Nicolás Victoria Jaén

Nicolás Victoria Jaén
Información sobre la plantilla
Nicolás Victoria Jaén.JPG
Educador, periodista y diplomático panameño
Nacimiento3 de febrero de 1862
poblado de Aguadulce,
cantón de Coclé,
Estado Soberano de Panamá Bandera de Panamá
Fallecimiento16 de septiembre de 1950 (88 años)[1]
ciudad de Panamá,
República de Panamá Bandera de Panamá
Nacionalidadpanameña
Ciudadaníapanameña
Ocupacióneducador, periodista y diplomático
PadresJuan Isabel Victoria y Baldomera Jaén

Nicolás Victoria Jaén (Aguadulce, 3 de febrero de 1862 - Ciudad de Panamá, 16 de septiembre de 1950) fue un profesor, periodista, diplomático y político conservador panameño.[1]

Síntesis biográfica

Fue hijo de Juan Isabel Victoria, colombiano, y Baldomera Jaén, panameña.

Estudió la primaria en su provincia natal. En 1882, se graduó de maestro de instrucción primaria en la escuela Normal de Varones del Estado Soberano de Panamá, institución fundada en 1872 y regentada por el educador alemán Oswaldo Wirsing y el pedagogo panameño Manuel Valentín Bravo, que graduó en doce años a cincuenta maestros, entre ellos a Nicolás Pacheco, Sebastián Sucre, Manuel María Valdés, Simeón Conte, Abelardo Herrera, Ángel María Herrera y Melchor Lasso de la Vega. Algunos de ellos laboraron ad honoren, y otros solamente por dieciséis pesos mensuales.

Trayectoria laboral

Nicolás Victoria Jaén fue delegado al Congreso Bolivariano celebrado en conmemoración a los cien años (1826-1926) del Congreso Anfictiónico de Panamá; fue miembro de número (fundador) de la Academia Panameña de la Lengua, a la que ingresó el 13 de mayo de 1926. Allí ocupó la Silla Q, y fue su Director de 1939 a 1950. Fue nombrado enviado especial ante los gobiernos de Chile, Argentina y Uruguay, y recibió ese año la medalla al mérito de la República de Ecuador.

A su retorno al país, retomó su trabajo de Inspector de Instrucción Pública en la materia de Castellano en 1928; secretario de estado en la Secretaria de Hacienda y Tesoro, y Presidente de la Sociedad Bolivariana de Panamá en 1930; Inspector Especial de la enseñanza del Castellano en las escuelas secundarias y profesionales en 1931; fue uno de los miembros fundadores de la Academia Panameña de la Historia, en 1931; Vicepresidente de la Unión Iberoamericana de Panamá en 1933; profesor de la Universidad Nacional de Panamá a partir de su fundación en 1935; encargado de la Cátedra Bolivariana en esta primera institución de enseñanza superior en 1937; y promotor de la fundación de la Escuela Normal en Santiago, Veraguas, en 1938, para el desarrollo educativo de la región central.

Durante los años cuarenta, fungió como Procurador General de la Nación, Magistrado de la Corte Superior de Justicia, gerente del Banco Nacional de Panamá, y consultor educativo en la elaboración de los artículos de la Constitución de 1941.

El gobierno de la República de Venezuela, lo condecoró con la medalla de Instrucción Pública en 1943. Finalmente, la Asamblea Nacional le otorgo pensión de jubilación como Constituyente de 1904, en 1946, cuando se retiró de las funciones públicas. Como periodista de combate, escribió sus primeros artículos en el semanario El Orden (1901) del que fue su redactor, hasta lograr ser escogido director del semanario El Combate, corredactor del semanario La Patria, y redactor del diario La Estrella de Panamá.

Actividad política

Nicolás Victoria se inició en la vida política como diputado a la Asamblea Departamental de Panamá por el Partido Conservador en 1888; fue Secretario de la Prefectura de Veraguas, y prefecto de Veraguas en tres periodos consecutivos; inspector de Instrucción Pública en los cantones de Chiriquí y Veraguas en 1890; continuó como educador de la Escuela de Varones de Santiago de Veraguas, hasta alcanzar la posición de director en 1892-1893; fue Prefecto de Chiriquí en 1893; Prefecto de Coclé en 1894; el presidente José Manuel Marroquín lo nombró miembro del Consejo Electoral del Departamento de Panamá en 1900, durante la guerra de los Mil Días.

Sin embargo, precisamente en esos años cruciales, junto a los colegas Abel Bravo, Melchor Lasso de la Vega, y Salomón Ponce Aguilera, logró que se reabriera la Escuela Normal de Institutoras, creada en 1878; fue Fiscal del Tribunal Superior del Departamento (1901); Prefecto de Panamá (1902) y Oficial Mayor de la Secretaría de Gobierno y Justicia. Nuevamente fue nombrado miembro del Consejo Electoral, hasta asumir el cargo como miembro principal, y fue comisionado del gobierno del departamento de Panamá ante Bogotá (1903), Sub Secretario de Gobernación, y, finalmente, Secretario de Instrucción Pública del departamento en dos ocasiones hasta 1903.

