Parrandas de Quemado de Güines

Parrandas de Quemado de Güines
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Fiesta tradicional con más de medio siglo de existencia
Lugar:Quemado de Güines, Villa Clara, Cuba

Parrandas de Quemado de Güines Las celebran los ciudadanos de este municipio todos los 26 de diciembre, desde 1949 hasta la actualidad. Se ha convertido en tradición histórica que los barrios de La Puya y El Perejil compitan entre sí, mostrando cada uno su mejor carroza y changüí para ser el ganador.

Historia

El día del quemadense se estableció en el segundo semestre de 1949 por el acuerdo unánime de los quince consejales que formaban el ayuntamiento de Quemado de Güines, quienes se hicieron eco de la iniciativa de Ramiro Rodríguez de escoger para esta celebración el 26 de diciembre. Se escoge esta fecha por constituir aniversario de la entrada de las tropas mambisas en el poblado, bajo el mando del coronel Avelino Sangénis después de la frustrada independencia en 1898.

Las fiestas se efectuaron por primera vez el 26 de diciembre de 1949, inicialmente tuvieron un carácter general (sin barrios). La fiesta de “La Puya” y “El Perejil” aparece al año siguiente, en que se toman los dos barrios tradicionales del pueblo; La Puya de la zona alta y El Perejil de la zona baja para competir entre sí.

Los preparativos de la fiesta comenzaban tres meses antes con la formación de un Comité Central presidido por el Alcalde e integrado por delegados de los barrios y la representación del comercio, los sindicatos y las sociedades de la localidad. Este Comité Central se encargaba primordialmente de recaudar fondos entre el comercio, barberías, vendedores de empanadas, lechón, helados, etc. Las recaudaciones realizadas eran distribuidas entre los barrios a partes iguales, cada barrio tenía su comité que realizaba múltiples actividades para adquirir fondos dentro y fuera del municipio, estas colectas se hacían con alcancías en cada barrio que se colocaban en las puertas de las casas, las banderitas representativas del mismo y se le pedía la contribución de las familias. El gobierno municipal aportaba una ínfima cantidad monetaria que figuraba en el presupuesto para “Festejos”.

Composición de las parrandas

El día del quemadense fue desde sus inicios una fiesta de fraternidad entre los habitantes del pueblo, en la que participaban todas las clases sociales, cada cual, colectiva o individualmente, aportaba lo mejor de si de acuerdo a su posición social, sin embargo, a pesar de ser de amplia participación popular, es indudable que había actividades en que la clase proletaria se veía marginada, por ejemplo para pasear en la carrozas la persona debía costearse su propio vestuario para no afectar los fondos del barrio, como es de suponer la clase humilde carecía de medios para comprarlos.

No obstante, en sentido general, los quemadenses pobres y ricos se identificaban con los festejos, el que no podía aportar dinero, aportaba esfuerzo, trabajo o simplemente sabor folklórico. El 26 de diciembre en horas de la mañana se realizaba el desfile de la caballería mambisa y el izamiento de la Bandera Cubana frente al antiguo bar Yara, rememorando los hechos de 1898, después se efectuaban juegos de sartén, carreras en sacos y otros. En la sesión de la tarde se realizaban actos solemnes en una escuela para develar el retrato de un maestro dedicado por muchos años a la enseñanza que hubiese dejado una estela de positivo beneficio para la sociedad. En distintos años fueron develados retratos de: Avelina Díaz, Francisca Díaz, Petrona Cancio, Francisco Martínez, etc.

En la noche se producía el desfile de las carrozas de ambos barrios. Los voladores y las luces de bengala tenían que Mantenerse mientras el desfile a diferencia de Vueltas, Camajuaní, Remedios, Caibarién, Zulueta,donde las carrozas van saliendo una a una, esa era la técnica de la fiesta. Desde los techos de las casas aledañas al parque se disparaban los voladores sobre el mismo de manera que hicieran una bóveda de fuego, bajo la cual desfilaba el barrio escoltado por dos hileras laterales de antorchas que no podían dejarse apagar durante todo el trayecto del paseo. Terminaba el desfile de cada barrio con un fuego artificial, formada por una cantidad inmensa de voladores de todo tipo acompañada de morteros de 500 y 100 tiros, cascada de fuego artificiales y enormes tableros.


Los changüíes

Los changüíes tienen sus características propias, se realizaban por la noche en sábados alternos para cada barrio, durante el mes anterior a la fiesta. El último changüí salía el 26 de diciembre por la tarde. Los disfraces de los changüíes eran grotescos, se imponía la burla, la mofa, sin llegar nunca a la sátira hiriente. El pueblo se reunía rápidamente atraído por el entusiasmo y el bullicio del barrio que desfilaba por las calles.

Las carrozas

Desde el surgimiento de los festejos las carrozas se arman al aire libre en los respectivos barrios, cada uno sacaba todas las carrozas que sus recursos les permitían, ya fuesen fabricadas en el municipio o fuera del mismo. En ellas paseaban las personas que podían comprarse los trajes que una vez terminada la fiesta eran de su propiedad personal.

Los temas de las carrozas eran libres, se representaba lo mismo un hecho histórico, marítimo, una estampa tropical o la alegoría de un poema o una canción; por ello el ir en movimiento o estático dependía del tema o idea que la carroza representaba.

Las comparsas

Cada barrio sacaba una comparsa, esto fue siempre el fuerte de La Puya que obligó a El Perejil a importar en ciertas ocasiones comparsas de otros municipios. El número de participantes no estaba reglamentado aunque nunca las parejas pasaban de treinta.

El vestuario lo determinaban los participantes de acuerdo a su capacidad económica. Se pueden citar algunas letras de canciones de ambos barrios durante el desfile.

Canción de la comparsa de La Puya

Hay comparsa de gente de arriba Hay comparsa de gente de abajo Cuando los puyeros se van arriba Los perejileros se van por debajo.

Canción de la comparsa de El Perejil

Perejileros oigan bien Perejileros oigan bien Lo que les voy a decir Que tengan mucho cuidado Con el gallo del perejil.

Se utilizaban en acompañamiento musical: tumbadoras, trompetas, sartenes, cencerros, etc.

Las parrandas después del Triunfo de la Revolución Cubana

En la medida que se ha fortalecido la defensa de las conquistas y se han ido solucionando los más urgentes problemas del país , se trazaron tareas, siguiendo las orientaciones del Ministerio de Cultura, de hacer renacer los autóctonos valores culturales en todos los rincones del país.

En 1980 con una calurosa acogida del pueblo quemandense se reanudaron las fiestas tradicionales del 26 de diciembre. En la actualidad, el Poder Popular del municipio organiza las comisiones de los barrios y brinda el apoyo posible con un gran entusiasmo destinando un presupuesto no suficiente para el desarrollo de las mismas. Las nuevas generaciones que han nacido y crecido con la revolución que no participaron en las antiguas fiestas han ido poco a poco sumándose a la preparación de las actuales fiestas y resurgen en ellas las pugnas de barrios inculcadas por padres y abuelos.

Se ha ganado también en el desarrollo de la técnica en la iluminación de las carrozas mediante plantas eléctricas y rollarcor lo que les da mucho colorido. En el rescate de las fiestas del 26 de diciembre se confrontan aún algunas dificultades que paulatinamente con el esfuerzo de todo el pueblo y el apoyo de los órganos del Poder Popular se irán superando para ganar en calidad y organización.

Véase también


Fuentes