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El movimiento clandestino resultó pilar decisivo para la victoria, y decisiva en la guerra fue también la participación campesina como combatientes y colaboradores; la mujer cubana fue ejemplo en la contienda, un grupo se integró en el pelotón Mariana Grajales y participó en acciones relevantes, otras fueron colaboradoras o combatientes del llano y la sierra.  
 
El movimiento clandestino resultó pilar decisivo para la victoria, y decisiva en la guerra fue también la participación campesina como combatientes y colaboradores; la mujer cubana fue ejemplo en la contienda, un grupo se integró en el pelotón Mariana Grajales y participó en acciones relevantes, otras fueron colaboradoras o combatientes del llano y la sierra.  
  
“El Ejército Rebelde –señaló Fidel Castro en su Informe Central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba- fue el alma de la Revolución. De sus armas victoriosas emergió libre, hermosa, pujante e invencible la patria nueva. Sus soldados reivindicaron la sangre generosa vertida en todas las contiendas por la independencia y con la suya propia cimentaron el presente socialista de Cuba. Las armas arrebatadas a los opresores en épica lucha las entregaron al pueblo y con el pueblo se fundieron, para ser desde entonces y para siempre el pueblo armado”
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En el Informe Central al [[Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba]] Fidel Castro señala: {{Sistema:Cita|El Ejército Rebelde fue el alma de la Revolución. De sus armas victoriosas emergió libre, hermosa, pujante e invencible la patria nueva. Sus soldados reivindicaron la sangre generosa vertida en todas las contiendas por la independencia y con la suya propia cimentaron el presente socialista de Cuba. Las armas arrebatadas a los opresores en épica lucha las entregaron al pueblo y con el pueblo se fundieron, para ser desde entonces y para siempre el pueblo armado.}}
  
 
== Véase también  ==
 
== Véase también  ==

Revisión del 12:07 26 dic 2011

Ejército Rebelde
Información sobre la plantilla
Revolucion.jpg
Miembros del Ejército Rebelde
Activa2 de diciembre de 1956
PaísBandera de Cuba Cuba
FidelidadMovimiento 26 de Julio
TipoEjército
Disuelta1 de enero de 1959
Comandantes
Comandante en JefeFidel Castro
Comandantes
notables
Raúl Castro
Juan Almeida
Ernesto Che Guevara
Camilo Cienfuegos
Insignias
Bandera del EjércitoMovimiento 26 de Julio
Escudo del Comandante en JefeEscudo del Comandante en Jefe del Movimiento 26 de Julio
Cultura e historia
Colores de la BanderaNegro y Rojo
Guerras y batallas
Guerra de Liberación Nacional de Cuba (1956-1958)

Ejército Rebelde. Organización armada revolucionaria creada para llevar a cabo la Guerra de Liberación Nacional (1956-1958) contra la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958). Su núcleo inicial fueron los sobrevivientes de la expedición del Yate Granma, desembarcados el 2 de diciembre de 1956 por Las Coloradas, al sur de la antigua Provincia de Oriente. Al cabo de dos años las fuerzas de la tiranía, que llegaron a sumar 80 mil efectivos de aire, mar y tierra equipados y asesorados por la Misión Militar Norteamericana en Cuba, habían sido derrotadas en toda la línea por el Ejército Rebelde, gracias a la férrea decisión y correcta estrategia de lucha de su jefatura, encabezada por Fidel Castro Ruz y apoyado por las masas de obreros, campesinos y estudiantes.

Historia

Fulgencio Batista

El 10 de marzo de 1952 se inscribirá en la historia cubana como un día de infamia. Tras tres años de ocupación militar y 50 años de dominio neocolonial norteamericano, matizados los últimos 12 por una relativa institucionalidad, el pueblo esperaba con ansia las elecciones generales que en solo 82 días se realizarían, con la esperanza incierta de independencia verdadera. Pero de nuevo es traicionado, Fulgencio Batista Zaldívar, aprovechaba las sombras de la noche para dar un golpe de Estado. Quedaba instaurada así una brutal dictadura que costaría la vida de miles de cubanos.

La gravedad del momento exigía la movilización urgente del pueblo.

Fidel Castro, joven revolucionario que poseía conciencia martiana y marxista-leninista, encuentra y emprende el camino justo para combatir con éxito a la tiranía y a todo lo que ella representaba: desencadenar la insurrección armada popular.

A principios de 1953 ya Fidel tiene estructurado el plan táctico para el inicio de la lucha armada. Aglutina y prepara los hombres, se acopian las armas. Santiago de Cuba sería la clarinada en el año del centenario del natalicio del Apóstol.

