Secta religiosa

Secta religiosa
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Concepto:Es el conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta.

Secta religiosa. Conjunto de seguidores de una doctrina religiosa o ideológica concreta. El término se usaba originalmente solo para aludir a partidos o comunidades de personas con afinidades comunes (culturales, religiosas, políticas, esotéricas, etc.), que a través de sus enseñanzas o ritos se diferenciaban de otros grupos sociales.

Posteriormente adoptó el sentido secundario de «herejía», o creencia y grupo disidente que se separa de su fuente original, o que discrepa de las religiones mayoritarias, casi siempre con connotaciones peyorativas.

Luego, en los años ochenta se define el concepto de "nuevos movimientos religiosos" para diferenciarlos del concepto negativo popular de "sectas", y evitar así la persecución de minorías. Actualmente aún hay preocupación entre las autoridades civiles frente a los grupos sectarios auténticamente peligrosos, por lo que se ha sugerido el concepto de «sectas destructivas».

Etimología

El término castellano «secta» proviene del latín sequi: seguir, que se aplicaba a las escuelas de filosofía (de donde viene sectátor y sectatorios: ‘adherente’, ‘seguidor’, y se refiere a ‘seguir a un maestro o líder’). También se han planteado dudas sobre si proviene del latín secare (‘cortar, separar’). De secare provienen las palabras «insecto» y «sector». En ambos casos está presente la idea de separación.

Actualmente el término usado, y menos peyorativo «nuevos movimientos religiosos», hace referencia a sectas inocuas. El problema de la terminología es importante, ya que desde distintas áreas del pensamiento y de la ciencia se ofrecen diversas definiciones.

Los sociólogos angloparlantes utilizan la palabra sect (‘credo’, ‘culto’ o incluso ‘secta’ en su acepción menos usada) para referirse a un grupo religioso que también tiene un alto grado de tensión con la sociedad circundante, pero cuya creencia es, dentro del contexto de esa sociedad, en gran parte tradicional. El término peyorativo cult, equivalente a la palabra española «secta» en su acepción más común, indica el grupo que tiene un alto grado de tensión con la sociedad circundante.

Historia

En el mundo antiguo se consideraban a los «sectarios» como personas que seguían las enseñanzas de un filósofo. Los primeros cristianos fueron llamados «secta de los nazarenos» por los judíos.[1] El Nuevo Testamento y las cartas atribuidas a San Pablo utilizan la palabra hairesis (αἵρεσις, ‘elección’, ‘lo elegido’, ‘alternativa’, ‘partido’ o ‘facción’ ) para referirse a las subdivisiones del judaísmo y las divisiones dentro de la comunidad cristiana.[2][3] [4]. En el caso de estas últimas queda manifiesto que se las veía bajo una luz negativa.

En el cristianismo primitivo se usó cada vez más el término hairesis para referirse a las desviaciones de grupos disidentes cristianos de la comunidad completa, y con el tiempo se consideraron como herejías, es decir «falsas doctrinas», en contraste con una ortodoxia definida. Esta idea fue apoyada por la Iglesia católica durante la Edad Media y posteriormente, al calificar, por ejemplo, como «secta luterana» a los protestantes, definición mantenida en ciertos textos hasta el siglo XX.

Todavía hoy en círculos protestantes se sigue esta línea de pensamiento. Por ejemplo, el ministro metodista episcopal estadounidense Charles Samuel Braden dio esta definición:

«Una secta, como yo la defino, es cualquier grupo religioso que difiere significativamente en uno o más respectos en cuanto a la creencia y práctica de esos grupos religiosos que son considerados como expresiones normativas de la religión en nuestra cultura total».

Uso en el lenguaje coloquial

En el uso popular a menudo se consideran sectas simplemente a organizaciones religiosas a las que se ve como potencialmente peligrosas o problemáticas, o bien alejadas de la ortodoxia teológica, como «herejías». Esto incluye a algunos grupos y organizaciones dentro de las iglesias tradicionales, así como a nuevos grupos, en particular los surgidos a partir de la segunda mitad del siglo XIX.

