Rodrigo Lira Canquilhem

Rodrigo
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NombreRodrigo Lira Canquilhem
Nacimiento26 de diciembre de 1949
Bandera de Chile Chile
Fallecimiento26 de diciembre de 1981
Bandera de Chile Chile
Causa de la muertesuicidio

Rodrigo Lira Canquilhem: Poeta y crítico chileno.

Síntesis biográfica

Rodrigo Lira nació en Santiago de Chile el 26 de diciembre de 1949 y realizó sus estudios en el colegio Verbo Divino y luego en la Escuela Militar. Intentó varias carreras universitarias: sicología, filosofía, arte y lingüística de la Comunicación de la Universidad Católica y en la de Bellas Artes de Chile.

Su campo de actividades se centró en el ex-pedagógico de la Universidad de Chile, al cual llamaba su “nicho ecológico”. Fue uno de esos autores de vidas intensísimas, que dejan una huella y una tremenda inquietud por los ríos desbordantes de talento, que navegaban en medio de horribles pantanos de soledad, licor y demencia. Con intrincamientos y laberintos insondables con una mirada bien definida, profunda, marcada, solo bien trazada, hacia lo abstracto.

Su poesía es una parte importante en la historia literaria chilena, pero no por la intensidad de su vida, no por el odio tan cercano al cariño que expresaba por sus contemporáneos, como el mismo Lihn y que generaba tanta polémica entre los de su generación, sino por la capacidad, en medio de los evidentes problemas que tenía, de transmitir esa misma intensidad, desordenada y febril, en una obra que hoy debe ser leída con respeto y considerada con actitud atemporal. Rodrigo Lira puede estar tan vigente para los lectores hoy, como lo estuvo para los amigos y colegas de clandestinidad de su época (entiéndase Gregory Cohen, Roberto Brodsky, Mauricio Electorat, Francisco Zañartu y Diego Maquieira, entre otros). Clandestinidad por gusto y no por necesidad. Cuando todos eran más jóvenes y hacían juntos locuras, mucha literatura y veían decaer a un hombre que era la encarnación misma de la locura vuelta extravagancia poética.

Fue un hombre necesitado de mucho afecto y quizá sea por eso que su manera de vestir o lucir su figura era una permanente necesidad de llamar la atención. Esto también se manifestó en su obra poética. De hecho en sus presentaciones

“Lira se presentaba en los escenarios con un grueso rollo de papel, que se iba desparramando por el suelo en la medida en que leía”.

Estuvo hospitalizado en 1971 en la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Chile, donde se le diagnosticó esquizofrenia. Pero nunca perdió la característica del humor y el sarcasmo.

En 1975, después del golpe de Estado, Rodrigo Lira regresó a estudiar, esta vez en la Universidad de Chile. De esos años son la gran mayoría de los textos póstumamente publicados en Proyecto de obras completas (1984), coincidiendo también con los momentos de mayor intensidad de su labor poética, asociada a concursos y lecturas realizadas en los campus universitarios, y a actividades relacionadas con la Agrupación Cultural Universitaria.

En 1978, ingresó al departamento de lingüística y filología, vinculándose intensamente al Campus de Macul. Tras su suicidio, la figura de Rodrigo Lira fue adquiriendo las características de un poeta de culto, principalmente por el carácter “maldito” que se le quiso adjudicar a él y su obra, realizándose algunos estudios y numerosas notas de prensa referidas al poeta. Sin embargo, su poesía ha comenzado a independizarse del mito, mostrando todo su valor e importancia. Como señala Enrique Lihn en el prólogo de Proyecto de obras completas, “si el objeto de la poesía no fuera el de consolarnos y hacernos soñar, sino el de desconsolarnos, manteniéndonos desvelados, Rodrigo Lira tendría el lugar que le reservamos en el Olimpo subterráneo de la poesía chilena, antes que en el escenario de la reconciliación”.

Carrera diplomática

Volcado desde su juventud hacia la carrera diplomática, desempeñó diversos cargos en representación del pueblo mexicano en Alemania y España, país este último en el que pasó la mayor parte de su vida, primero en calidad de diplomático y, tras el estallido de la Revolución en su lugar de origen, en condición de exiliado.

Carrera literaria

Su poesía está en la línea de otros vates chilenos que le precedieron, como Nicanor Parra y Enrique Lihn. Abunda en sus textos el uso de la ironía, la experimentación con el lenguaje, la intertextualidad, la crítica, y un humor particularmente negro, del que todos son víctimas, incluso él mismo.

Hombre de vasta formación intelectual, recibió numerosos honores académicos tanto en México (donde fue elegido miembro de la Academia Mexicana) como en España (donde ocupó sendos sillones en la Academia Española de Historia y en la de Bellas Artes). Rodrigo Lira manifestó tempranamente sus aptitudes artísticas y literarias, ingresando a la Universidad Católica en 1966 para seguir estudios en diversas facultades de esta casa de estudios. Durante el gobierno de la Unidad Popular Rodrigo Lira trabajó esporádicamente en la Editora Nacional Quimantú, de propiedad estatal, escribiendo cuentos infantiles.

