Acuicultura en Cuba

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Acuicultores Cubanos
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La Acuicultura en Cuba. Al triunfo de la Revolución en Cuba, no se podía hablar de una pesca comercial de agua dulce, estas especies solo tenían alguna importancia deportiva, su desarrollo era muy pobre, ya que la isla, geográficamente, carecía de ríos caudalosos y embalses naturales abundantes que sirvieran para la procreación y utilización comercial de estos Peces.

Primera Etapa

Sólo tenía interés económico la captura de la introducida rana toro, que aunque no era una especie propiamente de agua dulce, tenia su hábitat en zonas bajas y pantanosas del país.

En el proceso de incremento de esta especie, se concluyeron en 1960 los criaderos de Isla de Pinos y a principios de 1961 los de Río Cauto en Oriente, Florida en Camagüey y Cumanayagua en Villa Clara.

También se organizaron en cooperativas los pescadores de este batracio, con la misma estructura de los pescadores de mar. Según el informe del Capitán Antonio Núñez Jiménez, presentado en el primer aniversario de la Ley de Reforma Agraria el 17 de mayo de 1960, existían en el país 6 de estas cooperativas.

Comercialización

La comercialización de esta especie era fundamentalmente hacia los Estados Unidos y su consumo nacional se comenzó a estimular, realizándose su proceso de industrialización en la planta Camilo Cienfuegos, ubicada en la Laguna de Ariguanabo en la provincia de La Habana, la cual tuvo un plan de producción en 1961 de 40.000 rana toro al día. Poco duro las posibilidades de desarrollo de exportación de esta especie, ya que el 20 de junio de 1961 el INP informó que no compraría más la rana toro, debido a que el cerco imperialista nos impedía su exportación dejando en completa libertad a los raneros para que su producto lo vendieran en el mercado nacional, lo que provocó una desestimulación en las capturas.

Existe un caso curioso y único en Cuba de un ciudadano nombrado Manuel Gómez Barrera que, al triunfo de la Revolución, llevaba 26 años sembrando peces en nuestros ríos y lagunas, sin por esto percibir salario ni apoyo estatal, teniendo según sus documentos cerca de 14,000 truchas y otras especies sueltas en más de 50 lugares de todo el país.

Oficialización

Aunque desde los primeros meses del año 1959 se continuo informando acerca de las vedas establecidas para los especies de agua dulce, no es hasta junio de 1960 que las autoridades cubanas crean oficialmente indicaciones sobre las mismas, cuando en las atribuciones del Ministerio de la Agricultura de esa fecha en los acápites I y II se prescriben:

  • Regular todo lo relativo a la repoblación forestal y fluvial de la nación incluyendo su fomento, conservación y protección, así como la expedición de licencias.
  • Propender a la conservación y aumento de la fauna terrestre y fluvial, regulando el ejercicio de la caza y la pesca fluvial.


Principales especies que se cultivaban

Esto no quiere decir que en 1959 no hubo interés en el incremento y reproducción de las especies de agua dulce ya que a los pocos meses del triunfo de la Revolución se creó el Centro de Recría Ictiológica y Repoblación Fluvial del Ministerio de Defensa Nacional, operado por El Ejército Rebelde y piscicultores cubanos, con el fin de poblar e introducir especies de agua dulce en nuestros ríos y lagunas.

En 1961 este centro contaba con una gran nave para la reproducción de peces, equipada con 200 tanques para cría y además 10 estanques rectangulares de 20x10 metros fuera de la nave y otros 10 circulares para el mantenimiento de truchas, carpas, tilapias, soles, biajacas y langostinos o camarones de ley.

En 80 de los tanques se tenía la planta conocida por Jacinto de Agua, en cuyas raíces la carpa depositaba sus huevos y donde eran fecundados, inmediatamente las plantas eran pasadas a tanques limpios donde se verificaba la incubación, lográndose millares de alevines que se alimentaban hasta alcanzar el tamaño juvenil para posteriormente ser sembrados en los lugares previstos.

Las especies que se estaban criando y propagando en todas las aguas dulces de Cuba por el Centro de Repoblación Fluvial eran:

Además se experimentaba con la cría de peces ornamentales con fines comerciales.

En 1962 se obtuvieron y liberaron un millón de crías de carpa, un millón de tilapias, 100.000 soles, además en Cayo Largo del Sur se estudió la posibilidad de adaptar la tilapia en el agua salada para su posible utilización como carnada viva en la pesca del bonito.

El 27 de diciembre de 1963, cuando por el Decreto Ley 1137 se creó el Instituto Nacional de la Pesca (INP), apareció como unidad subordinada el Centro de Repoblación Fluvial, y el 21 de octubre de 1964 se creó dentro de la estructura del INP, el Departamento de Repoblación Fluvial, subordinado a la Subdirección Técnica de dicha institución.


