los Valar. Y por fin, en el año 1099, las puertas de la fortaleza fueron derribadas y Tulkas luchó con Melkor y le venció, sujetándolo posteriormente con la cadena Angainor. Al año siguiente fue llevado a Valinor y condenado a pasar tres edades en una prisión de Mandos, periodo durante el cual la paz volvió a la Tierra. Fue a causa de esto que creció en Melkor un profundo odio por los Elfos pues, aunque no participaron en la batalla, los consideraba culpables de su caída.

Pasaron las tres edades de confinamiento y Melkor fue llevado de nuevo a juicio en el año 1400. Allí fingió estar arrepentido y rebajándose a los pies de Manwë pidió el perdón de los Valar, diciéndoles que prestaría su ayuda para enmendar los males que había cometido y los Dioses decidieron concederle la libertad con la restricción de que no podría abandonar los confines de Valmar. Al principio trabajó con sus hermanos y con los Elfos ayudándoles con sus consejos y trabajos pero el corazón de Melkor estaba corrompido desde el principio de los tiempos y en sus pensamientos más íntimos sólo buscaba el momento de emprender su venganza.

Años más tarde, en el 1450 de esta Edad, Fëanor crea la más renombrada obra de los Eldar: los Tres Silmarils. Desde entonces los deseos del Vala rebelde se volcaron sobre ellos y deseó poseerlos por encima de todas las cosas. Los engaños difundidos por Melkor provocaron la desconfianza de los Noldor en los Valar y causaron un grave enfrentamiento entre Fëanor y su hermanastro Fingolfin tras el cual el hijo de Finwë fue sometido a juicio en el que los engaños del Enemigo quedaron al descubierto, provocando que Melkor huyera de Valinor en el año 1490.

Pero aún seguía siendo su máximo deseo poseer los Silmarils de Fëanor y vengarse de los Valar y por ello en el año 1492 se internó en la región de Avathar, al sur de Aman, y pidió ayuda a Ungoliant (un demonio oscuro con forma de araña) para llevar a cabo sus planes. Y así fue que tres años más tarde y con la ayuda de su nuevo aliado los Dos Arboles fueron muertos, y la Oscuridad cayó sobre el Reino Bendecido. Los Valar reaccionaron persiguiendo a los agresores pero ya era demasiado tarde porque Ungoliant tejió tras de sí una nube oscura de No Luz que detuvo y desorientó a sus perseguidores y por ello no pudieron ser capturados. No contento aún Melkor se dirigió al norte, a Formenos, y dio muerte a Finwë robándole los Silmarils tras lo cual se encaminó junto con Ungoliant hacia el norte, en dirección al yermo de Araman, pues era su intención refugiarse en su fortaleza de la Tierra Media. En la región de Lammoth estuvo a punto de sucumbir ante el ataque de la gigantesca araña pues Ungoliant, no satisfecha con todas las gemas robadas del tesoro de Formenos, exigió al Enemigo que le entregara también los Tres Silmarils. Melkor se negó ante tal petición y la araña le atacó y a punto estuvo de estrangularlo con sus redes, y de no haber sido por la ayuda de los Balrogs (que acudieron ante el terrible grito de su Amo) quizá no hubiera podido escapar de Ungoliant, que finalmente cedió ante los látigos de fuego de los siervos del Oscuro y huyendo de ellos buscó refugio bajo las Ered Gorgoroth, en la Tierra de Beleriand. Cuando Fëanor se enteró del robo de los Silmarils y del asesinato de su padre lo llamó Morgoth, el Negro Enemigo del Mundo, y desde que Fëanor le diera este nombre sólo así lo conocieron los Eldar en las posteriores guerras que contra él se libraron.

Melkor huyó por fin en dirección a las ruinas de Angband y reuniendo a todos sus servidores construyó las cumbres triples de Thangorodrim, y las bestias y los Orcos se multiplicaron en preparación de innumerables ejércitos. Engarzó entonces las Tres Joyas en una Corona de Hierro (motivo por el cual sus manos siempre fueron negras) y se nombró a sí mismo Rey del Mundo, y desde entonces nunca se quitó la Corona pese a que su peso era abrumador y nunca, a excepción de cierta ocasión, volvió a empuñar un arma pues por temor a perder las Joyas no abandonaba nunca su refugio en las profundidades de la tierra. Allí se erguía en su alto trono, y aunque aún podía cambiar de apariencia siempre mantuvo una forma aterradora, y se dice que sólo los más poderosos podían soportar su mirada.

