Teatro Manzanillo (etapas)

Teatro Manzanillo
Información sobre la plantilla
Institución con sede en Bandera de Cuba Cuba
Fundación:14 de septiembre de 1856
Tipo de unidad:Teatro
País:Bandera de Cuba Cuba
Dirección:Villuendas esquina Antonio Maceo, Manzanillo, Granma

Teatro Manzanillo. Importante institución cultural del municipio Manzanillo. Tiene una construcción tipo herradura y varios pisos con lunetas.

Constitución y construcción del teatro manzanillo

Alguien muy entendido en cuestiones estéticas, durante una visita a Manzanillo, expreso del Teatro Manzanillo:

"Es una reliquia arquitectónica de tipo colonial que debe conservarse".

Construcciones como esta, conocidas como teatros de herradura, por la conformación de su interior, solo existen 4 en la isla de Cuba: Martí, en La Habana; Sauto, en Matanzas; Terry, en Cienfuegos y en la Ciudad de Manzanillo.

Además de su arquitectura, el Teatro Manzanillo forma parte de las tradiciones culturales de la ciudad desde mediados del siglo XIX.

Inicios

El 8 de agosto de 1852 se reunió un grupo de personas en los Salones de la Sociedad Filarmónica de la villa con el propósito de reunir fondos para la construcción de un teatro. En ese mismo año radico en Manzanillo el Licenciado Carlos Manuel de Céspedes, por lo que se supone que fue uno de los propulsores de estas inquietudes.

El objetivo de la reunión era recabar la contribución de los elementos pudientes para echar a andar el proyecto, emitiéndose 96 y ¾ de acciones, con un valor de 50 pesos cada una, lo que totalizo 4 837,50 pesos. Explicándose en esta reunión, que una vez pagado a los tenedores el importe de las acciones, el Teatro quedaba a beneficio del Hospital de Caridad que funcionaba en la Villa.

En menos de dos meses, el 3 de octubre de 1852, se acordó adquirir el solas de Don Juan Bautista Mendieta y parte del contiguo, propiedad de Don Jaime Martí, situados en las calles Santa Ana y Salas (hoy Villuendas y Maceo) donde se dió comienzo a las obras, responsabilizando a cinco personas del grupo para su finalización.

Ya agotados los recursos económicos, fue necesario recurrir a empréstitos, lo cual se expresó en reuniones sucesivas que se celebraron el 23 de octubre de 1853, el 25 de mayo de 1854 y el 3 de junio de 1855; hasta que el 30 de marzo de 1856, la comisión de los cinco rindió cuentas de la terminación casi total del teatro, lo cual fue aprobado.

El 26 de agosto se dio a conocer el reglamento a cumplir por el teatro, no estando de acuerdo con ello el Teniente Gobernador, quien le hizo algunas objeciones, por lo que se encargaron los licenciados Carlos Manuel de céspedes, José de Jesús Mariño Botello y José L. Ramírez a hacerle las modificaciones pertinentes, dándolo por concluido el 15 de marzo de 1857.

El 10 de febrero de 1858, se presentan ante el escribanos, los licenciados don Gregorio Santiesteban y don Jaime Mayol, para otorgar, la escritura pública, de la que fueran testigo don Jaime Ramón, don Juan García Silveira y don Juan Pablo Guerra.

Quedaba constituido en esta fecha, lo que ha sido por más de un siglo, el primer coliseo de la ciudad.

Actividades del Teatro después del período colonial

Cuando se habla de las actividades en el Teatro Manzanillo, en la etapa colonial, es imposible dejar de mencionar al Maestro-músico Eleuterio Estacio, el nonagenario Chichín (Director de la banda Municipal de Conciertos durante el Gobierno de Paquito Rosales) quien estuvo muy ligado, como instrumentista, a las actividades del coliseo.