En su país natal, se convirtió en uno de los impulsores y fundadores de la Academia Mexicana de la Historia, que celebró su sesión inaugural en 1919, en su sede de la calle de San Ildefonso de la capital mexicana. En el acta de inauguración figuran como miembros fundadores, junto a Francisco A. de Icaza, otros eruditos aztecas tan notables como Luis García Pimentel, el padre Mariano Cuevas, el marqués de San Francisco, el padre Jesús García Gutiérrez, Jesús Galindo y Villa, Luis González Obregón y Juan B. Iguiniz.

Su trabajo poético tuvo difusión en el ámbito universitario y en revistas literarias publicadas por pequeñas agrupaciones surgidas en los años ‘80. Durante su vida ganó algunos concursos, siendo el más significativo el organizado por la revista “La Bicicleta” en 1979, triunfando con el poema “4 tres cientos sesenta y cincos y un 366 de onces”.

En el Boletín de la Real Academia Española publicó numerosos artículos y ensayos críticos centrados en la literatura española del Siglo de Oro, parcela en la que se reveló como uno de los grandes especialistas de su tiempo, con estudios monográficos tan relevantes como Las «Novelas ejemplares» de Cervantes (1901) y El Quijote durante tres siglos (1915). En esta línea de trabajo, su obra más relevante es una investigación sobre la peripecia vital del "Fénix de los Ingenios" que, publicada en 1925 bajo el título de Lope de Vega. Sus amores y sus odios y otros estudios (1925), fue galardonada con el Premio Nacional de Literatura. Entre sus primeros ensayos cabe citar también el titulado Examen de críticos (1894).

Durante el gobierno de la Unidad Popular había trabajado en la Editorial Quimantú, creando cuentos infantiles, historietas y títeres.

Produjo la mayoría de sus textos entre 1977 y 1981. En 1979, período que coincide con su mayor actividad poética, obtuvo el primer lugar del concurso poético organizado por la revista chilena La Bicicleta.

Todos estos antecedentes ayudaron a forjar la imagen de un poeta extravagante, que se ganó un lugar entre las figuras míticas de las letras chilenas.

En vida no publicó ningún libro; póstumamente han aparecido dos antologías: Proyecto de obras completas (1984), reúne una treintena de textos con prólogo de Enrique Lihn; y Declaración jurada, recopilación de seis textos no recogidos en el volumen anterior.

De manera correlativa al desprecio que el establecimiento literario cultivó por su trabajo, las generaciones jóvenes han ido haciendo de Lira un poeta de culto.

En 2005 apareció el CD Lira, Martínez, Lihn: grabaciones, editado por Cristóbal Joannon y Roberto Merino Rojo. Su obra, expresa uno de los más interesantes caminos seguidos por la poesía chilena en el último tercio del siglo XX, sintetizando y extremando los caminos abiertos anteriormente por poetas como Nicanor Parra y Enrique Lihn. El rescate e introducción del habla y de lo coloquial en el discurso poético, la utilización de un humor punzante y negro en el interior de la obra, y la constante del factor intertextual, por mencionar sólo algunos de los puntales sobre los que se sostiene la obra de Lira, componen una creación que quebró la continuidad de una tradición poética enmarcada en la opresión objetiva y subjetiva en que se encontraba Chile durante la dictadura. Al mismo tiempo, marcó un momento de inflexión de la tradición, que le permitió a ésta seguir generándose a partir de ese momento.

Lira se consideraba a sí mismo más un “manipulador del lenguaje” que un poeta, de lo que dan cuenta muchas de sus obras, marcadas por la permanente experimentación lingüística y gráfica. Sus textos, que circularon en infinidad de fotocopias que se iban pasando de mano en mano, estaban llenos de juegos tipográficos e imágenes, que cumplían en la obra una función tan importante como las continuas referencias bibliográficas a autores y obras, y la utilización de los diversos idiomas que Lira manejaba gracias a sus múltiples estudios universitarios en lingüística, literatura y otras áreas, generalmente inacabados. Se presentó en el programa de televisión “Cuanto vale el Show”, donde interpretó un parlamento de Otello de manera excéntrica y gesticulaciones sobreactuadas.

Rodrigo Lira irreverente polémico y loco, cuya poesía no debe ser excluida, ni obviada dentro de las antologías poéticas chilenas. Su carácter solitario y esa manía de la reacción exagerada frente a los autores que eran sus contemporáneos, lo llevaron a cometer algunos excesos, como corregir, hasta la fatiga, una novela del también escritor Enrique Lihn, su contemporáneo. El atrevimiento de Rodrigo, fue respondido por Enrique Lihn con un soneto que expresaba su disconformidad. Rodrigo Lira estaba loco, literalmente. Los médicos le habían diagnosticado “esquizofrenia hebrefénica”. Un desorden mental que influyó en su excelente poesía.

