Turismo de Cultura Religiosa

Turismo de cultura religiosa
Información sobre la plantilla
Turismoreligioso.jpg
Concepto:suceso social y cultural orientado a acercarse y conocer el legado cultural religioso: arquitectura religiosa, museos, música, la historia y raíces religiosas del país, leyendas, tradiciones y celebraciones populares que tienen su origen en lo sacro.

Turismo de cultura religiosa. Es un suceso social y cultural, además de comercial y económico, que se relaciona con otros fenómenos sociales y que está orientado a acercarse y conocer el legado cultural religioso con toda su riqueza, traducida en arquitectura religiosa, museos, música y además la historia y raíces religiosas del país, leyendas, tradiciones y celebraciones populares que tienen su origen en lo sacro. Las posibilidades de desarrollo de esta modalidad pasan a través de la Cultura, con una serie de elementos y factores problémicos que pueden significar, por un lado, oportunidades - en tanto conocimiento y desarrollo cultural en el contexto ético social - y, por otro, amenazas y riesgos - en tanto pueden prestarse a malinterpretaciones mercantiles o políticas (Ramirez Frias: 2006) 1.


1 Ramírez Frías Clemente Hugo (2006) “ Afrodescendencia religiosa y turismo en Cuba”. En Actas IX Conferencia Internacional de Cultura Africana y Afroamericana, del 10 al 15 de abril. Santiago de Cuba. ISBN 959284001-6.

Conceptualización

Configuraciones motivacionales del turista orientadas a acercarse y conocer el legado cultural religioso con toda su riqueza, traducida en Arquitectura religiosa, museos, Música y además la historia y raíces religiosas del país, leyendas, tradiciones y celebraciones populares que tienen su origen en lo sacro; incluye el Turismo académico con el interés del fenómeno religioso y el Turismo de eventos con temáticas relacionadas directa o indirectamente con la Religión. El término de cultura aquí se utiliza en el sentido más amplio de la palabra (Ramírez Frías 2007).

Se puede considerar como una variante dentro del Turismo cultural, donde el visitante busca adentrarse en los usos y costumbres del destino que visita y con ello adquirir conocimientos y crecer personal y espiritualmente. La especificidad se presenta en el hecho de que los elementos o recursos culturales que busca el turista se encuentran en el ámbito de lo religioso (Ramírez Frías, 2007).

“El turismo de cultura religiosa no incluye la Promoción turística de una ceremonia religiosa o propiciar desde la institución turística la iniciación religiosa de un turista extranjero, lo cual formaría parte de la gestión particular del turista y sus relaciones personales; no es la puesta en valor del Acto religioso, ni la Fe” (Ramírez Frías 2007).

Los atractivos de este turismo pueden ser de tipo patrimonial, artístico, arquitectónico, mágico-religiosos, o en forma de celebraciones o fiestas populares.

Aún así la conceptualización del turismo religioso está aún en proceso de perfeccionamiento. Los días 11, 12 y 13 de noviembre del 2008 se celebraron en Ávila, España las Jornadas Nacionales de Pastoral de Turismo, que llevaron por título "Turismo religioso. Su necesaria conceptualización". Las jornadas preveían varias conferencias y comunicaciones y tenían como objetivo, definir lo que comúnmente entendemos por “turismo religioso”.

Nociones que abarca: Interrelaciones

El Turismo se define como el conjunto de fenómenos y relaciones económicas, psicosociológicas y medioambientales que se generan entre las entidades vinculadas a los viajes desde el lugar emisor, las entidades proveedoras de servicios y productos en el lugar de destino, los gobiernos de los lugares emisores-receptores y las comunidades locales de acogida, con motivo del viaje y estancia de visitantes temporales en un destino diferente a su lugar de residencia habitual.

La cultura engloba el conjunto de rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos, que caracterizan a una sociedad o grupo social en un periodo determinado. A través de la cultura se expresa el hombre, toma conciencia de sí mismo, cuestiona sus realizaciones, busca nuevos significados y crea obras que le trascienden.

La religión, en términos generales, implica formas de vida o creencias basadas en una relación esencial de una persona con el universo, o con uno o varios dioses. En un sentido, aceptado de una forma corriente, el término religión se refiere también a la fe en un orden del mundo creado por voluntad divina, el acuerdo con el cual constituye el camino de salvación de una comunidad y por lo tanto de cada uno de los individuos que desempeñen un papel en esa comunidad.

Cultura y Turismo

El turismo cultural es aquel segmento del mercado turístico que ofrece al visitante un conocimiento más profundo de otras culturas, costumbres y tradiciones, otras formas de vivir y de entender el mundo. Ofrece un contacto más cotidiano y cercano del comportamiento cultural de otras poblaciones.

La potencialidad que posee el Patrimonio cultural urbano como signo de identidad de una determinada sociedad, tanto por su valor social, económico, cultural y ambiental puede constituirse en una importante condición para impulsar un desarrollo sostenible. Por todo esto hay dirigir las acciones para el rescate y puesta en valor del patrimonio para uso turístico, es decir, determinar aquellas acciones que se diseñan y ejecutan con el propósito de procurar el mejor aprovechamiento de los bienes de interés arqueológico, histórico, artístico, natural y cultural.

