CIA

Agencia Central de Inteligencia
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Institución
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Dirección:Langley, Virginia, Estados Unidos

Organización norteamericana dedicada al espionaje y la subversión. Aunque su marco legal establece que la actividad de inteligencia de la CIA debe ser “oportuna, objetiva, independiente de consideraciones políticas y basada en las fuentes de la comunidad de inteligencia”, ha estado involucrada en operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar dirigentes en países que han pretendido llevar a cabo transformaciones a favor de sus pueblos y en contra de los intereses norteamericanos.

Origen

El 26 de julio de 1947 Harry S. Truman, presidente de los Estados Unidos, firmó el Acta de Seguridad Nacional que dio vida a la Agencia Central de Inteligencia (CIA). La Agencia Central de Inteligencia o Central Intelligence Agency (CIA), heredera de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) (Office of Strategic Services), que comenzó a ser organizada por orden del presidente Franklin D. Roosevelt, para combatir a Italia, Alemania y Japón, durante la Segunda Guerra Mundial, pero recién inició sus funciones en el año 1947, mediante la Ley de Seguridad Nacional número 153 del Congreso y con el advenimiento de la “Guerra Fría”.

La CIA -con unos 16 mil empleados y sede central ubicada en un complejo de 104 hectáreas cerca del Río Potomac en Langley, Virginia, tuvo la tarea de acopiar y analizar información referente a los enemigos exteriores de Estados Unidos (EE.UU.) y de esa manera permitir al presidente, el Pentágono y el Congreso, abordar amenazas presentes y potenciales.

Actividad

Pese a que el marco legal establece que la actividad de inteligencia de la CIA debe ser “oportuna, objetiva, independiente de consideraciones políticas y basada en las fuentes de la comunidad de inteligencia”, resulta ingenuo aceptar que la estrategia de inteligencia de EE.UU. en el mundo real sea apolítica, ya que desde su fundación, la CIA rebasó sus propios límites y desarrolló operaciones clandestinas tendientes a modificar las políticas internas de otros países, en función de los intereses y la seguridad de EE.UU.

Desde su creación la CIA ha estado involucrada en operaciones encubiertas para desestabilizar gobiernos y asesinar dirigentes en países que han pretendido llevar a cabo transformaciones a favor de sus pueblos y en contra de los intereses norteamericanos.

La CIA se encuentra involucrada en las más turbias políticas, acciones y maniobras contra dirigentes, organizaciones e instituciones que interfieran en los intereses del imperio, violando toda norma ética, jurídica, diplomática que rigen las relaciones políticas y económicas internacionales. A su vez, una larga historia de corrupción, actuaciones ilegales, denuncias y descrédito están asociadas a este servicio de inteligencia y a sus principales jefes.

En América Latina

A continuación y a modo de ejemplo un brevísimo sumario de las acciones terroristas de la CIA en América Latina y el Caribe:

Guatemala

Financiamiento y organización del golpe de Estado contra el Presidente guatemalteco Jacobo Arbenz en 1954. La violencia provocada desde entonces por los sucesivos gobiernos militares dejó un saldo de 160 mil muertos y 40 mil desaparecidos.

Cuba

Tras el Triunfo de la Revolución Cubana, el presidente Dwight David Eisenhower autorizó la ejecución de las llamadas operaciones encubiertas con el fin de asesinar al Presidente cubano Fidel Castro y con ello poner fin al proyecto revolucionario.

Para tales propósitos creó en Miami una estación de la CIA especialmente dirigida contra Cuba. Organizó bandas contrarrevolucionarias que cometieron asesinatos en la población civil y practicaron el sabotaje contra objetivos económicos. Financió, armó y entrenó una brigada mercenaria que invadió la zona de Playa Girón en la provincia de Matanzas en Abril de 1961, conocida como la invasión de la Bahía de Cochinos, asumiendo la responsabilidad de la derrota el presidente John Kennedy.

La política terrorista contra Cuba, incluye las constantes amenazas de invasión militar, la guerra económica, el bloqueo económico y la guerra biológica, y otras modalidades aplicados por el Gobierno norteamericano han causado numerosas pérdidas humanas y graves daños materiales al país caribeño. Miles de actos de naturaleza terrorista se ejecutan contra Cuba desde el triunfo de la Revolución Cubana.

Uno de los más monstruosos lo realizan los agentes de la CIA Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, ambos de origen cubano, al organizar un atentado que provoca la explosión, en pleno vuelo, de un avión cubano en Barbados, el 6 de octubre de 1976. En el atentado mueren 73 personas.

A finales de la década de 1990 el agente de la CIA Luis Posada Carriles organiza una serie de atentados explosivos en contra de hoteles cubanos con saldo de un muerto y numerosos heridos. En los atentados participan mercenarios salvadoreños.

Santo Domingo

En 1963, la CIA lleva a cabo una campaña propagandística en contra del presidente dominicano Juan Bosch que culmina con un golpe de Estado. Tras el alzamiento de militares constitucionalistas que pedían el retorno a Bosch, en 1965 EE.UU., en una operación coordinada por la CIA, intervienen en esa isla.