De las memorias del amigo Chichín se tratan las anécdotas contadas. Comenzaba a estudiar el contrabajo por aquellos entonces, pero ya por el año 1910 tocaba en la Banda Municipal de Conciertos, con un sueldo mensual de doce pesos. Cuenta que llegaron a Manzanillo unos empresarios, los hermanos Crehueras, quienes propusieron al ayuntamiento agregar un Teatro a la Ciudad, para convertirlo en un lugar de espectáculos a la altura del famoso Maxin, de Paris, pero tropezaron con algunos inconvenientes; primero: los hermanos querían un contrato de 30 años de duración y el Ayuntamiento, con una votación de 4 a favor y el resto en contra, sólo accedía a 20 años; y segundo: el propietario del solar, que los hermanos querían comprar pretendía 15 000 pesos y ellos solamente ofrecían 10 000; de manera que esto no se pudo llevar a cabo.

Sin embargo al parecer, estos empresarios, además de continuar con los espectáculos teatrales, incorporaron, con algunas adaptaciones, una nueva actividad recreativa y cultural: la naciente industria del cine.

Por supuesto que se trataba de las películas mudas de aquel entonces, para hacerlas mas amenas las acompañaban con música acorde, interpretada por un grupo de ejecutantes en vivo.

Después de haber actuado en Santiago de Cuba, llegó a Manzanillo una Compañía de teatro española, que debuto con la zarzuela española Marina, permaneciendo en Manzanillo alrededor de un mes. Chichín acepto el puesto de bajista para la orquesta acompañante por $ 2,50 por cada función.

Los hermanos Crehuelas le propusieron al director de la orqueta de la compañía que se quedaran en Manzanillo. Acepta don Luis González y no solo eso, también se casa e imparte clases de piano a los jóvenes de las familias acomodadas de la época.

Don Luis organizó una orquesta permanente para el Teatro Manzanillo, en la que fue incorporado Eleuterio Chichín Estacio, con un sueldo de $ 45 mensuales.

Durante el primer cuarto de siglo, desfilaron por el Teatro Manzanillo la llamada Emperatriz de la Opereta, Esperanza Iris, los tenores operáticos Hipólito Lázaro y Sagibarba; actores dramáticos como Ernesto Vilches y Borrás; hipnotistas como Onofrof; virtuosos instrumentistas como Brindis de Salas.. Todos con una bien ganada fama internacional.

Actividades del Teatro Manzanillo desde 1926 hasta su cierre

La última etapa del Teatro Manzanillo comenzó a partir de 1926 en que fue reconstruido. Don Vicente Más, carpintero ebanista, con sus herramientas especiales, iba tallando las puertas y otras ornamentas que arponaron en aquel entonces al coliseo. La decoración del techo y los retratos de óleo de la Avellaneda y Heredia, que en sendos medallones aparecen en ambos lados del escenario, fueron obra del pintor Bonachea.

Seguía el Teatro con su doble función de teatro y cine. Como cine vivió la época del silencio, la del sistema Vitaphone y luego el cine parlante propiamente dicho.

Por el escenario del Teatro Manzanillo, desfilaron todas las mejores compañías criollas, Bolito, Espígul, Arredondo, Castany y muchos otros. Todas enjuiciaban el momento político en que se estaba viviendo, en los cuales no podían faltar los personajes del Gallego, el Negrito, la Mulata y el Bobo; finalizando las representaciones con lo que llamaban fin de fiesta, por toda la compañía.

También se presentaron en el Teatro Manzanillo Compañías españolas de comedias y dramas, además de solistas, prestigiadores, declamadores, conferencistas, etc.

Fue sede de veladas culturales y graduaciones de cursos de algunos centros de enseñanza públicos y privados, del Instituto de Segunda enseñanza y de la Escuela Normal para Maestros.

También se dieron muchas funciones benéficas cuyo producto económico – descontando el alquiler que le pagaba al empresario – se destinaba a alguna persona o agrupación necesitada: asilo de niños o ancianos, estudiantes que querían continuar estudios en la Universidad, etc.

El último asomo cultural del Teatro Manzanillo en esa época lo constituyó la presentación que hiciera Pro-Arte, cada tantos meses, a sus asociados, de espectáculos de alto nivel de los géneros de teatro, danza y música.

Fuentes

  • Naranjo Gauthier, Wilfredo; Libro, Estampa del terruño; Colección Anazca, Editorial ORTO 2006.