Diferencia entre revisiones de «Blas Roca»

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Estudiosos de la vida y obra de Blas informan que en [[1929|1929]] es elegido Secretario General del Sindicato de Zapateros de Manzanillo; año en que ingresó en el Partido que poco antes fundaran Baliño y Mella. Su valerosa decisión tenía lugar en un período singularmente difícil y de feroz represión contra el pueblo. Ser comunista en aquel tiempo y en aquella sociedad significaba asumir la más riesgosa y heroica posición política.<br>
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Sus excepcionales condiciones de luchador determinaron su elección como Secretario del Comité del Partido de Manzanillo y como Secretario General de la Confederación Obrera de la localidad. Apenas con 21 años, era ya el principal dirigente comunista y obrero de la aguerrida provincia de Oriente.<br>
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Estudiosos de la vida y obra de Blas informan que en [[1929|1929]] es elegido Secretario General del Sindicato de Zapateros de Manzanillo; año en que ingresó en el Partido que poco antes fundaran Baliño y Mella. Su valerosa decisión tenía lugar en un período singularmente difícil y de feroz represión contra el pueblo. Ser comunista en aquel tiempo y en aquella sociedad significaba asumir la más riesgosa y heroica posición política.<br>  
  
A los 25 años su figura alcanza especial dimensión en los días finales de la lucha contra Machado, al dirigir en su provincia las batallas obreras y populares que culminaron con la histórica huelga general de agosto de [[1933|1933]].<br>
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Sus excepcionales condiciones de luchador determinaron su elección como Secretario del Comité del Partido de Manzanillo y como Secretario General de la Confederación Obrera de la localidad. Apenas con 21 años, era ya el principal dirigente comunista y obrero de la aguerrida provincia de Oriente.<br>  
  
Cuando el Partido lanzó la consigna de luchar por un gobierno de obreros y campesinos, Blas participó decididamente en el empeño de crear el soviet de obreros y campesinos del central Mabay. Fue entonces un sueño, pero también una genial premonición.<br>
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A los 25 años su figura alcanza especial dimensión en los días finales de la lucha contra Machado, al dirigir en su provincia las batallas obreras y populares que culminaron con la histórica huelga general de agosto de [[1933|1933]].<br>  
  
En Manzanillo quedaron las semillas que 23 años más tarde, convertidas en tenaz e invencible solidaridad, encontraron los expedicionarios del Granma.<br>
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Cuando el Partido lanzó la consigna de luchar por un gobierno de obreros y campesinos, Blas participó decididamente en el empeño de crear el soviet de obreros y campesinos del central Mabay. Fue entonces un sueño, pero también una genial premonición.<br>  
  
Rápida fue la trayectoria de Blas hacia las altas responsabilidades en la dirección del Partido. A la pupila insomne de Martínez Villena, entonces máximo dirigente de los comunistas cubanos, no escaparon las brillantes cualidades del joven combatiente revolucionario, al que en el propio año 1933 se le traslada y se le hace responsable de la dirección del Partido en la capital de la república. A su vez se le encomienda atender el semanario "Bandera Roja", órgano central del Partido. No mucho tiempo después la dirección del Partido lo elige Secretario General del Comité Central, cargo en el que fue ratificado durante la celebración del Segundo Congreso en [[1934|1934]].<br>
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En Manzanillo quedaron las semillas que 23 años más tarde, convertidas en tenaz e invencible solidaridad, encontraron los expedicionarios del Granma.<br>  
  
El brutal aplastamiento de la huelga general de marzo de [[1935|1935]] y el severo golpe recibido por el movimiento obrero y revolucionario de Cuba enfrentó al Partido Comunista a problemas sumamente complejos y duros.<br>Con la serenidad y firmeza que caracterizaron siempre su conducción partidista, Blas rehizo lo que la reacción casi había destruido, consolidó la organización y mantuvo la lucha por la reconquista de las libertades arrebatadas al pueblo.<br>
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Rápida fue la trayectoria de Blas hacia las altas responsabilidades en la dirección del Partido. A la pupila insomne de Martínez Villena, entonces máximo dirigente de los comunistas cubanos, no escaparon las brillantes cualidades del joven combatiente revolucionario, al que en el propio año 1933 se le traslada y se le hace responsable de la dirección del Partido en la capital de la república. A su vez se le encomienda atender el semanario "Bandera Roja", órgano central del Partido. No mucho tiempo después la dirección del Partido lo elige Secretario General del Comité Central, cargo en el que fue ratificado durante la celebración del Segundo Congreso en [[1934|1934]].<br>  
  
Ese mismo año viajó a la Unión Soviética presidiendo la delegación cubana al Séptimo Congreso de la Internacional Comunista, y fue electo miembro de su Comité Ejecutivo. Ya su figura trascendía los marcos nacionales y empezaba a proyectarse en el ámbito internacional.
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El brutal aplastamiento de la huelga general de marzo de [[1935|1935]] y el severo golpe recibido por el movimiento obrero y revolucionario de Cuba enfrentó al Partido Comunista a problemas sumamente complejos y duros.<br>Con la serenidad y firmeza que caracterizaron siempre su conducción partidista, Blas rehizo lo que la reacción casi había destruido, consolidó la organización y mantuvo la lucha por la reconquista de las libertades arrebatadas al pueblo.<br>
  
