Síndrome de Crohn

Síndrome de Crohn
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Clasificación:El síndrome de Crohn es una enfermedad inflamatoria seria del tracto gastrointestinal; afecta principalmente la parte inferior del intestino delgado (íleo) e intestino grueso (colon), pero puede afectar cualquier parte del tracto.

Síndrome de Crohn. Se llama así en honor al Dr. Burrill B. Crohn, quien publicó un papel de gran importancia junto con sus colegas Oppenheimer y Ginzburg en 1932 describiendo lo que hoy se conoce como la enfermedad. de Crohn.

Causa

Causa inflamación del sistema digestivo. Pertenece a un grupo de enfermedades llamado enfermedad intestinal inflamatoria. La enfermedad de Crohn puede afectar cualquier área desde la boca hasta el ano. Suele afectar la parte baja del intestino delgado, llamada ileon. Fig1.

No se conoce la causa de esta enfermedad. Puede deberse a una reacción anormal del sistema inmune del cuerpo. También parece tener una tendencia familiar. Generalmente comienza alrededor de los 13 o 30 años de edad.

Síntomas

Habitualmente el síndrome de Crohn causa diarrea, que puede desarrollarse de forma lenta o comenzar de manera súbita; cólicos abdominales; fiebre y algunas veces sangrado rectal; en algunos casos dolores articulares y lesiones de la piel; otro síntoma es la pérdida de apetito con la consecuente pérdida de peso. Otros síntomas precoces del síndrome son lesiones en la región anal, incluyendo hemorroides, fisuras, fistulas y abscesos.

En pacientes con el síndrome se pueden presentar otros síntomas que no tienen nada que ver con el tracto digestivo, algunos de ellos son:

  • Artritis: frecuentemente los tobillos y rodillas pueden inflamarse, sentirse adoloridas y endurecidas, tales síntomas desaparecen cuando se controla la inflamación intestinal.
  • Aftas: durante los periodos de inflamación activa del intestino se pueden formar pequeñas heridas ulcerativas.
Fig.1
  • Fiebre: como indicador de una inflamación es común la fiebre durante el surgimiento de los síntomas, ésta puede estar presente por semanas o hasta meses antes de manifestarse los síntomas, pero desaparece cuando la inflamación intestinal está bajo control.
  • Problemas oculares: los ojos pueden infamarse, enrojecerse y estar sensibles a la luz, síntomas que aparecen frecuentemente antes de una crisis del síndrome y desaparecen cuando son tratados los síntomas intestinales.
  • Problemas de la piel: las personas con el síndrome pueden desarrollar erupciones cutáneas o enfermedades dolorosas provocadas por hongos, así como enrojecimiento de las piernas; al igual que con los otros síntomas estos mejoran con el tratamiento intestinal.

Etiología

La etiología exacta del síndrome se desconoce, se sabe que es un síndrome crónico y que probablemente sea provocado por una pérdida de la regulación del sistema inmune y/o infección bacteriana. Se inicia con mayor frecuencia durante la segunda y tercera década de vida, pero puede afectar a personas de cualquier edad. No es una enfermedad contagiosa y hay una tendencia ligera a tener carácter hereditario.

Diagnóstico

Debido a que los síntomas varían en cada paciente y muchos de ellos están presentes en otras enfermedades infecciosas del intestino, el diagnostico se dificulta. No existe un examen específico para determinar si una persona sufre o no del síndrome de Crohn. Para la realización del diagnóstico del síndrome los médicos deben evaluar la historia clínica del paciente, tener en cuenta todos los síntomas, realizar exámenes físicos y una variedad de pruebas de laboratorio. Entre los exámenes que el médico puede solicitar para el diagnóstico se encuentran:

El síndrome de Crohn con frecuencia se asemeja a otras enfermedades y los síntomas pueden variar mucho, lo que hace que pueda llevarse algún tiempo para obtener un diagnóstico correcto. En sus fases iniciales, se confunde muchas veces con el síndrome del intestino irritable, por tratarse de dos situaciones muy parecidas, donde las quejas de los pacientes se asemejan. Ver Fig 2.