Cuartel moncada

En la Granjita Siboney, al este de la ciudad, más de un centenar de aguerridos hombres y mujeres esperan la salida para encontrarse con la historia. Es el 26 de julio del propio año, aún las notas del Himno Nacional vibran en el aire cuando los motores de los autos rompen el silencio del amanecer, dentro de pocos minutos se lanzaría al ataque violento y decidido contra el mayor bastión de la tiranía en la región oriental y segundo en importancia en el país, el Cuartel Moncada. Como apoyo se ocupan el Hospital civil Saturnino Lora y el Palacio de Justicia y asaltan el Cuartel de Bayamo.

La acción militar fracasa por hechos accidentales, solo seis revolucionarios mueren en el enfrentamiento, 55 son asesinados posteriormente. Las fuerzas del régimen desatan una ola de represión y muerte. Se les radica causa judicial a unos pocos sobrevivientes. Fidel asume su propia defensa, su alegato, conocido por “La Historia me absolverá”, serviría de programa para la lucha.

El conocer que existe una vanguardia decidida a acabar con la tiranía, mueve al pueblo que comienza a organizarse.

Luego de 22 meses de dura cárcel, la presión popular impone, el 15 de mayo de 1955, la libertad de los moncadistas. La situación existente determina la necesidad de cambios organizativos, de estructura y funcionamiento, los que ya han sido concebidos por Fidel desde la prisión. En la proa del barco El Pinero, durante la travesía desde Isla de Pinos a Batabanó los moncadistas se reúnen y analizan colectivamente la estrategia de lucha. Días después, el 12 de junio de 1955, en reunión convocada en la calle Factoría en la Ciudad de La Habana, queda integrada la Dirección Nacional del Movimiento 26 de Julio.

Más tarde, acosados por los cuerpos represivos de Batista, parten hacia el exilio: unos a Costa Rica, algunos a Guatemala hasta que se reúnen en México el grueso de los revolucionarios y convencidos de que solo la lucha armada derrocaría a Batista y todo lo que él representaba, comienzan de nuevo a prepararse para la acción libertadora ya como miembros del Movimiento Revolucionario 26 de Julio.

De la estadía en México cuenta Ernesto Che Guevara: "Fidel Castro, auxiliado por un pequeño equipo de íntimos, se dio con toda vocación y su extraordinario espíritu de trabajo a la tarea de organizar las huestes armadas que saldrían hacia Cuba..." Se pensaba la salida de la expedición para Marzo de 1956. Sin embargo, en esos días la policía mexicana detiene a Fidel y después en pocos días, cayeron muchos de sus seguidores y el rancho donde se hacían las prácticas. Todas fueron a parar a la cárcel. Hubo quienes estuvieron en prisión 57 días con la amenaza de la extradición. Fidel fue liberado el 24 de julio y el Che una semana más tarde.

El 30 de agosto de 1956 firman Fidel y José Antonio Echeverría la Carta de México, donde acuerdan la acción conjunta entre el Movimiento 26 de Julio y el Directorio Revolucionario para derrocar a Batista.

"Pasaron los días" -según escribe el Che-, "trabajando en la clandestinidad, escondiéndonos donde podíamos, rehuyendo en lo posible toda presencia pública, casi sin salir a la calle. Pasados unos meses, nos enteramos de que había un traidor en nuestras filas, cuyo nombre no conocíamos..." Desde ese instante se desarrollo una gran actividad: fue acondicionado el yate que habían comprado, se le amontonaron cuantas vituallas consiguieron, uniformes, rifles, equipos, dos fusiles antitanques casi sin balas. El 25 de noviembre de 1956 empezó a hacerse realidad la frase de Fidel: "En el año 1956 seremos libres o seremos mártires".

Yate Granma

Salieron del puerto de Tuxpan con las luces apagadas, con 82 hombres hacinados y con mal tiempo. Tras grandes vicisitudes el 2 de diciembre llega el Yate Granma a Cuba por playa de Las Coloradas, en la provincia de Oriente. Cuando descendieron con toda premura y llevando lo imprescindible se internaron en la ciénaga y fueron atacados por la aviación enemiga. Tardaron varias horas en salir de la ciénaga, pero quedaron en tierra firme a la deriva y según el Che constituían "...un ejército de sombras, de fantasmas, que caminaban como siguiendo el impulso de algún oscuro mecanismo psíquico."[...] "A los diez días exactos de la salida de México, el 5 de diciembre, de madrugada, después de una marcha nocturna interrumpida por los desmayos y las fatigas y los descansos de la tropa, alcanzamos un punto conocido paradójicamente por el nombre de Alegría de Pío."[...]

"El lugar era mal elegido para campamento..." Y en él ocurre el bautismo de fuego del naciente Ejército Rebelde, que provoca la dispersión de los expedicionarios por diferentes lugares de la costa suroeste de la provincia oriental y por las estribaciones de la Sierra Maestra.

El Movimiento, dirigido por Frank País, levanta al pueblo de Santiago de Cuba, el 30 de noviembre, para apoyar el desembarco que ocurre el 2 de diciembre en un punto de las costas suroeste de la provincia de Oriente, cerca de la Playa Las Coloradas.