Bajo su firme dirección el Partido supo cumplir cabalmente el deber internacionalista con la República española en la formidable campaña de solidaridad dirigida por los comunistas, cuya más alta expresión lo constituyó el envío de casi mil combatientes a las Brigadas Internacionales.<br>En el complejo período de [[1938|1938]] a [[1944|1944]], cuando la lucha antifascista se convirtió en el centro del movimiento revolucionario internacional, el Partido, dirigido por Blas, fiel a sus principios, dio su aporte consecuente y decidido a esa lucha.
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Ese mismo año viajó a la Unión Soviética presidiendo la delegación cubana al Séptimo Congreso de la Internacional Comunista, y fue electo miembro de su Comité Ejecutivo. Ya su figura trascendía los marcos nacionales y empezaba a proyectarse en el ámbito internacional.  
  
Líderes brillantes como Lázaro Peña, Jesús Menéndez y otros surgieron bajo la sabia dirección y el magisterio de Blas Roca, y la clase obrera alcanzó considerables conquistas sociales y políticas.
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Bajo su firme dirección el Partido supo cumplir cabalmente el deber internacionalista con la República española en la formidable campaña de solidaridad dirigida por los comunistas, cuya más alta expresión lo constituyó el envío de casi mil combatientes a las Brigadas Internacionales.<br>En el complejo período de [[1938|1938]] a [[1944|1944]], cuando la lucha antifascista se convirtió en el centro del movimiento revolucionario internacional, el Partido, dirigido por Blas, fiel a sus principios, dio su aporte consecuente y decidido a esa lucha.  
  
Desde [[1940|1940]] hasta el 10 de marzo de [[1952|1952]], Blas fue representante a la Cámara. Allí libró tenaces combates en favor de los intereses de los obreros, los campesinos y el pueblo en general. Como hemos dicho otras veces, no hubo ley progresista ni medida alguna en beneficio de los trabajadores o del pueblo durante ese período en que no estuviera presente la lucha de Blas y los comunistas.
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Líderes brillantes como Lázaro Peña, Jesús Menéndez y otros surgieron bajo la sabia dirección y el magisterio de Blas Roca, y la clase obrera alcanzó considerables conquistas sociales y políticas.
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Desde [[1940|1940]] hasta el 10 de marzo de [[1952|1952]], Blas fue representante a la Cámara. Allí libró tenaces combates en favor de los intereses de los obreros, los campesinos y el pueblo en general. Como hemos dicho otras veces, no hubo ley progresista ni medida alguna en beneficio de los trabajadores o del pueblo durante ese período en que no estuviera presente la lucha de Blas y los comunistas.  
  
 
Con el golpe del 10 de marzo de [[1952|1952]] y la contundente respuesta revolucionaria del 26 de Julio de [[1953|1953]], se iniciaría una etapa nueva en las luchas de nuestro pueblo que exigiría cuotas enormes de sacrificio y heroísmo. En ese largo proceso el Partido de Blas y los fundadores del Movimiento 26 de Julio mantendríamos siempre excelentes y fraternales contactos.  
 
Con el golpe del 10 de marzo de [[1952|1952]] y la contundente respuesta revolucionaria del 26 de Julio de [[1953|1953]], se iniciaría una etapa nueva en las luchas de nuestro pueblo que exigiría cuotas enormes de sacrificio y heroísmo. En ese largo proceso el Partido de Blas y los fundadores del Movimiento 26 de Julio mantendríamos siempre excelentes y fraternales contactos.  
  
Quizás en ninguna otra brilló tanto y dio muestras más relevantes de su capacidad intelectual y sus dotes de político y estadista como en las tareas relacionadas con la elaboración de la nueva Constitución de la República. En ese trascendental documento Blas volcó su sabiduría y entregó una parte de su propia vida de revolucionario, con la inconmensurable alegría de ver plasmados en nuestra Constitución socialista sus más caros anhelos y sueños de comunista. En muchas otras instituciones, códigos y leyes de la Revolución están presentes los esfuerzos de Blas, ejemplo de maestro y de autodidacta a lo largo de toda su vida.
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Quizás en ninguna otra brilló tanto y dio muestras más relevantes de su capacidad intelectual y sus dotes de político y estadista como en las tareas relacionadas con la elaboración de la nueva Constitución de la República. En ese trascendental documento Blas volcó su sabiduría y entregó una parte de su propia vida de revolucionario, con la inconmensurable alegría de ver plasmados en nuestra Constitución socialista sus más caros anhelos y sueños de comunista. En muchas otras instituciones, códigos y leyes de la Revolución están presentes los esfuerzos de Blas, ejemplo de maestro y de autodidacta a lo largo de toda su vida.  
  
"Especialmente emocionante para él fue el momento de su elección como miembro del Buró Político, en la ocasión en que nuestro glorioso Partido celebró su Primer Congreso".<br>"La valiosa ejecutoria de Blas está estrechamente vinculada también al surgimiento de los órganos de gobierno. Electo diputado a la Asamblea Nacional en noviembre de 1976, se convirtió un mes más tarde en su primer Presidente, cargo que desempeñó con su acostumbrada dedicación y brillantez durante casi cinco años."
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"Especialmente emocionante para él fue el momento de su elección como miembro del Buró Político, en la ocasión en que nuestro glorioso Partido celebró su Primer Congreso".<br>"La valiosa ejecutoria de Blas está estrechamente vinculada también al surgimiento de los órganos de gobierno. Electo diputado a la Asamblea Nacional en noviembre de 1976, se convirtió un mes más tarde en su primer Presidente, cargo que desempeñó con su acostumbrada dedicación y brillantez durante casi cinco años."  
  