En los años setenta y ochenta, del siglo XX se consideraban las sectas como una «religión de jóvenes», ya que inicialmente muchos se afiliaron a distintas sectas, siguiendo el ejemplo de personajes populares. «Secta» se utiliza hoy en día de manera peyorativa, y hay quien lo considera un grito de batalla. A menudo se acusa que algunas de estas sectas lo fueron principalmente por motivos económicos, que se convirtieron en comunidades religiosas para conseguir la protección especial del Estado, mayores libertades y derechos, así como para disfrutar de exención de impuestos.

Controversias

El tema de las sectas ha provocado controversia en repetidas ocasiones. Hay dos campos opuestos: por un lado están, sobre la base de la libertad religiosa y la condena de las restricciones a los grupos religiosos, representantes de las propias minorías religiosas y filosóficas, académicos estudiosos de la religión, algunos sociólogos, abogados y organizaciones no gubernamentales (ONG) defensoras de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional (que reserva el término «secta» para grupos religiosos minoritarios y comprobadamente violentos).

Amnistía, en su informe anual 2011, denunció leyes y medidas «antisectarias» que limitan la libertad de culto, en lugares como Afganistán, Arabia Saudita, Argelia, Armenia, Bélgica, Birmania, China, Eritrea, España, Francia, Irán, Israel, Malasia, Marruecos y el Sahara Occidental, Países Bajos, Palestina, Ruanda, Turkmenistán, Uganda, Uzbekistán, Vietnam y Zimbabue.

Las denuncias van desde la prohibición del uso del velo religioso, hasta el encarcelamiento arbitrario de artistas acusados de cuestionar a las religiones mayoritarias. Es de preocupación la manipulación con fines políticos del concepto de secta, así como su uso arbitrario en defensa de las religiones oficiales contra cualquier discrepancia. Este uso arbitrario en ocasiones ha desatado golpizas y linchamientos contra ciudadanos pacíficos, minorías religiosas y objetores de conciencia.

Por otro lado, hay quienes sinceramente condenan con energía a ciertos grupos religiosos debido a que limitarían objetivamente la libertad de las personas, incluyendo a representantes de iglesias y religiones, a funcionarios de agencias estatales, y las iniciativas creadas por familiares, antiguos miembros disidentes, psicólogos, sociólogos, científicos, políticos y abogados y ONG privadas como RIES.

Estas controversias a menudo giran en torno a acusaciones como:

  • Restricciones a la libertad de culto contra las sectas por las críticas de sus prácticas y las medidas tomadas para aplicar la ley, y dentro de ellas mismas por las restricciones de los líderes contra la disidencia.
  • Restricciones a la libertad religiosa reconocida por el derecho internacional y las constituciones nacionales hacia los nuevos grupos religiosos o minorías étnicas con sus propias tradiciones religiosas.
  • Restricciones a la libertad de expresión de los miembros del grupo, tanto por parte del estado como por su propia dirigencia.
  • Restricciones a la libre circulación de los miembros del grupo (dentro y fuera del país).
  • Intromisión estatal en cuestiones de moral o creencias personales.
  • Explotación económica de los miembros por las largas horas de trabajo y salario mínimo, por casos de explotación sexual o abuso sexual de niños, niñas y adolescentes, ya sea por los miembros del grupo u organismos represivos antisectarios.
  • Fraudes, evasión de impuestos, rompimiento de leyes y tradiciones religiosas, de costumbres sociales consuetudinarias, objeción de conciencia ante leyes consideradas contrarias a sus creencias, etc.
  • Culto al líder del grupo, que le da total control sobre los miembros, tanto física como psicológicamente.
  • Uso de la violencia en un afán de defensa paranoica o en abierta intolerancia hacia otros grupos.
  • Conflictos familiares, particularmente en las familias donde uno de los padres ha abandonado el grupo y los niños continúan en él, o en grupos que inducen a abandonar radicalmente y hostilmente al núcleo familiar para vivir en comunidad.
  • Imposibilidad de que los niños accedan a la educación, atención médica, y de visitar a miembros de la familia fuera del grupo o comunidad

Cobertura en los medios

Casos aislados sobre violencia relacionados con las sectas han llegado a los titulares de prensa. Especialmente espectaculares han sido los siguientes:

