Tuberculosis (peces)

La Tuberculosis
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Imagen bacteria Mycobacterium piscium.jpeg
Bacteria Mycobacterium Piscium
Pez tuberculoso.jpeg
Pez enferno por Tuberculosis.
Agente transmisor:Mycobacterium piscium
Región más común:Peces
Forma de propagación:Comida en mal estado, a través del contacto con peces enfermos, mediante la ingestión de cadáveres afectados, directamente del agua al remover los fondos contaminados, etc.

La tuberculosis. Es una de las enfermedades más comunes en los peces que suele aparecer por la mala calidad y falta de higiéne del agua, es causada por una bacteria llamada Mycobacterium piscium. Se presenta con una variedad de síntomas que los deterioran y deben ser llevados de inmediato al veterinario.

Causas

Bacteria Mycobacterium piscium. Los peces portadores del germen son la única fuente de contagio. La infección se transmite por la ingestión de material infectado.

En los ovo-vivíparos el contagio puede realizarse durante el desarrollo embrionario si se produce en el interior de una hembra enferma. En todos estos casos juega un papel importantísimo la capacidad de defensas (anticuerpos), del individuo. Así, un pez sano se sobrepondrá a una infección débil, más si está bien alimentado y en agua limpia y saludable. De ahí la importancia de unas mínimas medidas de profilaxis, o sea, una población no mayor de un pez por cada 5 l de agua, una temperatura adecuada y, sobre todo, constante (muchos casos de desencadenamiento de esta mortal enfermedad se deben a un bajón en las temperaturas, ya que entonces disminuyen las defensas, mientras las bacterias no merman su capacidad de multiplicación) y guardar una determinada cuarentena, ya que los cambios de equilibrios epidemiológicos pueden provocar que unos peces sanos en su lugar de origen, se conviertan en enfermos incurables y fatalmente contagiosos

Síntomas

La tuberculosis es una de las enfermedades más frecuentes entre los peces de acuarios. Incluso en los ríos de las regiones tropicales es muy frecuente, aunque no se manifiesta en su forma agresiva. Se dice que hay un 80 % de posibilidades de que un pez tropical posea en mayor o menor grado esta enfermedad.

Los síntomas más caracterísicos de esta enfermedad varían de una familia a otra en el grado de gravedad y en el orden de aparición. Tienen un comportamiento anormal, cierta tendencia a nadar despacio y por los fondos. Inapetencia, adelgazamiento crónico que provoca un claro hundimiento de la región abdominal, que adopta una forma cóncava, exoftalmia u ojos sobresalidos, descamación, encogimiento de las aletas y pérdida de color; en peces jóvenes puede provocar deformaciones óseas a nivel mandibular y en la columna vertebral. Se ha observado a veces como una hinchazón del vientre, cuyas paredes se hacen entonces frágiles y quebradizas. Puede deberse a una acumulación de líquidos internos, con la consiguiente posibilidad de putrefacción y aparición de llagas .En las branquias pueden aparecer máculas rojizas muy bien delimitadas.

Los órganos internos afectados suelen ser el bazo, el hígado, el riñón, la vejiga natatoria y el intestino. En ellos pueden aislarse, bacterias en forma de bastón de entre 2 a 10 mieras, Gram positivas y ácidos resistentes. Pueden cultivarse bien en agar a unos 20 a 25 °C. Con el tiempo forman en dichos órganos unos acúmulos o nodulos tuberculosos, que luego degeneran en los llamados granulomas pigmentados, que son el resultado de la destrucción y necrosis de esos tejidos. La enfermedad es mortal.

Tratamiento

No se conoce un tratamiento realmente eficaz. Por lo que cabe recomendar que se tomen las medidas de profilaxis general para evitarla, así como el fijarse al máximo en el comportamiento de los peces que se vayan a adquirir. El pez neón, uno de los más sensibles a esta enfermedad, muestra dos puntos amarillentos en la base del pedúnculo caudal. No se cree que existan posibilidades de contraer esta enfermedad por contacto con peces tuberculosos, pero se han citado algunas infecciones cutáneas a nivel de las manos y brazos, por lo que se recomienda consultar al médico si se observan algunas de estas anomalías.

Los acuarios en que se hayan desencadenado graves infecciones deben desinfectarse a fondo antes de volverlos a Poblar. Sin asegurar el éxito, se citan a continuación los tratamientos que más suelen utilizarse contra la tuberculosis. En los primeros estados de la enfermedad puede tratarse con estreptomicina y PAS (ácido paraaminosalicílico) unos 650 mg por cada 5 1. También puede utilizarse sulfanoami-das. La Kanamycina al 0,01 % en la alimentación o en baños 0,02-0,05 g/1, ha sido citada como bastante eficaz. Una alimentación a base de comida viva, protozoos y mantener a los peces en una solución de 2,5 g de acriflavina y 2 g de azul de metileno por cada 1000 1 de agua durante unos quince días, puede dar abundantes casos de curaciones. Tal vez el tratamiento más eficaz es la aureomicina (26 mg/1) durante cuatro días, repitiendo la dosis el segundo día.

Fuentes