Muriel Baker
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Muriel Baker. Nacida como Violette Muriel Baker fue una guionista y directora de cine después de haber intentado ser actriz y bailarina que tomó el apellido de Sydney Box al casarse con él en 1935.
Trayectoria profesional
Nace en 1905, en Surrey. La pareja de Sydney Box y Muriel tuvo una hija, Leonora, y durante casi una década se dedicó a escribir y producir, primero, obras teatrales protagonizadas por aficionados y dirigidas primordialmente a las mujeres, y, después, mediante la compañía Verity Films, por ellos fundada, documentales de propaganda británica con ocasión de la II Guerra Mundial.
Todo cambió para la pareja al término del conflicto. La poderosa compañía de producción, distribución y exhibición de películas Rank Organisation -la del «hombre del gong»- encargó a Sydney Box la dirección de los Estudios Gainsborough, básicamente especializados en cine de bajo presupuesto, de género y popular. Sydney, hasta 1949, escribió o/y produjo para los Estudios Gainsborough 36 películas, entre ellas, muchas escritas o/y dirigidas por Muriel, significativamente su debut como guionista (29 Acacia Avenue, 1945) y su debut como directora (The lost people, 1949, protagonizada por Richard Attenborough).
Sydney, al tomar la responsabilidad sobre los Estudios Gainsborough, tomó dos decisiones: nombró a Muriel jefa del departamento de guiones y nombró a su hermana, Betty Box, jefa del departamento de producción. Betty, que luego seguiría una importante carrera como productora comercial de éxito al margen de su hermano y de su cuñada, produjo para los Estudios Gainsborough un montón de las películas escritas por Muriel y dirigidas por otros directores que se van a ver en San Sebastián. Por ejemplo, El séptimo velo, y El hijo del pirata (1947) o La verdadera historia de Cristóbal Colón (1949).
La inmensa mayoría de las películas de Muriel Box nunca se estrenaron en España. Excepciones: El vagabundo de las islas (1954), Herencia contra reloj (1954), Testigo en peligro (1956).
Box escribió y dirigió melodramas, comedias, policiacos y películas de aventuras, entre otros géneros, bajo criterios artesanales, profesionales y comerciales. Nunca se ha hablado de un estilo Box vinculado a baremos artísticos o de autoría. Sin embargo, sus escasos estudiosos (Rachel Cooke, por ejemplo) señalan que en su filmografía existen películas que plantean, siquiera indirectamente, cuestiones sociales delicadas y pioneras para su época, a menudo relacionadas con el sexo y en las que se transmite con discreción una mirada feminista hacia las mujeres y sus problemas. Se da por seguro que Muriel Box nunca redondeó -entre sus 15 títulos como directora- una gran película. No obstante, es notable el lugar que llegó a ocupar en el cine inglés una mujer nacida a principios del siglo XX e hija de un empleado del ferrocarril. Intérpretes de primera fila como Shelley Winters, Peter Finch, Ralph Richardson, Margaret Leighton, Laurence Harvey o Van Johnson protagonizaron sus películas como directora y directores como Terence Fisher o Ken Annakin dirigieron sus guiones a lo largo de una carrera de dos décadas, reimpulsada cuando Sydney Box creó su propia productora, la London Independent Producers.
Fallecida en 1991, los últimos 20 años confirman su singular personalidad. Muriel se divorció de Sydney en 1969 al descubrir que la engañaba. Escribió novelas, fundó la editorial feminista Fémina y, en 1970, se volvió a casar, esta vez con una muy relevante personalidad política, Gerald Gardiner, que acababa de ser Lord Canciller de Inglaterra durante seis años con el gobierno laborista de Harold Wilson.
