Optimista

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Concepto:El optimismo es el valor que nos ayuda a enfrentar las dificultades con buen ánimo y perseverancia, descubriendo lo positivo que tienen las personas y las circunstancias, confiando en las capacidades y posibilidades junto con la ayuda que se recibe.

Optimista. Este tipo de persona se caracteriza por poseer ciertas cualidades que hacen a este valor, tales como el entusiasmo, el dinamismo, el emprendimiento ante determinadas circunstancias y por sobre todas las cosas, siempre vive de los hechos, es decir con los pies bien en el suelo.

Características

Este valor permite al hombre confiar en sus capacidades y posibilidades, enfrentando con perseverancia y estado anímico muy positivo cualquier dificultad que se le presente en el camino. Ayuda a descubrir lo bueno de las personas que lo rodean y a aceptar todo tipo de favores que ofrezcan de corazón. Sin embargo, cabe aclarar que no siempre la consecuencia lógica del optimismo es el éxito. Sino que a veces se pueden equivocar y lograr los resultados esperados. Esto da a entender que el optimismo es una actitud de recomenzar permanentemente sobre las acciones, decisiones, hechos y vivencias; para ver en qué se falla y comprenderlo para en un futuro inmediato, superarlo y lograr los objetivos tan deseados.

Viviendo el valor

Las personas que poseen este valor, no se creen los conocedores de los recursos necesarios para triunfar ante cualquier circunstancia, sino que saben buscar ayuda como una alternativa para mejorar, o en el mejor de los casos alcanzar sus objetivos propuestos. Esto no desacredita el esfuerzo personal, sino que hace al hombre más sincero en sus iniciativas.

El optimista

El optimista refuerza y alimenta su perseverancia. Es una persona que se detiene a pensar en todas las posibilidades, luego las piensa y toma la que considera pertinente para esa ocasión. Esto evita el engaño ante una falsa realidad que asegura una vida más fácil y placentera. El paso hacia una actitud optimista requiere de una disposición más entusiasta y positiva, es tanto como darle la vuelta a una moneda y ver todo con una apariencia distinta. Consejos para lograr el optimismo:

  • Analice las cosas a partir de los puntos buenos y positivos, seguramente con esto se solucionarán muchos de los inconvenientes. Curiosamente, no siempre funciona igual a la inversa.
  • Haga el esfuerzo por dar sugerencias y soluciones, en vez de hacer críticas o pronunciar quejas.
  • Procure descubrir las cualidades y capacidades de los demás, reconociendo el esfuerzo, el interés y la dedicación. Esto es lo más justo y honesto.
  • Aprenda a ser sencillo y pide ayuda, generalmente otras personas encuentran la solución más rápido.
  • No hacer alarde de seguridad en ti mismo tomando decisiones a la ligera, considera todo antes de actuar pues las cosas no se solucionan por sí mismas. De lo contrario es imprudencia, no optimismo.

Para la vida diaria

En todas las instancias de la vida se debe ser optimistas. Por ejemplo, ante las demás personas lograr una mejor relación, ya que nos predispondremos ante ellos de una manera positiva. Reconoceremos en el momento adecuado el aliento que el otro necesite, la motivación o solamente la presencia que él necesite.

Cada persona tiene algo bueno, cualidades y aptitudes y por ende defectos. El optimismo, es el valor justo que ayuda a reconocer los defectos. Por eso se debe permitir ayudar, no se pueden encerrar en nosotros mismos después de los fracasos.

Para alcanzar esa actitud solamente hace falta disposición entusiasta y positiva. La principal diferencia que existe entre una actitud optimista y su contraparte –el pesimismo- radica en el enfoque con que se aprecian las cosas: empeñarse en descubrir inconvenientes y dificultades provocan apatía y desánimo. El optimismo supone hacer ese mismo esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y posibilidades; la diferencia es mínima, pero tan significativa que invita a cambiar la actitud.

Alcanzar el éxito no siempre es la consecuencia lógica del optimismo, por mucho esfuerzo, empeño y sacrificio, algunas veces las cosas no resultan como se desean. El optimismo es una actitud permanente de “recomenzar”, de volver al análisis y al estudio de las situaciones para comprender mejor la naturaleza de las fallas, errores y contratiempos, sólo así se puede superar y lograr las metas. Si las cosas no fallaran o nunca nos equivocáramos, no haría falta ser optimistas.

Normalmente la frustración se produce por un fracaso, lo cual supone un pesimismo posterior para actuar en situaciones similares.

Por ello, siempre analiza las situaciones desde una perspectiva optimista:

Nunca critiques o te quejes de alguna persona, sino que esfuérzate y sugiérele opciones y soluciones, que muchas veces el enceguecido no la ve. Si es honesto y justo, descubrirás en esa persona cualidades y capacidades que no creías de su existencia.

En cambio, si es a ti el que no te salen las cosas, sincérate contigo mismo y pide ayuda en otras personas, logrando así una posible solución de manera más rápida.

De igual manera, analiza las decisiones, pues muchas veces la ligereza no lleva al camino de la imprudencia y no al del optimismo.

Por lo tanto, una persona optimista es aquella que siempre ha encontrado en la desdicha incitaciones para superarse, logrando un aprendizaje positivo de los errores y equivocaciones.

Fuentes

  • proyectosalonhogar.com
  • Centro de Referencia Escuela Primaria Francisco González Cueto, colaboración Mayelin García Tellez