Cultivo de la carpa

Un aspecto que posibilitó el desarrollo de la acuicultura en Cuba fue precisamente la construcción de presas y micropresas realizadas en todo el territorio nacional, también se buscó la introducción de variadas especies que fueran más productivas que las ya existentes.

Por ejemplo, el 16 de junio de 1964 se recibieron en Cuba 100 ejemplares de la carpa espejo israelí, la cual tiene ausencia casi total de escamas, el cuerpo más estrecho y carne más sabrosa que la carpa común, de estas solo llegaron con vida 17, para más tarde morir cinco más, o sea, que quedaron para los experimentos de ceba y recría 12 ejemplares, con los cuales trabajaron los especialistas del Centro de Repoblación Fluvial El Dique.

El primer desove se logró el 18 de marzo de 1965, cuando se obtuvo una extraordinaria fecundidad, al llegar algunas, de acuerdo con la talla y el peso del ejemplar, a un millón de ovas.

Cuando estos peces arriban a Cuba tenían dos meses de nacidos y un tamaño entre 7 y 10 cm y ya en la fecha del primer desove algunos ejemplares llegaron a 40.5 cm y 1,350 gramos de peso.

Por la investigaciones se comprobó que en Cuba, gracias a nuestras características climáticas y la alimentación, se podía llegar a 5 toneladas por hectárea de agua por año y a un costo de 5 centavos la libra.

Esta producción era superior a la obtenida por Israel y China, que llegaban a 2 toneladas por hectáreas, en otros países era inferior, como en la India, donde no alcanzaba la tonelada por hectáreas y peor aún en Europa, que debido a los rigores del clima, no lograba ni la media tonelada.

Producto de la fecuadidad de esta especie y de su demanda comercial, se consideró que cubriría el consumo nacional de peces de agua dulce.

En los canales de La Ciénaga de Zapata, donde se pensaba sembrar la carpa, se realizaron pruebas de captura con diferentes artes de pesca y en especial con chinchorro de 15 brazas de largo en pesca de arrastre, con dos embarcaciones de 21 pies de eslora y escaso calado, adecuadas para navegar en aguas poco profundas. En la prueba se capturaron biajacas, truchas, peces, soles, manjuaríes, jicotea, etc., comprobándose que la zona es rica en alimentos naturales que podía consumir la carpa israelí.

Se recuerda con gran afecto al piscicultor soviético Yuri Priventsev que en los canales de La Ciénaga de Zapata realizó investigaciones sobre peces de agua dulce, siendo muy beneficiosos para el país los resultados de este trabajo.

Cultivo de la tilapia

También en el centro se experimentó la aclimatación de |la tilapia mossambicana, de la cual había 2, 000 ejemplares con una talla superior a los 10 cms y según el muestreo resultó su cría más barata que la carpa israelí, aunque se presentaron dificultades en su crecimiento, ya que la FAO señalaba que este pez puede crecer hasta 39 cm y en Cuba solamente habían llegado a 18 cm, valorándose en aquella ocasión que esto se debía a que no se tenían en las condiciones adecuadas, faltándoles sol y que la densidad de población en los pequeños estanques era alta, por lo que fueron seleccionados los mejores ejemplares y se ubicaron en lugares con condiciones óptimas, dando buenos resultados, de manera que se continuó trabajando en el proceso de estabilidad de esta especie en el país.

Las investigaciones practicadas sobre las especies de agua dulce dieron como resultado la necesidad de cumplir una serie de requisitos si se quería lograr una correcta explotación intensiva, estos eran:

  • Vegetación acuática superior
  • Métodos de pesca
  • Aumento de la base alimenticia

En época tan temprana se pensó en la cría artificial de langostinos y rana toro, ambos con un gran valor económico.

De gran ayuda en todo este proceso inicial de introducción de peces de agua dulce en Cuba fue el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos que cooperó con el Centro de Repoblación Fluvial, indicándole las presas y embalses donde podían llevarse a cabo la cría y ceba de estas especies.

Cultivo de la amura blanca y la tenca

Otro pez de agua dulce que se introdujo con fines comerciales fue [la amura |la amura blanca]], herbívora, de la cual en abril de 1966 se trajeron procedentes de la URSS, 200 alevines, por vía aérea en bolsas de polietileno con capacidad de 4 litros y en cada una 50 ejemplares con talla dé 13 a 15 cm.

En Octubre se recibieron 400 alevines más, que unidos a los primeros se establecieron en dos estanques del Centro de Repoblación Fluvial, donde se adaptaron al clima y la alimentación cubana, comiendo gustosamente la Anachari (Elodea Canadiensis), en el primer mes aumentaron su peso en 3 o 4 veces, logrando algunos ejemplares una talla superior a los 20 cm, dedicándose los investigadores a continuación al estudio de su crecimiento, maduración sexual, alimentación y otras cuestiones de importancia en su aclimatación.