Diversos factores impiden la coincidencia de ambas acciones.

Ya en Cuba, el 5 de diciembre, el destacamento guerrillero recibe su bautismo de fuego en Alegría de Pío. Mueren tres expedicionarios y el resto queda disperso. El azar reúne a muchos en grupos irregulares y toman rumbos diferentes que les deparan distinta suerte.

Resultado de la feroz persecución del Ejército en los días siguientes caen 18 combatientes, la mayoría de ellos asesinados después de ser hechos prisioneros, esa es la suerte de Juan Manuel Márquez, segundo jefe de la expedición.

Comienza una difícil prueba para los sobrevivientes, quienes, pese a todas las vicisitudes, tienen la decisión de llegar a la Sierra Maestra para continuar la lucha.

Tres grupos, principalmente, se esfuerzan por este objetivo, los encabezados por Fidel
Che almeida.jpg
Castro Ruz, Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque.

La red de campesinos organizada por Frank País García y Celia Sánchez Manduley resulta de gran ayuda en la búsqueda de los expedicionarios y en la localización del armamento por toda la zona. Guillermo García Frías y Crescencio Pérez encabezan esa imprescindible vanguardia.

El 16 de diciembre, después de una larga marcha y de haber burlado el cerco enemigo en la carretera de Pilón, Fidel Castro, Universo Sánchez y Faustino Pérez llegan a casa de Mongo Pérez en la Finca Cinco Palmas.

En la medianoche del 18 de diciembre de 1956, el grupo de Raúl llega a Cinco Palmas. Se abrazan los dos hermanos, ocurre el histórico diálogo: -¿Cuántos fusiles traes?- Cinco es la respuesta. Entonces flota en el aire el optimismo: - Y dos que tengo yo, siete ¡Ahora sí ganamos la guerra!.

El 21 de diciembre se incorpora el grupo de Almeida, el destacamento totaliza 20 hombres: 15 expedicionarios y cinco campesinos ya guerrilleros. El 25 Fidel decide reiniciar la marcha hacia la profundidad de la Sierra Maestra

Desarrollo del Ejército Rebelde

Fidel determina realizar una acción combativa contra el enemigo, el Cuartel de La Plata es el objetivo. El 17 de enero, en poco más de media hora se alcanza la victoria, que fue una demostración de que el incipiente Ejército Rebelde existía y estaba dispuesto a luchar y triunfar

Aquel pequeño destacamento -cuando la sorpresa de Alegría de Pío-, que dio origen al Ejército Rebelde, fue creciendo con nuevas incorporaciones de revolucionarios, quienes se enfrentaron sin descanso al ejército de Batista.

Tan solo cinco días más y se suma otro triunfo en Llanos del Infierno. Vendrían días adversos, con dispersiones de la pequeña tropa, pero el refuerzo del llano con hombres y armas es oportuno.

La guerrilla está en condiciones de una nueva confrontación.

El 28 de mayo de 1957, en Uvero, tiene lugar el combate que marca la mayoría de edad del Ejército Rebelde.

Caen en la acción, entre otros: Julito Díaz, Nano Díaz, y resulta herido Almeida.

A finales de mayo desembarcan por Cabonico al norte de Oriente los expedicionarios del Corintia, la mayoría de ellos es apresada y asesinada.

El grupo guerrillero tiene posibilidades de adoptar otra estructura que le permite abarcar otro
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Pico turquino.jpg
territorio mayor. El Primer Frente rebelde queda entonces con la columna madre, la número 1, de la que se desprende la número 4 creada el 19 de julio de 1957, al mando del comandante Ernesto Che Guevara, con la misión de operar al este de Pico Turquino.

El Frente se mantiene en constante actividad, durante el segundo semestre de 1957 y el primer trimestre de 1958 no le permite descanso al enemigo, en Estrada Palma, Bueycito, Palma Mocha, El Hombrecito, Pino del Agua en dos ocasiones, Mar Verde, Alto de Conrado, El Salto, Gabiro, Mota, Chapala, y en otras muchas localidades, tiene lugar acciones victoriosas. El ejército batistiano organiza dos esfuerzos ofensivos, que fracasan por el ímpetu rebelde.

No solo en las montañas se combate, en ciudades y pueblos el ansia de lucha por derrocar a la dictadura se transforma en acción.

Ya desde el 29 de abril de 1957 un grupo de revolucionarios encabezados por Reynold García asalta el Cuartel Goicuría en la ciudad de Matanzas. Acción que por diversos factores fracasa. La mayoría de los asaltantes son apresados y asesinados.

El Partido Socialista Popular, dirigido por Blas Roca Calderío, que desde el primer momento del Golpe de Estado del 10 de marzo de 1952 denuncia el carácter reaccionario y proimperialista del régimen, lucha contra este y aboga por la unidad popular, todo en rigurosas condiciones de clandestinidad, comprende que no hay otro camino que la lucha armada. Y en consecuencia prepara un grupo guerrillero que opera al norte de Las Villas además, incorpora cuadros y militantes a otros frentes.

