Pasajes de la vida de José Francisco Martí por Camaguey
| ||||||||||||||||||||||||
,_hijo_de_Jos%C3%A9_Mart%C3%AD.jpg)
José Francisco Martí. Hijo del Héroe Nacional de Cuba vivió durante su infancia y adolescencia en Santa María del Puerto del Príncipe en la casa marcada con el No. 9, de la otrora calle San Francisco, hoy Antonio Luaces No. 104. La suntuosa edificación, adquirida por su abuelo y transformada en la etapa seudo republicana, fue abrigo de aquel inquieto muchacho, nacido el 22 de noviembre de 1878 en La Habana. Él encarnó a lo largo de su vida los ideales de su padre hasta el grado de decir: “Soy su hijo y todo lo suyo me es sagrado”.
Sumario
Su presencia en Puerto Príncipe
La presencia del hijo del Apóstol en Camaguey es una obra inacabada. Recientemente se realizó una indagación y la mayoría de los interrogados no conocían que el Ismaelillo vivió en esta ciudad y de los pocos que dijeron que sí, algunos no precisaron el lugar, ubicado a poco más de cien metros del parque José Martí (de La Juventud), donde se erige un monumento en honor al más grande de los cubanos con un niño en brazos y un libro.
Memorias de Enrique Loynaz del Castillo sobre el joven Pepe
En el libro Memorias de la Guerra, Enrique Loynaz del Castillo describió que para pascua de 1892 él organizó un paseo por la Sierra de Cubitas y las cuevas del mismo nombre pertenecientes a la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe y dentro de las dos docenas de jóvenes que lo acompañaron estaba José Francisco Martí, con 14 años. Carmen Zayas- Bazán, la madre, se lo había confiado, según el autor, “Creyendo que era yo el más juicioso de los concurrentes al paseo”. Loynaz retrató así la imagen: “Era un muchacho impetuoso, dispuesto a la aventura revolucionaria. En el profundo lago bajo las cuevas se había lanzado al agua antes que yo pudiera evitarlo y no me quedó más remedio que tirarme al agua en su busca”. Antes de paso por la ciudad de Camaguey, ataviados los jóvenes de uniformes de dril crudo y sombreros de yarey, revólver en el bolsillo y machete al cinto, al transitar frente al cuartel de caballería de Hernán Cortés, uno de ellos sacó una corneta e hizo vibrar “el mágico toque insurrecto de ¡a degüello! Era la primera vez que en mis oídos resonaba la invocación metálica que enardeció las cargas fulminantes de Ignacio Agramante y Loynaz desenvainó su machete, enarboló la Bandera Cubana y gritó ¡Viva Cuba Libre!, secundado por los muchachos ante la imagen perpleja de los soldados españoles. De José Francisco en Camaguey hay mucho que contar, de cuando solicitó al director del Instituto de Segunda Enseñanza ingresar a los estudios de bachiller en las escuelas Pías de Puerto Príncipe, asentada en las inmediaciones del parque que actualmente lleva el nombre de su padre; de las impresionantes notas de las diferentes asignaturas, conservadas en el Archivo Histórico Provincial y de sus prácticas deportivas como torpedero de béisbol en el terreno ubicado en el interior de la carrilera del antiguo hipódromo, en la hoy Plaza de la Revolución Mayor General Ignacio Agramante y Loynaz.
Identificado con las Ideas de su padre
Poco se ha hablado de su participación en la guerra, José Francisco Martí tomó la decisión de sumarse a la lucha independentista tan pronto supo de la muerte de su padre, renunció a sus estudios y se incorporó a una expedición libertadora para permanecer en la patria y continuar, desde su esfuerzo personal, la obra imperecedera de Martí. No cabe duda de que se sentía identificado con sus ideas, lo admiraba y sabía que solo integrándose al Ejercito Libertador, honraría a su nombre.
“En el índice alfabético y defunciones del Ejército Libertador de Cuba, elaborado por Carlos Rolof Mialofsky, publicado en La Habana en 1901, en su página 518 puede leerse en lo correspondiente al Cuartel General del Departamento Oriental los datos de José Martí Zayas-Bazán, hijo de José y Carmen, que alcanzó el grado de Capitán. Se incorporó a la guerra el 21 de marzo de 1897 y fue asentado en el libro 1, folio 208, número 24.
“Sobre el combate de Las Tunas, Horacio Ferrer, en el libro Con el rifle al hombro refiere la actitud heroica de los tenientes José Martí, Juan Miguel Portuondo y Francisco Sedano, a quienes las circunstancias del combate los llevan a convertirse en artilleros y sus certeros tiros asestan un duro golpe a las tropas enemigas. De este episodio dicen queda el joven José Francisco con padecimientos crónicos en sus tímpanos”.
Carrera militar
Durante la etapa republicana ocupó diferentes cargos militares, pero siempre conservó fidelidad a sus principios y sentido del deber a su país. Fue digno Militar. Obtuvo los grados de Capitán en 1902, Comandante en 1907, Teniente Coronel en 1909 y en este propio año el de Coronel. Se vinculó a la Artillería de Costa y al Estado Mayor del Ejército. Se retiró del Servicio activo en el año 1917 y en ese mismo año se le nombra Secretario de Guerra y Marina.
Muerte
El 22 de octubre de 1945 en el Vedado, La Habana, a los 67 años de edad, retirado de la vida pública, fallece José Francisco Martí Zayas- Bazán con el grado de Mayor General. Su cadáver fue tendido en el Salón de los pasos de la Cabaña y la prensa de la época señaló que esa Instalación Militar “está haciendo disparos cada media hora en tributo al ilustre desaparecido que por algún tiempo fue jefe del Ejército Constitucional”.
Fuentes
- Gálvez Aguilera, Milagros. La Marina de Guerra en Cuba (1909 – 1958). Primera Parte. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana. 2007. ISBN 978-959-06-1002-8
- [Atiénzar Rivero, Enrique. Periódico Adelante]
- José Martí.org
- Periódico Adelante: Entrevista al Historiador de Cuba: Eusebio Leal Spengler
