Zantedeschia

Zantedeschia
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Nombre Científico:'
Reino:Plantae

Zantedeschia. Es una de las especies florales que puede irrumpir con fuerza en el panorama de la flor cortada, que recibe diferentes nombres vulgares, aunque el más conocido es el de “callas” que proviene de la sociedad inglesa de la época victoriana, recogido, en su libro sobre el lenguaje de las flores en 1879.

Plantación

Se realiza en un invernadero comercial tipo multitúnel divido en dos módulos y con una superficie total de 540 m2, con cubierta cenital de polietileno de 800 galgas y en los laterales con policarbonato, dotado con calefacción por agua caliente y pantallas térmicas.

Preparación de las banquetas

El cultivo de la Zantedeschia se realiza en ocho banquetas de 90 cm de ancho y con una longitud de 40 m cada una. Para la realización de las banquetas, primero se coloca, sobre el suelo cubierto con una lámina geotextil blanca, una plancha de poliestireno expandido, que está diseñada con diferente grosor en el centro (8 cm) que en los extremos (6 cm) para dar una pendiente de aproximadamente un 4,5% a las banquetas hacia los laterales, por donde se realiza el drenaje. Posteriormente se coloca una placa de polietileno negro, que convenientemente doblada se convertirá en la canaleta de drenaje. Para finalizar, se coloca una nueva placa de polietileno negro, más ancha que la anterior, que formará la banqueta propiamente dicha, la cual posee en el fondo situados hacia los laterales unos agujeros, por donde se realiza el drenaje. Las banquetas están sujetadas en sus laterales con unas clavillas de acero para posteriormente proceder a su lenado con perlita A-13. Una vez llenas las banquetas se colocan las mangueras de riego y de ésta forma ya está listo para poder plantar.

Material Vegetal

De antiguo se conocen resultados de hibridaciones interespecificas tales como: Z aurata obtenida en 1893 al cruzar Z. albomaculata X Z oculata de flores amarillas, o Z ragionierii obtenida en 1909 al cruzar Z. rehmannii con Z. elliottiana. En la actualidad, sobre todo debido a los cruces realizados con Z. rehmannii, en Australia y Nueva Zelanda se han conseguido un amplio espectro de variedades tanto para flor cortada como para maceta, con gran diversidad de colores. El material vegetal que se emplea son bulbos de calibre 16/18, del tipo Spring Calla, que son híbridos entre las diferentes especies del genero Zantedeschia. Del tamaño del bulbo depende el número de flores y el desarrollo vegetativo. Rizomas más pequeños producen plantas con menor altura y reducido número y tamaño de hojas y flores. En selecciones hibridas, es conocido que un diámetro de 4 cm de tubérculo asegura prácticamente un 100 % de floración natural, siendo preciso en tubérculos de menor tamaño aplicar giberelinas.

Marco y densidad de plantación

El marco de plantación depende del tamaño del bulbo, así para tamaños de bulbo más pequeños se necesita un marco más corto, debiendo ser ampliado este para los bulbos más grandes, siendo la densidad de plantación de 35, 25 y 15 bulbos·m-2 para bulbos de 3 cm, 4 cm y 6 cm respectivamente. Los obtentores de material vegetal recomiendan para los bulbos de calibre 16/18 un marco de plantación de 22-25 cm entre líneas y de 20-25 cm entre bulbos. El marco elegido es de 22,5 X 25 cm lo que representa una densidad de 16 bulbos por cada metro lineal de banqueta.

Profundidad de la plantación

La profundidad a la que se debe enterrar el bulbo es muy importante siendo ésta de 5 cm de la superficie. Si se colocan los bulbos más profundos, estarán más tiempo húmedos, con lo que se favorecerá el ataque de Erwinia carotovora. En cambio si se colocan demasiado superficiales no se desarrollarán bien las raíces, que recordemos nacen en la parte superior del bulbo.

Época de plantación

Las Spring Callas deberían florecer al aire libre entre primeros de mayo y finales de julio, mientras que en invernadero se plantan desde diciembre y a lo largo de toda la primavera.

