Timoteo de Mileto

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Timoteo de Mileto
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NombreTimoteo de Mileto

Timoteo de Mileto. Poeta lírico y músico griego, natural de Mileto. Vencedor en numerosos concursos, fue autor de nomos, proemios, encomios, himnos y ditirambos. De su obra sólo se conservan fragmentos, el más importante de los cuales corresponde al nomo Los persas, inspirado en la victoria de Salamina.


Síntesis biográfica

Timoteo nació en Mileto, c. 457 a.J.C. y murió en Macedonia, c. 360 a.J.C., pasó su juventud en Atenas, donde, según cierta afirmación de Aristóteles.


Carrera musical

Fue iniciado en la música por el famoso Frinides de Mitiline, cuyas innovaciones musicales secundó con entusiasmo y pronto intentó incluso desarrollar. Así, elevó a doce el número de las cuerdas de la cítara, y, dentro de este mismo campo, estableció la enarmonía propia de la música coral y de flauta. Criticado y satirizado al principio, obtuvo luego una de las primeras victorias precisamente frente a su maestro; Timoteo cantó con gracia ingenua la alegría del acontecimiento al final de uno de sus nomos.

Parte de su obra

Los antiguos dicen que su éxito empezó con una obra de este tipo, Los persas, presentada seguramente en Atenas entre el 415 y el 412 a. C. La influencia de la nueva música de Timoteo puede ser advertida, sin duda, en diversas tragedias de Eurípides posteriores a 415 (por ejemplo, la monodia de Frigio en Orestes); según Plutarco, el dramaturgo sintió aprecio y amistad por el músico, que era el más joven de los dos. Después de Los persas, el nombre y el eco de las melodías del autor se difundieron por el mundo helénico, desde Macedonia hasta Jonia. Plutarco habla de una estancia de Timoteo en la corte macedónica de Arquelao (415-393), y el poeta Alejandro Etolio, en un pasaje de sus Musas que nos ha llegado a través de Macrobio, atestigua la fama del músico entre los griegos y dice que, precisamente por su celebridad, los efesios le invitaron a componer un himno para su Artemis y le pagaron por ello una importante suma de siclos de oro. Timoteo fue no sólo un gran músico, sino también un notable y virtuoso cantor y citarista: el autor de su epitafio lo calificó de "hábil auriga de la cítara", y Alejandro Etolio lo llama "soberano de la cítara y de los cantos".

Logros obtenidos

Su vida, llena de viajes y actuaciones musicales, ha sido comparada con la de un concertista moderno; era un intérprete que cantaba sus mismos versos y se acompañaba con su propia música mediante la cítara. Su arte no recibió la aprobación de todo el mundo; algunos entendidos en la materia le criticaron porque eran partidarios de otro estilo, y otros porque se sentían molestos por el matiz polémico con el cual Timoteo gustaba proclamarse innovador y colocarse después de Orfeo y Terpandro. Sea como fuere, el mismo Estratónico, que se burló de los gritos de Sémele durante el parto que figuran en el ditirambo de Timoteo titulado precisamente El parto de Sémele, reconocía luego su genio cuando, oponiéndolo a Filotas, discípulo del ditirambógrafo Poliido y vencedor en cierta ocasión de un Timoteo ya viejo, dijo que éste último componía nomos, y Filotas, cancioncillas.


Trayectoria literaria

Timoteo desarrolló una prodigiosa actividad literaria y musical; el léxico bizantino de Suidas, si bien con algunas inexactitudes y desordenadamente, le atribuye diecinueve nomos, dieciocho ditirambos, veintiún himnos, treinta y seis proemios, las composiciones Los Persas, Nauplio, Fingidas, Alertes, Artemio y otras piezas (y también diversos encomios y refundiciones, que, sin embargo, parecen haber sido equivocadamente consideradas obras suyas).


Fuentes