Santa Juana de Francia

Santa Juana de Francia
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Religión o MitologíaCatólica
Fecha de canonización28 de mayo de 1950 .
País o región de origenBandera de Francia Francia

Santa Juana de Francia. Juana de Valois o Duquesa de Berry, tal fue la transparente inocencia de esta Santa, la diafanidad de su pureza, la carencia de la más pequeña dosis de suspicacia o de malicia que compensaba la deficiencia de su cuerpo con la belleza de su espíritu.

Síntesis biográfica

Nace en Nogent-le-Roi el 23 de abril de 1464 hija del rey de Francia Luis XI y la reina Carlota de Saboya. Fue rechazada por su padre desde su nacimiento, a causa de su sexo, primero, y también por su complexión enfermiza y deforme, luego. Se le diagnosticó raquitismo y Escoliosis, deformación de la columna vertebral y desarrollo desigual de los miembros inferiores y de la pelvis y una debilidad ósea generalizada.

La pequeña princesa vivió junto a su madre hasta los 5 años en el castillo de Amboise, luego fue llevada al castillo de Linieres, mientras que sus hermanos Carlos y Ana, continuaban en Amboise, nunca más volvió a ver a su madre. Fue enviada lejos para ser criada por guardias Francisco de Beaujeu, señor de Linieres y su esposa Ana de Culan, elegidos por el mismo rey Luis XI en una casa de campo, y privada de los privilegios propios de su rango, con escasas comodidades y no pocas necesidades, fue la intensa soledad y miseria moral de su vida, que hizo primeramente a Juana, acercarse a Dios, en busca de consuelo, y que le motivó desde muy niña, a una tierna y práctica devoción a la Bendita Virgen.

La pequeña se encariñó mucho con ellos y creció rodeada de un ambiente cariñoso y estrictamente religioso. La enseñanza religiosa encontraba en esta niña un terreno muy fértil.

El rey, su padre, no la visitaba ni quería saber mucho de ella, pero como gran estratega político que era, comenzó a organizar la boda cuando Juana aún era muy pequeña. Se eligió como futuro marido de la princesa Juana a su primo Luis, cuando firmó el contrato matrimonial y su futura suegra la conoció estuvo a punto de desmayarse al ver lo deforme que era la joven princesa.

El príncipe Luis no toleraba la presencia de su esposa, y ella sufría humillaciones continuas; vivía en Limieres la mayor parte del tiempo, aislada de la corte, y cuando su esposo forzosamente la visitaba, este se pasaba el tiempo cazando o persiguiendo mujeres. No quiso seguir casado con Juana y decidió repudiarla alegando que nunca se consumó el matrimonio y que ella no era capaz de darle un heredero a la corona. Luego de un juicio vergonzoso para ambos, Luis consigue el divorcio.

Pero las dos virtudes en las que Juana había resuelto imitar a la Virgen, silencio y humildad, hicieron que ella enfrentara valientemente el asunto como vino. Aceptó el veredicto cuando llegó, meramente dando gracias a Dios por dejarla en libertad de servir a Su Madre, como siempre quiso, fundando una orden a Su servicio. Fue nombrada Duquesa de Berry y le fue entregada esa provincia para gobernarla. Durante su vida en Bourges, la capital, cumplió sus deberes como gobernante con toda conciencia y ternura por el bienestar de sus súbditos. En 1500, junto con su director espiritual franciscano, Gilbert Nicolas, Juana fundó la Orden de la Anunciata, de oración y penitencia, cuya principal regla era imitar las virtudes de María, como se mostraban en los Evangelios. Por fin la repudiada reina halló felicidad en dedicarse a su trabajo y hacia el final de su vida, ella misma hizo sus votos, se quitó su anillo matrimonial –que sin embargo, siempre había llevado-, y vistió el hábito bajo sus ropas. A pesar de su mala salud y constante sufrimiento, había hecho mucha penitencia corporal toda su vida, además de dedicar muchas horas a la oración.

En el monasterio construido por ella pronuncia sus votos en 1503. Desgastada por el ayuno continuo al que se sometía murió el 4 de febrero de 1505, tenía apenas 40 años. Se encontró sobre su cuerpo lacerado un singular cilicio: un trozo de laúd, había clavado en él cinco clavos de plata en recuerdo de las cinco llagas de Cristo, y lo mantenía fijo a su pecho por un círculo de hierro. Su esposo que la había humillado y rechazado tantas veces, hizo celebrar en su honor grandes funerales. Fue beatificada en el siglo XVIII y canonizada el 28 de mayo de 1950.

Fuentes

  • Historia de la vida de los santos. Archivos de la Iglesia católica. Tacajó, Báguanos.
  • Artículo Juana de Valois Disponible en "ec.aciprensa.com" Consultado: 19 de abril de 2012 .