Fig. 2.

Tratamiento y perspectiva de vida

El tratamiento del síndrome debe ser realizado en etapas. Existe un sistema de medición de la actividad de la enfermedad que se basa en el número de evacuaciones, dolor abdominal, indisposición general, ocurrencia de fistulas y de manifestaciones patológicas, que permite clasificar la enfermedad en leve, moderada o grave.

Si se considera leve el médico llevará un control de la evolución del paciente, indicando un tratamiento más suave que el utilizado en casos avanzados, inclusive a veces no es necesaria ninguna medicación, pero esto variará dependiendo de las características del caso.

El Síndrome de Crohn no tiene por ahora ningún tipo de cura. El tratamiento terapéutico del síndrome se direcciona con la finalidad de reprimir el proceso inflamatorio, los medicamentos disponibles reducen la inflamación y controlan los síntomas, algunos de estos medicamentos son amino salicilatos, corticosteroides, antibióticos, inmunosupresores y terapia biológica, los mismos permitirán disminuir los síntomas e inducir un periodo de remisión y proporcionar la manutención del mismo, pero no curan el síndrome. Fig 3.

Fig. 3.

A falta de respuesta al tratamiento clínico se puede realizar tratamiento quirúrgico para tratar las obstrucciones y las complicaciones que se presenten. Otro punto muy importante a considerar en lo que respecta al tratamiento del síndrome es la dieta, que aunque no tenga un papel definido, si se sabe que algunos alimentos agravan los síntomas. Las recomendaciones nutricionales deben hacerse de forma individualizada, de acuerdo a las condiciones de cada paciente, aunque hay algunas reglas básicas para evitar los síntomas más comunes como diarreas y cólicos intestinales, como son el evitar el consumo de alimentos ricos en fibras, frituras y fermentados, de cualquier forma la parte nutricional del paciente debe ser controlada por un nutricionista.

Cómo manejar sus síntomas

La mejor manera de controlar la enfermedad de Crohn es tomar los medicamentos tal como los receta su médico u otro profesional de la salud. Sin embargo, es posible que los medicamentos no eliminen todos los síntomas que está sintiendo. Es posible que continúe teniendo diarrea ocasional, cólicos, náuseas y fiebre.

Aun cuando no haya efectos secundarios o éstos sean sólo mínimos, puede ser fastidioso estar sujeto a un régimen fijo de medicamentos. Su proveedor de servicios de salud puede brindarle el apoyo que usted necesita. Recuerde, sin embargo, que el tomar medicamentos para controlar los síntomas puede reducir considerablemente el riesgo de brotes de la enfermedad de Crohn. Entre brotes, la mayoría de las personas se sienten bastante bien y libres de síntomas.

Hable con su médico acerca de otros medicamentos que no requieren receta médica que pudiera tomar para ayudarle a calmar esos síntomas. Estos pueden incluir el Lomotil® o la loperamida (Imodium®) que se toman, según sea necesario, para controlar la diarrea. La mayoría de los productos para controlar los gases y ayudar a la digestión también pueden usarse sin peligro, pero consulte primero a su médico antes de tomarlos. Para bajar la fiebre o disminuir el dolor de las articulaciones, hable con su proveedor de salud sobre la posibilidad de tomar acetaminofén (Tylenol®) en vez de una droga antiinflamatoria no esteroidea (AINEs) tal como la aspirina, el ibuprofeno (Advil®, Motrin®), y el naproxeno (Aleve®). Los AINEs pueden irritar su sistema digestivo. Muchos de los medicamentos sin receta médica pueden tener efectos adversos en la enfermedad de Crohn propiamente dicha o interactuar con algunas de las medicinas recetadas para tratar su enfermedad de Crohn. La manera más segura de manejar los medicamentos sin receta médica es seguir las pautas e instrucciones de su médico y farmaceuta.

Otras consideraciones

Cirugía

Muchas personas con la enfermedad de Crohn responden bien al tratamiento médico y nunca tienen que someterse a una intervención quirúrgica. Sin embargo, entre el 66 y el 75 por ciento de individuos pueden requerir cirugía en algún momento durante su vida.

