Origen del hombre

Origen del Hombre
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Concepto:El término hombre puede hacer referencia: como primera acepción, a cada individuo de la especie Homo sapiens, sin distinguir si es varón o fémina

Hombre. El hombre se ha definido como animal social, animal racional, animal que hace o fabrica cosas, como el ser que conoce, que es capaz de hablar, capaz de manejar símbolo, dominador de la naturaleza mediante la técnica y la ciencia, etc. Es el objeto de estudio propio de la humanidad.

Origen del Hombre

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  • Linneo (1707 - 1778), al inventariar los productos o bienes de la naturaleza, estableció lo que denominó “systema naturae” o sistema de la naturaleza, en el que establecía una clasificación de los animales y de las plantas, de sus especies, en principio, según el grado de similitud que aparecía entre ellas. Sin embargo, acabó estableciendo la existencia de parentesco o de comunidad de origen entre las especies. Así, por ejemplo, colocó al hombre entre los animales vertebrados en general, entre los mamíferos en particular y entre los primates en específico, junto con los monos.


  • El hombre es una animal más, producto de la evolución biológica. El hombre no ha existido siempre sobre la Tierra, sino que apareció en un tiempo relativamente reciente. Como cualquier otra especie viviente, la especie humana representa el término de una larga serie de transformaciones, de un proceso evolutivo.


  • El hecho de la aparición del hombre es el caso más notable de la evolución biológica porque, una vez conseguidos los caracteres que lo hicieron posible, se produjo una inflexión o cambio cualitativo de tendencia, es decir, se produjo la emancipación de lo biológico para dar paso a la evolución cultural exclusiva del hombre. Éste ya no evoluciona en términos de individuo sino de sociedad e influye en todo el proceso anteriormente explicado.


  • El hombre es un animal más (un animal genuino, un individuo directamente supracelular), pero podemos afirmar que ya no constituye una especie animal. En efecto:


  • Por una parte, a diferencia de las especies animales, que se caracterizan precisamente por el hecho de que cada una evoluciona por la selección de sus individuos ejercida por un determinado conjunto de otras, el hombre deja de evolucionar en término de otros animales y pasa a hacerlo en términos de la sociedad humana.


  • Y, en segundo lugar, el hombre mismo, lejos de tender a diferenciarse en especies, (por ley de la evolución cultural), tiende a una progresiva integración: a que cada hombre viva (sea) en función de grupos sociales cada vez más amplios, que en aspectos cada vez más numerosos, alcanzan ya a la humanidad entera.


Por otra parte, el hombre, desde su surgimiento, interfiere con amplitud e intensidad creciente sobre la evolución natural de los animales, a la que desorganiza cada vez más, de modo que el paulatino aumento de número de especies propio de la evolución de los animales, va siendo sustituido por una acelerada desaparición de especies. En resumen, el cambio esencialísimo que ha supuesto la parición del hombre puede enunciarse diciendo que ha cerrado la evolución animal (que ha pasado a producirse bajo su conducción o, al menos, sufriendo su influencia) y ha iniciado una evolución primitiva suya: la de los individuos humanos en función de la sociedad y viceversa. El hecho diferencia, evidentemente, al hombre, por su naturaleza, de la de todos y cada uno de los demás animales y obliga a entender el surgimiento del hombre contratándolo con el proceso de la evolución conjunta de todos los animales, de la que el hombre es el resultado decisivo, final.


Sobre el vasto telón de fondo de toda la evolución animal habremos, pues, de interpretar el proceso concreto de especialción que a partir de grupos de un mono antropoide dio origen al hombre (a la nueva especie que al surgir dejaba de ser especie animal), esto es, al proceso de hominización”.


Surgimiento

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El ser humano constituye desde el punto de vista biológico una especie animal bajo la denominación científica de Homo sapiens (del latín Homo=hombre, sapiens=sabio) y pertenece a la familia Hominidae.


Es también llamado genéricamente como el hombre o los hombres, aunque ese término es ambiguo pues se usa mayormente para referirse a los individuos de sexo masculino.[2] Los seres humanos poseen capacidades mentales que les permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Los humanos son entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstractos. Algunos humanos han sido capaces de visitar la Luna, y aún no se tiene evidencia de que exista otra forma de vida con dichas capacidades -o superiores- en el universo.


En el pasado, el género Homo fue más diversificado, y durante el último millón y medio de años incluía otras especies ya extintas. Desde la extinción del Homo neanderthalensis, hace 25.000 años y del Homo floresiensis, hace unos 12.000 años, el Homo sapiens es la única especie conocida del género Homo que aún prevalece hasta el presente.

Hasta hace poco, la biología utilizaba un nombre trinomial Homo sapiens sapiens para esta especie, pero más recientemente se ha descartado el nexo filogenético entre el Neandertal y la actual humanidad,[3] por lo que se usa exclusivamente el nombre binomial. Homo sapiens pertenece a una estirpe de Primates, los hominoideos. Evolutivamente se diferenció en África y de ese ancestro surgió la familia de la que forman parte los homínidos.


El ser humano prácticamente desconoce los alcances y destino de su propia especie. Filosóficamente, el ser humano se ha definido y redefinido a sí mismo de numerosas maneras a través de la historia, otorgándose de esta manera un propósito positivo o negativo respecto de su propia existencia. Existen diversos sistemas religiosos e ideales filosóficos que, de acuerdo a una diversa gama de culturas e ideales individuales, tienen como propósito y función responder algunas de esas interrogantes existenciales. Los seres humanos tienen la capacidad de ser conscientes de sí mismos, así como de su pasado; saben que tienen el poder de planear, transformar y realizar proyectos de diversos tipos. En función a esta capacidad, han creado diversos códigos morales y dogmas orientados directamente al manejo de estas capacidades. Además, pueden estar conscientes de responsabilidades y peligros provenientes de la naturaleza, así como de otros seres humanos.

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