 
A lo largo de su fructífera vida, Blas fue digno e inclaudicable combatiente, paradigma de consagración y fidelidad a los intereses del pueblo, a las ideas marxista-leninistas y a la gloriosa causa del comunismo.<br><br>
 
A lo largo de su fructífera vida, Blas fue digno e inclaudicable combatiente, paradigma de consagración y fidelidad a los intereses del pueblo, a las ideas marxista-leninistas y a la gloriosa causa del comunismo.<br><br>

Revisión del 16:05 20 sep 2010

Plantilla:Personaje histórico Blas Roca. Líder obrero y comunista cubano. Llegó a ser una de las figuras más relevantes del movimiento obrero y comunista cubano y latinoamericano, dedicando toda su vida a la causa de los humildes.

Datos Biográficos

Francisco Wilfredo Calderío o como más se le conoce Blas Roca nace en Manzanillo, actual provincia de Granma, el 24 de julio de 1908, en el seno de una familia humilde, donde se respiraba un ambiente patriótico y revolucionario.

Con una educación casi autodidacta, pues solo pudo cursar hasta el cuarto grado de la enseñanza primaria, leyó y se puso en contacto con innumerables textos de contenido social progresista.

De humilde extracción obrera, sólo pudo cursar la enseñanza primaria hasta el cuarto grado, aunque continuó estudiando mientras realizaba diversos oficios, entre ellos el de zapatero.

Aprobó en 1924 los exámenes que lo habilitaban para el magisterio. Ejerció como maestro sustituto durante tres meses, mas tuvo que cesar en su trabajo por falta de recomendación política.

A los veinte años comenzó a estudiar marxismo.

Su modestia, sencillez y fervor revolucionario le ganaron el respeto y la admiración del pueblo de Cuba. Su claridad teórica le permitió ver la unidad entre la lucha nacional y la lucha de clases, y adoptar una postura de rechazo ante actitudes de sectarismo de izquierda. Todas estas características lo convierten en miembro de la dirección de la Revolución Cubana hasta su muerte, el 27 de abril de 1987.


Dirigente comunista

En 1929 ingresó en el Partido Comunista y dos años más tarde fue encargado de su organización en la provincia de Oriente y elegido miembro de su Comité Central. Secretario general de la Federación Obrera de Manzanillo, tomó parte activa en las huelgas de zapateros de 1929 y en la de estibadores de 1930.

Es detenido en Julio de 1932 y encarcelado un año, en Guantánamo. En la prisión escribe trabajos que circulan clandestinamente. Publicó los Periódicos mimeografiados “Voz Proletaria” y “El Comunista”, este último después de la caída de Gerardo Machado.

A fines de 1933 se traslada a La Habana, donde conoce a Rubén Martínez Villena. Al año siguiente es designado secretario general del Partido Comunista y viaja a Moscú como delegado de Cuba al VII Congreso de la Internacional Comunista. Colabora en “Mediodía” y “Noticias de Hoy” y forma parte del Consejo de Dirección de la revista mensual “El Comunista”.

Es delegado a la Convención Constituyente (1939-1940) y diputado nacional desde 1940. Creó y dirigió la Revista “Fundamentos” y colaboró en “Gaceta del Caribe”, “Mella”, “La última Hora”. Fue secretario general y primer vicepresidente del Partido Socialista Popular. Representó al partido en el extranjero y, durante la dictadura batistiana, regresó a Cuba para trabajar en la clandestinidad.

Después del triunfo de la Revolución fue miembro del consejo de dirección de Cuba Socialista. Miembro del Secretariado y, desde el Primer Congreso del PCC, del Buró Político de su Comité Central.

Ha dirigido, desde el Secretariado de las Comisiones jurídicas, el reordenamiento de la legislación judicial para adecuarla a la estructura socialista del país. Participó activamente en el establecimiento del Poder Popular en la provincia de Matanzas y ha presidido la Comisión Redactora del Anteproyecto de Constitución. Fue investido con el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Jurídicas en la Universidad de la Habana (1974).

Sus artículos, discursos y entrevistas concedidas han aparecido en diversas publicaciones como: “Bohemia”, “Verde Olivo”, “El Militante Comunista”, “La Gaceta de Cuba,” “Moncada”, cubanas y extranjeras, “Cuadernos Marxistas”; “Documentos Políticos” (Colombia), “World Marxist Review” (Canadá), “”Revista Internacional” y “Problemas de la Paz y el Socialismo” (Checoslovaquia).

Sus escritos han sido traducidos al ruso, inglés, rumano, checo, húngaro, vietnamita. Antes de adoptar el nombre de Blas Roca, y aún después firmó trabajos con su nombre, Francisco Calderío, o sólo con su nombre de pila.

