Sophie Scholl

Sophie Magdalena Scholl
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La mujer más importante del siglo XX en Alemania
NombreSophie Magdalena Scholl
Nacimiento9 de mayo de 1921
Forchtenberg am Kocher, Bandera de Alemania Alemania
Fallecimiento22 de febrero de 1943
Sótanos de la prisión de Stadelheim de Munich
Causa de la muerteDecapitada
Otros nombresSophie Scholl

Sophie Magdalena Scholl. Ha sido nombrada la mujer más importante del siglo XX en Alemania, es considerada una de las mujeres más influyentes de la historia moderna y su vida ha sido reflejada tanto en libros como en películas.

Síntesis biográfica

Nace el 9 de mayo de 1921 en Forchtenberg am Kocher, un pueblo del que su padre, Robert Scholl, era el alcalde. A los 12 años Sophie se unió a las Juventudes Hitleristas, pero luego se desilusionó. El arresto de su padre por haberse referido a Hitler frente a un empleado suyo como "El Flagelo de Dios", le causó una profunda impresión. Para la familia Scholl la palabra "lealtad" significaba obedecer los dictados del corazón."Lo que quiero para ustedes es vivir con rectitud y libertad de espíritu, sin importar lo difícil que esto resulte", le dijo el padre a su familia.

Tuvo una educación iluminada por las lecturas, las artes y los pensamientos elevados. Desde niña demostró mucha sensibilidad y sentido crítico, y su afición por la política se vio estimulada cuando presenció cómo su hermano Hans Scholl y un grupo de amigos fueron llevados a prisión en 1937 por participar en el Movimiento Juvenil Alemán (un movimiento que desde fines del siglo 19 buscaba ampliar los horizontes ideológicos y artísticos de las juventudes alemanas).

Fundación de La Rosa Blanca

Cuando terminó su etapa escolar Sophie y Hans iniciaron su vida universitaria en Munich. Mientras Sophie se inscribió en Biología y Filosofía, Hans inició estudios de Medicina. Fue Hans quien decide fundar el movimiento de resistencia no-violenta “La Rosa Blanca”, sobre la base de las experiencias que había tenido durante su servicio militar. Durante ese tiempo fue testigo de cómo una gran cantidad de judíos eran conducidos, desnudos, hacia una poza y allí, prácticamente delante de él, asesinados de un balazo en la nuca. Esta visión exacerbó los deseos de Hans por combatir, a través de las ideas, esta dirección macabra que estaba tomando el gobierno de su país, y es así como convoca a cuatro compañeros para redactar una serie de declaraciones anti-Nazis, en los que advertía al pueblo germano acerca de las oscuras actividades de Hitler y su ejército.

Al principio, Hans prefirió mantener al margen de sus actividades a su hermana, pero cuando Sophie descubrió de qué se trataba, le ofreció su ayuda. Hans vio una oportunidad de conseguir mayores oportunidades para difundir sus manifiestos, puesto que al ser mujer, sería más difícil que los perros de presa de la policía secreta la detectaran. Sophie se unió en cuanto pudo a este grupo y comenzaron con su campaña pacifista a pesar de todos los problemas que esto podía causarles. Sus actividades se veían limitadas por la clandestinidad, ya que cualquier oposición al régimen era considerada alta traición, pero conseguían publicar panfletos y octavillas que tenían una considerable difusión. En ellos se expresaban cosas como estas:

“¡Alemanes! ¿Queréis vosotros y vuestros hijos padecer la suerte de los judíos?, ¿queréis que os juzguen con la misma medida que a vuestros líderes?, ¿queréis que seamos para siempre el pueblo más odiado y excomulgado del mundo entero? ¡No!"

Su éxito hizo que se fuera extendiendo por otras universidades como Hamburgo, llegando incluso a Berlín, sin embargo esto lo hacía a la vez más peligroso.

Participación de Sophie

Aunque no estuvo presente en las reuniones iniciales del grupo, Sophie Magdalena Scholl se convirtió en la figura más reconocible de este capítulo heroico de la juventud alemana, debido a su coraje y fuertes convicciones, que ensalzaban la libertad de pensamiento, la igualdad de razas y el respeto a la naturaleza humana.

