Vicki Baum

Vicki Baum
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NombreHedwig Baum
Nacimiento24 de enero de 1888
Viena, Bandera de Austria Austria
Fallecimiento29 de agosto de 1960
Hollywood, Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
NacionalidadEstadounidense y austríaca
OcupaciónEnfermera, guionista, escritora y periodista

Vicki Baum. Escritora austríaca. Con su novela "Stud. chem. Heleme Willfüer", publicada en 1929, alcanzó la fama y una gran popularidad, siendo a partir de ese momento la escritora de su generación más leída en el área cultural germana.

Síntesis biográfica

Su verdadero nombre fue Hedwig Baum, aunque firmaba con el nombre de Vicki. Nació en Viena, el 24 de enero de 1888, y en uno de los principales conservatorios de la ciudad estudia música. En 1914 comienza a escribir en sus momentos de ocio, labor que alterna con los estudios musicales. En 1926 decide dedicarse profesionalmente a la literatura y asume un puesto como redactora de revistas en la editorial Ullstein de Berlín.

Trayectoria

Autora de romances cosmopolitas,al estilo de la denominada "literatura de consumo", debido a sus intrigas sentimentales, desarrolladas en el seno de la alta sociedad y protagonizadas por voluntariosos personajes cuyos conflictos se resuelven gracias a los buenos sentimientos. Sin embargo no eran historias totalmente triviales, e incluso fueron sensuradas en la Alemania nazi. Sus novelas estaban destinadas a un público femenino ávido de emociones y estaban bien lejos de la vida de la escritora Vicki Baum.

En sus memorias, que se publicaron póstumamente bajo el título It was all quite different (Todo era muy distinto), Vicki Baum dice de sí misma:

"Cuando he escrito libros estrictamente alimenticios, lo he hecho a posta, para afinar mis herramientas y demostrar mis habilidades, y naturalmente, porque necesitaba dinero. También he escrito unos cuantos libros buenos. Sé lo que valgo: soy una escritora de segunda, aunque, dentro de mi clase, soy de primera fila."

Desde que se reportaron sus primeros éxitos en lengua alemana, sus novelas fueron tratadas de "Trivialliteratur" o ficción popular, ligera, sentimental. La crítica la ignoraba o la trataba con un paternalismo que bordeba el desprecio ante las inevitables comparaciones con Stefan Zweig y de Erich Maria Remarque. Establecida en Estados Unidos, continúó vendiendo millones de ejemplares a lo largo y ancho del mundo.

Carrera Literaria

En 1920, Vicki Baum había escrito Camino a escena, una novela de personajes apasionadamente caracterizados que se desarrolla entre los pasillos del Conservatorio y los grandes teatros de Viena, tal y como ella los había conocido en sus años juveniles. Las virtudes de ésta y de otras obras tempranas de la autora convencieron a la mayor editorial europea Ullstein, que en 1926 le ofreció un trabajo como redactora para las numerosas revistas del grupo, comprometiéndose además a publicar Camino a escena y otros tres libros más. Así fueron naciendo un libro tras otro, algunos publicados por entregas en revistas y periódicos, otros lanzados como volúmenes independientes; y el nombre de Vicki Baum ganaba popularidad.

La fama le llegó en 1928 con Helene Willfur, estudiante de química, una historia juvenil con una protagonista que era la imagen de la "nueva mujer" de la Alemania de Weimar: independiente, capaz de sacrificarse por su futuro, de conseguir el éxito en su profesión y hasta de afrontar en solitario la maternidad. Sin embargo, también la envuelve un halo de encanto romántico, y vive una historia de amor poco convencional, aspectos que muy probablemente fueron la clave del enorme éxito de ventas que alcanzó la obra. Helene Willfur, estudiante de química es sin duda el fruto de una transacción entre autora y editorial. Años antes, en los tiempos de la inmediata posguerra y la gran inflación, Vicki Baum había cultivado una literatura mucho más sombría y reflexiva, en novelas como Las danzas de Ina Raffay o Ulle, el enano, ambas centradas en la íntima soledad de seres marginales.

Muerte

Fallece el 29 de agosto de 1960 en Hollywood, Estados Unidos.

Obras

Vicki Baum ya es, pues, una autora popular entre los lectores en lengua alemana cuando, en 1929, publica la novela que le cambiará la vida, Grand Hotel. Algunas fuentes afirman que trabajó de incógnito durante algunos meses como camarera de piso en el Hotel Adlon de Berlín para documentarse. En el año 1930 ya se había convertido en un gran best-seller y fue adaptada al teatro por Max Reinhardt. En 1932 fue llevada al cine en Hollywood, con un reparto lleno de estrellas, Greta Garbo, John Barrymore y Joan Crawford. En 1936 ya se había sido traducido a dieciséis idiomas, vendiendo millones de ejemplares. En 1958 volvería a ser adaptada, bastante libremente, por Hollywood bajo el título Week end at the Waldorf; y sobre los escenarios de Broadway conocería dos adaptaciones al género musical, la primera en 1957 y la segunda, más reciente, en 1989.

