Teodoro de Beza

Teodoro de Beza
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NombreTeodoro de Beza
Nacimiento24 de junio de 1519
Vézelay, Borgoña, Bandera de Francia Francia
Fallecimiento13 de octubre de 1605 (86 años)
Ginebra, Bandera de Suiza Suiza
Otros nombresThéodore de Bèze
EducaciónAntigua Universidad de Orleans
OcupaciónReformador, Teólogo, Pastor Reformado.
PadresPierre de Bèze, Marie Bourdelot.
Obras destacadasLa Vida de Juan Calvino, Edición del Nuevo Testamento en Griego 1565, Summa totius Christianismi, Abraham Sacrifiant.

Teodoro de Beza. Teólogo calvinista francés, reformador ginebrino y sucesor de Calvino en Ginebra, se le considera una de las figuras más prominentes, junto a François Hotman, Duplessis-Mornay y Johannes Althusius, de los llamados pensadores monarcómanos proto-liberales.

Síntesis biográfica

Teodoro de Beza . Nació en Vézelay, Borgoña, el 24 de junio de 1519 y murió en Ginebra el 13 de octubre de 1605. Su padre, Pierre de Bèze, era gobernador real de Vézelay y descendiente de una familia burgundia de distinción; su madre, Marie Bourdelot, era conocida por su generosidad. El padre tenía dos hermanos, Nicolás, miembro del parlamento en París y Claude, abad del monasterio cisterciense de Froimont en la diócesis de Beauvais. Nicolás, que estaba soltero, en una visita que hizo a Vézelay quedó tan encantado con Theodore que, con permiso de los padres, se lo llevó a París para que fuera educado allí.

Desde París fue enviado a Orléans en diciembre de 1528, para recibir enseñanza del famoso maestro alemán Melchior Wolmar. Fue recibido en la casa de Wolmar, celebrando ese acontecimiento después como un segundo nacimiento. El joven Beza se fue con su maestro a Bourges, adonde éste había sido llamado por la duquesa Margarita de Angoulema, hermana de Francisco I. Bourges era uno de los lugares de Francia donde la Reforma había impactado más fuertemente. Cuando en 1534 Francisco I publicó el edicto contra las innovaciones eclesiásticas, Wolmar regresó a Alemania y, según la voluntad de su padre, Beza regresó a Orleáns para estudiar derecho, pasando allí cuatro años (1535-39). Pero este objetivo no tenía atractivo para él, pues disfrutaba más leyendo a los clásicos, especialmente a Ovidio, Catulo y Tibulo. Recibió su licenciatura en derecho el 11 de agosto de 1539 y tal como su padre quería fue a París, donde comenzó a ejercer. Sus parientes le habían conseguido dos beneficios, que sumaban setecientas coronas de oro al año, prometiéndole su tío que sería su sucesor.

Beza pasó dos años felices en París, ganando pronto una posición prominente en círculos literarios. Para huir de las muchas tentaciones a las que estaba expuesto se comprometió en 1544 con una joven de humilde cuna, Claudine Denosse, prometiendo hacer público su compromiso tan pronto como las circunstancias se lo permitieran. Publicó una colección de poemas latinos, Juvenilia, que le hicieron famoso, siendo considerado uno de los mejores poetas latinos de su tiempo. Pero cayó enfermo y su quebranto físico le mostró su necesidad espiritual. Gradualmente llegó al conocimiento de la salvación en Cristo, que recibió con fe gozosa. Entonces resolvió cortar sus relaciones yendo a Ginebra, la ciudad francesa refugio de los evangélicos, adonde llegó con Claudine el 23 de octubre de 1548.

Maestro en Lausana

Fue recibido bondadosamente por Calvino, quien ya le había conocido en la casa de Wolmar, casándose solemne y públicamente en la iglesia. Beza había perdido su ocupación, por lo que fue a Tubinga para ver a su antiguo profesor Wolmar. En el camino visitó a Viret en Lausana, quien le hizo quedarse y le ofreció el puesto de profesor de griego en la academia en noviembre de 1549. A pesar del arduo trabajo, Beza encontró tiempo para escribir un drama bíblico, Abraham Sacrifiant (publicado en Ginebra en 1550), en el que contrastaba el catolicismo con el protestantismo, siendo la obra bien recibida.

En junio de 1551 añadió algunos salmos a la versión francesa de los salmos comenzada por Marot, que también tuvo éxito. Hacia el mismo tiempo publicó su Passavantius, una sátira dirigida contra Pierre Lizet, de mala reputación y antiguo presidente del parlamento de París y principal creador de la "fiery chamber", quien en aquel tiempo (1551) era abad de San Víctor cerca de París y buscador de fama al escribir varios tratados polémicos contra la herejía. De contenido más serio fueron dos controversias en las que Beza se involucró en ese tiempo. La primera tenía que ver con la doctrina de la predestinación y la controversia de Calvino con Bolsec, la segunda con la quema de Miguel Servet en Ginebra el 27 de octubre de 1553. En defensa de Calvino y de los magistrados ginebrinos Beza publicó en 1554 la obra De hæreticis a civili magistratu puniendis, traducida al francés en 1560.

