Quiste pilonidal

Quiste Pilonidal
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Concepto:Un quiste pilonidal es una pequeña bolsa dentro de la piel que se ubica, por lo general, cerca del cóccix, en la parte superior del pliegue de los glúteos. Pilonidal significa “nido de vello”. Un quiste pilonidal puede contener vello, fragmentos de piel y otro tejido anormal.


Quiste pilonidal

El quiste pilonidal es una formación quística localizada en el surco interglúteo y que contiene formaciones pilosas en su interior. Normalmente permanecen asintomáticos y son diagnosticados cuando se complican mediante una infección secundaria, formando un absceso en esta localización.

Sintomas

Un quiste pilonidal puede no tener ningún síntoma excepto una pequeña hendidura u hoyuelo en la piel. Sin embargo, a veces los quistes pilonidales se infectan. Cuando esto sucede, el quiste puede transformarse en un absceso doloroso: una bolsa hinchada e inflamada llena de pus (un líquido espeso de color amarillo blancuzco). En raras ocasiones, un quiste pilonidal infectado puede provocar fiebre.

Causas y factores de riesgo

Los médicos no están de acuerdo sobre las causas de los quistes pilonidales. Algunos médicos creen que la causa podrían ser los vellos encarnados. Los vellos encarnados son vellos sueltos que vuelven a ingresar en la piel mediante la presión provocada por la piel que se roza contra sí misma, por la ropa o por estar sentado por períodos prolongados. Otros médicos creen que los quistes pilonidales se forman alrededor de un folículo piloso (la estructura de la que crece el vello) que ha tenido una ruptura. Algunos bebés nacen con un pequeño hoyuelo justo arriba del pliegue de los glúteos, que se llama un hoyuelo sacro. Los hoyuelos sacros pueden infectarse y formar un absceso pilonidal. Otros factores de riesgo importantes son traumas en la región del coxis, actividades profesionales o deportivas que requieren mucho tiempo sentado, obesidad, exceso de pelo en la región del coxis o tener un pliegue profundo en las nalgas.

Sintomas

El quiste pilonidal puede presentarse de diferentes maneras. Hay casos de pequeños quistes que no se infectan y, por lo tanto, permanecen asintomáticos durante mucho tiempo. Hay quistes que se inflaman y forman una especie de nódulo rojizo y doloroso por debajo de la piel. Los quistes pilonidales pueden crear uno o más canales y pueden fistulizar hacia la piel (formación de canales con orificios de salida en la piel). Si el quiste está infectado, el pus del absceso puede escurrir por estos canales y drenar por la piel. Los quistes inflamados pueden presentar dolor e impedir el paciente de sentarse. La fiebre no es común y el paciente generalmente no tiene otras quejas además la lesión inflamada. La mitad de los pacientes tiene una enfermedad aguda, con rápida formación de absceso, mientras que la otra mitad presenta una forma más crónica, con fistulización y drenaje persistente de material purulento a través del orificio. Hay informes de que las formas crónicas, si no tratadas, pueden, después de algunos años, dar lugar a un carcinoma de células escamosas, que es una forma de cáncer de piel. Sin embargo, esta complicación es rara.

Tratamiento

El tratamiento del quiste pilonidal es quirúrgico. Antibióticos o medicamentos no solucionan el problema permanentemente. Inicialmente, una incisión pequeña de la piel bajo anestesia local es suficiente para drenar el contenido del quiste. Este procedimiento es simple y puede realizarse en forma ambulatoria, fuera del ambiente hospitalario. El tiempo de recuperación total de este procedimiento puede llegar a 5 semanas. El problema es la alta tasa de recurrencia. Si el quiste vuelve después del drenaje, puede requerirse una cirugía más extensa para la remoción total del mismo. En estos casos, el tiempo de recuperación es mucho más largo, llegando a tres meses. La forma quirúrgica más eficaz es también la peor recuperación. El cirujano puede abrir la piel, quitar el quiste y dejar la herida abierta, sin dar puntos de sutura, para que ella cicatrice naturalmente (técnica llamada cicatrización por 2ª intención). Esta técnica tiene una tasa de recurrencia baja, pero necesita mucho cuidado con el apósito de la herida a fin de evitar infecciones locales mientras que ella todavía no esté completamente cicatrizada.

Fuentes