Sentido de pertenencia
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Sentido de Pertenencia e Identidad del Criollo. El colonialista sembró en el suelo de Cuba una semilla socio-ideológica de incalculable alcance. El apego a la tierra hizo que el nuevo sujeto se fuera apropiando del medio, en el que la misma tierra es la base y en él madurara una nueva forma de la conciencia, indudablemente criolla, durante la primera mitad del siglo XVIII.
Sentido de Pertenencia: Conciencia que una persona tiene de sentirse propietario de alguien o algo.
Identidad: Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás.
Definición y matices
El criollo es un producto nuevo, diferente de su componente español o africano y por qué no, aborigen, culturalmente formado en el transcurso de más de dos siglos de existencia. Y precisamente a ese matiz cultural, diferenciador, es al que se refirió José Juan Arrón, dándole tratamiento, brevemente, a un caso de mucha especificidad: el mito de la Virgen de la Caridad, recreado por primera ves en el presbítero Onofre de Fonseca, quien da cuanta de la aparición de su imagen, en el año 1703.
Los elementos que hacen más creíble el mito indudablemente es ese entrelazamiento con la realidad. El escenario es la bahía de Nipe en la provincia de Holguín, donde en una embarcación navegaban dos indios, posiblemente mestizos y un negro, en busca de sal producto de primera necesidad. Estos, obsérvese bien su composición étnica, se encuentran con la Virgen de tez morena ella.
Esta misma virgen es la que tiempo después reaparece en las minas de El Cobre en Santiago de Cuba, lugar donde se conoce, se encuentran en fecha bien temprana de la explotación colonial: el blanco canario preferiblemente; el aborigen; el negro esclavo y el liberto, en circunstancias idénticas.
En estos elementos étnicos surgen también los motivos necesarios para una cultura mestiza emparentada directamente con el sentimiento económico, social y político del criollo. Esta nueva clase se apropia de un sentimiento de religiosidad muy fuerte, del que cada día se apropia con mayor arraigo la Iglesia Católica, parte indudable del poder colonial; se percata de ello y lo afianza.
El mito es ya inseparable de la clase como tal, del medio en que la misma tuvo su desarrollo. Nuevamente el suelo con su arraigo despierta otras fuerzas para sentirse más apegado a él, para defenderlo de los intentos foráneos, sentando los precedentes de un inusitado amor a la comunidad, a la tierra, descubriendo sentimientos tan fuertes como la revendía, acompañado de una gran voluntad y conciencia, que hicieron de los esclavos de esa mina ser los primeros en revelarse en masa, e insurreccionar desde fecha temprana la región oriental de Cuba, motivo suficiente por lo que hoy día es declarado el lugar Patrimonio de la Humanidad.[1]
Referencia
- ↑ Arrón, José Juan. “Criollo: definición y matices de un concepto”
Fuentes
- Biblioteca Municipal.
- Historiador de la localidad.
- Archivos del Museo Municipal.