Clima

La temperatura ideal durante el día, para el cultivo de las calas, es de 18 a 21 ºC, siendo por la noche de 13 a 16 ºC, resultando más exigentes las variedades hibridas que la Z. aethiopica. En los primeros estadios de crecimiento necesitan una temperatura más elevada (21 – 23 ºC), hasta que se produzca la brotación y a partir de aquí la temperatura puede descender un poco 15 ºC por la noche y 18 -20 ºC por el día. Las plantaciones realizadas en invierno o en invernaderos sin apoyo térmico tienden a no brotar, para que se produzca la brotación la temperatura se debe situar por encima de los 15 ºC aumentando el crecimiento, el desarrollo floral, la longitud del pedúnculo y la altura de la planta conforme lo hace la temperatura, hasta alcanzar valores de 28 ºC, por encima de los cuales se reduce la tasa de desarrollo vegetativo. La temperatura óptima en el suelo para que se produzca una germinación adecuada es de 15 ºC con un máximo de 24 ºC ya que a partir de éste valor se ven favorecidos los ataques de podredumbre blanda bacteriana producida por la bacteria Erwinia carotovora. La humedad relativa debe estar por encima del 60 %, en el caso de que los valores sean inferiores puede provocarse desecaciones de las flores. Se deben evitar la combinación de humedad relativa alta (80 – 85 %) con temperaturas elevadas para prevenir los ataques de Erwinia carotovora. Con relación a la luz la zantedeschia se puede considerar como una planta de día neutro, por lo que la longitud del día no interfiere en su crecimiento. No obstante, las variedades híbridas se desarrollan más rápidamente en condiciones de elevado nivel de radiación (Funnell, 1992). Tanto la temperatura como la luz interfieren en el color de las flores de algunas variedades híbridas, así, a temperaturas superiores a 25 ºC presentan tonos más débiles, mientras que con temperaturas bajas y alta intensidad luminosa mejora la expresión de color en las flores de la gama de los fucsias y rosados, no siendo así en las flores con gamas de color que van del crema al amarillo.

Suelo

El suelo debe retener la humedad y al mismo tiempo tener una gran capacidad de drenaje, para minimizar los problemas de pudrición de los bulbos. El pH optimo se sitúa entre 6 a 6,5.

Fertirrigación

Inmediatamente después de plantar se realizó un riego con manguera para mojar bien la perlita y posteriormente mantener ligeramente húmedo el sustrato con el riego localizado, hasta que la planta desarrolló enteramente sus primers hojas. A lo largo del cultivo, el sistema de riego utilizado es el de goteo, colocando cuatro líneas portagoteros por cada banqueta, con emisores de 1,8 l/h de caudal y separados 25 cm entre sí, teniendo precaución de evitar la marchitez por estrés hídrico, ya que en las calas hibridas puede inducirse la dormancia. Las mangueras portagoteros se deben colocar de forma que no estén demasiado cerca del bulbo, porque de lo contrario estos pueden verse afectados por problemas fúngicos. Una vez terminada la floración, se mantuvo la irrigación por espacio de 8 semanas para favorecer el crecimiento vegetativo que se produce posterior a la misma. El riego se suspendió una vez que las hojas comenzaron la senescencia de forma natural y los bulbos tenían un tamaño óptimo para poder realizar una nueva plantación. Las necesidades nutricionales máximas se encuentran entre las 6 y 12 semanas posteriores a la plantación. Antiguamente se realizaba un solo aporte al año al inicio de la producción (final invierno, principio de primavera) con abonos de liberación lenta y sobre todo ricos en nitrógeno, en la mayoría de los casos no teniendo en cuenta que un exceso de este elemento puede producir una disminución en el crecimiento del cultivo así como aumentar la susceptibilidad de la planta a enfermedades (Erwinia carotovora). Actualmente y para obtener flores de gran calidad se utiliza una fertilización continua a través del sistema de riego. A lo largo del periodo productivo se utiliza un abonado con un equilibrio N-P2O5-K2O de 1 - 0,7 – 1,3, mientras que para el periodo vegetativo el equilibrio del abono empleado es de 1 – 0,3 – 0,8. La relación Ca/Mg fue de 1,8/1, mientras que los aportes de microelementos se realizaron con una solución a dosis comercial. El pH debe mantenerse en valores ácidos (6-6,5) para favorecer el control de la Erwinia carotovora que en medios ácidos no se desarrolla tan rápidamente. La conductividad eléctrica no debe superar los valores de 1,2 dS·m-1.

Plagas y enfermedades

Trips: El principal es Frankliniella occidentalis. Afecta especialmente a las flores, donde produce pequeñas manchas y decoloraciones. Su control se puede realizar de tres formas diferentes:

  • Control preventivo: con la colocación de mallas antitrips en las entradas de aireación del invernadero, con la eliminación de malas hierbas en el exterior del invernadero y con la colocación de placas adhesivas azules.
  • Control biológico: a través de la utilización y suelta de enemigos naturales de los trips como son: Orius ssp, Amblyseius cucumeris y Amblyseius barkieri.
  • Control químico: para vencer las resistencias que adquieren, es muy importante cambiar de grupo de insecticidas y no utilizar materias activas que pertenezcan al mismo grupo más de tres veces seguidas. Algunas de las materias activas recomendadas son: formetanato (aplicaciones con azúcar), metiocarb, spinosad.

Pulgones: En este grupo podemos incluir entre otros áfidos a Myzus persicae, Aphis gossyppii, Aphis nicotiana, Macrosiphum euphorbiae. Pueden producir deformaciones de hojas y flores, a la vez que segregan melaza que facilita la presencia del hongo de la negrilla, el cual provoca manchas en las flores dejándolas inservibles comercialmente. Para su control biológico son efectivos Aphidoletes aphidimyza y Aphidius spp. mientras que para su control químico es importante realizar los tratamientos a la aparición de los focos y sobre los mismos con insecticidas a base de pirimicarb, imidacloprid, etc.