  • Años setenta: Ervil LeBaron ―líder de la secta Iglesia del Cordero de Dios (separada de los mormones)― ordena el asesinato de 25 de sus rivales.
  • Años setenta: en Colonia Dignidad (Chile), liderada por el alemán Paul Schäfer (1921-2010) los niños eran abusados sexualmente y se torturaba a opositores políticos a la dictadura militar de Augusto Pinochet.
  • Vista de Jonestown en Guyana
  • 1978: en Guyana se suicidan en masa más de 900 miembros del Templo de los Pueblos.
  • Años ochenta: Yahweh ben Yahweh, líder de la Nación de Yahvé, es acusado como responsable de casi dos docenas de asesinatos.
  • 1984: en varios bares de la ciudad The Dalles (Oregón), seguidores del gurú Osho (Bhagwan Shri Rashnísh) realizan un ataque con salmonella; unos 750 residentes fueron infectados (ataque bioterrorista osho de 1984).
  • 1989 (17 de abril): en Kirtland (Ohio), Jeffrey Lundgren, líder de una secta separada de los mormones, asesinó a los cinco miembros de una familia por «desleales». El 24 de octubre de 2006, Lundgren fue ejecutado por el Estado.
  • 1993: Resistencia armada de los davidianos contra las autoridades de Estados Unidos, en la que murieron 4 policías y 80 miembros de la secta.
  • 1994 a 1997, en Suiza, Canadá y Francia, la secta Orden del Templo Solar ordena suicidios en masa y el asesinato de 74 miembros.
  • 1995: la secta Aum Shinrikyō ataca el metro de Tokio con gas venenoso: mueren 12 personas y alrededor de 1000 resultan heridas. Fue el mayor ataque de una secta contra gente ajena a ella en los tiempos modernos.
  • 1997: el suicidio en masa de los seguidores de la secta Puerta del Cielo.
  • 1998: detienen a los miembros del Centro de entrenamiento para la liberación de la energía Atma acusados de presuntamente intentar llevar a cabo un suicidio ritual en el Parque Nacional del Teide en Tenerife (España).
  • 2000/03/17: en Uganda el Movimiento para la Restauración de los Diez Mandamientos de Dios asesina a más de 1000 miembros.
  • 2002: seguidores de Swami Omkarananda (fundador del Centro de Luz Divina) intentan asesinar a sus opositores.
  • Se incluyen a su vez los crímenes de grupos de ultraizquierda, como Sendero Luminoso, ETA, etc.; de ultraderecha, como agrupaciones skinhead y neonazis; y adherentes a la jihad islámica, como Al Qaeda

Uso legal

En los medios jurídicos, sociológicos y religiosos y en el contexto científico, el término rara vez se utiliza ahora en su sentido tradicional. Los grupos religiosos se denominan «organizaciones» o «movimientos religiosos».

Nuevos movimientos religiosos

Debido al uso arbitrario y peyorativo que empezó a tomar la palabra «secta», tras los debates de los años setenta, en los años ochenta algunos estudiantes ―especialmente de sociología y teología― empezaron a emplear el término «nuevos movimientos religiosos» para referirse a cualquier grupo religioso, ético y espiritual, de reciente creación, que aún no haya sido integrado o recogido en las principales corrientes religiosas preexistentes, ni tampoco haya recibido la denominación de iglesia o religión.

Mientras algunos utilizaban este término para referirse solo a las nuevas religiones de carácter benigno, siguieron reservando el término «secta» para los grupos de carácter religioso, psicoterapeuta, político e incluso comercial, que consideraban extremadamente manipuladores, explotadores y peligrosos.

Actualmente todavía no ha terminado el debate académico entre las palabras secta y nuevo movimiento religioso. En esta definición, el adjetivo nuevo se utiliza tanto en el sentido de origen reciente como para expresar su diferencia frente a las religiones preexistentes. Incluso en la definición «de reciente origen» hay controversia. Algunos autores establecen que se usa para referirse a las religiones surgidas del nuevo contexto mundial tras la Segunda Guerra Mundial. Otros, sin embargo, se remontan a la fe bahai (del siglo XIX), mientras que otros lo hacen a partir de la religión sij (del siglo XVII).

Nuevo en el sentido de «diferente a las demás religiones» no presenta ningún tipo de discordia entre los expertos. Algunos autores también consideran a grupos que, si bien pertenecen a una de las religiones reconocidas, o se consideran religiones separadas, o no se integran bajo la misma denominación. Generalmente, las denominaciones cristianas aparecidas antes del siglo XIX no se encuentran recogidas en este grupo de «nuevas religiones».