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El 13 de marzo de 1957 jóvenes del Directorio Revolucionario asaltan al Palacio Presidencial conjuntamente con la Toma de Radio Reloj.

La acción no alcanza el éxito esperado, mueren valiosos jóvenes, simbolizados en José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), pero propicia la unidad de los elementos revolucionarios del pueblo.

En Cienfuegos, el 5 de septiembre de 1957, el Movimiento 26 de Julio logra un levantamiento revolucionario, protagonizado por un grupo de oficiales, marinos y civiles, Julio Camacho Aguilera, jefe del Movimiento en Las Villas y el alférez de fragata Dionisio San Román, oficial de la marina de guerra, dirigen la acción. El régimen ahoga en sangre la audaz rebelión con inaudita crueldad.

Hacia finales de febrero de 1958 las condiciones son propicias para extender la guerra a otros parajes de la provincia oriental.

Respondiendo a un mando único encabezado por Fidel en el Primer Frente, y dentro de su idea estratégica para el desarrollo de la guerra, se crean dos nuevas columnas, la número 6 bajo la jefatura del comandante Raúl Castro con la misión de establecer el Segundo Frente Oriental Frank País García, tarea que se cumple el 11 de marzo de 1958 en Piloto del Medio, noreste de la provincia de Oriente y la número 3 bajo el mando del comandante Juan Almeida Bosque, para abrir el Tercer Frente Oriental Mario Muñoz Monroy, el que queda establecido el 5 de marzo del propio año en Puerto Arturo, al oeste de Santiago de Cuba.

Camilo Cienfuegos a finales de marzo parte a operar en los llanos del Cauto, y combate en Bayazo, Cuchillas de Bayazo, Río Cauto y La Estrella.

En Febrero de 1958 fuerzas del Directorio Revolucionario 13 de Marzo dirigidas por Faure Chomón Mediavilla, se establecen en la Sierra del Escambray.

El 9 de abril se convoca la huelga general, donde participan estudiantes y trabajadores. Diversas causas no permiten alcanzar los objetivos propuestos y termina en un revés.

Para apoyar la huelga del Ejército Rebelde realiza varias acciones combativas.

En el Primer Frente se combate en San Ramón y el Pozón.

En el Segundo Frente se organiza la Operación Omega y se atacan los cuarteles de Imías, Jamaica, central Soledad y Caimanera, en este último lugar se toma el cuartel, el puesto naval y se rechaza un refuerzo. El pueblo apoya la acción,

Por su parte el Tercer Frente ataca los cuarteles de Aguacate y Dos Palmas, y realiza otras acciones en Pueblo Nuevo, San Joaquín, cruce de Guisa, Chivirico, Las Villega y El Cobre.

Próximo a Santiago de Cuba, René Ramos Latour, jefe de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio integra la columna número 9 José Tey. Ataca el Cuartel de Boniato y realiza una emboscada en Cuabitas. Días más tarde toma el poblado de Ramón de las Yaguas. Y un tiempo después estas fuerzas se integran al Segundo Frente.

Los últimos días de junio de 1958 fuerzas del Segundo Frente desarrollan la Operación Antiaérea que consiste en capturar un numeroso grupo de norteamericanos, civiles y marines en Moa, Nicaro, Caimanera y centrales azucareros de la región, con el objetivo de presentarlos ante el mundo como testigo de la ayuda directa que el gobierno de los Estados Unidos le brinda al dictador Fulgencio Batista, además de denuncias los bombardeos indiscriminados de la aviación del régimen contra la población civil. Los detenidos reciben un trato respetuoso, la Operación logra sus objetivos.

En Diciembre de 1958 la Comandancia General del Ejército Rebelde M-26-7 tenía en la zona oriental 4 frentes:

En Las Villas había dos frentes: El sur y centro y su jefe el Comandante Ernesto Che Guevara y en el norte el Comandante Camilo Cienfuegos.

Operación de Verano, gran ofensiva enemiga, su derrota

En los días finales de Mayo de 1958, el enemigo, envalentonado por el fracaso de la huelga, lanza su más poderosa ofensiva durante la guerra con el fin de tomar la Comandancia General y dar un golpe mortal a la Revolución: la Operación de Verano.

En tal sentido, en el territorio del Primer Frente se liberan decisivas batallas: dos en Santo Domingo, en el Jigue, en las Mercedes, y más de veinte combates: La Caridad, El Naranjo, el Naranjal, Meriño, Casa de Piedra, Providencia, Las Vegas de Jibacoa, Jobal,

Como resultado de la derrota de la Ofensiva de Verano, el enemigo sufre más de mil bajas cuantificada en 150 muertos, gran cantidad de heridos y más de cuatrocientos prisioneros que son entregados a la Cruz Roja Internacional en Las Vegas de Jibacoa y Sao Grande, territorio de la Sierra Maestra.