La cirugía podría ser necesaria cuando las terapias médicas ya no controlan bien la enfermedad. También puede servir para reparar una fístula o fisura. Otra razón para una intervención quirúrgica es la presencia de una obstrucción intestinal tal como una constricción (un segmento estrecho del intestino), u otra complicación tal como un absceso abdominal. En la mayoría de los casos el segmento afectado del intestino y cualquier absceso asociado con éste son extirpados. Esto se llama una resección. Por lo general los dos extremos del intestino que están en buen estado se unen en un procedimiento llamado anastomosis. Mientras que la resección y la anastomosis pueden permitirle vivir muchos años libre de síntomas, esta cirugía no es considerada como una cura para la enfermedad de Crohn ya que los síntomas frecuentemente recurren en o cerca del lugar de la reparación.

También es posible que se requiera un estoma si se lleva a cabo la cirugía para la enfermedad de Crohn. Después de que los cirujanos extirpan el segmento del intestino, desvían el intestino delgado a la piel para que la materia fecal pueda vaciarse a una bolsa externa adherida al abdomen. Es posible que sea necesario este procedimiento si el recto está afectado y se requiere su extirpación. Sin el recto, no se puede llevar a cabo una anastomosis. En este caso, el estoma es permanente. También se puede formar un estoma si la infección o inflamación es severa y una anastomosis inmediata no es segura. Bajo estas circunstancias, el estoma por lo general es temporal y se podría cerrar después de varios meses una vez que la inflamación o infección severa se haya controlado.

El propósito de la cirugía en la enfermedad de Crohn es conservar el intestino y permitirle al individuo volver a tener la mejor calidad de vida posible. Sin embargo, a diferencia de la cirugía para la colitis ulcerosa, la cirugía para la enfermedad de Crohn no ofrece una cura.

Dieta y nutrición

Es posible que se esté preguntando si ciertas comidas contribuyeron o causaron su enfermedad de Crohn. La respuesta es “no.” Sin embargo, una vez que la enfermedad se ha desarrollado, sus síntomas pueden disminuir si presta atención a su dieta, reemplaza nutrientes perdidos y promueve curación.

No hay una sola dieta o plan alimenticio beneficioso para todos los que sufren de la enfermedad de Crohn. Las recomendaciones dietéticas deben ser formuladas sólo para usted—dependiendo de la parte afectada de su intestino y los síntomas que esté sintiendo.

La enfermedad de Crohn varía de una persona a otra y aun la misma persona puede experimentar cambios con el paso del tiempo. Lo que fue beneficioso para su amigo no necesariamente le va a convenir a usted. Lo que le funcionó el año pasado podría no funcionarle ahora.

Dieta saludable para mejorar la calidad de vida

Podrá haber momentos en que puede ser beneficioso modificar su dieta, particularmente durante un brote. Su médico puede recomendarle dietas diferentes en diferentes ocasiones, incluyendo:

  • Dieta baja en sodio—Usada durante terapia con corticosteroide para reducir la retención de agua.
  • Dieta baja en fibra—Usada para evitar oclusiones en los pacientes con la enfermedad de Crohn quienes tienen estrechez y para evitar estimulación del movimiento intestinal en la enfermedad de Crohn.
  • Dieta baja en grasas—Típicamente recomendada durante un brote de la enfermedad de Crohn cuando la absorción de grasas pudiera convertirse en un problema.
  • Dieta libre de lactosa—Para aquellos que tienen intolerancia a los productos lácteos.
  • Dieta alta en calorías—Para aquellos que sufren de pérdida de peso o retraso en el crecimiento.

Algunos pacientes pueden tener deficiencias de ciertas vitaminas y minerales (incluyendo la vitamina B-12, ácido fólico, vitamina C, hierro, calcio, zinc, y magnesio) o tener dificultad en ingerir suficientes alimentos para obtener las calorías necesarias. Su proveedor de salud puede identificar y corregir estas deficiencias con suplementos vitamínicos y nutricionales.

