Qhapaq Ñan

Qhapaq Ñan
Información sobre la plantilla
Sistema vial de Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia
Sistemavialandino1.jpeg
Sistemavialandino.jpg
TipoSistema vial
Longitud30 000 km
OrientaciónCentro oeste de Argentina y Chile hasta el sur occidente de Colombia

Qhapaq Ñan . Sistema vial andino que constituyó la columna vertebral del poder político y económico del Estado Inca Este sistema estaba integrado por una red de caminos de alrededor de 30.000 kilómetros de largo que conectaba centros de producción administrativos y ceremoniales, cubriendo una extensa área geográfica, que va desde el centro oeste de Argentina y Chile hasta el sur occidente de Colombia.

A lo largo de la historia, esta red caminera que atraviesa la cordillera de los Andes fue utilizada para el traslado de pueblos, de ejércitos de más de 40.000 personas así como el tránsito de caravanas de llamas para el transporte de mercancías y materias primas. Su magnitud vinculaba las tierras bajas cálidas desiertas del Pacífico con las húmedas de la Amazonia, y con las zonas medias y el frío altiplano andino.

Historia

El Qhapaq Ñan es un ejemplo del grado de desarrollo que habían alcanzado los pueblos andinos antes de la Conquista. Su nombre significa "el gran camino" en lengua quechua y está constituido por un complejo sistema vial de caminos y senderos (preincaicos e incaicos) que se extiende por estos seis países de Latinoamérica: Perú, Argentina, Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia.

Durante el siglo XV los incas unificaron y dieron forma a un gran proyecto político, militar, ideológico y administrativo: el Tawantisuyo. Su corazón estaba en Cuzco, desde cuya Huacaypata (llamada Plaza de Armas a partir de la Conquista) nacían todos los caminos.

Por esta red fluía el conocimiento, la información y todos los medios necesarios para la vida de los pueblos que tocaba. Gracias al Qhapaq Ñan los incas podían gobernar un extensísimo territorio con pueblos que estaban a miles de kilómetros de Cuzco.

Estas eran las vías por las que se movían los ejércitos, pero también los bienes y productos de un lado a otro de este gran imperio andino. Imaginemos lo que habrá sido en aquellos siglos construir cada metro de estos senderos, ganados a la montaña, al desierto, a la jungla. Caminos que recorrían las alturas de los Andes, bajaban a los fértiles valles, salvaban ríos enormes.

La transmisión de información, de las órdenes del Inca o de la recaudación de tributos estaba en las manos de los chasquis, mensajeros que recorrían a pie estos caminos (a veces a gran velocidad rugidos por una emergencia). Estos caminantes contaban con una red de postas o chasquihuasis, donde descansar, alimentarse y en algunos casos pasar el testigo a quien debía seguir andando hasta completar la ruta.

Organización

El Qhapaq Ñan se organizaba a partir del gran camino de la Sierra Central, y a partir de él se abrían caminos locales, transversales o secundarios que se unían unos con otros para dar forma a una inmensa red de comunicación.

La transmisión de información, de las órdenes del Inca o de la recaudación de tributos estaba en las manos de los chasquis, mensajeros que recorrían a pie estos caminos (a veces a gran velocidad rugidos por una emergencia). Estos caminantes contaban con una red de postas o chasquihuasis, donde descansar, alimentarse y en algunos casos pasar el testigo a quien debía seguir andando hasta completar la ruta.

A lo largo de la historia, esta red caminera que atraviesa la cordillera de los Andes fue utilizada para el traslado de pueblos, de ejércitos de más de 40.000 personas así como el tránsito de caravanas de llamas para el transporte de mercancías y materias primas. Su magnitud vinculaba las tierras bajas cálidas desiertas del Pacífico con las húmedas de la Amazonia, y con las zonas medias y el frío altiplano andino.

En Argentina, donde se conservan 119 kilómetros, atraviesa siete provincias. En esta región los incas construyeron entre 2.500 y 3.000 kilómetros de carreteras que cruzaban el altiplano, valles y desiertos para llegar al territorio chileno, a través de las montañas.

La sección Complejo Ceremonial Llullaillaco, que transcurre entre los 4800 y 6670 metros sobre el nivel del mar, es el ejemplo más sorprendente de cómo los incas dominaban las cimas de los cerros, donde construyeron caminos y edificios a mayor altura que ninguna otra población de la historia. Como parte de una tradición que tuvo de protagonistas a los espíritus de los cerros (apus), en Argentina se han registrado más de un centenar de santuarios, de hecho, en el Collasuyo -la región más austral del imperio incaico-, y en el noroeste argentino, se albergan la mayor parte de los santuarios de altura de esta civilización.

Diseño

El diseño del Qhapaq Ñan supo adaptarse al terreno, salvando grandes accidentes geográficos o siguiendo el mejor camino para ganar terreno. Se estima que en su plenitud (en el siglo XV) esta red llegó a tener aproximadamente 60.000 kilómetros de extensión desde Colombia hasta Chile.

Sólo en territorio del actual Perú, esta red abarcaba unos 25.000 kilómetros. Muchos de estos kilómetros, siguen siendo usados cotidianamente en estos países, como testimonio de que el Qhapaq Ñan fue construido para ser legado a los pueblos que une.

Patrimonio Cultural de la Humanidad

En junio de 2014 la UNESCO quiso premiar esta enorme empresa cultural, y salvaguardar sus valores, así como apoyar a su preservación declarando al Qhapaq Ñan Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Al ser la primera vez que la UNESCO declaraba como patrimonio mundial a un territorio compartido por seis países de la región, este espacio representa el alto compromiso que los estados y las sociedades tienen con la preservación y conservación del patrimonio político, social, cultural y económico que simboliza el Qhapaq Ñan, por sus obras arquitectónicas maestras, su prodigiosa infraestructura vial dedicada a actividades mercantiles, su ingeniería para el alojamiento de productos y mercancías, y por ser viva expresión de una compleja integración política.

Fuente