Se ocupa más de quinientas armas y equipos, incluidos: tanques, morteros, bazucas, ametralladoras, 150.000 balas, transporte, y 20 equipos de radio. En las filas rebeldes hay que lamentar la caída en combate de 27 valiosos compañeros y más de cincuenta resultan heridos.

Como resumen de 75 días de combate, el Ejército Rebelde con una fuerza insuficientemente armada, que en sus inicios apenas alcanzaba a 200 hombres, logra suplir una desventajosa correlación de fuerzas con sus ideales de lucha, una excelente preparación física, el dominio del terreno y de la táctica y la estrategia, asestando en cada momento y lugar apropiado la derrota a un enemigo poderoso que contaba con 10.000 efectivos. Esta victoria es ante todo, fruto del pensamiento y la acción del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

Con este triunfo el Ejército Rebelde toma firmemente en sus manos la iniciativa estratégica y prepara las condiciones para la Ofensiva Final.

La Ofensiva Final del Ejército Rebelde

La derrota de la "Ofensiva de Verano", creó las condiciones necesarias para la preparación y realización de la "Ofensiva Final" del Ejército Rebelde, al mismo tiempo que aceleró la situación revolucionaria existente, posibilitando que en apenas cinco meses se produjera el Triunfo de la Revolución Cubana.

Para ello se elaboró un plan que contaba de tres aspectos:

  • Estrategia de la Victoria.
  • Preparativos de la Ofensiva.
  • Realización de la Ofensiva Final.

Estrategia de la Victoria

Desde que se produjo la reunión de la dirección nacional del Movimiento "26 de Julio" en Mompié, Sierra Maestra, quedó elaborada y a su vez apoyada, la estrategia para la conducción de la Guerra de Liberación Nacional; sin embargo, en aquel momento era imprescindible crear condiciones para resistir, combatir y rechazar la poderosa ofensiva enemiga que la dictadura batistiana, con tanto empeño había concebido para tratar de destruir a las fuerzas guerrilleras.

Derrotada la ofensiva enemiga, la comandancia general del Ejército Rebelde ratifica su "Estrategia" y para ello toma en cuenta todo un conjunto de factores económicos, políticos, militares e internacionales que aseguran su cumplimiento exitoso, además de preveer todas las posibles situaciones que se puedan crear y cómo enfrentarlas.

En el diseño o elaboración de esta estrategia se revela:

  • Mando único.
  • Previsión.
  • Flexibilidad.
  • Creatividad.
  • Apreciación de sus fuerzas y el enemigo.
  • Papel y lugar de la Huelga.

En primer lugar, esta estrategia contemplaba convertir la mitad oriental del país en un gran campo de batalla y a la provincia de Oriente en una gran Sierra Maestra en la que, al igual que en la "Ofensiva de Verano", el Ejército de la tiranía sufriera una aplastante derrota.

Con ello se concebía la realización de dos campañas militares; una en Oriente, bajo el mando directo del Comandante en Jefe, con el objetivo de neutralizar las guarniciones del interior de la provincia; ocupar o destruir las vías de comunicaciones y tomar sucesivamente los pueblos y ciudades más importantes procurando aislar y hostigar a la ciudad de Santiago de Cuba sobre la cual, finalmente se concentrarían los esfuerzos principales con el objetivo de tomarla. La otra campaña militar se desarrollaría en la provincia de Las Villas, bajo la conducción del comandante Ernesto Che Guevara, en estrecha cooperación con las fuerzas que operaban en esta región, con el objetivo de impedir el paso de fuerzas y medios hacia el Oriente o que el enemigo se retirara hacia el Occidente, así como la toma de los pueblos y ciudades de la provincia para, finalmente, atacar la ciudad de Santa Clara.

Preparativos de la Ofensiva Final

Para la consecución de estos objetivos estratégicos se hacía imprescindible tomar un conjunto de medidas que aseguraran su cumplimiento, como lo fueron:

  • Ampliación del teatro de operaciones militares.
  • Fortalecimiento y perfeccionamiento de las estructuras militares y administrativas de los frentes existentes.
  • Desarrollo ininterrumpido de acciones combativas contra las fuerzas de la tiranía para ir inmovilizándolas y desmoralizarlas.
  • Instrucciones para impedir la realización de la farsa electoral,fundamentalmente en los territorios donde operaban las fuerzas revolucionarias.
  • Continuar las actividades de penetración y captación hacia lasfuerzas armadas, al mismo tiempo que encauzar los movimientos conspirativos hacia las posiciones revolucionarias para evitar un golpe militar.
  • Denunciar, condenar y rechazar los intentos injerencistas eintervencionistas de los Estados Unidos.
  • Aislar y desemascarar a los sectores más reaccionarios, pro yanquis y batistianos.
  • Proseguir los trabajos en el logro y consolidación de la unidadentre las fuerzas progresivas y revolucionarias.