Tuvo diversas publicaciones con colaboraciones de amigos entre ellas se destacan: con Earl Browder “La conferencia de cancilleres de La Habana” (La Habana, 1940), con Manuel Luzardo y Juan Marinello “La Asamblea Provincial de La Habana de Unión Revolucionaria Comunista” (La Habana, 1943), con Lázaro Peña “La colaboración entre obreros y patronos” (La Habana, 1945), con Carlos Rafael Rodríguez y Manuel Luzardo “En defensa del Pueblo” (La Habana, 1945), con Lázaro Peña “Las funciones y el papel de los sindicatos ante la revolución” (La Habana, 1961). Firmó con Juan Marinello los manifiestos del Partido Socialista Popular, “Castigo para “la porra” gobiernista que asaltó y destrozó el periódico Hoy; unidad de toda la oposición por paz, democracia y bienestar” (La Habana, 1951) y “El Partido Socialista Popular propone un frente democrático nacional por Paz, democracia y bienestar” (La Habana, 1951).

Han aparecido trabajos suyos en las obras colectivas Conferencias de orientación ciudadana. Los partidos políticos y la Asamblea Constituyente (La Habana, 1939), Ocho conferencias revolucionarias (La Habana, 1959), Cuarto ciclo: la libertad (La Habana, Universidad Popular, 1960), Sobre el Partido (La Habana, 1963), Material de estudio no. 3 para los Círculos de Instrucción Revolucionaria de los Comités de Defensa de la Revolución (La Habana, 1964), Semblanza de Luis Díaz Soto (La Habana, 1964), Estudios políticos (La Habana, 1965), Guía para la acción (La Habana, 1965). Ha prologado los Estatutos del Partido Comunista de Cuba (La Habana, 1939); Precursores cubanos, verdades del socialismo (La Habana, 1941), de Carlos Baliño; Crédito banca-moneda (La Habana, 1947), de Alberto Arredondo; Elegía a Jesús Menéndez (La Habana, 1962), de Nicolás Guillén; la antología de Fidel Castro Fanal Kuba: Reden und Schriften. 1960-1962 (Berlín, 1963); El proceso de Leipzig (La Habana, 1972), de George M. Dimitrov.

La lucha por la unidad

Archivo:Blas Roca y Fidel jc mzllo4.JPG
Para Fidel, fue "un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar"
Desde la legalidad del Partido, llamado Partido Socialista Popular (PSP) desde 1944, Blas mantuvo un permanente apoyo a la unidad de la clase obrera y de todos los sectores nacionales en lucha por la verdadera independencia económica y política del país. Junto a Lázaro Peña y Jesús Menéndez, destacados líderes obreros a los que contribuyó a formar, construyó una central sindical que unió a todas las corrientes de la clase obrera y las proyectó con un sentido revolucionario de clase.

La conducción acertada del Partido en tan compleja situación fue para Juan Marinello el gran mérito de Blas Roca: "Nuestro Partido, bajo la dirección del compañero Blas, en esto inflexible, decidió la política acertada y única: echarse a las aguas revueltas y pestilentes, con un oído muy fino y una brújula muy firme. Para ello había que meterse en lo nuestro muy en serio. No se podía emprender la riesgosa empresa sin conocer nuestro pasado, sin entender los factores nacionales en juego, sin dejar de armarse de una fuerte preparación teórica de carácter general..."

Tomando en consideración estos objetivos, sale a la luz en 1943 su obra más extensa e importante, Los fundamentos del socialismo en Cuba, en la cual, sin ceder un ápice en lo que a rigor teórico corresponde, introduce al lector en las ideas fundamentales del marxismo y su aplicación en Cuba.
Con el golpe del 10 de marzo de 1952, al que se opone desde el primer momento, se inicia una nueva etapa de lucha en la historia de Cuba. El Partido Comunista y los principales dirigentes del movimiento iniciado en el Moncada, mantendrían sistemáticos y fraternales contactos. Aunque no siempre fueron similares sus tácticas de lucha, sí compartieron iguales objetivos estratégicos. Por estas razones, los comunistas cubanos, bajo la dirección de Blas, lucharon por la amnistía de los moncadistas y se solidarizaron con los combatientes de la sierra y el llano.

