Valle de Jiuzhaigou

Valle de Jiuzhaigou
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Obra Arquitectónica  |  (Parque)
Parque Natural del Valle Jiuzhaigou.jpg
El Valle de Jiuzhaigou incluye parajes con nombres tan atractivos como El lago de los Cisnes, La Selva, el lago Panda, el lago Espejo, el lago de los Cinco Colores, o la piscina de las Hadas, con sus acentuadas tonalidades turquesa contrastando con el entorno.
Descripción
Tipo:Parque
Localización:Bandera de la República Popular China China Sichuan
Uso actual:Parque Natural
Datos de su construcción
Inicio:1982
Otros datos
Premios:Patrimonio de la Humanidad


El valle de Jiuzhaigou es un parque natural situado en la provincia de Sichuan, al suroeste de China. Jiuzhaigou se traduce como valle de las nueve aldeas, tomando su nombre de los nueve poblados tibetanos que se ubican en esta reserva de la naturaleza. Esta remota región de China fue habitada por diversos pueblos de etnia tibetana y Qiang durante siglos, siendo un área inaccesible y desconocida para la mayoría de los visitantes, hasta que en 1982 el gobierno chino convirtió esta zona en parque natural protegido. Siete de estas nueve aldeas todavía están pobladas en la actualidad, siendo la aldea de Shuzheng la más activa de todas ellas. En 1984 se habilitó el lugar para el turismo, y posteriormente, en 1992, la Unesco declaró esta zona de 72.000 hectáreas como patrimonio de la humanidad. Seis años después se incluyó en el mapa de la Red Mundial de Reservas de la Biósfera.

Características del Parque

Un recorrido por el valle de Jiuzhaigou incluye parajes con nombres tan atractivos como El lago de los Cisnes, La Selva, el lago Panda, el lago Espejo, el lago de los Cinco Colores, o la piscina de las Hadas, con sus acentuadas tonalidades turquesa contrastando con el entorno. Conforma un bello entorno de valles, cascadas, montañas y tierras altas, de bosques vírgenes que adquieren atractivas tonalidades doradas y bermellones en el otoño. La flora del parque cambia considerablemente según avanza su altitud. En las zonas más bajas del valle, abundan las hierbas y juncos, que son sucedidos por los bosques de bambú, dando paso a los árboles de hoja caduca y a las coníferas en el parte superior del valle. Esta reserva también es el hogar de más de un centenar de especies de aves, así como de dos de las especies más amenazas de China, el panda gigante y el mono dorado de nariz chata.

Estructura

En claro contraste con los tonos encarnados de su vegetación se acentúan los colores de sus docenas de lagos azules, verdes y turquesa, originados por la actividad glacial, siendo represados por la caída de rocas y otros sedimentos. Algunos de estos lagos contienen una alta concentración de carbonato de calcio, y su diáfana agua posibilita la cristalina transparencia de sus fondos. La amplia amalgama y contraste de colores de llamativa belleza parece sumergirnos en un cuadro impresionista donde ningún elemento parece dejado al azar por la mano de la naturaleza.

Gracias a que permaneció oculto durante tanto tiempo, este valle es en realidad una de las reservas más prístinas que existen en la actualidad y es refugio para más de 220 especies de aves, así como para un importante número de especies en peligro de extinción, como el oso panda gigante, el mono dorado y el takin de Sichuan, un mamífero artiodáctilo que es el símbolo nacional del Reino de Bután. Este paraíso natural está asentado sobre estrechas formaciones cónicas de karst, un terreno calcáreo modelado por la acción del agua con alta concentración de carbonato de calcio. Esta particularidad es la que favorece la extraordinaria claridad de las reservas acuíferas del lugar, incluso en áreas de gran profundidad. La vistosa paleta de colores azul turquesa y verde que caracteriza los diferentes lagos, arroyos y fuentes del parque se debe a los diversos minerales característicos de la región y varía de acuerdo con la estación del año en la que se visite. Jiuzhaigou está integrado por tres valles dispuestos en forma de “Y” (Rize, Zechawa y Shuzheng), los cuales pueden recorrerse en una ruta vial muy estrecha de 55 kilómetros, con áreas de parqueo y miradores para contemplar las mejores vistas de cada escenario. Así mismo, en cada punto de interés existe una red de plataformas y caminos de madera que permite internarse en el bosque para apreciar más de cerca cada estación.

Gastronomía

Por su cercanía con la región del Tíbet hay mucha influencia de la comida tibetana y de la etnia qiang, caracterizadas por el alto contenido de calorías y proteínas. Son comunes los platillos de carnero asado, los tallarines de harina de cebada y el té tibetano, preparado con mantequilla de leche de yak. Este bóvido, que habita en las altas montañas del Tíbet, es una de las principales fuentes de carne en la región. Curiosamente, el pescado no es uno de los alimentos preferidos en esa zona.


Fuentes