Totalitarismo

Totalitarismo
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Concepto:Régimen politico

Totalitarismo. Régimen que se caracteriza por la concentración de la totalidad de los poderes estatales en el partido gobernante.

Definición

El totalitarismo es una forma de Estado en la que un único partido político gobierna con poder absoluto sin ningún tipo de limitaciones. El concepto de totalitarismo define a estados, ideologías, agrupaciones o movimientos donde se priva de la libertad, y mediante el cual el Estado concentra todos los poderes de manera total sin respetar divisiones ni derechos individuales.

Origen del totalitarismo

La noción de totalitarismo surgió vinculada al fascismo. Este movimiento social y político nació en el territorio italiano durante las primeras décadas del siglo XX. Nacionalista, antidemocrático y corporativista, el fascismo fue definido como totalitario por quienes se oponían a su doctrina. Sin embargo, el propio Benito Mussolini (máximo dirigente del Partido Nacional Fascista) se apropió del concepto y le otorgó una connotación positiva que no trascendió en el tiempo. La idea de totalitarismo, con el paso de los años, comenzó a usarse para aludir a otros regímenes y sistemas de gobierno que compartían determinados rasgos con el fascismo, como en el caso del nazismo en Alemania y del comunismo en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (U.R.S.S.).

Características del totalitarismo

•La gobernación de un único partido político. •La imagen de un líder fuerte y glorificado desde la propaganda política. •La falta de división o separación de poderes del Estado, por eso se llama «Estado totalitario». •La falta de derechos individuales, de libre opinión o de intervención en la política para cualquier ciudadano. •La falta de libre elección de culto y de educación (prácticas sometidas al régimen de turno). •El abuso de la propaganda política y de los medios de comunicación masivos, con fines estratégicos para ejercer el control y la represión social. •La censura de la opinión pública y de cualquier tipo de información en los medios de comunicación que no provenga del Estado. •El control y el manejo de la economía por parte del Estado, que se apodera de las propiedades privadas y de las corporaciones de la Nación. •La adopción de ideales políticos, ya sea de izquierda o de derecha, para ejercer el régimen totalitario (no es una ideología de por sí, es un modo de gobernar bajo determinados ideales).


Distintas miradas sobre el totalitarismo

Así como muchos historiadores y sociólogos consideran válido el concepto de totalitarismo, otros pensadores sostienen que carece de utilidad. Esto se debe, sobre todo, al hecho de que engloba regímenes y movimientos disímiles. El comunismo y el nazismo, por ejemplo, son antagónicos en muchas cuestiones. Sin embargo, ambos son calificados como totalitarios. De acuerdo a algunos analistas, la idea de totalitarismo fue impulsada luego de la Segunda Guerra Mundial para promover la criminalización del comunismo al ubicarlo como análogo del nazismo. En la actualidad, por otro lado, se suele acusar de totalitarismo a gobiernos constitucionales y democráticos. En estos casos, los opositores hacen uso de la noción como un mecanismo de acción política, intentando socavar la legitimidad de las autoridades. Supongamos que un gobierno impulsa un proyecto para impedir la existencia de multimedios, afirmando que si un grupo empresario administra muchos medios de comunicación, se atenta contra la pluralidad de opiniones y contenidos. Esta medida, que puede ser considerada como un recurso para garantizar la difusión de diferentes voces, también puede ser señalada como una muestra de totalitarismo por pretender regular o cercenar a los medios.

Aspecto sociológico

El totalitarismo es un monismo sociológico porque su ideología supone la inexistencia y consecuente negación de la persona como un elemento individual que posee libre albedrío, y más bien considera al individuo en función de la sociedad, el ser humano es humano en cuanto a que es parte o miembro de una sociedad, no en cuanto a que es una persona para sí. En las dictaduras de tipo marxista el fenómeno totalitario no es parte intrínseca de la doctrina que las determina pero sí parece ser una consecuencia de su aplicación práctica. Las diferentes corrientes marxistas han dado diferentes respuestas al fenómeno desde las restricciones que el marxismo impone a una definición particular de dominación política que implica tanto una ingeniería social consciente como una dominación determinada políticamente, ambas situaciones previstas solo unas pocas veces en el análisis histórico marxista de la sociedad (que considera irrelevante la autonomía privada de la volición individual como paso necesario para la expresión libre de una determinada consciencia de clase, y para la cual basta -salvo en el análisis de Marx sobre el bonapartismo- con la "dominación económica" para que se ejerza a su vez la "dominación política"); mucho menos prevé el marxismo un fenómeno similar dentro de una sociedad determinada por la misma doctrina marxista, ya que esta es considerada como una sociedad en proceso de emancipación y no, al contrario, una en proceso de degradación del colectivismo que pueda mantenerse en el tiempo (lo que implicaría la posibilidad de la formación de una nueva clase burocrática o la autonomía bonapartista del Estado por parte de la élite política, que complicaría la dialéctica de las hipótesis básicas del materialismo histórico).

Origen y evolución del término

Si tratamos de establecer la genealogía de la noción de totalitarismo, es necesario remontarnos a los primeros tiempos del fascismo: en efecto, es en la reflexión surgida tras la aparición del fascismo italiano cuando se utiliza por primera vez el adjetivo "totalitario" que aparece antes que el sustantivo. Parece ser que fueron los adversarios políticos de Mussolini quienes utilizaron el adjetivo por primera vez durante los Años 20 para estigmatizar el régimen de Mussolini. El dictador italiano no tardó en utilizar el término, evidentemente con connotaciones positivas. Una frase muy citada de un texto realizado conjuntamente por Mussolini y su principal ideólogo Giovanni Gentile dice así: «para el fascismo, todo está dentro del estado y nada humano o espiritual existe ni tiene valor fuera del estado, en ese sentido el fascismo es totalitario». El término reencuentra su connotación peyorativa en la pluma de los intelectuales alemanes opuestos a Hitler, a destacar Herbert Marcuse o Franz Neumann, poco después, en 1941 aparece por primera vez escrito el sustantivo «totalitarismo». El término va a emigrar de Italia y Alemania a los principales países de acogida de los opositores políticos, predominantemente Estados Unidos y Francia. Paralelamente, el término "totalitarismo" empieza a circular por la oposición política a Stalin, mayormente en boca de intelectuales como Victor Serge o Boris Souvarine. Aunque «totalitario» y «totalitarismo» son términos surgidos de la lucha política, rápidamente van a dar el salto al mundo académico ya que muchos de los opositores que lo utilizan son intelectuales, se pueden citar ejemplos como el libro del autor católico Jacques Maritain Humanismo Integral» (1936) o el trabajo de Ġūrīān (1935-39) o igualmente la obra de Hayes La novedad del totalitarismo en la historia de occidente, publicada en EE. UU. Por supuesto, la utilización del término totalitarismo va a depender del contexto político del momento, a partir de 1941 nace una alianza entre los países occidentales y la Unión Soviética para luchar contra el nazismo, dicha alianza limita la utilización del término «totalitarismo» a la Alemania nazi, la dicotomía democracia/totalitarismo se encuentra oculta por la división fascismo/antifascismo. Tras el paréntesis de la segunda guerra mundial, a lo largo de la guerra fría va a aparecer una teoría científica del totalitarismo, es en estos años cuando aparece la obra capital de Hannah Arendt, Los orígenes del totalitarismo, dicha obra va a constituir la consolidación de la teoría del totalitarismo.


Fuentes