En el año 455 Melkor lanzó un terrible ataque con Glaurung a la cabeza seguido de un séquito de Balrogs y un número de Orcos hasta entonces nunca visto. Esta fue la Cuarta Batalla, la Dagor Bragollach, y tan súbita y potente fue la envestida de Angband que los Noldor no pudieron resistir y se puso fin al Sitio de Angband. Muchos Eldar y Hombres fueron muertos en esta batalla y desde entonces la Guerra se fue extendiendo por toda Beleriand pues ahora el poder de Melkor era abrumador. Se dice que al año siguiente Fingolfin, desesperado por la ruina de los Noldor, desafió al mismísimo Morgoth a que se enfrentara cuerpo a cuerpo. Y dicen los Sabios que no lo hizo de buen agrado pero finalmente acudió al envite ataviado con una armadura negra y con un aspecto imponente se batió con el Rey de los Noldor ante las puertas de Angband. Con su maza llamada Grond atacó repetidamente a Fingolfin pero no logró alcanzarlo. Sin embargo el Rey Noldorin le hizo siete heridas antes de caer al suelo, y una más cuando el Enemigo le partió el cuello que provocó una herida en el pie del Vala que le hizo cojear por siempre. Melkor quebró entonces el cuerpo de Fingolfin y cuando se dispuso a lanzárselo a los lobos acudió Thorondor, que atacó con fiereza su cara causándole unas cicatrices que nunca logró curar.

El poder del Vala ensombrecía ahora las tierras del norte de Beleriand, y comenzó una cacería contra todo Hombre o Elfo que estuviera a su alcance que provocó que los habitantes de las tierras bajo su área de influencia buscaran refugio en otras tierras.

Sin embargo no todo iba a ser favorable para el Señor Oscuro porque en el año 466 Beren, con la ayuda de su amada Lúthien, consiguió penetrar en Angband y robar un Silmaril de la Corona de Hierro de Morgoth. La furia que sintió en ese momento no se puede describir con palabras; la tierra tembló y Thangorodrim echó humo y fuego, pero las Aguilas de Thorondor pusieron a salvo a Beren y a Lúthien y los llevaron a las fronteras de Doriath, y desde entonces Melkor nunca logró recuperar este Silmaril, por lo que su ira fue muy grande.

Esta hazaña hizo ver a Maedhros que el poder de Melkor no era absoluto y que se le podía atacar, y por este motivo se produjo lo que se conoció como la Unión de Maedhros, en el año 468, cuyo objetivo era el de reunir todas las fuerzas posibles para atacar el poder de Angband. Mas dicen los Sabios que la Maldición que pesaba sobre los Noldor hizo que el hijo de Fëanor no recibiera toda la ayuda esperada pese a lo cual un año más tarde logró expulsar a los Orcos del norte de Beleriand, acción que alertó al Señor Oscuro de las intenciones de los Eldar y los Edain y por ello envió a muchos Hombres antaño corrompidos y los infiltró en los ejércitos de los Edain.

Corría el año 472 cuando se produjo la Quinta Batalla, conocida como Nirnaeth Arnoediad, en la que las legiones de Orcos y lobos junto con los Balrogs y los Dragones se enfrentaron a los ejércitos de los Noldor y los Edain. Y ese día Melkor obtuvo la victoria gracias a la traición de los Orientales, pues en mitad del combate arremetieron contra el ejército de los Noldor cuando la batalla se inclinaba a favor de Maedhros y los suyos. Muy grande fue la victoria del Señor Oscuro ese día porque aparte del triunfo en el campo de batalla logró que los Hombres se dieran muerte entre ellos y porque la traición de los Orientales a los Eldar despertó un odio entre pueblos que deberían haberse mantenido unidos, y desde ese día los Elfos no quisieron trato alguno con los Hombres (a excepción de las Tres Casas, pues fueron los únicos que se mantuvieron a su lado)

El poder de Angband se extendía ahora por casi toda Beleriand y los Orcos y los lobos avanzaban imparables hacia el sur hasta los límites de Ossiriand. Tan sólo el Reino de Doriath se mantenía a salvo y muchos exiliados por las guerras buscaron refugio en los Puertos, donde Círdan era el Señor. Al año siguiente de la Nirnaeth Melkor lanzó una ofensiva sobre Eglarest y Brithombar con lo que Círdan y su pueblo tuvieron que huir en barcos y buscar refugio en la isla de Balar, donde sus enemigos no podrían atacarles puesto que no disponían de barcos ni sabían del arte de la navegación. La voluntad maligna del Señor Oscuro se centraba ahora en Turgon pues sabía que había escapado de la matanza ocurrida durante la Nirnaeth Arnoediad y por ello comenzó a escrutar intensamente las tierras entre Anach y el curso superior del Sirion pues esta región estaba fuertemente vigilada por las Aguilas, que impedían que los espías se acercaran al lugar donde creía que se encontraba Gondolin (aparte de que Húrin rebeló, años más tarde, la región donde se encontraba el Reino de Turgon a los espías de Morgoth cuando tras su liberación intentó ser acogido en la Ciudad Escondida). Y así fue como en el año 509 los Orcos capturaron a Maeglin y lo llevaron a Angband donde Melkor esperaba ansioso para poder interrogarlo. Se cometió entonces la peor traición de los Días Antiguos pues Maeglin contó a Morgoth dónde se encontraba la Ciudad Escondida, llegando incluso a revelarle cómo podría atacarla a cambio de que le cediera el señorío de la ciudad y la posesión de Idril Celebrindal, esposa de Tuor.