Las intervenciones del Comandante en Jefe, por Radio Rebelde, los días 17 y 18 de agosto de 1958, así como la carta enviada al comandante Juan Almeida, el 8 de octubre de ese año, contienen la estrategia del Ejército Rebelde, así como los elementos que aseguran, su cumplimiento.

«…las columnas rebeldes avanzarán en todas las direcciones hacia el resto del territorio nacional sin que nada ni nadie las pueda detener El pueblo de Cuba debe prepararse a auxiliar a nuestros combatientes…»

Ampliación del Teatro de Operaciones Militares

Desde los primeros días de agosto, el Comandante en Jefe dicta un conjunto de órdenes e indicaciones para seleccionar, armar y formar distintas unidades rebeldes con vistas a su inmediata salida para el resto del territorio nacional. Semejante empresa era algo difícil, toda vez que el armamento arrebatado al enemigo era de alrededor de medio millar y que las fuerzas rebeldes tampoco habían recibido cargamentos de armas desde el exterior.

No obstante, esta insuficiente cantidad de armas, municiones, ropa, calzados y otros aseguramientos, pero tomando en cuenta el papel y lugar de cada una de las unidades, comienzan a formarse columnas y pelotones, los que de inmediato salen a cumplir sus misiones.

Así, el 11 de agosto, el comandante Juan Almeida Bosque con un grupo de combatientes reforzado de armas y municiones regresa a su zona, el III Frente Mario Muñoz.

Simultáneamente y con vistas al fortalecimiento de esta dirección, el Jefe de la Revolución ordena la formación de otras tres unidades para operar en igual cantidad de zonas: Limoncito, Matías y Hongolosongo, bajo la jefatura del comandante Guillermo García y los capitanes Calixto García y Universo Sánchez. respectivamente.

El 21 de agosto el comandante Camilo Cienfuegos parte de la Sierra Maestra con el objetivo de establecer un frente permanente en la provincia de Pinar del Río.

El Comandante en Jefe preocupado por la extraordinaria importancia del III Frente y el papel a desempeñar en la "Ofensiva Final", ordena la formación de dos nuevas columnas: la No. 9 "Antonio Guiteras" y la No. 10 "René Ramos Latour" bajo el mando de los comandantes Hubert Matos Bénitez y René de los Santos Ponce. La primera partió el 28 y la segunda el 30 de agosto.

También, junto a los combatientes de la columna No. 10 partió un destacamento con la misión de incorporarse y fortalecer la lucha clandestina en la ciudad de Santiago.

El 31 de agosto parte el Comandante Ernesto Che Guevara con la columna No. 11 "Cándido González", bajo el mando del comandante Jaime Vega, con el objetivo de abrir un frente guerrillero en la provincia de Camagüey.

Durante este mes el comandante en Jefe comienza a tomar las medidas necesarias para la apertura de un nuevo frente de guerra en la provincia de Oriente y ordena la formación de la columna No. 14 "Juan Manuel Márquez", bajo el mando del capitán Orlando Lara Batista. El 5 de septiembre envía un pelotón para operar en la carretera Bayamo-Manzanillo y el 30 ordena al capitán Eduardo Suñol, para que con un pelotón reforzado opere en la Sierra de Gibara.

El 10 de octubre parte hacia el IV Frente el comandante Eduardo Sardiñas con la columna No. 12 "Simón Bolívar" y el día 25, el comandante Delio Gómez Ochoa parte con la columna No. 32 "José Antonio Echeverría" para asumir la jefatura de este frente.

Por último, y con el objetivo fundamental de operar sobre la carretera Bayamo-Manzanillo se forma la columna No. 31 "Benito Juárez", bajo el mando del capitán Luis Pérez Martínez.

De este modo, en apenas tres meses, el Comandante en Jefe, en cumplimiento de sus planes estratégicos constituyó y envió hacia distintas zonas de operaciones del país a 16 nuevas columnas rebeldes, las que junto a los frentes ya existentes y a las otras fuerzas revolucionarias que combatían en otras provincias, especialmente, del Directorio Revolucionario, el "26 de julio" y el Partido Socialista Popular, quienes debían desarrollar la "Ofensiva Final".

La ampliación del teatro de operaciones militares se realizó simultáneamente con un gran número de misiones combativas y organizativas, todo lo cual contribuyó significativamente a que estos preparativos de la ofensiva rebelde obligaran al repliegue y derrota de importantes posiciones enemigas, a la vez que el poder revolucionario en los territorios liberados se fortalecía y el movimiento revolucionario clandestino actuaba en interés de las acciones combativas guerrilleras.

Por otra parte, además de que las derrotas enemigas influían en el estado político-moral del ejército y, por tanto, aumentaban las deserciones e incorporación al Ejército Rebelde el Estado Mayor del ejército reconocía, en privado, que tenia perdida la guerra. Así comenzaron a elaborar planes, no ya para combatir, sino para tratar de evitar la destrucción de las fuerzas armadas; para ello apelaron a las conspiraciones militares en complicidad con Batista y la Embajada.