Junto con Raúl Roa, mientras dirigía una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular
A finales de 1957, el buró ejecutivo nacional del PSP decidió la incorporación de sus militantes en la guerrilla, aunque ya esto venía ocurriendo por decisiones individuales en la práctica cotidiana. Existen varios documentos importantes de principios de 1958, en los que el Partido declara públicamente su apoyo a la lucha guerrillera y reconoce que esta constituye una forma especial de lucha de masas contra la tiranía.
Un hecho que debe destacarse, por su carácter unitario, es la subordinación que hizo el PSP, voluntaria y conscientemente, de sus destacamentos a la jefatura de Fidel y del Ejército rebelde, ratificada al adherirse al Pacto del Pedrero, suscrito por el Che y el Directorio Revolucionario en Las Villas. De este modo, el PSP se sumó a la unidad de las fuerzas revolucionarias y a la estrategia y táctica de lucha que había trazado Fidel desde el Moncada y que condujo a la victoria de la Revolución el primero de enero de 1959.
Después de la victoria, Blas Roca hizo una contribución trascendente a la unidad revolucionaria al entregar las riendas de la ya veterana organización política marxista-leninista a Fidel. El análisis de aquella decisión fue reflejado por Carlos Rafael Rodríguez como sigue: "Los libros decían, las tesis de las conferencias internacionales del movimiento comunista proclamaban que el tránsito de la liberación nacional al socialismo solo podría lograrse bajo la dirección y hegemonía de un Partido de la clase obrera, con la ideología del marxismo leninismo. Era por ello muy fácil dejarse arrastrar por el mecanicismo sectario y dogmático, y no advertir a tiempo que el camino hacia el socialismo había quedado abierto en Cuba por vías excepcionales y que las disputas por una hegemonía teórica resultarían antihistóricas y absurdas".
En su despacho junto a Justina, su compañera de vida y de trabajo
Blas tomó parte activa en la consolidación de la nueva sociedad, en la que desempeñó diversas responsabilidades, entre las que se destacan la de ser miembro del Secretariado, desde 1965, y a partir del primer Congreso del PCC, miembro del Buró Político del Comité Central; el trabajo en el establecimiento del Poder Popular y en la preparación de la primera Constitución socialista de Cuba, refrendada por el pueblo; el reordenamiento del sistema judicial, el desempeño de la presidencia de la Asamblea Nacional del Poder Popular como máximo órgano del Estado. Nos dejó, además, valiosas obras escritas sobre la sociedad cubana, el ideario martiano y la teoría marxista y leninista.
A lo largo de su vida, fue un luchador inclaudicable por la independencia nacional, la soberanía del país y la causa del socialismo, y si tuviéramos que definirlo, lo haríamos a través de sus propias palabras: "... ha sido un campo de batalla, nunca he dejado de luchar y nunca, ni en la circunstancia más adversa, he perdido la fe en el futuro. Ese ha sido mi escudo y mi bandera".

Hechos relevantes de su vida

Estudiosos de la vida y obra de Blas informan que en 1929 es elegido Secretario General del Sindicato de Zapateros de Manzanillo; año en que ingresó en el Partido que poco antes fundaran Baliño y Mella. Su valerosa decisión tenía lugar en un período singularmente difícil y de feroz represión contra el pueblo. Ser comunista en aquel tiempo y en aquella sociedad significaba asumir la más riesgosa y heroica posición política.

Sus excepcionales condiciones de luchador determinaron su elección como Secretario del Comité del Partido de Manzanillo y como Secretario General de la Confederación Obrera de la localidad. Apenas con 21 años, era ya el principal dirigente comunista y obrero de la aguerrida provincia de Oriente.

A los 25 años su figura alcanza especial dimensión en los días finales de la lucha contra Machado, al dirigir en su provincia las batallas obreras y populares que culminaron con la histórica huelga general de agosto de 1933.

Cuando el Partido lanzó la consigna de luchar por un gobierno de obreros y campesinos, Blas participó decididamente en el empeño de crear el soviet de obreros y campesinos del central Mabay. Fue entonces un sueño, pero también una genial premonición.

En Manzanillo quedaron las semillas que 23 años más tarde, convertidas en tenaz e invencible solidaridad, encontraron los expedicionarios del Granma.

Rápida fue la trayectoria de Blas hacia las altas responsabilidades en la dirección del Partido. A la pupila insomne de Martínez Villena, entonces máximo dirigente de los comunistas cubanos, no escaparon las brillantes cualidades del joven combatiente revolucionario, al que en el propio año 1933 se le traslada y se le hace responsable de la dirección del Partido en la capital de la república. A su vez se le encomienda atender el semanario "Bandera Roja", órgano central del Partido. No mucho tiempo después la dirección del Partido lo elige Secretario General del Comité Central, cargo en el que fue ratificado durante la celebración del Segundo Congreso en 1934.

El brutal aplastamiento de la huelga general de marzo de 1935 y el severo golpe recibido por el movimiento obrero y revolucionario de Cuba enfrentó al Partido Comunista a problemas sumamente complejos y duros.
Con la serenidad y firmeza que caracterizaron siempre su conducción partidista, Blas rehizo lo que la reacción casi había destruido, consolidó la organización y mantuvo la lucha por la reconquista de las libertades arrebatadas al pueblo.

Ese mismo año viajó a la Unión Soviética presidiendo la delegación cubana al Séptimo Congreso de la Internacional Comunista, y fue electo miembro de su Comité Ejecutivo. Ya su figura trascendía los marcos nacionales y empezaba a proyectarse en el ámbito internacional.

Bajo su firme dirección el Partido supo cumplir cabalmente el deber internacionalista con la República española en la formidable campaña de solidaridad dirigida por los comunistas, cuya más alta expresión lo constituyó el envío de casi mil combatientes a las Brigadas Internacionales.
En el complejo período de 1938 a 1944, cuando la lucha antifascista se convirtió en el centro del movimiento revolucionario internacional, el Partido, dirigido por Blas, fiel a sus principios, dio su aporte consecuente y decidido a esa lucha.

Líderes brillantes como Lázaro Peña, Jesús Menéndez y otros surgieron bajo la sabia dirección y el magisterio de Blas Roca, y la clase obrera alcanzó considerables conquistas sociales y políticas.

Desde 1940 hasta el 10 de marzo de 1952, Blas fue representante a la Cámara. Allí libró tenaces combates en favor de los intereses de los obreros, los campesinos y el pueblo en general. Como hemos dicho otras veces, no hubo ley progresista ni medida alguna en beneficio de los trabajadores o del pueblo durante ese período en que no estuviera presente la lucha de Blas y los comunistas.