Brasil

En 1964, la CIA emprende acciones contra João Goulart, presidente del Brasil, que culmina con una asonada militar.

Bolivia

La CIA participa en el entrenamiento y en las operaciones del ejército boliviano en contra del Ejército de Liberación Nacional de Bolivia. El agente de la CIA de origen cubano Félix Rodríguez Mendigutía es el encargado de transmitir la orden, llegada desde La Paz, de asesinar a Ernesto Che Guevara.

Chile

A raíz de la victoria electoral de Salvador Allende, en Chile, el presidente Richard M. Nixon destina 10 millones de dólares para desestabilizar al nuevo gobierno. La CIA organiza y financia el golpe fascista que instala en el poder a Augusto Pinochet y deja un atroz saldo de muertos y desaparecidos.

Nicaragua

Al triunfo de la Revolución Sandinista en Nicaragua, el presidente norteamericano James Carter autoriza operaciones de la CIA en apoyo de la oposición sandinista. Durante el gobierno de Ronald Reagan se destinan cientos de millones de dólares a la creación de un ejército mercenario que, desde la vecina Honduras, se dedica a sabotear los esfuerzos nicaragüenses por construir una sociedad democrática y plural.

La guerra cuesta al país 60 mil muertos y 2 mil desaparecidos, además de 17 mil millones de dólares en pérdidas que los norteamericanos se niegan a pagar a pesar del fallo de la Corte Internacional de Justicia en 1986. Finalmente la oposición llega al poder en 1990 después de un proceso electoral marcado por el intervencionismo de los EE.UU., con participación de la CIA.

En 1986 es derribado en Nicaragua un avión DC-3 que apertrechaba a la contrarrevolución. El piloto, Eugene Hasenfus, revela que los vuelos son dirigidos por la CIA y proceden de bases en El Salvador y Honduras.


El Salvador

La CIA desempeña un papel fundamental en la concepción y organización de las agencias de seguridad de las que emanaron los grupos paramilitares de El Salvador. Durante la guerra civil salvadoreña, los Estados Unidos apoyan a los sucesivos gobiernos militares con más de 5 mil millones de dólares. La guerra dejó un saldo de 75 mil muertos y 8 mil desaparecidos.


Granada

En 1983, tropas norteamericanas invaden Granada poco después de que un golpe de Estado terminara con el gobierno de Maurice Bishop. Según el presidente Ronald Reagan, Granada, una isla de 340 km² y 110 mil habitantes representaba una amenaza militar para los Estados Unidos. Reagan había mostrado su preocupación por un aeropuerto que trabajadores cubanos estaban construyendo para desarrollar el turismo. Luego de la invasión, los Estados Unidos anuncian su decisión de concluir ese aeropuerto, aunque con otros fines.


Panamá

En 1989, los Estados Unidos invaden Panamá con el pretexto de capturar a Manuel Antonio Noriega, entonces Presidente de ese país, un conocido ex agente de la CIA acusado de tráfico de drogas. El gobierno norteamericano tenía conocimiento, al menos desde 1972, de las actividades ilícitas de Noriega, pero lo mantuvo en su nómina mientras le fue útil. La invasión dejó un saldo de siete mil muertos y desaparecidos, así como pérdidas millonarias.

Años recientes

El nombramiento del multimillonario Porter J. Goss en la CIA, quien asumió el 25 de abril del 2005 como director titula, provocó escepticismo de políticos y analistas, que esperaban un cambio radical en la conducción de ese organismo. Según los críticos, el mandato de Goss como presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, desde 1996, estuvo signado por su estrecha relación con el ex director de la CIA, George Tenet.

El almirante en retiro, Stansfield Turner, director de la CIA bajo la presidencia de Jimmy Carter, considera que la elección de Goss es “la peor en la historia de ese cargo”; en tanto, Mel Goodman, ex analista de la agencia y especialista del Centro de Políticas Internacionales, afirma que Goss tiene “todas las credenciales inadecuadas” para el puesto, entre ellas, haber sido un agente secreto de la CIA- Dirección de Operaciones- en América Latina y Europa durante nueve años, en la década del 60.

A su vez, Ray McGovern, ex funcionario de la CIA por 25 años, expresa que Goss, “ha demostrado estar bajo el hechizo del vicepresidente Dick Cheney -uno de los halcones del gobierno de Bush- “por lo que responderá en primer lugar a él y a Karl Rove, asesor político de la Casa Blanca”.

Al respecto, David McMichael, ex analista de la CIA asegura: “Goss fue un firme defensor de la agencia y nadie lo ha asociado con alguna propuesta de cambio, su designación puede interpretarse como más de lo mismo”.

Los vínculos de la CIA con las fuerzas paramilitares de los regímenes dictatoriales del Cono Sur durante los años 1970 y 1980 fueron notorios y fluidos.


Fuentes