Gracias al éxito de Grand Hotel, Vicki Baum visitó los Estados Unidos por primera vez en 1931, en un viaje de promoción organizado por su editor norteamericano. En 1932 se estableció con su familia en las cercanías de Los Ángeles. Richard Lert, su esposo sería uno de los directores más apreciados y recordados que ha tenido la Pasadena City Orchestra, y Vicki Baum continuaría escribiendo con éxito, no sólo novelas sino también guiones cinematográficos, para productoras como la Metro y la RKO. Un año después de mudarse a los EEUU, los libros de Vicki Baum, judía y defensora de la emancipación de la mujer, ardieron en la pira nazi.

En 1936 adquiere la nacionalidad norteamericana y, al no estar demasiado satisfecha con las traducciones de sus libros al inglés, comienza a escribir directamente en este idioma. Muchos de los títulos que publicará a partir de este momento estarán ambientados en el mundo del teatro, la danza y la música, que tan bien conocía la autora. El primero de este estilo es "La carrera de Doris Hart" 1936 que transcurre en un barrio de artistas de Nueva York, y cuyos personajes son en su mayoría europeos expatriados: músicos, escultores, cantantes, que huyendo del infierno de Europa buscan, con mayor o menor fortuna, abrirse camino en el Nuevo Mundo.

Ambientada en Nueva York también deviene un suceso Entreacto 1942, novela en la que lleva a los extremos el recurso de unidad de tiempo y lugar, que ya había desarrollado desde Grand Hotel. El argumento se ubica en el Metropolitan Opera House durante una representación de la ópera Carmen. En esa única noche se suceden todo tipo de acontecimientos, unos en el escenario, otros entre bastidores, que la autora enlaza muy hábilmente, sin faltar en ningún momento a la verosimilitud, y ofreciendo además una perfecta ambientación, gracias a la cual el lector casi puede oler y palpar el ambiente del teatro.

Ya fuera de los ambientes teatrales, otra novela notable es Lo que los hombres nunca saben (1937). En ella, Vicki Baum vuelve a Alemania para relatar una historia sencilla y trágica: la irrupción de un hombre de negocios norteamericano en el aparentemente tranquilo matrimonio de un juez berlinés y una joven a la que todos creen apocada y enfermiza. La narración de este triángulo amoroso, de sorpresivo desarrollo e impactante final, ilustra a la perfección la cita de Rudyard Kipling que figura como pórtico:

"Todos somos islas, gritándonos unos a otros mentiras a través de mares de incomprensión..."

Pero lo más llamativo de esta obra es la originalidad de la técnica narrativa empleada, que en cierta medida se adelanta a lo que treinta años después hará Lawrence Durrell en "El cuarteto de Alejandría". Lo que los hombres nunca saben no es un melodrama; es casi una tragedia griega, tocada de una desoladora lucidez, una narración extraordinariamente original, que la crítica, una vez más, ignoró.

En 1939 vio la luz Shanghai Hotel, fruto de un viaje y de un cuidadoso estudio de la sociedad y la cultura de aquella ciudad. La autora elige el momento de la caída de las primeras bombas, el 13 de agosto de 1937, como punto en torno al cual girará una novela de curiosa estructura. La primera parte, Los personajes, está formada por nueve relatos independientes, en los que se cuentan las vidas de los nueve personajes que, procedentes de diversos rincones del mundo, terminan reuniéndose en el Shanghai Hotel. La segunda parte, La ciudad, embarca a esos seres desarraigados en una trama común, marcada por lo convulso del momento histórico, donde los conflictos generacionales y culturales salen a la luz en toda su crudeza.

En los años posteriores, Vicki Baum experimentará con diversos estilos y subgéneros dentro de la novela. En Marion 1941 emplea numerosos elementos autobiográficos, si bien la historia no deja de ser ficción, y consigue un libro de apasionante lectura, protagonizado por uno de sus mejores personajes femeninos. El bosque que llora 1944 es un exhaustivo recorrido por el mundo de la industria del caucho, donde se tratan todas las repercusiones de esta explotación, tanto las de tipo económico, como las de carácter social y hasta ecológico.

El ángel sin cabeza 1948, representa su única incursión en la novela histórica y de aventuras, narrando las peripecias vividas por una condesa alemana en la guerra de la independencia de México, donde ha ido a parar siguiendo a un noble español dueño de minas de plata. ¡Cuidado con el ciervo! 1941, que sigue una línea aparentemente folletinesca, está en realidad llena de encanto y de ironía, y contiene reflexiones muy interesantes sobre el contraste entre la cansada sabiduría de la vieja Europa y la pujanza infantil de los Estados Unidos.

Tras dibujar en El grano de mostaza, 1953 un cuadro de la sociedad norteamericana de la época, ya al final de su carrera Vicki Baum vuelve al mundo del teatro con Ballerina 1958, donde ofrece un profundo y preciso estudio psicológico del personaje protagonista, la bailarina de origen ruso casada con un científico norteamericano, y lo adereza con los familiares elementos cosmopolitas del ambiente artístico, que tan bien sabe la autora utilizar.

Fuente