Primera esquina de comercio (Artemisa)
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La esquina de Maceo y República, Artemisa: Enclavada en lo que era la confluencia de los caminos de la Habana a la Vueltabajo y de Alquízar a Cayajabos, la esquina de República y Maceo, fue la primera que tuvo un comercio en el municipio Artemisa.
Sumario
Breve historia
En el lugar donde hoy está la Tienda TRD y otros comercios, esquina República en aquella época Real de San Marcos, hoy calle 52 y Maceo, Callejón de Vueltabajo, después Calzada Real a Vueltabajo entre otros posteriormente, hoy calle 33 fue la primera que tuvo un comercio en el municipio Artemisa.
En el lugar existió una casa de guano y yaguas, teniendo un portalón al cual levantaban y sostenían con dos horquetas y en ese lugar existió el primer comercio de Artemisa, que era propiedad de un isleño llamado Juan González, por aquel entonces todavía el territorio se llamaba corral San Marcos. Donde aparece por primera vez escrito el nombre de Artemisa, es en el Libro No. 1, de Bautismos de Blancos, el domingo 27 de noviembre de 1820 en la Iglesia Auxiliar de San Marcos de la Artemisa. Y donde aparece por primera vez impreso la Artemisa, es en la Guía de Forasteros de 1826
Por el año de 1818, procedente de la villa de Guanajay, llegó a Artemisa, el señor Vicente de la Sierra y Porras, el que adquirió la primitiva casa de guano y yaguas y procedió a construir un edificio de dos plantas, de mampostería y tejas.
Así comenzó la dinastía de los Sierra en Artemisa, cuando Vicente se estableció en los giros de fonda, posada, billar, panadería, víveres, ropa y calzado, amén de ser el lugar donde los vecinos se reunían para conversar y pasar las veladas.
José Vicente de la Sierra y Porras.
Caballero de la Real Orden Americana de la Reina Isabel la Católica, natural del pueblo de Solórzano, provincia de Santander, España, donde había nacido en 1800, murió en Artemisa en 1863. Fue casado con la Sra. María de los Dolores de la Fuente y González, teniendo tres hijos. Vino a estas tierras con sus hermanos menores Ramón y Francisco. Ramón también fue Administrador de Correos, con iguales títulos que su hermano mayor; murió soltero en 1869 a los 55 años.
Sus hijos dieron continuidad al apellido, al igual que los dos hijos de su hermano Francisco que fueron los que siguieron la obra fundacional constructiva de su tío José Vicente.
Otros visitantes al lugar
Año 1843, John G. Wurdemann, americano, Dr. en medicina, visitó a Cuba en tres ocasiones en los años de 1841, 1842 y 1843. De Artemisa dejó entre otros este comentario del lugar:
“En la aldehuela de Artemisa había una buena posada en el camino Real de La Habana a Vuelta Abajo. Tenía una tienda de percales, al lado la oficina del Capitán Pedáneo, después un taller lleno de activos zapateros, todas con la galería (portal) con su baranda; en un lugar había un buzón de correos, sobre él se veía un anuncio de la lotería real, del cual el dueño era agente, también era el Administrador de Correos y el agente de los periódicos de La Habana. Él era de Santander, don Ramón de la Sierra de Porras”.
“La posada tenía una sala de recibo (en esos momentos una docena de viajeros), en el fondo un colgadizo para los caballos. Para llegar a las habitaciones se pasaba por la cocina, por su puerta se divisaban los establos”.
A finales del siglo XIX don Francisco de la Sierra Quintana había construido su residencia aledaña a las instalaciones del hotel por la calle Maceo, donde radica la parte principal de la tienda TRD. En 1926 se terminó de construir el edificio que conocemos actualmente con las edificaciones aledañas por República hasta la calle Gral. Gómez. Se le llamó edifico o Casa Sierra y también Sierra-Conde por Eusebio Conde y de la Sierra, dueño de la otra parte del edificio hasta Gral. Gómez
Fuente.
Méndez Rodríguez, Manuel Isidro: Historia de Artemisa, 281 pp. E. C. Artes Gráficas de Artemisa, 1973
Wurdemann, John George: Notas sobre Cuba, 420 pp., Comb. Poligráfico Alfredo López, La Habana