A un supremo esfuerzo político por evitar su derrota también se tuvo que enfrentar la dictadura: la farsa electoral del 3 de noviembre. Pero la dirección de la Revolución, con previsión e inteligencia no sólo supo elaborar planes para frústrala, sino que sus acciones contribuyeron a crear las condiciones para el inicio de la "Ofensiva".

Para mediados de noviembre, todas las fuerzas rebeldes se encontraban en sus zonas, listas para iniciar la "Ofensiva"; el apoyo popular era mayoritario; en las filas del enemigo reinaba la duda y el pánico, la vida económica del país estaba semiparalizada; la simpatía hacía la Revolución Cubana por parte de varios países era una realidad.

Desde el punto de vista político militar era el momento para el inicio de la "Ofensiva Final".

La Ofensiva Final del Ejército Rebelde

En los primeros días de noviembre, el Comandante en Jefe valoró la situación político-militar del país y comprendió que el régimen afrontaba una crisis total, por lo que decidió poner en práctica la "Ofensiva Final" del Ejército Rebelde, que desde principios del mes de agosto estaba preparando.

El 13 de noviembre, las ondas de Radio Rebelde transmiten las instrucciones de la Comandancia General a todos los Jefes de frentes y columnas para el inicio de la "Ofensiva". En aquella oportunidad indicaba que las columnas del II Frente "Frank País" debían proseguir su avance, cercando y rindiendo todos los cuarteles posibles en la zona comprendida dentro del triángulo Mayarí-San Luis-Guantánamo, mientras que las columnas que rodeaban Santiago de Cuba debían estrechar el cerco impidiendo el menor movimiento posible de las tropas enemigas.

Las tropas rebeldes que operaban en el centro y el oeste, guardando la entrada de la provincia de Oriente, debían combatir con tenacidad cuantos refuerzos enemigos pretendieran enviar a la provincia.

Las tropas rebeldes en la provincia de Camagüey debían apoyar la Batalla de Oriente, intensificando el ataque contra los medios de transporte enemigo en Camagüey, atacando en su retaguardia a los refuerzos que pretendían enviar a esta provincia.

Las columnas invasoras No. 2 y No. 8 del Ejército Rebelde situadas en Las Villas, recabando el apoyo de todas las fuerzas revolucionarias que allí combatían debían a su vez, interceptar las carreteras y vías férreas e impedir el cruce de tropas enemigas hacia Oriente y evitar que pudieran retirarse las que permanecían junto a la tiranía y quedaran combatiendo en este extremo de la Isla, en que virtualmente estaban siendo arrolladas ya, por las fuerzas rebeldes.

Ya el 11 de noviembre el Comandante en Jefe inicia su desplazamiento desde la Comandancia de La Plata en dirección al llano con el objetivo de ponerse al frente de las operaciones militares, e iniciar la campaña de Oriente con la Batalla de Guisa.

El 20 de noviembre de 1958 con el inicio de la Batalla de Guisa, comenzaba también la ofensiva ininterrumpida del Ejército Rebelde, que no concluiría hasta la derrota de la tiranía batistiana.

A partir de esta fecha, todos los frentes de guerra libran intensos combates, desalojando al enemigo de sus posiciones y aislando a otros, entre ellos los combates de Arroyo Blanco, Maffo, Baire, San José del Retiro y Palma Soriano, en el territorio del I Frente, conjuntamente con las acciones de La Maya, Songo, Cuneira, Soledad, Baltony, Alto Cedro, Borjita, Socorro, San Luis, Caimanera, Cueto y Sagua de Tánamo, entre otros, en el II Frente. Los combates librados en El Cristo. El Cobre, Puerto de Moya y Dos Palma, en el III Frente "Mario Muñoz" y los combates librados por las fuerzas del IV Frente "Simón Bolívar" en Gibara, Tunas, Los Güiros, Velazco, San Agustín, Puerto Padre, Holguín y Chaparra, entre otros, revelan la impetuosidad del Ejército Rebelde, y el cerco paulatino de la capital oriental y las principales ciudades.

A partir de la Batalla de Guisa, el Comandante en Jefe asume el mando directo del I y III Frentes y en el decursar de las acciones y el avance rebelde, puntualiza y asigna nuevas misiones a los jefes de frentes y columnas y sostiene importantes reuniones, como en la Riconada de Baire, donde se esclarecen las medidas organizativas. Pero la "Ofensiva" no estaba reducida a la Campaña de Oriente, sino tal y como lo había concebido el Comandante en Jefe en la provincia central, los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, junto a sus columnas y en cooperación con el Directorio Revolucionario también iniciaron la Campaña en Las Villas, la que comenzó con la liberación de Fomento, seguida de Cabaiguán, Placetas, Zulueta, Sancti Spiritus, Guayos, Báez, Iguara, Meneses y Yaguajay.