Sophie, como los demás integrantes de La Rosa Blanca fue sometida a las presiones psicológicas más abyectas de la Gestapo, pero jamás confesó por temor ni traicionó sus ideales, por el contrario llevó su cruzada hasta las últimas consecuencias, sentando un precedente de enorme valor.

Arresto

Llegó así el 18 de febrero de 1943, día en que la universidad de Munich se alzó en protesta contra el régimen nazi. Durante los días siguientes, la actividad frenética de Hans y Sophie hizo que tomaran menos precauciones de las debidas y tuvieron la mala fortuna de ser reconocidos y delatados a la Gestapo.

Estratégicamente, ambos jóvenes ingresaron a la universidad antes de que una de las clases terminara, con maletines llenos del sexto panfleto escrito por Hans, en el que incitaban al alumnado a resistir al Reich, desenmascarando las verdaderas actitudes criminales del gobierno liderado por la férrea mano de Hitler.

Justo antes de que los alumnos salieran al campus, los hermanos lanzaron las hojas que contenían el manifiesto de La Rosa Blanca para que pueda ser leído por la comunidad universitaria. En el acto, fueron detenidos y llevados a prisión bajo los cargos de traición a la patria. En ese entonces, la máxima pena que se imponía a quienes eran hallados culpable era la capital, y los jóvenes asumieron esto como un gran honor en nombre de los valores e ideales que defendían a través de su movimiento.

Los siguientes cinco días de su vida, Sophie Scholl fue sometida a sendos interrogatorios que buscaban la incriminación de sus demás compañeros, pero ella resistió valientemente. Sólo cuando vio la declaración firmada de su hermano Hans, aceptando los cargos y declarándose culpable por pertenecer a La Rosa Blanca y ser el autor directo de los artículos distribuidos por él y sus compañeros, la joven Sophie asumió la “culpa” que los agentes del nazismo le imponían: por pensar distinto, por creer que todos los seres humanos merecen respeto, por denunciar crímenes, una joven de 21 años fue condenada a la guillotina.

Muerte

El 22 de febrero de 1943, antes de las cinco de la tarde, Sophie Scholl, su hermano Hans y Christopher Probst —otro de los miembros de La Rosa Blanca— fueron decapitados en los sótanos de la prisión de Stadelheim de Munich, después de un juicio sumario llevado a cabo por el inflexible magistrado y súbdito del Reich, Roland Freisler.

Luego de su muerte, copias del sexto panfleto fueron distribuidas por el abogado alemán Helmuth von Moltke, desde Escandinavia hasta Inglaterra y a mediados del año, millones de ellas fueron lanzadas desde varios aviones sobre Alemania, bajo el título El Manifiesto de los Estudiantes de Munich. En los días siguientes se aplastó el movimiento, sin embargo meses después podían leerse graffitis en las paredes de la universidad que decían: "¡El espiritu vive!".

Legado de la Rosa Blanca

El legado de La Rosa Blanca y de Sophie Scholl tiene una calidad intangible. La dramaturga Lillian Garrett-Groag declaró el 22 de febrero de 1993, en la conmemoración de los 50 años de la gesta de los Scholl:

“Posiblemente es el momento de resistencia más espectacular que haya ocurrido en el siglo 20. El hecho de que cinco pequeños niños, en la boca del lobo, donde realmente había algo qué hacer, hayan tenido el tremendo coraje de hacer lo que hicieron, es espectacular para mí. Sé que el mundo es mejor por haberlos tenido alguna vez aquí, pero no sé porqué”.

La tumba de Sophie Scholl, Hans Scholl y Christoph Probst están ubicadas en el cementerio de Perlacher Friedhof, cerca de la prision Stadelheim, donde los ejecutaron.

Sophie simboliza la oposición al régimen nazi que llevó al mundo a la Segunda Guerra Mundial. Además se trata de una oposición desde dentro, hecha por alemanes, lo cual prueba que no todo el país estaba a favor de cuanto sucedía.

Fuentes