Polifemo

Polifemo
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Polifemo. Hijo de Poseidón, fue el cíclope que se encontró a Odiseo y sus hombres en su cueva cuando regresaban a casa desde Troya. Devoró a varios de los hombres del héroe, pero éste le emborrachó y le sacó su único ojo. Él y sus hombres huyeron aferrados al vientre de sus ovejas.

Galatea

Polifemo se había enamorado de la nereida Galatea. La ninfa marina ya estaba enamorada de Acis, hijo de Pan, y quedó aterrorizada al ver el aspecto del cíclope que la pretendía y que, para conquistarla, se había arreglado el pelo y la barba. Polifemo ignoró los consejos del vidente Telemo, que le había advertido que tuviese cuidado con Odiseo, porque lo dejaría ciego, y se puso a componer una serenata para Galatea. La composición, en la que se quejaba de la crueldad de la joven, lo convirtió en el hazmerreír de todos. Además, le proporcionó una lista de todo lo que le daría si se iba con él -incluida una barba para que jugase con ella- y enumeró todas sus virtudes masculinas, alabando la cantidad de pelo que tenía y su ojo que parecía «el disco del sol». Cuando Galatea ni se inmutó ante el canto del cíclope, Polifemo abandonó sus buenas intenciones y volvió a su verdadera naturaleza de bestia salvaje. En un ataque de celos mató a Acis, amante de Galatea, arrojándolo contra las piedras. Acis fue después convertido en río.

Historia

En la mitología griega hay dos leyendas protagonizadas por dos Galateas. diferentes. La más conocida y la que nos va a interesar en esta oportunidad es la de Galatea y Polifemo. Galatea era hija de Nereo (hijo de Ponto y Gea) y de una divinidad marina siciliana. La joven era muy hermosa y totalmente blanca y habitaba en el mar calmo. Polifemo, el cíclope (hijo de Poseidón y de la ninfa Toosa, monstruo gigante con un sólo ojo) estaba muy enamorado de Galatea, pero ella no le correspondía. El corazón de Galatea pertenecía al bello Acis, hijo del dios Pan (dios de los pastores y rebaños) y una ninfa. Una vez que los amantes se encontraban descansando a la orilla del mar, Polifemo los descubrió. Acis intentó huir, pero el furioso monstruo le lanzó una enorme roca y lo aplastó. Galatea muy triste, acudió a la naturaleza de su madre Toosa y lo convirtió en un río de límpidas aguas que llevó su mismo nombre. Según algunas versiones, después Galatea estuvo con Polifemo y de esta unión nacieron Gálata, Celto e Ilirio, epónimos de los pueblos de los gálatas, los celtas, y los ilirios respectivamente.

La pasión de Acis

En otras tradiciones, Galatea pertenecía en cuerpo, alma y corazón al imponente Polifemo, pero Acis se enamoró de ella. Cuando el cíclope descubrió tal cosa, celoso y encolerizado intentó matarlo lanzándole unas rocas, pero antes de que lo pudieran alcanzar, Acis se transformó en río y así evitó la tragedia.

Fuentes