Acaros: El que mas repercusión tiene en el cultivo de zantedeschia es Tetranychus urticae . Los síntomas se manifiestan con un marchitamiento de las hojas jóvenes y si el ataque es más severo, con el amarillamiento de las hojas adultas y la presencia de telarañas en la planta. El control biológico se puede realizar con Phytoseiulus persimilis y/o con Amblyseius californicus, mientras que para el control químico se utilizan algunos de los siguientes acaricidas: abamectina, dicofol, clofentezin (no controla adultos), etc. Entre las enfermedades producidas por bacterias de mayor relevancia tenemos:

Erwinia carotovora: Es la enfermedad más grave que puede afectar al cultivo de zantedeschia, pudiendo causar gravísimas perdidas e incluso llegar a destruir plantaciones enteras, debido a su alta velocidad de propagación. Se trata de una bacteria que penetra en la planta esencialmente a través de heridas y produce una podredumbre blanda y acuosa. Su sintomatología se manifiesta inicialmente porque la planta adquiere una coloración amarillenta que pronto se extiende por todo el follaje marchitándose, posteriormente aparecen en el cuello de la planta lesiones acuosas que se extienden con gran rapidez, las hojas no se sostienen y caen al suelo, ocasionándose la muerte de la planta. De entre las enfermedades de origen fúngico que afectan al sistema radicular las más importantes son: Phythopthora spp: Produce la pudrición del bulbo y las raíces. Los síntomas son una marchitez progresiva acompañada de amarillamiento y posterior coloración parda de las hojas y las puntas y márgenes de las espatas. Las flores no abren o están deformadas. Para el control de la enfermedad son muy importantes las medidas culturales tales como: retirar los goteros del cuello de la planta, evitar excesos de humedad, utilizar sulfato de cobre en las balsas, utilizar sustrato sano, etc. En su control se pueden utilizar etridiazol, mefenoxam.

Pythium spp: Produce marras en la brotación y caída de plántulas. Las raíces adquieren un color marrón pudiendo permanecer el centro todavía intacto, los bordes de las hojas amarillean. Para su control químico se puede utilizar productos a base de maneb, zineb, himexazol, propamocarb etc.

Rhizoctonia spp: Produce decoloraciones marrones o negras en la base de la planta y las raíces. Se puede tratar con carbendazima, iprodiona, etc. Las enfermedades fúngicas más importantes que afectan a la hoja son:

Alternaria spp: Puede afectar en cualquier etapa del desarrollo de la planta. En las plántulas produce un chancro negro en el tallo llegando a morir la plantita. En las plantas adultas ocasiona manchas necróticas bien delimitadas en las hojas, siendo estas circulares y pardas con anillos concéntricos. Tanto en los tallos, como en los pecíolos y las espatas las manchas son negras y bien definidas. Para su prevención es importante controlar el ambiente dentro del invernadero, evitando altos niveles de humedad relativa. Su control químico se puede realizar con mancozeb, metiram, etc.

Botrytis cinerea: conocida por el nombre de podredumbre gris, se manifiesta por la aparición de pudriciones blandas con presencia de un micelio gris. Se presenta sobre todo en la poscosecha. Se puede prevenir ventilando bien los invernaderos y su control químico se puede realizar con productos a base de vinclozolina, clortalonil, etc.

Cosecha y postcosecha

A diferencia de la Zantedeschia aethiopica que se cortan con la espata enrollada, las calas hibridas de color se cortan cuando el espádice se comienza a desarrollar y la espata se encuentra en unas 3/4 partes abiertas y siempre antes del derramamiento de polen que se produce normalmente a los 4 a 7 días antes de que la flor se abra completamente. La recolección se hace por la mañana temprano o bien a última hora de la tarde aprovechando que las temperaturas son más frescas. Para realizar la cosecha, las flores se pueden cortar o arrancar. Para arrancar la flor se tira de ésta hacia arriba al mismo tiempo que un poco en horizontal, consiguiendo una mayor longitud del tallo, pero se debe tener precaución de que no se arranque la planta. Una vez cosechadas las flores es muy importante colocarlas en agua a la mayor brevedad posible. Para su clasificación se deben seleccionar flores similares, y que no presenten daños mecánicos o causados por plagas. La clasificación se realiza en función de la longitud en tamaños que van desde 60 cm a los 25 cm. La presentación se realiza en paquetes de diez tallos cada uno. El almacenamiento se realiza en cámaras frigoríficas a una temperatura de 6 a 8 ºC y con una humedad del 80%. Siendo la vida útil para el consumidor final de 4 a 10 días, pudiendo llegar en algunas variedades híbridas a los 20 días.

Fuentes