Tamara Castañeda

Tamara Castañeda
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A Tamara Castañeda percutir el vibráfono, cuando en Cuba es una práctica casi en desuso, le ha marcado la diferencia y le ha abierto muchas puertas.
NacimientoCiudad de la Habana, Bandera de Cuba Cuba
OcupaciónMúsico cubano.

Tamara Castañeda Destacada percusionista cubana ( vibrafonista). En Cuba precisamente no abundan las mujeres vibrafonistas, quizás porque es un instrumento que necesita bastante fuerza anatómica para su ejecución. Sin embargo Tamara Castañeda pasó por alto las impedimentas y domina hoy este peculiar instrumento de percusión.

Trayectoria Artística

Sus inicios

Todo comenzó a los 6 años de edad cuando vio tocar varias arpas al unísono en un programa de la Televisión Cubana. Hechizada por la belleza de los sonidos le dijo a su madre que quería ser músico. Y a los nueve años la matricularon en el Conservatorio Manuel Saumell, en la especialidad de percusión, que solamente se impartía para varones y donde tuvo profesores brillantes y muy exigentes.

Llegó al Conservatorio Amadeo Roldán bien preparada en el piano, aunque en esa academia los profesores continuaron desarrollándole sus habilidades, histrionismo y conocimientos. Fue alumna también de Roberto Concepción, formador de varias generaciones de percusionistas. Integró la Orquesta Sinfónica Juvenil, dirigida por el Maestro Guido López-Gavilán.

Su vínculo con el vibráfono

Tamara es en la actualidad directora de un grupo de Jazz Latino, con alto nivel profesional en la ejecución de ese instrumento de percusión.

Ejecutar instrumentos de percusión es un asombro, dijo, pero también una ventaja porque el público lo agradece.

Tamara quiso ser baterista, pero se decidió por la tumbadora, instrumento que tocó en Huracán del Caribe, una agrupación femenina de música popular, en la cual también percutió los bongoes. A los 18 años se casó con un cultivador del Jazz, motivándole incursionar en ese género musical. Para ese fin se apoyó en el vibráfono, estudiándolo con toda profundidad. Ahí comienza la vida profesional junto a su esposo en el Dúo denominado TC.

Me siento realizada cuando ejecuto el vibráfono, expresó, un instrumento mágico porque con él hago maravillas, desde música popular hasta clásica.
manifiesta Tamara

No fue fácil desvincularse de sus antecedentes clásicos para incursionar en el Jazz, pero lo logró y quedó encantada, gracias a la libertad expresiva y sonora de esa música que surgió a mediados del siglo XIX en la región norteamericana de Luisiana. Su formación jazzística es autodidacta. Aunque su calidad le posibilitó estar entre los premiados en el Festival Joyazz 2001, un evento que le aportó gratas experiencias y conocimientos.

Como resultado de este certamen competitivo surgió el fonograma Saboreando, con 10 temas del Maestro Chucho Valdés y de Michel Camilo, rico en ritmos como el Danzón, el Joropo y la Balada, entre otros.

En 2002 participó con Chucho Valdés en uno de sus conciertos. A fines de ese año viajó con el Maestro al primer festival de Jazz en la Isla San Martín, junto con Sexto Sentido y otras agrupaciones cubanas.

Fuentes