Un autor puede ser influido directa o indirectamente por su propia enfermedad, pero eso no lo hace mejor, ni peor, simplemente lo hace más humano. Rodrigo Lira fue un exponente de la poesía con visos de cultura pop, de una escritura nada pulcra, desordenada, como su mente, desprovista de la claridad lírica de autores como el mismo Lihn. Y es precisamente la forma, los trazos que hace con las palabras, lo que dibuja un mapa sin norte ni sur, de sus temáticas con muchos contenidos.

Muerte

Se suicidó el 26 de diciembre de 1981, dejándose desangrar en la bañera de su departamento 22 de la avenida Grecia 907, el día de su cumpleaños, a la edad de treinta y dos años. Tras su muerte sus amigos y pequeños grupos literarios transformaron a Rodrigo Lira en una especie de mito urbano-transgresor.

Obras

  • Proyecto de obras completas, 1984 (reeditado en 2003 por la Editorial Universitaria)
  • Declaración jurada, 2006, Ediciones de la Universidad Diego Portales
  • Topología, Vida y obra del poeta Rodrigo Lira, de Hernán Dinamarca, Santiago de Chile, 2000
  • Luces de reconocimiento, de Roberto Merino, Ediciones UDP, Santiago de Chile, 2008
  • Los Malditos, de Leila Guerriero, editora, incluye un capítulo sobre Rodrigo Lira, Ediciones UDP, Santiago de Chile

Poesía

  • "ELA, LEI, SIE"
  • "Testimonio de circunstancias"
  • "Angustioso caso de solteria"

Texto

  • "Declaración jurada", por Rodrigo Lira.

Reseña bibliográfica

  • Aspectos de su vida y publicaciones.

  • Proyecto de Obras Completas, por Enrique Lihn. 1983.

Artículos

  • A 25 años de su muerte Rodrigo Lira vuelve a sacar la voz. Por Leonardo Sanhueza. Las Ultimas Noticias, jueves 21 de septiembre de 2006.
  • Rodrigo Lira. Declaración jurada. Por Francisca Lange Valdés. Revista Grifo, n°8, Diciembre 2006.
  • "Al rescate del metapoeta", por Valeria Solís, en La Nación, 3 de enero de 1996.
  • "Memorias de un poeta", por Valeria Solís, en La Nación, 3 de febrero de 1996.
  • "Rodrigo Lira en el país de los postes", por Roberto Merino, en El Metropolitano, 25 de julio de 1999.
  • "Rodrigo Lira o el cansancio del lenguaje", por Adolfo Vera P, 4 de septiembre de 1999.
  • "La poesía de Rodrigo Lira al fin será reeditada", por Gabriel Agosin O. 24 de marzo de 2002.
  • "El rasguñón letal del poeta Rodrigo Lira", por Yanko González Cangas, en El Llanquihue, 6 de mayo de 1997.
  • "El póstumo zarpazo de Rodrigo Lira", por Gabriel Agosín O., en El Mostrador, 16 de septiembre de 2003.

Ensayo

  • "Rodrigo Lira, Poeta post-moderno", por Jaime Blume Sánchez, en Literatura y Lingüística Nº7, 1994.
  • "RODRIGO LIRA, ¿poeta posmoderno?", Por Andrés Urzúa de la Sotta.

Reseña

  • "Un poeta hiperliterario, cómico y apaciguado", Rodrigo Lira, Proyecto de obras completas Editorial Universitaria, Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, 2003, 153 págs. Por Cristóbal Joannon. Revista Universitaria, N°82, Diciembre -Marzo 2004
  • Aproximación fragmentaria a una lírica liraica/reseña a un Proyecto de obras completas. Por Camilo N. Brodsky B.
  • El grado cero de la escritura. Por Camilo Marks. Revista de Libros de El Mercurio, domingo 15 de octubre de 2006.
  • Rodrigo Lira. Un poltergeist que nos viene a destapar los pies. "Declaración jurada", Poesía de Rodrigo Lira. Selección y edición de Adán Méndez. Ediciones U. Diego Portales, Santiago, 2006, 97 págs. Por José Ignacio Silva. El Periodista N° 116, 20 de octubre de 2006.
  • ¿Cuánto vale el show de Rodrigo Lira? Por Mauricio Emiliano Valenzuela.

Crítica

  • "Comentario crítico al video Topología del pobre topo, vida y obra del poeta Rodrigo Lira´, de Hernán Miranda", por Álvaro Bizana, en revista La Calabaza del Diablo. 3 de abril de 2001.

Prefacio

  • "Vértigo de la cantinela musitada", Prefacio de "Proyecto de obras completas", por Roberto Merino, en Revista de Libros de El Mercurio, 26 de julio 2003.

Premios

  • Primer premio en el Concurso de Poesía de la revista La Bicicleta por 4 tres cientos sesenta y cincos y un 366 de onces
  • Finalista del Premio Altazor de Poesía 2007 con Declaración jurada

Fuentes