Ramón Pol Machado
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Ramón Pol Machado. Patriota revolucionario cubano que perteneció al Movimiento 26 de Julio y participó en la limpia del Escambray. Muere combatiendo al enemigo en Playa Girón.
Biografía
Nació en Santa Clara el 31 de agosto de 1941. Hijo de Caridad y Lucas, familia humilde que sufría privaciones por la situación económica. Tenía otros cuatro hermanos, lo que hacía más difícil la situación del hogar.
Infancia y juventud
La familia se traslada a Guanabacoa y Ramón tiene que trabajar desde los 12 años en una fábrica de cartón. Aquel niño creció sin saber leer ni escribir, porque desde temprano tuvo que trabajar para ayudar a sostener su hogar. Así formaba parte del ejército de un millón de analfabetos que había en nuestro país al Triunfo de la Revolución.
El color de su piel, hasta entonces injustificado motivo de brutal discriminación, y las oportunidades que la Revolución le ofrecía, lo indujeron a su abierta y riesgosa cooperación para mantener, aún a costa de su propia vida las conquistas populares.
Casi niño se integró al proceso. Ingresó en las Milicias Nacionales Revolucionarias desde que se organizaron en La Habana. Más eran las noches que dormía en la Casa del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, que en la suya propia.
En este tiempo laboraba en la fábrica de envases de cemento El Morro. Cuando el imperialismo, mediante la vergonzosa complicidad de elementos desnaturalizados inicia las agresiones a Cuba, Ramón que había sufrido en carne propia el atropello de los patronos, se rebela ante las provocaciones y responde presente a todos los llamados de la patria.
Muerte
El lunes 17 llega en la mañana a su hogar, se puso el uniforme glorioso de miliciano y se despide de su Mora, así llamaba a la madre, sin informarle donde iba aunque lo sabía perfectamente, pero no quiso inquietarla.
El joven miliciano pertenecía al Batallón 123, uno de los primeros en llegar al escenario de guerra provocado por los mercenarios; allí una ráfaga de ametralladora de la aviación enemiga, disimulada con insignias cubanas, siega su prometedora existencia.
Él murió por su patria, como siempre decía a la madre: "Mora, lo más grande para mí es la Revolución, tú y la patria son mis más grandes amores". Muere el 19 de abril de 1961.
No fue hasta mayo de 1962 cuando el Departamento Nacional de Identificación encontró los restos del joven miliciano y su Mora pudo poner flores frescas en su tumba.
Aportes importantes
Acude a la movilización de diciembre de 1960, y más tarde, participa activamente en la "limpia" del Escambray. El día 14 de abril, al regresar de allí se incorpora a su trabajo en la fábrica que hoy ostenta su nombre. Pertenecía al Batallón 123.