Mantener un diario de los alimentos que consume puede ser de gran ayuda. Le permite ver la conexión entre lo que usted come y los síntomas que pueden surgir. Si ciertos alimentos le están causando problemas digestivos, trate de evitarlos. Aun cuando algunos alimentos específicos no empeoran la inflamación subyacente de la enfermedad de Crohn, ciertos alimentos tienden a empeorar los síntomas. A continuación hay algunas sugerencias de útiles:

  • Reduzca la cantidad de comida grasa o alimentos fritos en su dieta, los cuales pueden causarle diarrea y gas.
  • Coma porciones más pequeñas a intervalos más frecuentes.
  • Limite el consumo de leche o productos lácteos si tiene intolerancia a la lactosa. Si no tiene intolerancia a la lactosa, no necesita limitar los productos lácteos.
  • Evite las bebidas gaseosas si tiene problemas excesivos de gas.
  • Limite la cafeína cuando tiene diarrea fuerte, ya que la cafeína puede actuar como laxante.
  • Los alimentos blandos y suaves pueden tolerarse mejor que los alimentos picantes muy condimentados, aunque no siempre.
  • El limitar el consumo de ciertos alimentos que contengan mucha fibra tales como las nueces, las semillas, y los vegetales crudos podrían disminuir sus síntomas, especialmente si tiene un segmento estrecho de intestino.

Es importante mantener una nutrición apropiada en el manejo de la enfermedad de Crohn. La buena nutrición es esencial en cualquier enfermedad crónica, pero especialmente en la enfermedad de Crohn. El dolor abdominal y la fiebre pueden causar pérdida de apetito y pérdida de peso. La diarrea y el sangrado rectal pueden robarle al cuerpo fluidos, minerales, y electrolitos. Estos son nutrientes en el cuerpo que deben permanecer balanceados para que el cuerpo funcione adecuadamente.

Eso no quiere decir que usted debe comer ciertos alimentos y evitar otros. La mayoría de los médicos recomiendan una dieta bien balanceada para evitar la deficiencia nutricional. Una dieta saludable debe incluir una variedad de alimentos de todos los grupos alimenticios. La carne, el pescado, el pollo y los productos lácteos (si los tolera) son fuente de proteína; el pan, los cereal, almidones, las frutas, y los vegetales son fuente de carbohidratos; la margarina y los aceites son fuente de grasas. Un suplemento dietético tal como un complejo multivitamínico le puede ayudar a suplementar su dieta.

Terapias complementarias y alternativas

Algunas personas que viven con la enfermedad de Crohn buscan la medicina complementaria y alternativa (MCA) para utilizarla en conjunto con las terapias convencionales y ayudar a disminuir sus síntomas. Las terapias MCA pueden funcionar de varias maneras. Pueden ayudar a controlar los síntomas y reducir el dolor, a sentirse mejor, mejorar la calidad de vida, y posiblemente estimular el sistema inmunológico. Hable con su médico acerca de cuáles son las mejores terapias para controlar su enfermedad.

Estrés y factores emotivos

La enfermedad de Crohn afecta prácticamente cada aspecto de la vida de una persona. Si usted sufre de la enfermedad de Crohn, lo más seguro es que tenga preguntas acerca de la relación que existe entre esta enfermedad con el estrés y factores emotivos.

Aunque los brotes a veces están asociados con situaciones o períodos estresantes, no hay pruebas de que el estrés cause la enfermedad de Crohn. Lo más seguro es que el estrés emocional que las personas experimentan en ciertas ocasiones es una reacción a los síntomas de la enfermedad misma. Individuos que sufren de la enfermedad de Crohn necesitan comprensión y apoyo emocional de sus familias y médicos. Debido a que la depresión puede estar asociada con enfermedades crónicas, su médico puede recomendarle un medicamento antidepresivo y/o referirlo a un profesional de la salud mental. Aunque la sicoterapia formal por lo general no es necesaria, algunas personas se benefician cuando hablan con un terapeuta que está bien informado acerca de la enfermedad crónica en general.