Los valores propiamente culturales no se alteran necesariamente al vincularse con los intereses turísticos, lejos de ello, la creciente afluencia de admiradores foráneos y un crecimiento en la demanda para conocer los monumentos, contribuyen a fortalecer la conciencia de su importancia y significación nacional. Un monumento restaurado y un conjunto urbano puesto en valor, constituyen no sólo una lección viva de historia sino un legítimo motivo de dignidad nacional y un atractivo más para el turismo.

Por tal motivo, se hace necesario tener en cuenta que, para poder destinar al uso turístico los recursos que conforman el patrimonio cultural, es necesario considerar no solamente su valor intrínseco, es decir, su significación o interés arqueológico, histórico o artístico, sino también las condiciones que faciliten su admiración o adecuada utilización. Los turistas buscan experiencias auténticas, y el encontrarse en un sitio de valor histórico, valdría por una de estas experiencias. A los edificios habrá que darles, siempre que sea posible, una utilidad nueva acorde con el momento.

Turismo y Religión

Los turismos cultural y religioso presentan actualmente un dinamismo reconocido, absorbiendo cuotas de mercado muy significativas y un potencial de crecimiento que se distingue de la media calculada para el sector globalmente considerado. Según los datos oficiales, después del Turismo de negocios, el turismo religioso lidera las estadísticas como el segmento que más se ha desarrollado. Los impactos del turismo cultural y religioso en las economías locales afectan la reconfiguración del uso del espacio y la proyección de infraestructuras de la organización económica. Verificada esta realidad, la Industria del turismo ha intensificado la inversión en las ciudades y en los centros de romería por medio de acciones directas sobre la realidad local y el uso de la Comunicación social y del marketing para estimular el flujo de visitantes. Las ciudades y locales envueltos han empezado a invertir en la proyección y obras para amplificar su capacidad de recepción y proporcionar alternativas de ocio a los turistas, buscando, de este modo, disponer de ofertas integradas, diversificadas y de cualidad.

Algunas cifras

Los centros de Culto religioso más grandes en el mundo cristiano atraen en total a casi 25 11 millones de peregrinos todos los años, Roma, con el Vaticano (aproximadamente 8 millones), Lourdes (6 millones), Claromontana (4 - 5 millones), Fátima (4 millones) y Guadalupe, México (2 millones). La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha estimado que entre 300 350 millones de turistas visitan lugares por motivos religiosos. El 1er Congreso Mundial de Turismo Religioso estimó que es un mercado valorado en $18 billones anuales Estimaciones del turismo religioso y espiritual como motivo de viaje lo han estimado en alrededor del veinte por ciento del turismo mundial, sea del turismo internacional y nacional incluyendo excursiones. El Ecumenismo es una tendencia que se observa cada vez más en el turismo religioso. La otra tendencia que favorece el conocimiento de otras religiones y culturas es la del llamado turismo espiritual o de la espiritualidad. Los destinos turísticos son favorables al encuentro y al diálogo inter- religioso e intercultural. Las infraestructuras y los equipamientos turísticos, la belleza y la quietud de los monumentos culturales y de los enclaves naturales facilitan este encuentro.

Fe, creencia y conocimiento secular

Todas estas formas de viaje convergen en un punto común en el cual radica la base de su relación: el cumplimiento de un deseo. De esta forma cada viajero, sea llamado peregrino o turista, comparte la misma infraestructura, actividades hoteleras, transporte y el comercio en general. Estas relaciones también se han visto en dos formas de intercambio: fe y creencias, y la tendencia occidental basada en el conocimiento secular. Estas formas pasan por las preferencias del viajero y son combinadas de acuerdo al contexto sociocultural de que se trate.

Cuando se trata de cultura y religión, los turistas deberían actuar de una forma responsable y sustentable. Un acercamiento correcto a los sitios de interés cultural y religioso presupone esfuerzo, preparación y estudio en vías de conocer sobre la historia del país receptor y de su gente. Es igualmente importante tener al menos una idea sobre el evento religioso que inspiró al genio del artista que creó una específica obra de arte, monumento, catedral, pintura, reliquia o estatua. Sin duda, es lo que eleva los valores de una sociedad o una creencia lo que estimula la curiosidad, lleva a la reflexión y promueve un diálogo sobre las experiencias básicas que forman. Así la mente recibe, elabora, discierne y adquiere nueva Información y el viaje se convierte en una experiencia turística con una profundidad cultural o religiosa.