Melkor preparó un gran ejército compuesto por Orcos y lobos, y con ellos iban los Balrogs y los numerosos descendientes de la prole de Glaurung, y al año siguiente atacó la ciudad provocándose una cruenta batalla conocida como la Caída de Gondolin, de la cual se habla en el lugar correspondiente. La ciudad fue arrasada y sólo una parte de sus habitantes logró escapar y guiados por Tuor encontraron refugio en las Bocas del Sirion. Al fin Turgon estaba muerto y su reino arrasado, ahora el dominio de la Tierra Media estaba al alcance de su mano (recordar que Glaurung destruyó Nargothrond en el 495 y que la Ruina de Doriath se produjo en el año 503), faltaba muy poco para tan esperado momento, y ya nada podía fallar.

Cuando la situación se hizo insostenible en Beleriand los Valar decidieron ayudar a los restos de los Pueblos Libres que resistían a duras penas el incesante avance de los ejércitos de Angband. Y todo esto porque en el año 542 Eärendil, hijo de Tuor y el más poderoso marinero de los cantos, acudió a Valinor y pidió la ayuda de los Dioses en nombre de los Dos Linajes (pues no en vano era un Medio-Elfo). Tras reunirse en consejo los Valar decidieron preparar un ejército mandado por Eönwë que estaba compuesto por los Vanyar y por los Noldor de Finarfin (los Teleri sólo ayudaron a manejar los barcos que debían transportar este enorme ejército). Durante tres años se hicieron los preparativos para la guerra y cuando el Ejército de los Valar arribó a las costas de Beleriand en el año 545 se dice que toda la Tierra Media se estremeció con su llegada, y las trompetas de Eönwë sonaron con una furia atronadora.

Melkor no esperaba este ataque ya que en su negro corazón no cabía la piedad y por ello pensaba que los Dioses ya no ayudarían a los Noldor, pero aún así su poder había crecido tanto que la región de Anfauglith no podía contener a sus numerosos ejércitos. Entre los años 545 y 587 de la Primera Edad se libró la llamada Guerra de la Cólera y con ella se puso fin al poder de Morgoth. Los Orcos y los Balrogs fueron barridos como hojas, y al Ejército de los Valar se sumaron los supervivientes de los Edain y se dice que ningún enemigo podía detener su victorioso avance. Melkor recurrió a su última esperanza y de Angband salieron los dragones alados, a cuya cabeza estaba Ancalagon el Negro, el más grande de los dragones alados en toda la historia de Arda. Este ataque del Señor Oscuro fue efectivo en un principio y obligó al Ejército de los Valar a retroceder ante su empuje, pero cuando el signo de la batalla parecía decantarse a favor de Melkor hizo su aparición Eärendil, y alrededor de su navío Vingilot estaban Thorondor y todas las Grandes Aguilas. El hijo de Tuor dio muerte a Ancalagon y lo arrojó sobre las Torres de Thangorodrim, que fueron derribadas por el impacto de esta inmensa bestia y fue así, y tras una dura batalla en los aires, que casi todos los dragones fueron muertos y el poder de los Valar acorraló a Morgoth en lo más profundo de Angband. Dicen los Maestros de Tradición que a Melkor le rebanaron los pies y que fue atado de nuevo con la cadena Angainor, tras lo cual Eönwë recuperó los dos Silmarils de la Corona de Hierro. Tras la derrota de Melkor el Ejército de los Valar regresó al Occidente y los Noldor de Beleriand recibieron el perdón de los Valar con lo que la Maldición descansó por un tiempo.

Aliados

El más conocido es sin duda Sauron (quien en principio era un Maiar al que Melkor corrompió), sobrevive a su amo y se convierte en el segundo Señor Oscuro. Los Balrogs son un imponente y peligroso ejército al servicio de Melkor, destacando a su lider Gothmog. Son Maiar corrompidos que mezclan el fuego con la oscuridad; van envueltos en llamas y portan látigos de fuego.

Fueron ellos quienes salvaron a Melkor cuando otra de sus aliadas, Ungoliant se volvió contra él para reclamarle las Silmarils, pues quería comérselas.

Melkor y Ungoliath. Otros de sus aliados eran los Licántropos, entre los cuales destacaban Draugluin, que fue la primera de estas criaturas, Carcharoth, que fue el más grande y poderoso.

Fuentes

  • Tolkien, J. R. R. (marzo de 1984). Tolkien, Christopher. ed. El Silmarillion. trad. Rubén Masera y Luis Domènech. Capellades: Minotauro. ISBN 84-450-7038-8
  • Enciclopedia Tolkien
  • Tolkien, J. R. R. (octubre de 2002). Tolkien, Christopher. ed. Los pueblos de la Tierra Media. trad. Estela Gutiérrez Torres. Barcelona: Minotauro. ISBN 84-450-7359-1.
  • Wikia