No obstante, hay otros grupos, catalogados por algunos autores como nuevas religiones, que no se consideran a sí mismos una religión. Ken Wilber distingue los grupos problemáticos o incluso destructivos de los que pueden ser clarificadores e incluso beneficiosos, utilizando como criterios:

  • El grado de madurez,
  • La integración en la sociedad,
  • El tipo de autoridad en el grupo.

Ejemplos de nuevas religiones

Las nuevas religiones son muy diferentes en cuanto a sus creencias, prácticas, formas de organización y aceptación social. Algunos autores como Irving Hexham y Karla Poewe han propuesto denominar a las nuevas religiones como subculturas globales, sobre todo en casos en los que un grupo ha logrado integrantes de varias naciones.

En general, el número de personas pertenecientes a las nuevas religiones es muy inferior a los fieles de las grandes religiones. Sin embargo, las nuevas religiones han ganado muchos fieles en África, Japón y Melanesia. En África se ha documentado la aparición de unas 6000 nuevas iglesias indígenas desde los años sesenta. En Japón han surgido nuevas religiones basadas en el sintoísmo y el budismo, algunos propios del siglo XIX durante la dinastía Meiji, y otros a raíz del final de la Segunda Guerra Mundial.

Alrededor del 25 % de las religiones del mundo se encuentran en la Melanesia, es decir, archipiélagos tales como Papúa Nueva Guinea, las Islas Salomón, Vanuatu y Fiyi. A esto se debe la importancia de las nuevas religiones en este importante foco de diversidad cultural. En la época de su creación, la mayoría de las grandes religiones actuales también se consideraban nuevas religiones. Por ejemplo, el cristianismo fue considerado tanto por el judaísmo como por la cultura romana como un sacrilegio a las doctrinas existentes. A su vez, el protestantismo se consideró una nueva religión escindida del catolicismo. La orden francisca, la orden jesuita y la teología de la liberación fueron incomprendidas y hasta objeto de hostilidad en su momento.

Organización interna de las sectas religiosas

Según Bryan Wilson, las características más generales de las sectas religiosas son las siguientes:

  • La asociación es voluntaria, aunque puede ser inducida o fomentada
  • Una afiliación que puede presuponer cierta exigencia personal comprobada o sometida a examen por las autoridades del grupo
  • Puede existir una pretensión de exclusividad, por lo que sanciona con la expulsión a los que contravienen a la doctrina, preceptos morales u organizativos del grupo
  • Puede existir una pequeña élite de personas a las que se les asigne un conocimiento o habilidades especiales
  • Aspiración a la perfección personal (cualquiera que sea el modo en que ésta se conciba).
  • Afirmación real del sacerdocio de todos los creyentes
  • Puede basarse en una participación laica
  • Posibilidad de que los miembros expresen voluntariamente su compromiso
  • Pueden mostrar indiferencia frente a la sociedad secular y el estado.

Según Stark Warner:

«las sectas son grupos que se dotan a sí mismos de la estructura y de la organización requerida para administrar la identidad de sus adherentes en función de un conjunto claramente definido de creencias o ideologías, pero además hay que considerar que las sectas presentan un inconformismo frente a las iglesias denominadas mayoritarias, es decir las sectas constituyen una contracultura, pero que mantienen un sistema unificado de creencias y prácticas relativas a las cosas sagradas, unidas en una estructura moral tipo congregación, manifestando el sentido tendiente a la «colectividad».

Algunas características que son tomadas en cuenta para definir una secta religiosa son:

  • Su respuesta al mundo,
  • Clase de reacción en las creencias
  • Prácticas usuales de sus miembros.

Sectas destructivas

Una secta destructiva es un grupo de personas que sigue un determinado movimiento religioso o ideológico en la cual se practica el control mental; por lo que, bajo una apariencia inofensiva, puede ser muy peligrosa; por los efectos nocivos que producen en los miembros. Estos efectos se perciben a largo plazo y por lo general rayan en escandalosos casos de índole violenta con tintes suicidas, homicidas o incluso genocidas.

