Septicemia neonatal equina

Septicemia neonatal equina
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Septicemia neonatal equina: Enfermedad infecciosa de transmisión digestiva, umbilical o intrauterina. Afecta los sistemas respiratorio, intestinal, renal y a las articulaciones. Son susceptibles los equinos y porcinos. No es estacional y tiene un periodo de incubación de 1 a 3 días. Ocasionalmente puede ser una zoonosis.

Epizootiología

Esta enfermedad, que muchas veces tiene desenlaces mortales, puede presentarse al nacimiento o en los primeros días de vidas. Junto a Actinobacilusequuli estar asociadas a infecciones por Escherichiacoli, Proteussp. Y Actinomycespyogenes. A. equuli ocasiona septicemia en potrillos y nefritis y artritis en potrillos y lechones. En equinos y porcinos adultos provoca endocarditis, meningitis y abortos. La bacteria ingresa tras la ingestión de los líquidos placentarios o por los vasos umbilicales. El potrillo débil y con bajas defensas es susceptibles de adquirir la infección. Esto sucede ante yeguas con poca producción de lecheo que perdieron cierta cantidad por una bajada preparto, y ante potrillo incapaces de mamar o que no lo han recibido calostro por razones diversas.

Bacteriología

Actinobacillusequuli pertenece a la familia Pasteurellace donde también se ubican los géneros Haemophytus y Pasteurella. Es una bacteria con forma de bastón, aerobia, inmóvil y Gram negativa. En menos de 48 horas y a 37 grado desarrolla bien en medios con agar sangre y con un 5% de dióxido de carbono. Se forman colonias blanco azuladas, húmedas y lisas, con un diámetro aproximado a 0,3 – 0,5 milímetros.

Patogénesis

Vía sanguínea, los gérmenes se diseminan por todo el organismo provocando lesión es granulomatosas en los tejidos afectados. En los pulmones y las articulaciones dan cuadros neumónicos y poli artríticos, respectivamente. En riñones ocasionan nefritis y en el tracto gastrointestinal provocan síntomas de abdomen agudo, enterocolitis y severas diarreas. De alcanzar el sistema nervioso central, las bacterias causan convulsiones y paraplejías.

Causas predisponentes

De la yegua

  • Descargas vaginales preparto
  • Abdomen agudo preparto.
  • Endometritis.
  • Importante pérdida preparto de calostro.
  • Deficiente estado general.

Del potrillo

  • Dificultades para mamar.
  • Neonatos prematuro.
  • Prolongado tiempo de gestación.

Del parto

  • Maniobras obstétricas inapropiadas.
  • Incluidos.
  • Distócicos.
  • Higiene deficiente.

Sintomatología

Curso sobreagudo

Luego de un nacimiento normal, el cuadro suele aparecer antes de las 12 horas. El potrillo presenta gran debilidad, sin fuerzas para incorporarse o bien con dificultas para mantenerse en estación. Se observan mucosas pálidas, 41 – 42 grado de temperatura central, temblores musculares, polipnea y luego disnea. Debido a la intensa diarrea, hay una severa deshidratación y un rápido desmejoramiento con opistótonos. En general, la muerte sobreviene en cuestión de horas.

Curso agudo

Los potrillos enferman a las 24 – 48 horas de nacer. Las mucosas están inyectadas y la temperatura es de 40 – 41 grado. Los animales se paran con dificultas y manifiestan dolores articulares, principalmente en los carpos, tarsos y en la región femorotibiorrotuliana. Hay diarreas manifiestas y consecuentes deshidratación. Además, la presencia de acidosis metabólica y la uremia elevada agravan el cuadro y provocan la muerte. Si los potrillos sobreviven los primeros días aparece una severa artritis séptica que impide el normal desplazamiento, con poliartritis y claudicaciones.

Diagnóstico

Suele ser difícil el diagnóstico temprano, ya que los signos clínicos son variables y comunes a otras enfermedades. Se tendrán en cuenta aquellas afecciones que estén emparentadas con la septicemia. El hemocultivo permite la identificación de los gérmenes presentes. Los estudios en sangre revelan una concentración inferior a 800mg % de inmunoglobulinas G. El hemograma muestra un descenso en los valores de los eritrocitos, del volumen globular aglomerado y de la hemoglobina, como así también una leucocitosis neutrofílica. Por lo general, los potrillos son septicemia neonatal están hipoglucémicos y con aumentos del fibrinógeno sérico y de una urea sanguínea. El líquido sinovial es purulento y contiene una gran cantidad de neutrófilos.

Diferencial

  • Síndrome de mala adaptación neonatal.
  • Anemia hemolítica isoinmune.
  • Retención de meconio.
  • Enfermedad del músculo blanco.
  • Rinoneumonitis viral.

Necropsia

En el curso sobreagudo hay esplenomegalia, degeneración del miocardio, petequias en las serosas y congestión hipostática en los pulmones con coloración rojo-negruzca en las zonas afectadas.

En el curso agudo se observa un típico cuadro de piosepticemia, con tumefacción de los órganos abdominales, musculatura esquelética de color amarillento y edema en ambos pulmones. Los potrillos con poliartritis presentan focos purulentos en la corteza renal y flóculos de pus en el líquido sinovial.

Tratamiento

A pesar que Actinobacillusequuli es sensible a casi todos los antibióticos no siempre se obtienen buenos resultados en el control de esta enfermedad, principalmente cuando el curso es sobreagudo. Debido a la urgencia del cuadro, está indicado aplicar un antibiótico de amplio espectro en dosis elevadas y soluciones electrolíticas. Suele ser muy útil, según los casos, la administración de plasma o sangre de la madre para corregir el déficit de inmunoglobulinas.

Si el potrillo no mamó calostro se aplican entre 2 y 3 litros de plasma materno. De ser necesario alimentarlo en forma artificial se dará leche de la madre cada 2 horas. La dextrosa al 5% en agua o en solución salina al 0,9% se indica para corregir la hipoglucemia. Para prevenir las escaras por decúbito el potrillo debe ubicarse en suelos acolchados y en lugares limpios y abrigados.

Profilaxis

Es fundamental mantener una higiene adecuada dentro del box y al realizar las maniobras obstétricas. Se debe prestar atención al cuidado del muñón umbilical y a su desinfección con soluciones iodadas.

Las yeguas que han paridos potrillos con septicemia neonatal serán objeto de mayor atención luego del próximo servicio y durante toda la preñez, en particular del aparato genital y del sistema respiratorio. Toda infección que ellas padezcan puede provocar la enfermedad en los potrillos. En los establecimientos en que la septicemia neonatal toma carácter de enzootia es útil la inmunización de las yeguas en el 9 y 10 meses de gestación, mediante una autovacuna con los gérmenes aislados de los órganos afectados.

Por otra parte, la ingestión adecuada de inmunoglobulinas a través del calostro es una medida a tener muy en cuenta para evitar esta infección. Si a las 24 horas del nacimiento la concentración de IgG en el suero del potrillo revela una tasa menor a 800mg% se debe transfundir plasma como medida preventiva.

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