Sistema Defensivo de Santiago de Cuba

Sistema defensivo de Santiago de Cuba
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
Descripción
Localización:Santiago de Cuba, Cuba
Datos de su construcción
Inauguración:siglos XVI-XIX


Sistema Defensivo de Santiago de Cuba. Agrupa las fortificaciones militares construidas durante la etapa colonial para proteger la ciudad y la bahía. Forma parte del conjunto de fortalezas de la Isla de Cuba y de todo el Caribe.

Historia

Desde la fundación de la villa al gobierno español le preocupó su protección. Al terminar la dominación colonial, Santiago de Cuba contaba con 137 componentes defensivos, entre los que se encontraban fortalezas, fuertes, fortines y baterías.

A pesar del tiempo transcurrido y de haber sido sometidos todos los elementos de este Sistema Defensivo a etapas de deterioro y abandono en su mayoría, los restos ilustran el desarrollo de la arquitectura y la ingeniería militar española en la ciudad, el cual se desarrolló a partir del siglo XVII y hasta el XIX.

Siglo XVI

Corresponde al período constructivo de 1515 a 1550, con la finalidad de asegurar una capacidad de rechazo mínimo contra los ataques de corsarios y piratas, protegiendo así la villa y sus pobladores, corresponden a esta etapa el Fuerte de Hernando de Soto muy cerca de la Plaza de Armas (Parque Céspedes), lugar donde se encuentra hoy el Balcón de Velázquez.

Siglos XVII y XVIII

Este siglo significó para Santiago de Cuba el nacimiento de un organizado sistema defensivo, se concibieron los primeros proyectos de arquitectura militar y se construyen importantes obras militares, como es el caso de la monumental Fortaleza San Pedro de la Roca o Castillo del Morro, una verdadera joya de la ingeniería militar, edificada en varios niveles, la cual fue ampliada y reformada de forma permanente hasta finales del siglo XIX.

El Castillo del Morro fue el eslabón más importante de este sistema defensivo, aunque esto sólo fue posible con el refuerzo brindado por el resto de las fortalezas construidas.

Para completar la defensa de la entrada de la bahía se construyó la Fortaleza La Estrella en una ensenada a continuación del Morro, con un trazado de Juan de Císcara quien comenzó a construirla en 1664, poseía varias plataformas de defensa, ubicadas en diferentes terrazas y guarnecida por 80 soldados y artillería.

En ese mismo año fue construida la batería de Santa Catalina (hoy totalmente destruida), con un diseño del mismo ingeniero, pero con una ubicación más al interior de la bahía, poseía una capacidad defensiva de tiros rasantes.

San Pedro de la Roca, La Estrella y Santa Catalina formaron la trilogía de defensa que hizo invencible la entrada de la bahía a partir del siglo XVII.

Durante este siglo, comienzan a ejecutarse maniobras militares que incluían los desembarcos en las costas y la posibilidad de atacar la ciudad por tierra, por lo que se hace necesario construir un sistema de fuertes y fortines que cercaba la desembocadura de los ríos y se reforzó la defensa con la construcción en el centro de la villa del Castillo de San Francisco (hoy totalmente destruido), su planta era un polígono irregular con la incorporación de baluartes, fue afectado por numerosos terremotos y ataques enemigos, hasta que se demolió en 1797 por el estado ruinoso de sus fábricas.

En esta misma época se construye la Fortaleza de Aguadores (hoy destruida) a poca distancia de la entrada de la bahía, destinada a reforzar las defensas del Morro desde el este, con dos cañones y una guarnición de 30 soldados.

Hacia 1693 se erigió la Batería de Jaragua (hoy destruida), en las inmediaciones de la playa de igual nombre, consistía en un torreón con 8 cañones, al que se incorporó el Fuerte de Juraguacito, construido en 1738 en la costa este muy cerca del anterior, durante el mandato de Don Francisco Cajigal, contaba con cuatro piezas de artillería.

En 1740 se construyó la Batería de Sardinero (hoy destruida), ubicada en la desembocadura del rio y la Batería de Cabañas (hoy destruida), construida en la ensenada del mismo nombre.

Siglos XIX

Desde el inicio de las guerras de independencia, en 1868, se comienzan a construir un conjunto de cuarteles y fuertes para recinto de las tropas españolas, con tipologías completamente diferentes al ya existente, para proteger la ciudad de las tropas insurrectas, ubicadas en los alrededores de la ciudad y evitar la comunicación de los pobladores con los mambises.

Muchos de los fuertes y cuarteles construidos durante la guerra de independencia de 1868 fueron aumentados y reforzados en la del 95 hasta los últimos días del asedio a la plaza por parte de las fuerzas cubanas y norteamericanas.

En 1895 el núcleo urbano de Santiago de Cuba fue cercado por el sistema de alambradas de 7 Km ½ de extensión, varios fuertes y fortines como el Fuerte de Yarayó, el de Santa Úrsula, Santa Inés, el de San Antonio, entre otros.

A esta etapa pertenece el cuartel Nuevo Presidio, que en el transcurso de la primera guerra de independencia iniciada en 1868 se le cambió el nombre, por el de Reina Mercedes, en honor a la esposa del Rey Alfonso XII de España. Era considerado el bastión principal para la defensa de la ciudad de cualquier ataque insurrecto y el segundo de mayor importancia del país. También se construyeron los cuarteles de Dolores y de Concha.

Todos estos fuertes que circundaban la ciudad tenían la finalidad de que en caso de cualquier ataque, sus fuerzas se cruzaran y pudieran defender la población. En el transcurso de esta contienda bélica, se instauró en el Torreón del Palomar, un heliógrafo, el cual se comunicaba con otro, instalado en la azotea de la Comandancia de ingenieros y a partir de ahí con los fuertes, que se hallaban por el este, norte y oeste. Durante la noche el servicio de señales se prestaba por medio de luces de bengala y cohetes detonantes de gran altura.

Ante la posibilidad real de ataque que evidenciaba el bloqueo naval a Santiago de Cuba se comenzaron obras para establecer otras baterías, teniendo en cuenta la posición estratégica de los emplazamientos alrededor del Castillo del Morro y fue construida muy rudimentariamente la Batería del Vigía en la parte exterior del Castillo y cerca del faro, su parapeto se construyó por una doble fila de cajas de madera, llenas de cemento con toneles, contó con cinco cañones y dos obuses y en La Socapa se ubicaron cañones de gran alcance desmontados de los buques de la escuadra española y se construyeron trincheras y parapetos para su defensa.

Véase también

Fuentes

  • Colectivo de autores. Guión museológico del Museo Castillo del Morro San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba, 1997 (Documento inédito).
  • Muñoz López Ana Rebeca. Datos tomados del archivo documental del museo Castillo del Morro San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba, 2011.
  • Muñoz López Ana Rebeca. Datos tomados del archivo fotográfico del museo Castillo del Morro San Pedro de la Roca, Santiago de Cuba, 2011.