Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco

Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco
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Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
Pintura111.jpg
PaísBandera de los Estados Unidos Mexicanos
TipoCultural
Criteriosi, iii
N.° identificación714
RegiónAmérica Latina y el Caribe
Año de inscripción1993 (XVII sesión)

Pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco, son una zona arqueológica y sitio de pinturas rupestres y petroglifos, declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por parte de la UNESCO, pueden acampar en el paraje conocido como El Cacarizo.

Ubicación

Situada en la reserva de El Vizcaíno (Baja California), la sierra de San Francisco entre el siglo I a.C. y el siglo XIV d.C. el lugar de asentamiento de un pueblo, hoy desaparecido, que nos ha legado uno de los conjuntos más notables de pinturas rupestres del mundo. Mantenidos en un admirable estado de conservación gracias a la sequedad del clima y el difícil acceso del sitio, estos conjuntos representan seres humanos y numerosas especies animales, así como la relación del hombre con su entorno.

Exponentes de una cultura sumamente refinada, las pinturas constituyen por su composición, dimensiones, precisión de trazos, variedad de colores y, sobre todo, por su abundancia, un testimonio excepcional de una tradición artística única en su género.

Características

Este grupo de sitios con pintura rupestre, localizado en la reserva de El Vizcaíno, está asociado a los grupos nómadas, cuya subsistencia se basaba en la caza, la recolección y la pesca, que habitaron la región hasta la colonización española en el siglo XVIII. De acuerdo con las fechas obtenidas en depósitos asociados a los abrigos rocosos, las pinturas cubren un amplio periodo que va de por lo menos 1100 a.C. a 1300 d.C.

Esos grupos tenían modos de organización económica y social complejos, así como elaborados sistemas rituales de los que son expresión las pinturas rupestres que se plasmaron en una gran cantidad de abrigos rocosos, a los que seguramente se acudía a realizar lo mismo ritos de paso que otros dirigidos a propiciar la caza y la pesca. Por ello esas pinturas incluyen una notable variedad de motivos, tanto simbólicos como naturalistas, entre los que se encuentran seres humanos y animales de distintas especies como venados, puma, ballena, peces y águila.

Galería

Fuentes