Peste aviar

Peste aviar
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Concepto:es una enfermedad aguda infecciosa y contagiosa de las gallináceas.

Peste aviar, es una enfermedad aguda infecciosa y contagiosa de las gallináceas y, excepcionalmente, también de las palmípedas, producida por un virus.

Historia

Esta enfermedad fue descrita primero en 1876 por Perroncito, y poco después (1880), reconocida como entidad morbosa independiente (typhus exsudativus gallinarium) por Rivolta y Delprato. Centanni y Savonuzzi (1901) demostraron que la produce un virus. Durante largo tiempo se admitió, sin ninguna duda, que la peste aviar era causada por un tipo único de virus. Pero desde que Kraneweld (1926) y Kard (1928) estudiaron brotes epizoóticos en las Indias holandesas, y, sobre todo Doyle en Inglaterra, en las proximidades de Newcastle, cuyos agentes patógenos se diferenciaban del virus conocido hasta entonces en Europa, entre otras particularidades, por su comportamiento inmunobiológico, se han desarrollado dos teorías contrapuestas. Según una de ellas, se trata de dos procesos patológicos independientes es decir, la peste aviar clásica y la asiática; pero, según la otra, sólo hay un tipo de peste aviar, si bien el virus causante puede presentarse con carcaterísticas inmunobiológicas distintas.

Ubicación

La peste aviar está muy extendida en Asia, donde se conoce con varias denominaciones. En África predomina en Egipto de manera ininterrumpida. En Europa se presenta de forma constante en uno u otro país, en forma de epizootias o de focos de mayor o menor importancia, casi siempre achacables a importaciones, que , por lo general, se combaten de manera rápida. Los demás países permanecen durante años o décadas libres de la enfermedad. De tiempo en tiempo, la peste aviar se ha extendido también por Europa de manera considerable en forma de panzootia, tal como sucedió en el año 1941 y varios años después en distintos países de la Europa Central y del Sur.

Etiología

Según las investigaciones de Centanni y Savonuzzi, cuyo resultado ha sido confirmado muchas veces, la enfermedad es causada por un virus.
Se trata de uno de los tipos de virus mejor estudiados, y es de destacar la particularidad de que puede adaptarse al organismo de una determinada familia de aves. Por esta razón, la enfermedad, en condiciones naturales, se limita sólo a una familia aviar, casi siempre a las gallináceas. Esta adpatación puede alcanzar tan alto grado, que llega a ser imposible realizar pases del virus a otras aves, ni siquiera por transmisión experimental de grandes cantidades de virus.
Otra particularidad de este virus es la de presentarse en diferentes tipos inmunibiológicos, incapaces de producir inmunización cruzada. Fundamental importancia se ha dado hasta hoy a dos de estos tipos. Uno de ellos es el correspondiente al virus causante de la llamada peste aviar clásica, que según Dinbter y Bakos (1950), también presenta variantes; al otro tipo pertenece el causante de la llamda peste aviar. Estos tipos pueden ser diferenciados en el laboratorio, mediante pruebas de contagio en gallinas inmunizadas y, más sencillamente, por la investigación del suero de estas gallinas en relación con los anticuerpos inhibidores de la hemoaglutinación.

Infección natural

El material infeccioso es introducido en comarcas y efectivos libres de peste por las aves enfermas de la misma o que la llevan en período de incubación. Además, desempeñan también un importante papel, en este sentido, las aves infectadas sacríficadas, principalmente las que se conservan a bajas temperaturas. Por el contrario, los eliminadores permanentes de virus apenas marecen consideración, ya que los animales curados de la enfermedad no lo elíminan durante un tiempo superior a las tres semanas. No se pueden enjuiciar las experiencias cominicadas por Krameveld y Mansjoer (1951), según las cuales, las aves que viven en libertad, como, por ejemplo, los gorriones, así como las gallinas inmunes, cuando se contagian por vía digestiva eliminarían el virus con las heces durante 5-7 días.
El virus se transporta sólo con los huevos cuando está desecado en sus cáscara. Los huevos invubados carecen prácticamente de peligro, porque aunque contengan el virus, el embrión muere precozmente. Tanto los animales inmunes como los vacunados, cuando sufren un contagio natural eliminan el virus durante largo tiempo, aunque no den síntomas de enfermedad, Dinter y Bakos, como máximo durante 14 días. Estas posibilidades carecen de importancia práctica.