Con el golpe del 10 de marzo de 1952 y la contundente respuesta revolucionaria del 26 de Julio de 1953, se iniciaría una etapa nueva en las luchas de nuestro pueblo que exigiría cuotas enormes de sacrificio y heroísmo. En ese largo proceso el Partido de Blas y los fundadores del Movimiento 26 de Julio mantendríamos siempre excelentes y fraternales contactos.

Quizás en ninguna otra brilló tanto y dio muestras más relevantes de su capacidad intelectual y sus dotes de político y estadista como en las tareas relacionadas con la elaboración de la nueva Constitución de la República. En ese trascendental documento Blas volcó su sabiduría y entregó una parte de su propia vida de revolucionario, con la inconmensurable alegría de ver plasmados en nuestra Constitución socialista sus más caros anhelos y sueños de comunista. En muchas otras instituciones, códigos y leyes de la Revolución están presentes los esfuerzos de Blas, ejemplo de maestro y de autodidacta a lo largo de toda su vida.

"Especialmente emocionante para él fue el momento de su elección como miembro del Buró Político, en la ocasión en que nuestro glorioso Partido celebró su Primer Congreso".
"La valiosa ejecutoria de Blas está estrechamente vinculada también al surgimiento de los órganos de gobierno. Electo diputado a la Asamblea Nacional en noviembre de 1976, se convirtió un mes más tarde en su primer Presidente, cargo que desempeñó con su acostumbrada dedicación y brillantez durante casi cinco años."

A lo largo de su fructífera vida, Blas fue digno e inclaudicable combatiente, paradigma de consagración y fidelidad a los intereses del pueblo, a las ideas marxista-leninistas y a la gloriosa causa del comunismo.

Vigencia

1. El espíritu de lucha que nos legó y que se constata a través de su brillante trayectoria patriótica y revolucionaria.
2. El pensamiento revolucionario de Blas Roca representa la continuidad histórica de Martí, Marx, Lenin, Mella, Villena materializado en la obra de Fidel.
3. La fe absoluta, martiana y revolucionaria de la necesaria unidad para garantizar los objetivos y el triunfo en cualquier circunstancia histórica.
4. Los valores incuestionables tenidos y reconocidos por su palabra, acción y conducta en todo momento.
5. La necesaria y constante preocupación por la preparación para enfrentar cualquier agresión a la Revolución y a la Patria venga de donde venga.
6. La confianza sin límites de Fidel y la Revolución al entregarle sin condición alguna las banderas del Partido de Mella, Baliño y de Villena.

Muerte.

A causa de una prolongada enfermedad, muere el 25 de Abril de 1987, a los 78 años de edad, de los cuales dedicó 58 como ejemplar comunista; por decisión de la Dirección de la Revolución es sepultado en el Cacahual con honores de General muerto en campaña, y de acuerdo a su deseo en “tierra pelada”

Fidel despidió su duelo y de sus palabras extraemos:

“Ha dejado de existir un hombre excepcional, de singulares virtudes y extraordinario talento. Un revolucionario ejemplar que dedicó por entero su vida a la causa de los humildes, maestro y conductor de comunistas por más de medio siglo, combatiente indoblegable que durante casi tres décadas dirigió el primer partido marxista-leninista de Cuba.

