Traficantes de milagros y sus métodos

“Traficantes de milagros y sus métodos”
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Autor(a)(es)(as)Harry Houdini
Editorial:Nordica Libros
ISBN9788416112036

Traficantes de milagros y sus métodos . Historias escritas por el Gran Houdini , libro imprescindible para todo mago, ilusionista o todo aquel al que simplemente le apasione la historia de este complicado y arriesgado arte.

Sinopsis

"Mi vida profesional ha sido una cadena constante de desilusiones, y muchas de las cosas que causan asombro a la mayoría de los hombres no son más que el pan nuestro de cada día en mi negocio. En este libro he plasmado historias de algunas de las extrañas personas y atípicos artistas que he ido reuniendo a lo largo de muchos años de investigación."
"Houdini"

Houdini sentía el mayor respeto por los magos e ilusionistas que hacían trucos para entretener y confundir a las multitudes. Revelándonos sus métodos y denunciando a los impostores, pretende «conmemorar ciertas formas de entretenimiento a las que el olvido amenaza con sumir en la oscuridad bajo la envergadura de sus grandes alas».

Iban Barrenetxea nos lleva a un teatro de principios del siglo xx para asistir a una mágica velada con el gran Houdini.

Del libro

En este libro que se convierte en un trabajo muy bien cuidado paro todo aquel que busque un poco de historia de la magia o que la practique Harry Houdini recopila y analiza a profundidad con fechas exactas, nombres de magos, ilusionistas y escapistas que lo inspiraron y quienes también de alguna manera dejaron su nombre dentro de la historia de la magia.

Desde los casi imposibles usos del fuego por ilusionistas como Dufour quien mezclaba el humor con la magia en el Paris de 1780 para impresionar a los espectadores, los arriesgados faquires, Monsieur Chabert bautizado como el Rey del fuego en 1829, el español Lionetto quien se bañaba en aceite hirviendo y los tragasables hirvientes de Ling Look en 1877. El mago Cliquot quien tuvo en mas de una oportunidad altísimos riesgos de morir, Thardo desafiando cascabeles y Jack “el víbora”. Harry Houdini también hace mención de su completa biblioteca llena de libros antiguos como “De Mirabilibus Mundi” y “De Secretis Mulierum” ambos de Albertus Magnus o su cuidada y vieja edición “Hocus Pocus” de 1635 en las que se ocultan los grandes secretos para realizar estos efectos ante los asombrados espectadores.

Lo que hace aún mucho más interesante y necesario este libro es que luego de la mitad el Gran Houdini descubre paso a paso la manera y los métodos con los que estos grandes magos realizaban sus trucos logrando salir airosos y con mucho éxito de cada uno de estos inolvidables riesgos en cada una de sus presentaciones. Todos ellos llenaban las salas de teatro, las tabernas y las calles llevando ilusión y riesgo a todo aquel que deseaba o bien regresar a su niñez o simplemente divertirse en una época donde la comunicación y las sorpresas eran muy diferentes a las que hoy en día tenemos.

A destacar el trabajo de Iban Barrenetxea como ilustrador de esta hermosa edición con unas caricaturas que no solo se encuentran como portada del libro ya que a mitad de su lectura encontramos una historia con los personajes y magos que son los protagonistas de este libro. Un libro imprescindible para todo mago, ilusionista o todo aquel al que simplemente le apasione la historia de este complicado y arriesgado arte.

Sobre el autor

Harry Houdini (Budapest, 1874Detroit, 1926). Hijo del Rabino Mayer Samuel Weiss y de Cecilia Steiner Weiss. Siendo un niño se trasladó a Estados Unidos junto a su familia, estableciéndose en Appleton, Wisconsin.

Tomó su nombre artístico del mago francés Jean Eugène Robert-Houdin. Inició su carrera en el año 1882 como trapecista y contorsionista. Más adelante se haría famoso por sus espectáculos de magia. Su faceta más reconocida fue la de escapista por su gran habilidad para liberarse de esposas, candados y cadenas de cualquier tipo. Una de sus hazañas más increíbles consistió en escapar de una caja cerrada con llave, sellada con cinta de acero y lanzada a las aguas del puerto de Battery Park en Nueva York.

Fuente