Son grupos que se presentan bajo forma de asociación, o asociaciones que aparentemente abarcan temas culturales, políticos, religiosos o incluso de tratamiento frente a enfermedades o problemas sociales. Se caracterizan principalmente por usar técnicas de persuasión coercitiva como método de influencia social, previamente se usan métodos de seducción y además cuentan con uno o varios líderes. Es muy frecuente una jerarquía piramidal de orden. Suelen usar además situaciones de desorientación social como desastres naturales, de guerra o terrorismo, para reafirmar el fin generalmente apocalíptico del mundo y su falsedad, muchas veces también con fin lucrativo. En algunos países están catalogadas como destructivas o peligrosas y por lo mismo prohibidas, actuando a menudo en la clandestinidad.

Según la exparlamentaria, política, escritora, profesora y columnista Pilar Salarrullana, miembro de la Comisión del Congreso de los Diputados para el estudio de las sectas, el verdadero motivo para inscribirse en el registro del Ministerio de Justicia es por las ventajas fiscales que aporta y la imagen de seriedad que imprime. Otros de los peligros de las sectas, afirma esta autora,

...son el aislamiento social que propugnan, el radicalismo religioso y la persecución de críticas formuladas en su contra...

Se define peligrosa cuando, por su filiación a esta secta, la persona desarrolla problemas de adaptación social, laboral o familiar, cuando además se coarta la libertad o la dependencia a ésta. Algunos psicólogos y especialistas afirman que más de un tercio de los acólitos acaba abandonándolas, aunque si poseen una personalidad débil y «presectaria» tienen un riesgo elevado de volver a entrar en otro grupo social o secta peligrosa, a modo de adicción. En algunos casos se trata de alienación mental.

El tema de las sectas destructivas ha alcanzado en ciertas épocas tal notoriedad —por ejemplo en Estados Unidos durante los años sesenta o en España durante los años ochenta— que en algunos idiomas europeos la palabra secta se utiliza únicamente para referirse a este tipo de grupos religiosos alienantes, sin utilizar sus otras acepciones.

Características

La principal característica de las sectas destructivas es su habilidad para implantar, utilizando el control mental, una personalidad gregaria en sus adeptos, provocando en la persona el llamado Síndrome disociativo atípico. Además suelen poseer también:

  • Organización autoritaria y piramidal: no existe la democracia en ninguno de los escalones ni se permite la crítica y se inculca el destierro del pensamiento crítico.
  • Existencia de un líder, o grupo de líderes, cuya decisión es la única que cuenta. El líder controla todos los movimientos de los miembros, así como su dinero y no se somete a las mismas reglas que los seguidores. Pero el líder y los adeptos se creen el mensaje o terminan creyéndolo; mencionar que los dirigentes de segundo nivel no suelen compartir la creencia y sí el afán de lucro y poder.
  • Aislamiento de los adeptos del mundo en general y de las relaciones familiares en particular.
  • Se controla toda la información que les llega.
  • Se instala un discurso demonizador del "mundo", a la vez que se insta a los adeptos a depositar una confianza ilimitada en la secta; especialmente en los dirigentes del segundo nivel.
  • En 1995, una comisión de la Asamblea Nacional francesa presidida por Alain Gest, estableció algunos criterios para caracterizar a las sectas destructivas:
  • Desestabilización mental
  • Carácter desorbitado de las exigencias financieras a sus adeptos
  • Ruptura inducida con el entorno o ambiente de origen
  • Atentados contra la integridad física
  • Reclutamiento de los niños
  • Discurso antisocial
  • Disturbios de orden público
  • Importancia de querellas judiciales contra las sectas
  • Eventual desvío de los circuitos económicos tradicionales y tentativas de enfrentamiento en los poderes públicos.

Véase además

Referencias

Fuentes

  • Martin Kriele: «Sectas como grito de batalla», artículo en la revista Frankfurter Allgemeine Zeitung, 1994
  • Real Academia Española (2014). «secta». Diccionario de la lengua española (23ª. edición). Madrid: Editorial Espasa
  • Warner, Stark: Las sectas protestantes. México: Fondo de Cultura Económica (edición popular), 1986
  • Wilson, Bryan: Sociología de las sectas religiosas. Madrid: Guadarrama, 1970