El copiloto de Calvino

Durante veintidós meses Beza había estado ausente de Ginebra, haciéndose necesaria su presencia ante la condición de Calvino, enfermo e incapaz de poder sobrellevar la carga, al no haber nadie que pudiera tomar su lugar. Calvino y Beza acordaron realizar sus deberes conjuntamente en semanas alternas, pero la muerte del primero ocurrió poco después, el 27 de mayo de 1564. Por descontado, Beza fue su sucesor. Hasta 1580 no sólo fue modérateur de la compagnie des pasteurs sino también el alma de la gran institución de enseñanza que Calvino había fundado en 1559, consistente en un instituto y una academia. Mientras vivió, Beza estuvo interesado en la elevación de la educación. La juventud protestante, durante más de cuarenta años, llenó su aula para escuchar sus clases teológicas, en las que exponía el calvinismo más ortodoxo. Como consejero fue escuchado por magistrados y pastores. Ginebra está en deuda con él por la fundación de la escuela de derecho en la que se formaron eminentes juristas como François Hotman, Jules Pacius y Denys Godefroy.

Como sucesor de Calvino tuvo gran éxito, no solo desempeñando su tarea sino también trayendo paz a la iglesia en Ginebra. Los magistrados se habían apropiado de las ideas de Calvino y la dirección de los asuntos espirituales estaba fundada sobre sólidas bases, al contar con dos órganos como los ministros de la palabra y el consistorio. Tras 1564 no se suscitó ninguna controversia doctrinal. Las discusiones trataban sobre cuestiones de naturaleza práctica, social o eclesiástica, tales como la supremacía de los magistrados sobre los pastores, la libertad en la predicación y la obligación de los pastores de someterse a la mayoría de la compagnie des pasteurs. Beza no impuso su voluntad sobre sus asociados y no tomó duras medidas contra imprudentes o acalorados colegas, aunque a veces se hizo cargo de algunos casos y actuó como mediador, si bien a veces experimentó una oposición tan fuerte que estuvo tentado a dimitir. Aunque estaba inclinado a ponerse del lado de los magistrados, sabía defender los derechos e independencia del poder espiritual cuando hacía falta, sin concederle tanta importancia como hizo Calvino.

Su actividad fue amplia, medió entre la compagnie y la magistratura, pidiéndole esta última su consejo sobre cuestiones políticas. Mantuvo correspondencia con todos los dirigentes reformados de Europa. Tras la Matanza de San Bartolomé (1572) usó su influencia para dar refugio en Ginebra a los exiliados. Hacia ese tiempo escribió su De jure magistratuum, en el que protestó contra la tiranía en asuntos religiosos y afirmó que es legítimo para un pueblo oponerse a un magistrado indigno en una manera práctica y si es necesario usar las armas para destituirlo. En resumen, sin ser un gran dogmático como su maestro, ni un genio creativo en la esfera eclesiástica, Beza tenía cualidades que le hicieron famoso como humanista, exégeta, orador y dirigente en asuntos religiosos y políticos, cualificándolo para ser el guía de los calvinistas en toda Europa.

En las diversas controversias en las que se vio envuelto, Beza a veces mostró un exceso de irritación e intolerancia, que Bernardino Ochino, pastor de la congregación italiana en Zurich (a cuenta del tratado que contenía algunos puntos objetables sobre la poligamia) y Sebastian Castellio en Basilea (a causa de sus traducciones latina y francesa de la Biblia), tuvieron que sufrir. Con la Francia reformada mantuvo estrechas relaciones todo el tiempo. Fue moderador del sínodo celebrado en abril de 1571 en La Rochelle, que decidió no abolir la disciplina eclesiástica o reconocer al gobierno civil como cabeza de la Iglesia, tal como pedían Jean Morel y el filósofo Petrus Ramus; también decidió confirmar de nuevo la doctrina calvinista de la Cena (mediante la expresión 'sustancia del cuerpo de Cristo') contra los zwinglianos, lo que provocó una desagradable discusión entre Beza y Ramus y Bullinger.

Al año siguiente, mayo de 1572, tomó una importante parte en el sínodo nacional en Nimes. También estuvo interesado en las controversias sobre la Confesión de Augsburgo en Alemania, especialmente después de 1564, sobre la doctrina de la persona de Cristo y el sacramento, publicando varias obras contra Westphal, Hesshusen, Selnecker, Johann Brenz y Jakob Andreä. Esto le hizo odioso, especialmente tras 1571, ante todos aquellos que se adherían al luteranismo en oposición a Melanchthon.

Últimos días

Tras esto sucesos, la actividad de Beza se fue reduciendo cada vez más a asuntos domésticos. Su fiel esposa Claudine había muerto en 1588, unos días antes de la disputación de Berna. Durante cuarenta años habían vivido felizmente unidos. Beza contrajo, por consejo de sus amigos, un segundo matrimonio con Catharina del Piano, una viuda genovesa, a fin de tener una compañera en sus años de declive. Hasta los sesenta y cinco años disfrutó de excelente salud, pero tras esa fecha un gradual hundimiento de la misma se hizo cada vez más perceptible. Estuvo activo en la enseñanza hasta enero de 1597. La experiencia más triste en su ancianidad fue la conversión del rey Enrique IV al catolicismo, a pesar de sus exhortaciones (1593). Aunque parezca raro, se esparció el rumor por Alemania, Francia, Inglaterra e Italia de que Beza y la iglesia de Ginebra habían vuelto al redil de la Iglesia católica, un rumor esparcido interesadamente por los jesuitas. Beza replicó en una sátira que mostraba la posesión de su antiguo ardor de pensamiento y vigor de expresión. No fue enterrado como Calvino en el cementerio común, pues los saboyardos habían amenazado con secuestrar su cuerpo y llevarlo a Roma, sino en el lugar de los magistrados, el monasterio de St. Pierre.

Fuentes

  • Clie. Disponible en: [1]
  • Esacademic. Disponible en: [2]
  • Westminster Hoy. Disponible en: [3]
  • TGC. Disponible en: [4]
  • Irenismo Reformado. Disponible en: [5]
  • Vidas y Biografías. Disponible en: [6]