Bibliografía activa

  • Cuestiones agrarias, La Habana, 1938.
  • Por una constitución que asegure la democracia, el mejoramiento popular y la defensa de la economía nacional (informe del Secretario General del Partido Comunista en el Plenum del Comité Central del Partido Comunista de Cuba sobre el primer punto de la orden del día: Cómo asegurar el triunfo del Pueblo en la próxima Asamblea Constituyente), La Habana, 1938.
  • El camino del pueblo, La Habana, 1939.
  • Cómo puede Ud. mejorar su situación?, La Habana, 1939.
  • La confederación de corporaciones económicas frente al pueblo, La Habana, 1939.
  • Las experiencias de Cuba (discurso pronunciado en el VII Congreso del Partido Comunista de México, el 2 de febrero de 1939), La Habana, 1939.
  • Por la igualdad de todos los cubanos (conferencia pronunciada en los salones del Club Atenas, en la noche del 27 de marzo de 1939, La Habana, 1939.
  • La unidad vencerá al fascismo (informe ante la Tercera Asamblea Nacional del Partido Comunista de Cuba, efectuada en la ciudad de Santa Clara los días 10 y 15 de enero de 1939), La Habana, Alfa, 1939.
  • Una batalla que debe ganar el pueblo (informe rendido por [...] ante la Asamblea Nacional del PURC, el día 7 de abril de 1940), La Habana, Eds. Sociales, 1940.
  • Católicos y comunistas, La Habana, 1940.
  • Contra la reacción sediciosa, La Habana, 1940.
  • La educación revolucionaria, La Habana, 1940.
  • El Pueblo y la nueva construcción, La Habana, 1940.
  • Siempre firmes (discurso pronunciado en la Asamblea Constituyente, en defensa de la legalidad de los sindicatos, la C.T.C. y las organizaciones populares), La Habana, Eds. Sociales, 1940.
  • Ayudemos a la juventud, La Habana, 1941.
  • La mujer y la lucha revolucionaria, La Habana, 1941.
  • Por la defensa nacional y el progreso de Cuba (informe de [...] al Comité Ejecutivo Nacional de la URC, 20 de octubre de 1941), La Habana, 1941.
  • Con la masas ¡al avance! (versión taquigráfica del discurso pronunciado por [...] en la Asamblea Municipal de Manzanillo, del Partido Unión Revolucionaria Comunista, celebrada el 12 de abril de 1942), Manzanillo (Oriente), 1942.
  • Marx (conferencia [...] en el teatro Cuatro Caminos [...] el día 17 de mayo [...]), La Habana, 1942.
  • Qué es Unión Revolucionaria Comunista (conferencia [...] en el Seccional de El Cerro, el día 2 de mayo [...]), La Habana, 1942, 1943.
  • 15 de marzo, análisis y perspectivas (informe del secretariado general de la URC al Comité Ejecutivo Nacional del Partido), La Habana, Editorial Páginas, 1942.
  • Todo para derrotar a Hitler en 1942, La Habana, 1942.
  • Discurso pronunciado en la Asamblea Municipal de Manzanillo, del Partido Unión Revolucionaria Comunista, celebrada el 12 de Abril de 1942., 1942.
  • Los fundamentos del socialismo en Cuba, La Habana, 1943; 5ª. ed. Id., 1944; 6ª. ed. Id., 1949, 1960, Id., 1961.
  • Por qué y para qué participan los comunistas en el gabinete, La Habana, 1943. U.R. Comunista en el gabinete, La Habana, 1943.
  • El triunfo de Grau, la unidad nacional y nuestra actitud, La Habana, 1944.
  • Las 6 tareas de la victoria, La Habana, 1944.
  • ¿Demasiados folletos?, La Habana, 1945.
  • Estados Unidos, Teherán y la América Latina. (una carta a Earl Browder), La Habana, 1945.
  • Un gran partido para un gran presidente (conferencia sobre las afiliaciones al Partido, pronunciada en Bauta, la noche del 19 de abril de 1945), La Habana, 1945.
  • Hoy, un periódico distinto (palabras para los trabajadores de una empresa colectiva), La Habana, 1945.
  • Juan Marinello, el candidato de la juventud (discurso), La Habana, 1945.
  • La posición de la iglesia ante los socialistas (fragmento del discurso pronunciado por [...] en la reciente reunión del Comité Ejecutivo Nacional del P.S.P., celebrada los días 27 y 28 de enero de 1945), La Habana, 1945.
  • ¡Al combate! ¡Por la economía y el bienestar popular! (informe y resoluciones de la III Asamblea Nacional del Partido Socialista Popular sobre el primer punto del orden del día. 24-28 enero), La Habana, 1946.
  • Cuba ante las amenazas a la paz, La Habana, 1946.
  • Un ejemplo de militante socialista (discurso [...] en almuerzo ofrecido en Marianao, el 11 de mayo de 1946 a Manuel Luzardo, La Habana, Comité Municipal de Marianao del Partido Socialista Popular, 1946.
  • En torno a la propaganda sobre el aniversario de la revolución socialista (conferencia [...] en torno a la propaganda sobre la conmemoración del 7 de noviembre, 11 de octubre, 1946), La Habana, 1946.
  • Lo que debe ud. saber sobre las elecciones de 1946, La Habana, 1946.
  • El Partido Socialista Popular, La Habana, 1946.
  • El triunfo popular en las elecciones, La Habana, 1946.
  • A qué Partido afiliarse (una guía para el ciudadano en el proceso electoral de 1947-1948), La Habana, 1947.
  • Vida de Julio Antonio Mella, La Habana, 1947.
  • Las elecciones, el nuevo Gobierno y el camino del pueblo, La Habana, 1948. José Martí, revolucionario radical de su tiempo, La Habana, 1948.
  • Plan cubano contra la crisis, La Habana, 1948.
  • Por la libertad y la democracia sindical (intervención de [...] en la reunión de militantes sindicales del P.S.P., junio, 1948), La Habana, 1948.
  • El programa y los estatutos del Partido Socialista Popular, La Habana, 1948. Las tareas de la victoria (fragmento del discurso pronunciado en la reunión del Comité Ejecutivo Provincial de La Habana celebrado los días 29 y 30 de septiembre), La Habana, 1948.
  • La batalla comicial de 1944 (informe de [...] ante el Comité Nacional de Unión Revolucionaria Comunista, el 18 de noviembre de 1943), La Habana, 1949. Cuarenta años que prueban la superioridad del socialismo sobre el capitalismo, La Habana, 1957.
  • Bohemia contrarrevolucionaria y pro imperialista (reproducido por el periódico Hoy, por el Comité Municipal de La Habana del Partido Socialista Popular, La Habana, 1959.
  • Los comunistas no ocultan nada, La Habana, 1959.
  • 29 artículos sobre la revolución cubana, La Habana, 1959.
  • Balance de la labor del Partido desde la última Asamblea Nacional y el desarrollo de la revolución, La Habana, 1960.
  • La disciplina y la conciencia en la Milicia Nacional Revolucionaria, La Habana, 1960.
  • La Marina, la democracia, las elecciones y la revolución, La Habana, 1960.
  • El comunismo es la conciencia de la revolución de la humanidad por su liberación, La Habana, 1961.
  • Dos respuestas a los compañeros de un círculo de estudios de Guanabo, La Habana, 1961.
  • En defensa de la revolución (6 artículos), La Habana, 1961.
  • Lo que determina y condiciona la actual situación de Cuba, son los éxitos alcanzados por la revolución (informe de [...] en el Pleno del Comité Nacional del PSP el 25 de enero de 1961), La Habana, 1961.
  • Médico cubano, cuál es tu porvenir, La Habana, 1961.
  • Osvaldo Sánchez (palabras pronunciadas por el dirigente nacional de las O.R.I. [...] en la Escuela de Instructores Osvaldo Sánchez el 20 de junio de 1961), La Habana, 1961.
  • El pensamiento íntimo de la contrarrevolución, La Habana, 1961.
  • Los regímenes sociales y el concepto de libertad, La Habana, 1961.
  • Teoría y acción revolucionaria (algunos conceptos básicos sobre el movimiento sindical), La Habana, 1961.
  • Veneno en la Quincena (13 artículos sobre la campaña contrarrevolucionaria de la jerarquía católica, por Francisco), La Habana, 1961.
  • El XXII Congreso del Partido Comunista de la URSS Y el desarrollo de la revolución cubana (conferencia [...] en el IX ciclo de la Universidad Popular el día 15 de diciembre de 1961), La Habana, 1961.
  • Crece la responsabilidad de los sindicatos en la construcción del socialismo (intervención ante el XXVI Consejo Nacional de la CTC-R del 2 al 7 de septiembre de 1962), La Habana, 1962.
  • Misión de los profesores de estudios socio-económicos (conferencia pronunciada el 7 de agosto de 1962 al inaugurarse el curso para Profesores de la asignatura en la Escuela de Superación Pedagógica), La Habana, 1962 (Tópicos educacionales, 3). /Misión de paz y solidaridad, La Habana, 1962. Sobre el XXII Congreso del PCUS, Febrero de 1962, Santa Clara, 1962.
  • Los fundamentos del socialismo en Cuba (selección de capítulos), La Habana, 1965.
  • Lecturas, La Habana, 1972.
  • Influencia del arte y la literatura en la formación moral del niño (intervención especial en la clausura del Seminario de Apreciación de Literatura y Arte para Niños, auspiciado por el Semanario Pionero, 5 de febrero de 1974, salón de conferencias de la UPEC, La Habana, 1974.
  • Papel de la propaganda en la prevención de los delitos contra la economía nacional y popular (intervención de [...] en el II Seminario a los divulgadores de los organismos del Estado), La Habana, 1974.
  • Discurso pronunciado en el acto celebrado en el Ministerio de Relaciones Exteriores, con motivo de celebrarse un aniversario más de la muerte de Salvador García Agüero, La Habana, 1975.
  • Discurso pronunciado en el acto clausura de la Jornada del Trabajador Jurídico, efectuado en el Salón de Actos del Ministerio de Comunicaciones el 8 de junio de 1975, La Habana, 1975.

