Tongzhi

Tongzhi
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Emperador de China
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Reinado 11 de noviembre de 1861-12 de enero de 1875
Nombre real Tongzhi
Otros títulos Emperador del Gran Qing
Nacimiento 27 de abril de 1856
Ciudad Prohibida, Pekín, Estandarte del Imperio Chino Imperio Chino
Fallecimiento 12 de enero de 1875
Ciudad Prohibida, Pekín, Estandarte del Imperio Chino Imperio Chino
Entierro Tumbas Qing
Predecesor Xianfeng
Regente Cixi
Heredero Guangxu
Sucesor Guangxu
Dinastía Qing

Tongzhi. Emperador chino, octavo de la dinastía Qing, que gobernó sobre China. Su reinado, desde 1861 hasta 1875, que se prolongó de manera efectiva a través de su adolescencia, fue eclipsado en gran parte por el estado de su madre la emperatriz viuda Cixí. Aunque tenía poca influencia en los asuntos del Estado, los acontecimientos de su reinado dio lugar a lo que los historiadores llaman la "Restauración Tongzhi", un intento fallido de estabilización y modernización de China.

Síntesis biográfica

Nacido en 1856 con el nombre de Zaichun y fallecido en 1874 ascendió oficialmente al trono en 1862, sucediendo a su padre, el emperador Xianfeng.

Reinado

Su reinado se caracterizó por el aplastamiento de los últimos focos de las rebeliones Taiping y Nien y el temporal restablecimiento de la autoridad imperial bajo la férrea dirección del Príncipe Gong (1833-1898) y la emperatriz-viuda Cixi. Tongzhi, quien sólo contaba seis años cuando fue proclamado emperador, fue durante gran parte de su reinado un monarca títere, manejado a su antojo por la hábil emperatriz viuda Cixi y su tío, el Príncipe Gong. Ambos personajes, aliados con la emperatriz Xiao Chen, se hicieron con las riendas del poder tras un golpe de estado palaciego (octubre de 1861) que desplazó de la Corte a la facción belicista, establecieron una regencia compartida, y a continuación dieron un giro notable a la política china respecto a Occidente, consistente, en palabras del Príncipe Gong, en:

"[...] mantener la paz a toda costa con las potencias occidentales como medio de ganar tiempo para recuperar el debilitado poder del Estado".

Esta política de auto-fortalecimiento, asociada al concepto de restauración (chung-hsing), no era nueva en la historia de China, pero por primera vez su dirección no recayó en la figura del emperador, quien primero por su corta edad y posteriormente por su falta de cualidades, sin olvidar la poderosa influencia de los regentes, careció siempre de iniciativa en los asuntos del Gobierno. Uno de los hechos más destacados del reinado de Tongzhi fue la aniquilación de los últimos focos de rebelión Taiping (1864) y Nien (1868), así como de los levantamientos provinciales en Kueichou (1872), Yunnan (1873), Shensi (1873) y Turquestán, estos dos últimos protagonizados por la comunidad musulmana, con lo que se cumplió uno de los primeros objetivos de la nueva política manchú: restaurar el orden interior en el Imperio. También durante esta época se impulsó un incipiente proceso de industrialización, se modernizó el ejército y se dictaron otras medidas de signo occidental, como la fundación en Pekín de una Escuela para la enseñanza de materias científicas o Tung-wen-kuan (1866). En cuanto a la política exterior, tuvo especial relevancia la creación del Tsungli Yamen (1861), organismo equivalente a un Ministerio de Asuntos Exteriores desde el que el Príncipe Gong llevó a cabo su política de apaciguamiento y conciliación con las potencias occidentales.

Manipulado interesadamente por los regentes, Tongzhi apenas tuvo la oportunidad de asumir las tareas del Gobierno cuando tuvo edad para ello y su escasa personalidad acabó diluyéndose en el ambiente hedonista de la corte.

Muerte

Al parecer, es probable que el soberano contrajera una enfermedad venérea debido a su promiscuidad sexual, lo que unido al excesivo consumo de drogas y alcohol pudieron ser la causa de su prematura muerte a los 18 años; no obstante, también se difundió la teoría de una intriga palaciega urdida por la emperatriz viuda Cixi, quien temerosa del poder que estaba adquiriendo la esposa del emperador, Alute, habría ordenado finalmente el asesinato de ambos. En cualquier caso, el ascenso al trono de otro emperador-niño, Guangxu, favoreció los intereses de Cixi, que siguió ejerciendo todo el poder "detrás de la cortina".

Fuentes