Multiarado

Multiarado
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Concepto:Implemento agrícola que, movido por la fuerza mecánica o animal, sirve para arar la tierra, cultivar, subsolar y otras labores mediante el corte vertical-horizontal del suelo.

Multiarado. El multiarado constituye un nuevo concepto de labranza: es un implemento versátil, pues puede realizar labores de preparación de suelos y cultivo, tales como: rotura, cruce, surcado, subsolado, cultivo de deshierbe, cultivo con aporque, cultivo y fertilización, etc., sustituyendo a varios implementos de labranza y cultivo. Para ello posee un conjunto de accesorios que le permite adoptar diferentes configuraciones de trabajo, en dependencia de la labor. Es ecológico, ya que realiza el laboreo de los suelos mediante el corte vertical-horizontal, o sea, sin invertir la capa superficial, que es la más fértil. Sus ventajas económicas radican en que logra un mayor ancho de trabajo con la misma fuerza traccional que un arado común de discos.

Historia

El arado común apareció hace alrededor de 5500 años primeramente como un implemento que cortaba el suelo de forma vertical con una reja y producía un ligero volteo de la misma, después, al adicionársele una vertedera, se generalizó el corte e inversión del suelo, que también se produce con el relativamente moderno arado de discos. Aunque las vertederas y discos son absolutamente predominantes en el laboreo del suelo, se ha evidenciado que al voltear la tierra y con ella la capa superficial de materia orgánica, se facilita la degradación de su fertilidad. Es por ello que el antiguo IIMA, hoy Instituto de Investigaciones de Ingeniería Agrícola y el Instituto de Suelos, desarrollaron el equipo conocido como multiarado, que realiza el laboreo de los suelos sin invertirlo, mediante el corte vertical-horizontal.

Mejor calidad en la preparación de suelos

Para el crecimiento y desarrollo de las plantas se requiere que el suelo esté perfectamente mullido, con una adecuada aireación y humedad y nutrientes necesarios. Estos requerimientos se logran con una correcta preparación del suelo y el mantenimiento a los cultivos.

En Cuba el empleo de técnicas inadecuadas de roturación y cultivo, el excesivo número de operaciones de laboreo del suelo y el uso de implementos y máquinas inadecuadas han contribuido que los suelos se hayan ido erosionando de una forma alarmante. Las tecnologías tradicionales de roturación y cruce se han basado en el volteo del suelo, lo cual contribuye a generar numerosos efectos contraproducentes a la agricultura.

Cuando los arados tradicionales vuelcan el prisma del suelo, ponen a la intemperie y entierran una masa orgánica acompañada de su fecunda microfauna. Con la inclemencia de los rayos del sol tropical, no solo se altera negativamente la materia orgánica, sino que, además, se extingue la micropoblación, creadora de nutrientes para las plantas. Además, con esa forma de laboreo se pierde la humedad superficial del suelo y aparece la compactación. Con los equipos tradicionales, la preparación de tierra equivale a su esterilización. Otro efecto adverso de la inversión del prisma es el persistente enyerbamiento, pues lejos de desaparecer las semillas de las malezas, estas se propagan como si estuviesen impulsadas por atomizadores. A lo anterior agreguemos que, con el volteo del prisma, la maleza no logra incorporarse satisfactoriamente al suelo como materia orgánica.

Entre el multiarado y los implementos tradicionales existe gran diferencia significativa: el multiarado es mucho mejor desde el punto de vista conservacionista y de requerimiento energético, en cualquiera de sus variantes tiene un menor requerimiento energético que el arado de vertederas, con este equipo se alcanza un 98% de efectividad en la eliminación de las plantas indeseables, causando daños inferiores al 2% de las plantas durante la labor de cultivo, disminuyendo en un 98% la compactación del suelo.

Multiarado de dos órganos en labor de subsolado

El multiarado puede ser empleado en diferentes condiciones topográficas y en todo tipo de suelos (excepto en suelos pedregosos), con alto grado de compactación y amplios rangos de humedad. Se puede utilizar en cualquier cultivo. Reduce la erosión, pues al no voltear la capa del suelo, deja los rastrojos sobre la superficie; Reduce la propagación de malas hierbas, por lo que disminuye el uso de herbicidas; Favorece el desarrollo de las raíces del cultivo; Ahorra agua porque retiene la humedad en el suelo; Conserva la materia orgánica y por tanto ahorra fertilizantes; Combate la compactación facilitando la infiltración y el drenaje; Deja el terreno nivelado, poroso y mullido; Con un solo equipo se pueden hacer varias labores; Reduce la cantidad de pases; Disminuye los gastos generales de explotación, especialmente combustible, piezas, salarios, etc.