Los resultados del experimento con esta especie fueron extraordinarios, ya que al año de cultivo se obtuvo un promedio por ejemplar de 6640 gramos llegando algunos hasta 90 centímetros de talla y además se consideró un éxito que no se lamentaron pérdidas en los peces sembrados, comprobándose que esta especie crece y engorda en Cuba con mayor rapidez que en la entonces URSS.

Otro pez de agua dulce del que se habló para su introducción en el país desde la URSS, fue la tenca, de la cual se trajeron alevines para su aclimatación en el año 1967, que al igual que la amura era herbívora, alimentado de algas y llegaba a tener un gran tamaño.


Segunda Etapa

Con la experiencia obtenida de los peces adaptados a nuestro clima después del triunfo revolucionario, más los que ya habitaban en Cuba anteriormente, se hizo necesario la siembra masiva de los mismos con fines comerciales. Con este motivo en el año 1967, el Laboratorio de Hidrobiología del Instituto de Biología de la Academia de Ciencias de Cuba, en colaboración con la Academia de Ciencias Checoslovaca, realizó una investigación en las presas Cacoyuguin de Oriente, Mosquito de Pinar del Río y Laguna Sabanilla en La Habana, para averiguar las posibilidades de su futuro aprovechamiento pesquero y la posibilidad de explotarlas usando redes. Como conclusión determinaron que sería posible el uso de redes en las aguas de lagunas y embalses cubanos, y llamaron la atención no solo sobre las posibilidades de regulación y aprovechamiento de las poblaciones de peces en viejas lagunas y embalses, sino también sobre las ventajas de la repoblación con peces de rápido crecimiento en los nuevos embalses, en los que se contaba para la explotación con redes desde su comienzo.

El año 1967 fue de un gran salto en el desarrollo de la Acuicultura en Cuba, en Enero el INP asumió el Centro de Carpas situado en Guanimar, que hasta ese momento perteneció a la Dirección del Plan Especial de Desarrollo Pecuario, además un elemento importante fue la creación en el mes de [[febrero, por el Instituto Nacional de la Pesca, de la Dirección Nacional de Piscicultura, que se encargó de organizar y desarrollar la actividad acuícola en el país, comenzándose un trabajo profundo en esta especialidad dirigido hacia:

  • La formación de una Dirección Nacional Técnica y Operativa.
  • La creación y perfeccionamiento de unidades de piscicultura.
  • La formación de técnicos piscícolas.
  • La organización de los pescadores fluviales.

Creación de la Dirección Operativa Territorial

Fue creada una Dirección Operativa Territorial en todo el país con representantes en cada territorio y además se efectuaron contrataciones a personal técnico extranjero de la URSS, Bulgaria y Corea.

Una de las primeras tareas asumidas por esta Dirección Operativa Territorial fue realizar un censo de aguas dulces en el país, donde se controlarían presas, lagunas, canales, ciénagas, así como otros cuerpos de agua que pudieran ofrecer interés para la futura siembra de peces; señalando su ubicación y vías de acceso; su morfología, relieve, tipo de fondo y si la cuenca se encontraba limpia de obstáculos que obstruyeran el uso de redes de arrastre; así como su profundidad promedio, volumen máximo y mínimo en metros cúbicos de agua, la calidad de las aguas, flora y fauna y posibilidades de vaciar el espejo de agua. Unido a esta tarea, los técnicos valoraron las arroceras que presentaban condiciones para el cultivo de peces y rana toro.

Con los alevines que se contaba en el Centro de Loma de Tierra, inmediatamente se puso en práctica un amplio plan de siembra de peces de aguadulce en los embalses y lagunas naturales del país.

La Dirección Nacional de Piscicultura seleccionó las especies para la repoblación, escogiendo a: La carpa espejo israelí, nuestra autóctona biajaca y en menor escala la trucha americana (lobina negra). [[ La biajaca y la trucha se sembraron con fines deportivos; y la carpa espejo israelí con fines deportivos y comerciales, disponiéndose un año de veda en los embalses y lagunas donde se efectuó la siembra.

Ejemplo de este trabajo lo tenemos en las 2,000 carpas espejo israelí que se arrojaron en la presa El Cacao, cercana a Santa María del Rosario, donde también abundaba la biajaca. Posteriormente en ese lugar fue donde los visitantes, como oferta de recreación, tendrían disponibles 50 botes para realizar la pesca.


Véase también

Fuente

  • Aprovechamiento de Peces en lagunas y presas
  • Comisión de Historia Pescario
  • Síntesis histórica de la pesca en la provincia de Matanzas
  • Comisión de Historia Pescamat