La herencia de una persona se convierte en el tesoro de otra y de todos, algo que debería ser respetado y protegido tanto ahora, como en el futuro. De hecho, de lo que se habla es de Turismo sostenible. La acumulación de valores comunes puede entonces convertirse en una oportunidad de dispersar y compartir valores, la paz y la fraternidad, y promover la tolerancia e incluso la aceptación de diversidades legítimas y enriquecedoras de grupos étnicos, culturas, idiomas y religiones. Desde su creación la Organización Mundial del Turismo (OMT) ha querido fundamentar su acción en los valores esenciales que subyacen en el fenómeno turístico a través de la promoción y desarrollo del turismo con vistas a contribuir al desarrollo económico, la comprensión internacional, la paz, la prosperidad y el respeto universal, y la observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos, sin distinción de raza, sexo, lengua o religión.

La interacción compleja entre el desarrollo del turismo, el dialogo entre las grandes culturas que estructuran el mundo de hoy, y el hecho religioso se desarrolla en torno a cuatro temas fundamentales. Según Luigi Cabrini en su presentación del Congreso Internacional sobre Turismo Cultural y Religioso: “El turismo es mucho más que un hecho económico y posee un contenido social, ético y cultural. En el orden social los intercambios personales, favorecidos por el turismo, le confieren un poder sin igual de refuerzo de la cohesión del grupo social. En el orden cultural, el turismo constituye un inestimable instrumento de descubrimiento y conocimiento del patrimonio, pero también de preservación y desarrollo de prácticas culturales como el Folklore y la artesanía. En buena parte el turismo nace de la necesidad que experimentamos de descubrimiento de los otros y de la especificidad de su cultura, al mismo tiempo constituye un poderosos motor de producción cultural y un vector extraordinario de conservación del patrimonio cultural, artístico y religioso de las comunidades visitadas. Por otro lado, y especialmente en los países en desarrollo, la vía más eficaz para salvar el patrimonio cultural, incluido el de origen religioso, es el recurso al turismo, y en especial al turismo internacional. Por último, la Dimensión ética del turismo se manifiesta en el apoyo que reciben las prácticas turísticas éticas y solidarias en provecho de las comunidades.

El Código Ético Mundial para el Turismo, adoptado por la OMT en 1999 destaca la contribución del turismo a la comprensión y al respeto mutuo entre hombres y sociedades, contribución subyacente a las diferentes problemáticas del campo. En segundo lugar el turismo comparte algunos valores con las grandes religiones. El turismo es un vector activo de desarrollo personal y colectivo. Al igual que las grandes religiones, el turismo lleva consigo un valor de intercambio, porque se fundamenta en el encuentro directo, no mediatizado, entre personas: entre la que recibe y la que es recibida. En ése mismo sentido, el turismo lleva también en sí un valor de tolerancia, porque se aprende de aquellos a quienes se conoce durante un viaje. El turismo es para muchos un medio de tomar distancia de la presión de la vida diaria y al mismo tiempo, el turismo lleva consigo un valor de redescubrimiento de uno mismo y de los demás. Desde un tercer enfoque, es importante subrayar que turismo y religiones comparten la utilización de un mismo patrimonio cultural en una relación compleja, a la vez constructiva y conflictiva. La magnitud del turismo cultural, individual o de grupo, y la importancia económica de las peregrinaciones y fiestas religiosas se conoce aún escasamente desde los puntos de vista económico y estadístico.

A través del turismo, es una gran proporción de la humanidad la que accede de forma directa e inmediata al conocimiento de su patrimonio cultural global. En todo el mundo, los lugares de culto y los santuarios constituyen atracciones turísticas principales, que las religiones ponen a disposición de los creyentes y también de los no creyentes, a través de los monumentos cuya creación ha engendrado. El Código Ético Mundial señala que "el turismo es un usuario del patrimonio cultural de la humanidad, al tiempo que contribuye al enriquecimiento de ése mismo patrimonio".

Bibliografía

  • Ramírez Frías Clemente Hugo (2006) “ Afrodescendencia religiosa y turismo en Cuba”. En Actas IX Conferencia Internacional de Cultura Africana y Afroamericana, del 10 al 15 de abril. Santiago de Cuba. ISBN 959284001-6.
  • Sanchez Arias, Dayron. ¨Turismo cultural religioso en Santiago de Cuba. Acciones estratégicas¨. Trabajo de Diploma. Universidad de Oriente 2009.

Fuentes

  • Microsoft Student con Encarta 2008. Todos los derechos reservados
  • Ramírez, Clemente, Religión y turismo. Hacia una relación ética en el contexto cubano. Monografía.
  • Ramírez, Clemente: “Cultura religiosa y turismo cultural en la perspectiva de la sociedad cubana”. Monografía. 2007.
  • Rugambwa, Novatus. “Opportunities and challenges for the 21st century”. International Congress on Cultural and Religious Tourism. Póvoa de Varzim 2008
  • Robert Lanquar, Resumen del informe general de la OMT en el contexto de la Conferencia internacional de Córdoba sobre “Turismo y Religiones: una contribución al dialogo de religiones, culturas y civilizaciones1”
  • Cabrini Luigi. Presentación del Congreso Internacional sobre Turismo Cultural y Religioso. Póvoa de Varzim 2008
  • Joan Fuster Lareu, “Millones de turistas de escaso gasto”, Hosteltur, Diciembre 2004

Véase también

Enlaces externos