Patogenia

el virus introducido en el cuerpo causa, ante todo, una seoticemia, durante la cual penetra en todos los órganos y produce lesiones en las paredes vasculares, que, según Rohrer se manifiestan por inflamaciones y trombosis de los capilares y arteriolas, con resto endoteliales. Las consecuencias de ello son las hemorragias, derrames serosos y necrosis. No existen lesiones neumónicas. Según Potel, la disnea que se observa frecuentemente podría ser causada por debilidad circulatoria, con estasis sanguínea en los pulmones, así como alteraciones en el centro respiratorio.

Síntomas

La incubación en la infección natural es, por lo regular, de 3 a 5 días, excepcionalmente sólo de 2, o, al contrario, de 8.
La enfermedad comienza en las gallinas y otras gallináceas con fiebre, disminución de la vivacidad y del apetito, estado que rápidamente se agrava, originando gran embotamiento del sensorio y sopor. de manera casi inmediata se hacen apreciables, en la mayoría de los casos, los dsíntomas respiratorios. Por las aberturas nasales fluye, a la presión, una mucosidad pardusca o rojiza; los animales estornudan con frecuencia, no pueden respirar por las narices sino que permanecen con el pico abierto, con la cabeza y el cuello estirados hacia arriba. Aparte eso, respiran con dificultad, y en cada ispiración se oye un sonido silbante o estertoroso. En una parte de los casos pueden observarse durante la exploración clínica, tanto en la boca que aparece con una gran cantidad de saliva como en la faringe y en la laringe depósitos fibrinosos.

Diagnóstico

La espiroquetosis, tifosis y seudotuberculosis aviares difieren de la peste aviar en que aquellos procesos el bazo siempre está aumentado de tamaño, y en que pueden observarse focos necróticos tanto en el hígado como en el bazo. En el cólera aviar, el bazo aparece normal, aunque, con la excepción de los casos de curso sobreagudo, también se encuentran pequeños focos necróticos en el hígado. En los casos dudosos, cuando se sospechan estas enfermedades, la investigación microscópica y los métodos de cultivo son decisivos, al poderse demostrar las espiroquetas o las bacterias causantes de la enfermedad, lo cual no ocurre en la peste aviar. Cuando hay depósitos o membranas fibrinosas en la laringe y en la tráquea puede haber dificultad para diferenciar la peste aviar del coriza contagioso, así como de la forma mucosa de la viruela aviar, de la avitaminosis A y de la laringotraqueítis infecciosa de las gallinas, aunque en estas enfermedades faltan las hemorragias en el canal intestinal, y, en la última citada, pueden demostrarse, por el estudio histológico, inclusiones nucleares en los epitelios de la tráquea.

Tratamiento

El tratamiento de los animales enfermos es ineficaz. Aun con el empleo de inmunosueros muy activos, se obtienen sólo éxitos aislados, siempre que se apliquen grandes dosis al principio de la enfermedad.

Profilaxis

Aparte la vigilancia del comercio de aves, es necesario aconsejar a cada comprador que aísle, por lo menos durante una semana, a la recién adqueirida. Si estalla la epizootia, lo más eficaz es el sacrificio de todos los animales receptivos de la explotación, con la consiguiente desinfección de sus corrales y alojamientos. Este procedimiento sólo tiene aplicación cuando se trata de sofocar focos aislados, ya que cuando la epizootia está muy extendida, sólo pordrá recurrirse a las medidas de policía veterinaria, tales como el aislamiento y sacrificio de los enfermos y sospechosos, junto con la vacunación sistemática de los efectivos amenazados, para crear una zona ínmune. En algunos países, tales como Alemania, Austria y Hungría, la enfermedad es de declaración obligatoria.

Fuentes

  • Dr. Sánchez-Garnica Montes, Clemente. Patología y terapeútica especiales de los animales domésticos. Editorial Labor, S.A. Calabria, 235-239. Barcelona-15 (1973).