Sociedad Filarmónica de Bayamo

Sociedad Filarmónica de Bayamo
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Cuba
Tipo de unidad:Cultural
País:Cuba
Sede:Bayamo

Sociedad Filarmónica de Bayamo. Fue la primera institución cultural que floreció en Bayamo para la difusión de la cultura y la instrucción en sus diversas formas.

Historia

El siglo XIX es el de mayor esplendor cultural de la Cuba colonial. En este contexto las familias bayamesas adineradas enviaban sus hijos a estudiar a La Habana, Europa y Estados Unidos. Diplomados como abogados, médicos, maestros, periodistas, y otras profesiones, irrumpen en la ciudad e impulsan la vida intelectual y artística de la región.

El progreso intelectual trajo como consecuencia, que en la misma medida que la burguesía bayamesa fue perfilando sus rasgos como clase dominante, creara en armonía con sus percepciones políticas, sus propias instituciones culturales, y sus peculiares maneras de expresión en el campo cultural y artístico-literario en particular.

Sociedad Filarmónica Isabel Segunda

La primera institución cultural que floreció en Bayamo fue la Sociedad Filarmónica Isabel Segunda, que servía a la vez de teatro. La misma estaba ubicada en uno de los extremos de la Plaza con el mismo nombre, hoy Plaza de la Revolución. Esta sociedad enriquecida con las tendencias ideológicas más avanzadas de la época tenía como objetivo primario la difusión de la cultura y la instrucción en sus diversas formas. Sus miembros se consagraron con empeño al cultivo de las letras, la música, el teatro; a impulsar el buen comportamiento ciudadano y el estudio de las causas de los males sociales.

Con el objetivo de recaudar fondos para mejorar la vida de la ciudad, en sus salones tuvieron lugar bailes de rango, presentaciones de obras de teatro, lecturas de poemas y veladas lírico-literarias.La rapidez con que se trabajaba en el orden cultural propició que la Sociedad Filarmónica, haciendo suya ansiedades públicas de las familias bayamesas, promoviera la inauguración el 5 de agosto de 1840, de una academia de música arreglada a todo instrumento y solfeo, la que tuvo como director y profesor al músico Antonio Núñez, y como estudiantes a Manuel Muñoz Cedeño, Joaquín Ysasis, Manuel de Jesús Argote, Rafael de Frómeta, Joaquín de Frómeta, José Encarnación Duarte, Francisco Cancha, Joaquín Oduardo, Ignacio Estrada, José Candelario Martínez, Ramón Borrero y Antonio Montero.

Esta academia de música formó política y artísticamente a toda una generación de músicos bayameses con conocimientos de las más importantes corrientes musicales cubanas y europeas de la época, contribuyendo a que se crearan agrupaciones musicales que amenizaban los bailes en la Sociedad Filarmónica, el Teatro Bayamo, plazas, casas, y reuniones sociales.

Fue justamente esta institución, el espacio desde donde Manuel Muñoz Cedeño se insertó en la vida musical bayamesa, desempeñando el cargo de maestro de capilla de la iglesia parroquial. Su valía como músico y su identificación patriótica, le permitieron convertirse en instrumentador, arreglista y director en la interpretación del himno de Figueredo. También dirigió el coro de 12 señoritas que cantó por primera vez el himno en el acto de jura y bendición de la bandera de Carlos Manuel de Céspedes.

Para cooperar con el desarrollo social y cultural de la localidad, en sus salones se creó el 1 de abril de 1845, la Junta de Mujeres. De inicio la integraron 58 féminas, las que eligieron como presidenta a Juana Fornaris y secretaria a María Luz Vázquez. Los más distinguidos intelectuales bayameses: Carlos Manuel de Céspe- des, José Fornaris, Francisco Maceo Osorio, José Joaquín Palma, Pedro Figueredo, José María Izaguirre, Lucas y [[Francisco del Castillo]], Francisco Vicente Aguilera, Ignacio Martínez Valdés, Eligio Izaguirre, Eugenio Odoardo y muchos otros, encontraron espacio en la Sociedad Filarmónica, insertándose de manera activa en la vida ideo-cultural de la ciudad, de modo particular, a través de la poesía, la narrativa, la música, el teatro y la pedagogía.

El foco de interés de esta pléyade de ilustrados no se ciñó sólo al ámbito artístico-literario sino que abarcó la compleja problemática cubana, determinada por la oprobiosa dominación colonial. En este ambiente cultural, artístico y profesional se respiraba el anhelo libertario de alcanzar la prosperidad general de Cuba por la vía de la independencia nacional.

Sociedad Filarmónica Cubana

En 1849, se acuerda el cierre de la Sociedad Filarmónica Isabel Segunda por deterioro constructivo del local. Su sucesora, la Sociedad Filarmónica Cubana, se inauguró el 24 de febrero de 1851, la que heredó el local, muebles y enseres de la anterior.

La élite de bayameses ilustrados, miembros de la Sociedad Filarmónica, convencidos de que el periodismo era una vía importante para la difusión de sus ideas, priorizaron la edición de periódicos. Así en 1850, Eusebio Pérez solicitó autorización para establecer en la ciudad una imprenta y un periódico, la cual le fue denegada. Cinco años después, en 1855, Francisco Murtra solicitó establecer una imprenta. El 20 de octubre dirigió una carta al Gobernador Superior Civil de la Isla donde planteaba que "animado por algunos vecinos respetables del comercio y hacendados de esta ciudad de Bayamo, penetrado de la necesidad y calculando sobre una honrosa subsistencia, se ha determinado establecer una imprenta y un periódico técnico, económico-local puramente". La solicitud y aprobación fueron tramitadas con prontitud. El 5 de diciembre de ese mismo año el Secretario de Gobierno le comunicaba al Gobernador del Departamento Oriental que: "En vista del expediente promovido por D. Francisco Murtra para que se permitiera publicar en Bayamo un periódico […] he tenido por conveniente autorizar dicha publicación". El pedido especificaba que se nombraría El Boletín de Bayamo, propuesta aceptada, Publicándose en mayo de 1856.

Objetivos

En esta sociedad enriquecida con las tendencias ideológicas más avanzadas de la época, sus miembros se consagraron con empeño al cultivo de las letras, la música, el teatro; a impulsar el buen comportamiento ciudadano y el estudio de las causas de los males sociales. La Sociedad Filarmónica se convirtió en un centro de formación patriótica, de repudio al despotismo imperante y en lugar para expresar, a través de las diversas manifestaciones culturales, los sentimientos, aspiraciones y planes para eliminar el sistema colonial español.

Fuente

  • Cobas-Sanz, Mario: La sociedad filarmónica y el vanguardismo político cultural en Bayamo en el periodo 1840-1870.