A ello también habría que agregar las acciones realizadas en las provincias de Camagüey, Matanzas y Pinar del Río, las que unidas a las acciones de sabotaje y propaganda por las fuerzas revolucionarias en todo el país, estremecieron los ya débiles cimientos de la dictadura. Pero no sólo era Batista y la alta cúpula militar y los sectores reaccionarios los que estaban asustados por el desarrollo de los acontecimientos, no para principios de diciembre de 1958, la embajada norteamericana, funcionarios del Departamento de Estado y la propia CIA, tenían conciencia de que las horas del régimen del 10 de marzo estaban contadas y de inmediato se dieron a la tarea de poner en práctica un viejo y anhelado plan: golpe militar y establecimiento de una Junta Cívico Militar que diera paso a un gobierno provisional, con el firme propósito de impedir que la Revolución triunfara.

Cuando el 28 de diciembre el general Eulogio Cantillo se reúne con Fidel en el Central América, intentaba llevar a la práctica, o concretar un acuerdo de los militares, Batista y los Estados Unidos. Pero fue la sagacidad, i inteligencia, audacia y rapidez con que actuó el mando revolucionario lo que abortó el intento reaccionario de quienes habían ensombrecido al país por más de 8 años.

Un papel importante lo desempeñó el llamamiento a la "Huelga General Revolucionaria" y el apoyo que a su ejecución brindó el movimiento obrero y el pueblo cubano, demostrando la importancia concebida a esta lucha y su empleo en el momento oportuno.

La entrada del Comandante en Jefe a Santiago de Cuba el 1 de enero de 1959, era la prueba evidente del triunfo de la Revolución, de la superioridad moral del Ejército Rebelde y del respaldo mayoritario del pueblo de Cuba.

La Batalla de Santa Clara, concebida y dirigida por el comandante Ernesto Che Guevara, contribuyó significativamente al triunfo de la Revolución, y junto al cumplimiento de la orden del jefe del Ejército Rebelde, de avanzar en unión a Camilo hacia La Habana, consolidaron el triunfo y frustraron las maniobras golpistas.
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El 1 de enero, a las once de la noche, Fidel Castro, con su invicto Ejército Rebelde entraba en esa ciudad demostrando que con firmeza, valentía y la participación del pueblo no hay batalla que no se pueda ganar, que la táctica y estrategia elaborada no sólo fue correcta porque se obtuvo la victoria, sino porque fue capaz de superar a otras.

Veinticinco meses duró la última etapa de lucha del pueblo cubano por su definitiva independencia.

En su estructura final el Ejercito Rebelde logró tener ocho frentes y uno en formación, 25 columnas y 10 destacamentos y grupos guerrilleros, y libró más de quinientas acciones combativas.

Durante la contienda se realizaron otras actividades relevantes que fortalecieron las fuerzas rebeldes en todos los órdenes, la relación es amplia: creación de la emisora Radio Rebelde y el periódico El Cubano Libre; escuela de reclutas de Minas de Frío; constitución del pelotón femenino Mariana Grajales; ingente actividad de retaguardia realizada por Celia Sánchez Manduley en el Primer Frente; reunión de la Dirección del Movimiento 26 de Julio en Mompié donde Fidel asume la dirección total del Movimiento dentro y fuera del país; asamblea campesina en Las Vegas de Jibacoa; creación de los comités campesinos; promulgación de la primera Ley de Reforma Agraria y otras leyes rebeldes; Pacto del Pedrero, en el que se acuerda la unidad de las fuerzas revolucionarias: 26 de Julio, Directorio Revolucionario y Partido Socialista Popular; los congresos Campesino y Obrero en el Segundo Frente; plenaria azucarera en territorio del Frente Norte de Las Villas; funcionamiento de la administración civil y la organización económica social de los territorios liberados, actividad esta en al que el Segundo Frente fue ejemplo al mostrar lo que habría de ser la obra creadora de la Revolución en el poder.

El movimiento clandestino resultó pilar decisivo para la victoria, y decisiva en la guerra fue también la participación campesina como combatientes y colaboradores; la mujer cubana fue ejemplo en la contienda, un grupo se integró en el pelotón Mariana Grajales y participó en acciones relevantes, otras fueron colaboradoras o combatientes del llano y la sierra.

En el Informe Central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba Fidel Castro señala:
El Ejército Rebelde fue el alma de la Revolución. De sus armas victoriosas emergió libre, hermosa, pujante e invencible la patria nueva. Sus soldados reivindicaron la sangre generosa vertida en todas las contiendas por la independencia y con la suya propia cimentaron el presente socialista de Cuba. Las armas arrebatadas a los opresores en épica lucha las entregaron al pueblo y con el pueblo se fundieron, para ser desde entonces y para siempre el pueblo armado.

Véase también

Bibliografía

Revista Verde Olivo, Órgano de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Edición Especial, 2 de diciembre de 2001.

Fuente