Teresa Wilms Montt

Teresa Wilms Montt
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Escritora chilena. Considerada una precursora feminista.
NombreMaría Teresa de las Mercedes Wilms Montt
Nacimiento8 de septiembre de 1893
Viña del mar Bandera de Chile Chile
Fallecimiento24 de diciembre de 1921
París Bandera de Francia Francia
Causa de la muerteSuicidio
NacionalidadChilena
OcupaciónEscritora
HijosElisa y Silvia luz
PadresFederico Guillermo Wilms Montt y Brieba y de Luz Victoria Montt y Montt
Obras destacadasEn la quietud del mármol, Inquietudes sentimentales y Los tres cantos

María Teresa de las Mercedes Wilms Montt (Viña del Mar, 8 de septiembre de 1893 - París, 24 de diciembre de 1921) fue una escritora chilena de principios del siglo XX. Considerada una precursora feminista. Una mujer que no encajó en el mundo social en el que nació.

Teresa Wilms tuvo una vida breve que inmortalizó en su obra literaria. Una escritora que plasmó en sus palabras su angustia vital

Biografía

Nace el 8 de septiembre de 1983 en Viña del Mar. Sus padres Federico Guillermo Wilms Montt y Brieba y de Luz Victoria Montt y Montt, de ascendencia española y neerlandesa, ambos pertenecientes a la burguesía mercantil chilena.

Como todas las niñas de la alta sociedad, Teresa fue educada con esmero para un único fin, convertirse en una dama educada, versada en artes como la música y preparada para ser una madre y esposa perfecta. Conforme a las reglas de la época dirigida a llevar un matrimonio y el protocolo en la alta sociedad.

Fue una joven de carácter rebelde, que no encajaba en absoluto en aquel mundo de lujos y restricciones. A los 17 años contrajo matrimonio con Gustavo Balmaceda Valdés ocho años mayor que ella y miembro de una poderosa familia chilena, en contra la voluntad de ambas familias. Esto supuso la ruptura de Teresa con su familia y con el mundo perfecto de su infancia en el que nunca quiso vivir.

La pareja se traslada a Santiago de Chile se integró a la activa vida cultural de la ciudad. Los celos y el alcoholismo de su marido le traerán terribles conflictos familiares. Para ese entonces en 1911 nacería su primera hija. Al año siguiente se trasladaron a vivir a Iquique donde permanecerían hasta 1915 y donde Teresa entró en contacto por primera vez con los movimientos sociales, feministas e incluso masones. Bajo el pseudónimo de Tebal, empezó a publicar en medios locales al tiempo que se convertía en madre de su segunda hija a la que nombraron Sylvia Luz.

La relación con su esposo empeoro más con el tiempo. Pero lo que puso fin a la relación fue el romance que ella mantenía con Vicente Balmaceda Zañartu, pariente de su marido quien, despechado y ofendido, la lleva ante un Tribunal Familiar el 18 de octubre de 1915, quien dictamina su reclusión en el convento de la Preciosa Sangre a la vez que le quitaba la custodia de sus hijas, quienes quedarían a cargo de sus abuelos paternos. A los pocos meses, hará su primer intento de suicidio el 29 de marzo de 1916. Fue Su Diario íntimo el único consuelo que encontró detrás de los muros del convento.

En junio de 1916, con la ayuda de Vicente Huidobro, escapa a Buenos Aires donde empieza de nuevo con su vida y donde alcanza a desarrollar su talento como escritora. En 1917 se publicaban sus dos primeras obras, Inquietudes sentimentales y Los tres cantos, ambas con una buena acogida de la crítica y de los círculos literarios de la ciudad Argentina. En aquellos tiempos, Teresa tuvo que sufrir el suicidio de un admirador, al parecer por haber sufrido un rechazo de la autora.

Sus viajes

A finales de 1917, Teresa decidió emprender un nuevo viaje, esta vez rumbo a Nueva York. Para esa época la Primera Guerra Mundial asolaba media Europa, por lo que decidió, alistarse en la Cruz Roja como enfermera, pero es confundida y apresada como espía alemana. Al terminar su cautiverio cambió su rumbo y se dirigió a Madrid donde entró en contacto con el mundo bohemio de la ciudad.

En esa ciudad publicó En la quietud del mármol bajo el pseudónimo de Teresa de la Cruz e inició una gran amistad con escritores de la talla de Gómez de la Serna, Enrique Gómez Carrillo, Joaquín Edwards Bello, Víctor Domingo Silva y Ramón Valle-Inclán.

Su espíritu inconstante, la lleva de nuevo a Buenos Aires donde se publicó Cuentos para hombres que son todavía niños, para luego volver otra vez a Europa.

El final de su vida

Al tener conocimiento de que su suegro se trasladaría a la capital francesa, Teresa Wilms viaja de Londres a París, para después de cinco largos años volver a ver a sus hijas.

Teresa al volver a separarse de las niñas, se hundió en una terrible depresión que ya nunca superaría. Tenía tan sólo veintiocho años de edad cuando con una sobredosis de somníferos terminaba con su vida la víspera de las navidades de 1921. Dejando atrás una vida plagada de inconstancias y búsquedas y unas obras que la llevaron a la inmortalidad.

Fuentes