Bibliografía pasiva

  • Un emocionado homenaje tributó anoche el PSP a su Secretario General: Blas Roca”, en Noticias de Hoy, La Habana, 7 (177): 1, 7, jul. 25, 1944.
  • Marinello, Juan. “Discurso”, en Noticias de Hoy, La Habana, 4 (84): 4, 8, abr. 8, 1941.
  • “Un libro para todos: un libro para Cuba”, en Noticias de Hoy, La Habana, 6 (217): 1, 8, sep. 11, 1943.
  • “Un valioso servicio al pueblo constituye el libro de Blas Roca. Charla por 'Mil Diez'”, en Noticias de Hoy, La Habana, 6 (222): 1, 7, sep. 17, 1943.
  • “Palabras en el homenaje a Blas Roca” (fragmentos), en Noticias de Hoy, La Habana, 7 (180): 4, jul. 28, 1944.
  • “Engrandecer el Partido: así se honra a Blas Roca”, en Noticias de Hoy, La Habana, 13 (186): 5, ago. 6, 1950.
  • “Un programa de política internacional”, en Noticias de Hoy, La Habana, 16 (80-81): 1, 6 y 1, 8, abr. 4 y 5, 1953, resp.
  • Martínez Pérez, Pedro. “Blas Roca, miembro del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista Cubano, responde veinte preguntas acerca del nuevo sistema judicial”, en Cuba Internacional, La Habana, 3 (28): 72-75, nov.-dic., 1971.
  • Miranda, Caridad. “Crear un nuevo sistema judicial”, en Moncada, La Habana, 6 (3): 10-13, ago., 1971.
  • Navarro Luna, Manuel. “Martinillo”, en La Gaceta de Cuba, La Habana, (135): 2-3, ago., 1975.
  • “Resolución de U.R.C. sobre el libro de Blas Roca”, en Magazine de Hoy. Suplemento del periódico Noticias de Hoy, La Habana,: 2-3, sep. 12, 1943. Rodríguez, Carlos Rafael y Blas Roca. Discursos pronunciados en el acto de investidura del título “Doctor Honoris Causa en Ciencias Jurídicas” al compañero Blas Roca, 25 de septiembre de 1974, La Habana, Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Depto. de Orientación Revolucionaria, 1974. Varona, Javier de. “Blas Roca: Los fundamentos del socialismo en Cuba”.

Fuentes