Cómo ayudar a mantener el estado general de su salud

Es importante mantener el estado general de su salud. Además del contacto con su gastroenterólogo también recuerde consultar a su proveedor de servicios de salud periódicamente acerca de otros asuntos importantes, incluyendo vacunas, salud bucal, la vista, el corazón, chequeo de la próstata y análisis periódicos de sangre.

Cómo vivir su vida

Puede ser difícil y estresante aprender que tiene la enfermedad de Crohn. Con el pasar del tiempo, esto no va a ser motivo de preocupación. A medida que pasa el tiempo, no va a pensar en esto. Mientras tanto, trate de no ocultar su afección a su familia. Hable con ellos acerca de ella y ayúdeles a entender cuál es el tipo de apoyo que usted necesita.

Aprenderá que hay muchas estrategias que le permitirán tener una vida más llevadera con la enfermedad de Crohn. Las técnicas para manejar la enfermedad pueden tomar varias formas. Por ejemplo, los ataques de diarrea o el dolor estomacal pueden atemorizarlo cuando esté en lugares públicos. Pero eso no es necesario. Lo único que se necesita es un poco de planeación y práctica de antemano.

Usted aprenderá que hay numerosas estrategias que le facilitarán mucho más vivir con la enfermedad de Crohn.

Quizás quiera incorporar en sus planes algunos de los siguientes pasos:

  • Entérese dónde están los baños en los restaurantes, en áreas comerciales, en los cines/teatros, y en el transporte público.
  • Cuando viaje, lleve consigo ropa interior extra, papel higiénico o toallitas húmedas.
  • Cuando su viaje sea más lejos o más largo, hable primero con su médico. Entre sus planes de viaje deberá incluir una buena reserva de su medicamento, el nombre genérico por si acaso se le agota o lo pierde, y el nombre de médicos en el área que estará visitando.
  • Trate de vivir su vida lo más normalmente posible, continuando las actividades que hacía antes del diagnóstico. No hay razón por la cual no debe hacer las cosas que hacía antes o que soñaba hacer algún día.

A pesar de que la enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica seria, no es una enfermedad mortal. No cabe duda de que es difícil vivir con esta enfermedad—tiene que tomar medicina y, de vez en cuando, hacer otros cambios. Es importante recordar que la mayoría de las personas con la enfermedad de Crohn pueden vivir una vida productiva.

También recuerde que cuando toma medicamentos para mantener su estado de salud, puede reducir considerablemente los brotes de la enfermedad de Crohn. Los síntomas desaparecen entre brotes, y la mayoría de las personas se sienten bien.

Esperanza para el futuro

Los investigadores alrededor del mundo están dedicados a la investigación para ayudar a los pacientes con la enfermedad de Crohn. Esas son buenas noticias cuando se trata de implementar nuevos tratamientos para controlar esta enfermedad. Estamos viviendo una época que promete ser muy positiva para el desarrollo de nuevos tratamientos. Con varios tratamientos experimentales, ensayos médicos; los expertos predicen que hay una gran cantidad de nuevas terapias para la enfermedad de Crohn.

Se espera que los estudios genéticos produzcan información relevante que impulsará la búsqueda de nuevas terapias. La esperanza es que el daño causado por la inflamación retroceda, y aún prevenir que comience el proceso de la enfermedad en primer lugar.

Resulta cada vez más claro que la respuesta inmunológica de una persona a la bacteria normal intestinal juega un papel importante en la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Una gran parte de las investigaciones está dirigida actualmente a entender la composición, el funcionamiento, y el papel preciso de la bacteria intestinal en los síntomas. Se espera que el conocimiento obtenido de las investigaciones más recientes conduzca a nuevos tratamientos que controlen o prevengan la enfermedad.

Las investigaciones han logrado grandes adelantos en el campo de la inmunología, el estudio del sistema de defensa inmunológico; microbiología, el estudio de organismos microscópicos con el poder de causar enfermedades; y la genética. A través de los esfuerzos continuos de investigación, se aprenderá mucho más y eventualmente se encontrará una cura.

Fuentes