Tipos de multiarados

Multiarado para tractor. Los modelos más comunes de son el M160, de dos órganos, con un ancho de trabajo de 1600 mm, peso de 680 kg, que se agrega a un tractor de 90 hp; y el M250, de tres órganos, con un ancho de trabajo de 2500 mm, peso de 730 kg, requiere de 90-120 hp. Ambos modelos logran una profundidad de labor de 15-20 cm en roturación, 25-30 cm en surcado, y 35-45 cm en subsolado. Hay versiones con disco-cuchilla para cultivo en caña, y con aletas aporcadoras para cultivo. Logran una productividad de 0,8-1,3 ha/h.

Multiarado de tracción animal

Multiarado de tracción animal. Se conoce con el nombre de “6 en 1”, porque realiza seis o más labores que hasta ahora se efectuaban con varios implementos: roturar, cruzar, surcar, subsolar, cultivar, aporcar, etc. Se le puede adicionar una sembradora de granos y un equipo fertilizador. Una versión tiene aletas con pinchos para extracción de tubérculos. En roturación tiene un ancho de trabajo de 35 cm, y en cultivo y aporque de 35-45 cm. Posee aletas aporcadoras para cultivo.

Elementos que forman los multiarados

Chasis o bastidor. Consiste en una estructura metálica que soporta los elementos y órganos de trabajo.

Sistema de enganche. Es el mecanismo o pieza que acopla al multiarado a la fuente energética (yunta o tractor) para su tracción.

Ruedas. Los multiarados para tractor tienen dos ruedas para mantener su posición y estabilidad sobre el terreno. En la versión de cultivo cañero se sustituyen las ruedas discos con filo para cortar la paja de la caña y facilitar la labor de los órganos de trabajo. El multiarado de tracción animal tiene una rueda delantera para garantizar la estabilidad.

Órganos de trabajo. Están constituidos por brazos (patas) que sostienen a los aditamentos de corte: cincel, saetas y aletas aporcadoras. Las saetas son los órganos de corte horizontal, se colocan en forma de V, y vienen en diferentes tamaños en dependencia de la labor a realizar. Los órganos de trabajo pueden colocarse con diferentes separaciones entre sí en dependencia del marco de siembra del cultivo.

Principales labores que se realizan con el multiarado

Subsolado vertical: Se realiza utilizando solamente el cincel acoplado en el brazo. La cantidad y separación de los órganos de trabajo depende del tipo de tractor y del grado de compactación y otras condiciones del terreno.

Subsolado horizontal-vertical: Se utiliza el brazo, el cincel y saetas cortas en condiciones de suelos con compactación media y elevada humedad, donde la subsolado vertical es poco efectiva.

Roturación: Se utilizan las saetas largas, las cuales producen el corte horizontal del suelo sin mezclar las capas superficiales, produciendo una adecuada fractura de los terrones. Normalmente se requiere un solo pase que se complementa posteriormente con labores de mullición con tiller.

Roturación con restos vegetales (barbecho) : Se utilizan las saetas largas y a los brazos pueden adicionársele discos cortadores en dependencia de los niveles de humedad y del grado de existencia de restos de cosecha y malezas. El grado de mullición que se obtiene, unido al mantenimiento de la cobertura vegetal sobre la superficie, preserva la humedad del suelo e incorpora paulatinamente los nutrientes, lográndose, en la mayoría de los casos, que la tierra quede completamente preparada.

Surcado: Se utilizan los brazos con saetas cortas y adicionándole las aletas regulables. Sus posibilidades de regulación permiten lograr cualquier ancho entre surcos y la forma y profundidad deseada de los estos.

Cultivo: Se usan saetas cortas o largas en dependencia del ancho entre hileras. Comúnmente se le adicionan aletas aporcadoras regulables. Sus órganos son independientes, pudiéndose adaptar a cualquier marco de siembra.

Aporque: Se utilizan los brazos con saetas cortas y adicionándole las aletas regulables que trasladan la tierra hasta la cercanía de las plantas en la cantidad deseada, sin dañar éstas.

Fuentes