Yaida Castro Betancourt

Yaida Castro Betancourt
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'Yaida Castro Betancourt: Alfabetizadora, revolucionaria cubana que desarrolló el trabajo de los brigadistas en los llanos y montañas de Cuba, abandonando su hogar para llevar la luz de la enseñanza hasta los lugares más recónditos de la patria.

Biografía

Yaida Castro Betancourt, nació el 19 de Abril de 1948, en el municipio de Mayarí en la provincia de Holguín, en el ceno de una familia humilde. Su madre Varmenda Betancourt Arnau y su padre Roberto Felipe Castro Laburdet adoraban mucho a su hija.

Niñez y juventud

Desde niña se caracterizó por ser respetuoso, obediente, amable y humano con sus amigos. Comenzó sus estudios en una escuela primaria Rubén Martínez Villena,, estudió en el Instituto de Idioma Máximo Gorki en ciudad Habana, luego en el Bloque 9 en Taradá de la misma ciudad.
Inició su vida laboral en la escuela primaria Rubén Martínez Villena, posteriormente en la escuela de idioma Nguyen Van Troi en Guantánamo como profesora de idioma Ruso, después como Jefa de Cátedra en la misma escuela, se desempeñó como Metodóloga Inspectora Provincial de Educación, posteriormente en la secundaria básica Haideé Tamara Bunque como Jefa de Departamento y profesora del idioma Inglés y actualmente trabaja como Directora de la Escuela de Idioma Nguyen Van Troi. Guantánamo.

En el año 1989 participó en el seminario Internacional de Idioma Ruso, Asia, África y America Latina.
En toda su trayectoria laboral ostenta la Medalla de la Alfabetización, el 40 Aniversario de las FAR, la Medalla Rafael María de Mendive, el Sello de la ciudad de Guantánamo, es presidenta del Club de Revolucionario de la Sociedad Cubana José Martíde la escuela de idioma , etc.

Trayectoria Revolucionaria

Alfabeticé en la zona de Guaro. Cerones 4. Mayarí Abajo. Holguín
Enseñé a leer y escribir a 8 campesinos, entre ellos, dos combatientes del Escambray.
Aprendí a ser dependiente, aunque me costó mucho trabajo acostumbrarme a la vida del campo. Mantuve muy buenas relaciones con los campesinos. Muchas veces sentí miedo por la oscuridad y las amenazas de elementos que se dedicaban a intimidar a los brigadistas, pero me mantuve como todos firmes. Afronté dificultades con la manipulación del farol, muchas veces tuve que impartir las clases con un quinqué.
Realicé diferentes actividades relacionadas con la salud. Realicé campañas para las instalaciones de letrinas sanitarias y vacunación. Trabajé en la construcción de bohíos dando guano para cobijarlos. Entregué los espejuelos a un débil visual.
La disciplina, responsabilidad e incondicionalidad tuvieron presente en mí. Impartía clases en la mañana a dos mujeres y en las noches a los restantes. Hacía un recorrido en la tarde para garantizar la asistencia de mis alumnos. Me respetaban mucho y logré ganarme su cariño. La dueña del bohío me pidió de regalo el farol, cuando se lo puse en sus manos, lloró de alegría. Siempre los recuerdo con gran amor. Me sentí muy útil y satisfecha de haber cumplido con ese deber.
Esa tarea me motivó a determinar mi verdadera vocación para el magisterio.
Lo que más me emocionó al final fue el desfile en la plaza de la Revolución. Allí junto a todos nos comprometimos con Fidel para realizar estudios y continuar apoyando a la Revolución.
Recuerdo como el pueblo habanero acogió a los brigadistas, yo aún recuerdo a los artistas de CMQ, hoy televisión Cubana que con gran amor nos brindaron su hospitalidad, desde la llegada hasta la despedida después de concluido el acto de la declaración de Cuba territorio libre de analfabetismo.

Después de mi incorporación al plan de becas en La Habana integré el contingente para la recogida de café en la Sierra Maestra ,me sentí orgullosa de llevar en mi pecho el sello con la imagen de Manuel Ascunse, sentí que rendía homenaje a ese valiente alfabetizador .


Fuentes

Escuela de Idioma NGUYEN Van Troy Guantánamo. Directora de la Escuela Yaida Castro Betancourt.