Pozo del Pino (España)
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Pozo del Pino . Este conocido pozo está casi en el casco urbano de la ciudad, junto a donde estuvo el puente de la Carretera de Arucas a Teror sobre el Barranco de Arucas. Hoy abandonado, constituye el último vestigio de aquella fuente.
Ubicación
Situado en la carretera c-230 de Arucas- Visvique, pasando el lugar conocido como el “árbol bonito” a unos 40 m aproximadamente, debajo del puente está el Pozo del Pino.
Descripción
Es una construcción del siglo XX que abarca unos 160 m2 distribuida en tres niveles, el primero de techo a un agua, el segundo de techo plano y el tercero a dos aguas de teja francesa, construido con bloques de piedra cogidos con argamasa de arena y cal. Presenta ventanas de guillotina. Es de forma rectangular.
Historia
El agua que del pozo se extraía era para el riego de la finca de plataneras en la que se encuentra y de otra de los alrededores. El pozo presenta toda la maquinaria en su interior, con varios motores, uno de ellos de vapor. Conserva también el mobiliario y los libros de actas y cuentas. Anexo, en el patio, se puede contemplar la antigua herrería donde se reparaba la maquinaria y se hacían piezas.
Mantiene intacto un sistema de extracción de aguas subterráneas de casi un siglo. Otro ingenio hidráulico es la recogida, por la propia gravedad, de las aguas pluviales del barranco, mediante un sistema de aljibes y filtros con una tubería de sifón. La sala de máquinas es un auténtico museo industrial, aunque se está deteriorando. Se mantienen, en cambio, todos los bienes de equipo de mecánica y taller que consisten en fragua, taladros, herramientas, etc. pues era una unidad de producción muy capitalizada por las inversiones realizadas por su primer propietario Pedro Hernández, que conformó una sala de máquinas modélica en Canarias, por lo que es un excepcional patrimonio etnográfico-industrial.
Estado actual
Es una propiedad privada con alto valor científico patrimonial. En la misma se aprecia la pérdida del tejado así como el desconchado de la argamasa. Tiene puertas metálicas en lugar de las originales. Han tapiado algunas de las entradas con bloques y cemento. Rotura de los cristales. La zona de la herrería necesita una reparación significativa. Conserva su función originaria como obra hidráulica.