Al producirse la separación de Panamá de Colombia, el 3 de noviembre de 1903, era director del Colegio del Istmo. Como representante de la Provincia de Chiriquí, fue escogido miembro de la Asamblea Nacional Constituyente, encargada de la redacción y aprobación de la primera Constitución Nacional (1903-1904); luego, electo diputado a la Convención Nacional Constituyente, y presidente de la Convención.

Miembro del bloque conservador de la Asamblea, apoyó en 1904 la inclusión en la primera Constitución del Estado panameño del artículo 136, una disposición semejante a la enmienda Platt de la Constitución Cubana, que limitaba la soberanía e independencia nacional. El proponente fue D. Tomás Arias, y le correspondió al Dr. Manuel Amador Guerrero presentarlo al pleno de la Convención Constituyente.

Este artículo ratificaba la existencia de un pacto con los Estados Unidos de América, el Tratado Hay-Bounou Varilla, y aseguraba que este país asumiera la obligación de ser garante de la independencia y soberanía de la República de Panamá con derecho a intervenir en cualquier parte de la república para establecer el orden o la paz pública, si hubieran sido turbados.

Votaron a favor de la inclusión de este artículo diecisiete diputados conservadores, y, en contra, catorce diputados liberales. Entre ellos, el General Buenaventura Correoso, quien alertó públicamente al pueblo panameño sobre lo que ocurría.

Establecido el gobierno del presidente Manuel Amador Guerrero, asumió la cartera de la Secretaría de Instrucción Pública y Gobierno y Justicia de la República (1904-1906); además, fungió en los cargos de profesor de español de la Escuela Normal de Institutoras (1904), Gerente del Banco Hipotecario y Prendario, y miembro principal del Consejo Electoral de la República.

Contribuciones

Contribuyó fundamentalmente en la redacción de la primera Ley Orgánica de Instrucción Pública, No 11 del 23 de marzo de 1904, que establecía la formación primaria, secundaria, industrial y profesional, señalaba la inspección del Estado a los colegios públicos y privados que tenían internado, y se procuraba que los estudiantes adquirieran conocimientos aplicables a la agricultura e industria.

Destacaba en cada provincia el nombramiento de un inspector de instrucción pública que reafirmara los postulados católico-conservadores. Junto a esto, fue candidato a la segunda vicepresidencia en 1906, cuando la Asamblea Nacional escogía a los presidentes a través de designaciones. Quedo en posición cimera dentro del engranaje gubernamental conservador. Durante el año de 1910, fue Director general de estadística, y fue escogido como miembro de la Sociedad de Pedagogía de Bruselas.

Participó en la elaboración de la reglamentación de la enseñanza primaria, establecida ese año, con fuerte influencia de las leyes colombianas (Decreto Ejecutivo No 2, 1910). Al año fue nombrado profesor en la Escuela Industrial Nacional, delegado especial ad perpetuam de la Universidad Hispanoamericana en Panamá, profesor de Historia en el Instituto Nacional, y director de la Escuela Normal de Señoritas. Fue Magistrado titular de la Corte Superior de Justicia en 1912; director de la Escuela Normal de Institutores en 1918; enviado especial Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Panamá a las conmemoraciones del Centenario de la República de México en 1921; socio honorario de la Asociación de Maestros de la República en 1922; miembro de número de la Sociedad Bolivariana de Bogotá, Colombia, y enviado especial designado por el Estado panameño a Bogotá en 1924-1925. El Dr. Oscar Vargas Velarde en uno de sus trabajos relata que en ese año de 1924, D. Fabián Velarde, destacado miembro del liberalismo en Panamá.

Se tomó el trabajo de editar dos obras: una de Octavio Méndez Pereira, educador liberal, como el mismo Velarde, para facilitar el aprendizaje de sus alumnos en el Instituto Nacional; y otra del doctor Nicolás Victoria Jaén, cuyo pensamiento, en cambio, era conservador. Aunque Victoria Jaén era un extraordinario e implacable polemista, combatiente impetuoso contra las ideas del liberalismo, Velarde compiló, en un extenso tomo Los escritos de don Nicolás Victoria Jaén.[2]

Es famosa la campaña sistemática que montó Victoria Jaén en contra del presidente Belisario Porras, quien se desempeñaba en su último mandato, y a cuya ala liberal había pertenecido el padre de Velarde. En La Estrella de Panamá, en la que Nicolás era editorialista y director, publicaba diariamente un aviso en lugar prominente, en cuenta regresiva, con los días que le quedaban al Gobierno.

Tal es el caso de una esquela en la que les recordaba a los lectores que en el día en que vivían, faltaban al doctor Belisario Porras (por ejemplo) doscientos veinte días para que terminara el desastre de su administración, que pesaba como una lámina de plomo sobre el sufrido pueblo panameño.

Así era D. Nicolás Victoria Jaén, pero, también, de este otro modo actuaba D. Fabián Velarde. La diferencia ideológica de Fabián Velarde, liberal y Victoria Jaén, conservador, no fue obstáculo para la edición de este libro. Quizás primó en el joven abogado su condición de empleado gubernamental del ramo de la educación, en el cual también había servido en los más distintos destinos (maestro, profesor, director de escuela, secretario de Instrucción Pública), Victoria Jaén.

Fallecimiento

Luego de una larga enfermedad, falleció en la ciudad de Panamá, en su residencia de San Francisco de la Caleta, el 16 de septiembre de 1950, a los 88 años.

Fuentes